viernes, 21 de septiembre de 2012

¿Cuándo es letal un Gaffe de Campaña?


Los comentaristas y analistas políticos norteamericanos andan muy ocupados tratando de discernir que tanto daño se a autoinfringido Mitt Romney con la serie de barrabasadas y gaffes que ha dicho durante las últimas semanas, en particular en la que describe al 47% de los electores (¡nada más!) como auténticos parásitos. ¿Terminaron las posibilidades de triunfo del republicano? La realidad es que casi en cada ciclo electoral un candidato hace un comentario estúpido, recuérdense casos tan célebres como el de Dan Quayle cometiendo errores ortográficos infantiles, Al Gore adjudicándose la invención del internet, Gerald Ford prometiendo que bajo su administración no habría una dominación soviética sobre Polonia o Barack Obama diciendo que muchos residentes de zonas rurales deprimidas se amargaban y aferran a las armas, la religión o la antipatía hacia personas que no son como ellos.

Repasando la historia nos podemos dar cuenta que la mayor parte de las veces los gaffes no han sido determinantes como para terminar con las posibilidades electorales de un candidato, pero sí ha habido algunas excepciones y el comentario de Romney del 47% podría inscribirse en esta categoría, lo mismo, por cierto que el gaffe del candidato republicano al senado Todd Akin, que declaró su creencia de que hay "violaciones legítimas.

¿Cuándo un gaffe puede ser letal? En lo que toca a las elecciones en Estados Unidos, muchos analistas coinciden en decir que cuando son tan graves o significativos que dominan el ciclo de las noticias por un período prolongado, o cuando reafirman o aún inician una valoración negativa del candidato por parte de los electores. En 2000, por ejemplo, los estadounidenses empezaron a ver a Al Gore como menos honesto gracias a su comentario sobre la supuesta invención del internet. En 2004, los republicanos tuvieron éxito en retratar a John Kerry como una "veleta" (Flip-Flopper) en gran parte a su gaffe en el que dijo que "He votado por esta iniciativa a favor y después en contra. El del ya célebre 47 por ciento de Romney podría trascender porque reafirmaría el estigma de elitista y poco en contacto con las masas que los demócratas han intentado endilgarle al aspirante republicano. Otra cosa que puede pasar es si Romney, como aparentemente a decidido, decide dar un paso adelante y asumir la política de asumir que en Estados Unidos hay una división básica, cosa que implica gravísimos riesgos políticos si el asunto del 47% se convierte en el tema nodal de la campaña y no, como le convendría a Romney, la crisis económica.


Si repasamos la lista de los gaffes que han sido considerados letales en las campañas en Estados Unidos, veremos que esta regla siempre se cumple, vean: 
 
En la campaña electoral de 1972, un estallido emocional en una mañana fría y nevada puso fin a la campaña presidencial de Edwin Muskie, aspirante demócrata, senador por Maine y una de las figuras más destacadas de la política norteamericana. Era el favorito cuando un periódico de New Hampshire publicó unos editoriales injuriosos acusando a la mujer de Muskie de consumo excesivo alcohol. Muskie celebró una conferencia de prensa improvisada en las escaleras frente a las oficinas del periódico y ofreció una refutación emocional a los ataques. Demasiado emocional. Al parecer lloró. Los ayudantes de Muskie dijeron que no habían sido lágrimas sino "nieve derretida". Fuera lo que fuese, Muskie perdió y el senador George McGovern ganó el derecho a enfrentar el presidente Richard Nixon en las elecciones de ese año.

John McCain cometió el error de decir, en medio del colapso financiero, que "los fundamentos de nuestra economía son fuertes." Para colmo nombró a Sarah Palin compañera de fórmula. Los continuos gaffes cometidos por esta señora durante el resto de la campaña terminaron por hacer el trabajo de hundir al ticket republicano. 
   

Howard Dean era el favorito para ganar en las primarias demócratas de 1984, pero tras un decepcionante tercer lugar en los caucus de Iowa, este ex gobernador de Vermont dejó salir un bonito grito guajiro (Jiiiiiaajajaiiii) que fue la delicia de los cómicos nocturnos durante semanas. Su ventaja en las encuestas se esfumó y Kerry fue el candidato demócrata.
     
En la campaña para elegir al senador del estado de Virginia en 2006, el candidato republicano George Allen se aventó la puntada de llamar "macaca" a un joven afroamericano en un acto proselitista. "Este hombre de aquí con la camiseta amarilla" dijo Allen, "Macaca, o como se llame". "Está con mi oponente. Vamos a darle la bienvenida a Macaca". Ese otoño, Allen perdió ante el demócrata Jim Webb por menos de 10,000 votos.
   

Gene McCarthy describió en las primarias demócratas de 1968 a los partidarios de Robert Kennedy como "menos inteligentes y menos educadas den Estados Unidos." Cuando RFK fue asesinado, semanas después, tras su victoria en las primarias de California, sus "menos inteligentes" y "menos educados" los votantes dieron su apoyo al eventual candidato demócrata Hubert Humphrey.
 
Y por último tenemos los dos errores más connotados protagonizados en debates presidenciales: los de Gerald Ford y Mike Dukakis, quienes bien ilustran la regla de que en una confrontación de este tipo la segunda regla es no dejar que tu oponente te propine un golpe de knock-out….. y la primera es que no te des ese golpe a ti mismo. Ford declaró aquello de "no hay dominación soviética en Polonia ni la habrá en una administración Ford" Dukakis respondió tibiamente a una pregunta sobre el castigo que el exigiría para alguien que perpetrara una hipotética violación y asesinato de su esposa.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Aclaración al presidente electo




Enrique Peña Nieto, presidente electo de México, viajará pronto a Brasil. No se preocupen, ya le aclararon que quien gobierna allá es la presidenta Dilma Roussseff y no el rey Pelé.

¿Y qué me dicen de este Kim Il Sung de Petatiux?

 

jueves, 13 de septiembre de 2012

El líder se transforma en el pueblo, de ahí que deba sacralizársele, ya que nada es más sagrado que El Pueblo



¡Pero nada más vean con que bella estampa me tope en Facebook, concretamente en las páginas de MORENA Chiapas! Una chulada para mi Historia Mundial de la Megalomanía  El sueño del populismo: el Caudillo transmuta en el pueblo y el pueblo en su Caudillo. Esto, por si alguna duda quedaba del carácter netamente populista del movimiento que encabeza el Peje y que ahora será el partido Morena (Lumpenpartei, en alemán). ¡Basta de simulaciones! Yo saludo que el Peje se deslinde del PRD y que exista claramente una opción nacional-populista en México. Faltará ver si el PRD es capaz de convertirse en una alternativa más o menos socialdemócratas. Ojalá.

La idolatría al líder es quientaescencial para que la fórmula populista “funcione.” Como el pueblo y su líder son la misma cosa para el populismo y sus derivaciones, el líder hace lo que el pueblo quiere y el pueblo se lo cree a pies juntillas. No hay más ley que la del pueblo y, por lo tanto, puede cambiarla o violarla cuantas veces se le ocurra, porque lo hace por deseo o pedido del pueblo. Al diablo las instituciones. Únicamente el pueblo es dueño de la verdad, por eso el líder es estridente, monopoliza la palabra y anula toda posibilidad de disidencia. De esta manera el líder se transforma en el pueblo, de ahí que deba sacralizársele, ya que nada es más sagrado que El Pueblo.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Ecos de las Convenciones

Se celebraron las tradicionales convenciones de los dos principales partidos políticos gringos. Esta es una selección del Oso Bruno de las mejores caricaturas publicadas en la prensa de Estados Unidos sobre la DNC (Democratic National Convention) y la RNC (Red Neck Convention). Desde luego, pasará a la historia la silla vacía de Clint y el magnífico discurso de Clinton. ¡Four more for BILL!