martes, 22 de diciembre de 2020

El Calígula de Bangkok

 




Desde que ascendió al trono de Tailandia en 2016, el excéntrico rey de Maha Vajiralongkorn (Rama X) pretende reimplantar la monarquía absoluta. Ha asumido el mando efectivo de las fuerzas armadas, tomado el control personal de las propiedades de la corona y sus intervenciones en política son cada vez más frecuentes y arbitrarias. Como consecuencia, desde el verano de este año -y a pesar de la pandemia- han estallado multitudinarias protestas exigiendo el fin de los abusos de Su Majestad.

La monarquía absoluta terminó en 1932 para dar paso a un sistema formalmente democrático, aunque sumamente inestable. Desde entonces Tailandia ha sufrido doce golpes de Estado, redactado veinte constituciones y el ejército se ha erigido en el árbitro final de la política. El rey Bhumibol (Rama IX, padre del actual rey) gozó del cariño del pueblo porque siempre supo manutenerse respetuoso de su papel constitucional, pero Maha Vajiralongkorn tiene todos los rasgos de un decadente emperador romano. Obliga a sus colaboradores a arrastrase en su presencia, manda afeitar las cabezas de los cortesanos desobedientes y nombró a su perrito caniche Foo Foo “mariscal del aire”. Para enfrentar al Covid decidió encerrarse en un lujoso castillo en Baviera con una veintena de concubinas.

Este nuevo Calígula ha tenido cuatro esposas. Los divorcios con las tres primeras fueron asaz escandalosos. Pocos meses después de su cuarto matrimonio elevó a una concubina a la condición de "noble consorte real". Es la primera mujer en tener este título desde la implantación en Tailandia de la monarquía constitucional. Dicha mujer cayó de la gracia poco después de su elevación y desapareció de la vista pública por varios meses, pero en septiembre fue reinstalada y declarada "no contaminada".

La deriva autoritaria en Tailandia no empezó con el rey “bala perdida” actual. En 2014 un golpe de Estado (uno más) reimpuso la ley marcial y disolvió al movimiento Futuro Adelante, el cual enarbolaba un discurso antimilitarista. Pero desde la llegada de al trono la tendencia es a una concentración de poder en manos del monarca. Este año la gota derramó en el vaso. Estallaron las protestas. El 14 de octubre miles de manifestantes marcharon frente a la Casa de Gobierno. Esa noche el gobierno decretó el Estado de emergencia, prohibió las reuniones de más de cuatro personas y censuro la información sobre temas "dañinos a la seguridad nacional". Advirtió a los manifestantes sobre la vigencia de una ley de delitos “lesa majestad” por la cual quienes insulten a la monarquía pueden ser procesados y condenados a penas de hasta quince años de prisión. Pero lejos de menguar, el movimiento crece y ahora incluye la remanda de una Constitución democrática, el fin  del régimen militar y una reforma a la monarquía.

Pedro Arturo Aguirre 

publicado en Hombres Fuertes 2/XII/20

No hay comentarios: