viernes, 26 de agosto de 2011

¿Cuántas veces se puede perder una guerra, Sr. Calderón?


Casi 2 milenios y medio han pasado desde que Sun Tzu escribió su célebre tratado sobre la guerra y aún hoy los malos políticos siguen ignorando sus enseñanzas. Es el caso de el obcecado Calderón, que insiste con sus fallidas estrategias en su malhadada guerra contra el narco. Es uno de tantos problemas de los que adolecen nuestros políticos, y de ninguna manera es el menor: acusan una incultura garrafal. En el mejor de los casos son buenos técnicos, pero desconocer los avatares de la historia los condena irremediablemnte al fracaso. No está de mal recordar en este delirante blog algunos de los conceptos del autor de El Arte de la Guerra:

Sun Tzu dice: 

“La guerra es un asunto de importancia vital para el Estado; un asunto de vida o muerte, el camino hacia la supervivencia o la destrucción. Por lo tanto, es imperativo estudiarla profundamente”. 

 El general que gana una batalla hace muchos cálculos en su templo aquí gana la batalla. 

El general que pierde una batalla hace pocos cálculos con antelación....Una victoria rápida es el principal objetivo de la guerra. Si la victoria tarda en llegar, las armas pierden el filo y la moral decae....Cuando un ejército se implica en una campaña prolongada, los recursos del estado disminuyen rápidamente. Cuando tus armas están melladas y el ardor decae, tu fuerza exhausta y el tesoro gastado, los enemigos tomarán ventaja de la crisis para actuar".

Ante la tragedia que se vivió en Monterrey en el Casino Royal y con los actos de narcoterrorismo que ha padecido el país en los últimos dias, el gobierno se pregunta ¿Por qué se indignan conmigo y no con los narcos? La respuesta es sencilla, "porque el gobierno insiste en una estrategia fallida. Asimismo, la sociedad está harta de la irresponsabilidad el gobierno, que se limita a endilgarnos explicaciones incompletas, verdades a medias, e hipocresías para defender a ultranzas estas malas estrategias. Ahora con lo sucedido en Monterrey, en lugar de darnos información puntual de lo sucedido y de las medidas concretas que se están tomando para  castigar a los culpables, averigüar los orígenes del atentado, atender a los familiares de las víctimas y explicar que se piensa hacer a futuro, Calderón manda al petrimetre Poiré a sermonearnos. ¡Eso es agregarle  escarnio  a la tragedia, caramba!

Sigamos con Sun Tzu: "Los verdaderamente hábiles en la guerra someten al ejército enemigo sin batallar. Capturan las ciudades enemigas sin asaltarlas, y se apoderan del estado enemigo sin campañas prolongadas. Su meta es tomar intacto todo cuanto hay bajo el cielo, mediante consideraciones estratégicas. Como resultado, sus tropas no se desgastarán, y las ganancias serán completas".

"Los verdaderamente hábiles" .....así habló Sun Tzu (suspiro).

miércoles, 24 de agosto de 2011

Sic Semper Tyrannis



Después de casi seis meses de encarnizada lucha la tiranía de Khadafy se desmorona aceleradamente. En la hora de su caída no deja muy pertinente es recordar sus delirantes palabras al momento de surgir la rebelión. "Limpiaré Libia casa por casa si los manifestantes no se rinden".

"Muamar Gadafi no es una persona normal a la que se pueda envenenar (…) o contra la que se pueda llevar a cabo una revolución".

El sátrapa se equívocó.

Sic Semper Tyrannis

viernes, 19 de agosto de 2011

Siempre se puede ser peor



Cordero (en la foto tratando de caracterizar a un Salinitas" de semáforo) es como Calderón, pero en insulso.



Perry es como Bush Jr., pero en tejano



Palin es como Nine Conde, pero en tarado
Cristina es como Evita, pero en cursi.


Michele Bachmann es como nuestro Peje, pero en iluminada.




El Compayito (la mano con ojos) es como la Barbie....



...pero en ojete


¿Ya ven como siempre se puede estar peor?

martes, 16 de agosto de 2011

China protesta


Por fin la sociedad china, que parecía irremediablemente sumisa y obediente, está saliendo a las calles a protestar. Este 2011 ha sido un año agitado. Los disturbios se han desencadenado por una serie de razones: casos de corrupción, la inflación, abuso de poder, expropiaciones ilegales de tierras por autoridades locales. Más significativas han sido las manifestaciones de obreros que reclaman mejores salarios. Parece que la gran "ventaja competitiva" del gigante ecoonómico chino, la manita de obra barata, se puede terminar muy pronto, lo que traerá consecuencias interesantes a todo el mundo Prevalece un contexto global de tensiones entre el gobierno y la población.    

Hace unos días sucedió un accidente de tren en la ciudaad de Wenzhou que cobró 39 vidas. Las protestas crecieron de una forma completamente inusitada. Este accidente se produjo sobre el fondo de esta insatisfacción creciente a la que hemos hecho referencia El Ministerio de Ferrocarril y las líneas de alta velocidad habían sido puestas en entredicho desde hacía meses. En febrero, el Ministro de Ferrocarriles, fue destituido de su cargo por un caso de corrupción. Lo mismo pasó con uno de los ingenieros jefes al frente de la construcción de la línea Pekín-Shanghai. Desde el 1 de julio (coincidiendo con el nonagésimo aniversario de la fundación del Partido Comunista de China), la apertura de la línea de alta velocidad Pekín-Shanghai no ha dejado de tener problemas de funcionamiento. Todo esto parecía indicar que este gran proyecto que quería ser símbolo del nuevo poderío económico de China se había hecho demasiado rápido, con flagrantes casos de corrupción de por medio y sacrificando la calidad de las nuevas líneas de tren. Por eso, el accidente de Wenzhou se veía venir y esto es lo que ha enfadado de tal forma a los ciudadanos.

El accidente se ha producido en una de las zonas más ricas de China (la provincia de Zhejiang) y en un tren de alta velocidad, aspectos claramente relacionados con la pujante y creciente clase media china. Vale decir que, por ejemplo, numerosos accidentes en las minas del norte del país no suelen llamar demasiado la atención (a pesar de que también se deban a negligencias y corrupción). Pero la clase media tiene una cada vez mayor presencia en las redes sociales y en los medios de comunicación. Acontecimientos que les afectan ya no pueden pasar desapercibidos.

El problema de fondo es que el gobierno chino tiene un ingente problema de credibilidad. Cada vez que ocurre cualquier evento extraordinario, nadie se cree lo que dicen las autoridades, los rumores se propagan a toda velocidad y las teorías conspiratorias más disparatadas se asumen como reales. Esta falta de credibilidad es la que ha facilitado la creación de una opinión pública tan radicalmente contraria a la gestión del Gobierno.

Es notable la forma en que los medios de comunicación chinos han sabido canalizar la reacción de los ciudadanos. Prácticamente todas las publicaciones del país han hecho una cobertura muy crítica del accidente y de su gestión, preguntándose en todo momento por las causas de la tragedia y buscando responsables, algo impensable hasta hace poco. Asimismo, el crecimiento de la red social Sina Weibo (una especie de Facebook chino) ha influido para que este problema coobre reñlevancia inesperada. Es aquí donde se han concentrado las voces más críticas con el Gobierno. Sina Weibo se ha convertido en el lugar más libre de China, marcado además por un fuerte carácter crítico y el liderazgo de muchos intelectuales y periodistas. La interacción, rapidez y libertad de esta red social ha hecho que la presión contra el Gobierno haya subido varios escalones.

Por último, las autoridades chinas se vieron obligadas ayer a ordenar el cierre inmediato de una planta petroquímica, después de que miles de personas se manifestaran exigiendo su traslado tras el temor a una fuga de residuos tóxicos. 

La sociedad china está despertando, y qué bueno.

martes, 9 de agosto de 2011

Obama, ¿Conciliador excesivo?


Ahora que Obama ha tenido que hacer numerosas y profundas concesiones a la mayoría del Partido Republicano en el Congrso no faltan -sobre todo en el ala izquierda del Partido Demócrata- quienes acusan al presidente norteamericano de ser demasiado "conciliador". Falso. Estamos hablando del presidente que aplicó unos monstruosos bailouts e hizo aprobar a ultranza su programa de seguridad social a pesar de tener la radical oposición de todo el Partido Republicano. Si Obama de verdad fuera el político conciliador que prometía su elegante y razonado discurso, jamás hubiese impuesto (esa es la palabra) ninguna de estas dos medidas clave de su gobierno y su posición política sería hoy más fuerte.

Las concesiones del actual Obama fueron inevitables. El mandatario se vio obligado a hacerlas para evitar el default. A Obama le iría mejor si los dos primeros años su gobierno hubiese gobernado desde el centro, con genuino espíritu de consenso. De esa forma, quizá, el Partido Demócrata sería hoy mayoría en el Congreso y no veríamos tan vergonzosos espectáculos como los que nos ofrece hoy el Tea Party.

El viejo Newton tenía razón con eso de que a toda acción corresponde una reacción...y ya saben. El Tea Party es una reacción a lo que fue percibido (yo diría, poderosamente percibido) por un muy numeroso sector de la opinión pública norteamericana como excesivo activismo estatal de Obama. Y hay que reconocer que las recetas para tratar de reactivar la economía estadounidense, así como el Obamacare, mucho tiuvieron de eso. Independientemente de si fueron o no éstas unas políticas acertadas, lo cierto es que se aprobaron con la oposición unánime del Partido Republicano y despertaron las ira de la parte más radical, misma que se activó y que ahora tenemos dando tanta lata.