martes, 28 de diciembre de 2010

El desafío de la India


Este año 2010 que termina fue uno muy importante para la India, ya que se consolidó como indiscutible potencia emergente, halagada tanto por el presidente Obama como por casi todos los mandatarios europeos, así como por Rusia, su tradicional aliado, e incluso por su adversario más significativo: China. Parece inminente que India pronto ocupará un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. No está de más recordar que este prominente lugar en el mundo la India se lo ha ganado gracias a que en los años 90 cambio de forma radical su mentalidad económica. Abandonó un paradigma estatista donde el gobierno concentraba todo el poder económico y adoptó una estrategia en la que se dieron nuevos impulsos al sector privado y se abrieron nuevas y numerosas oportunidades para las empresas y las inversiones extranjeras, proceso que corrió en paralelo con la apertura comercial y la globalización.

Fundamental en esta transformación histórica fue un cambio de mentalidad en muchos indios. Una nueva cultura empresarial ha logrado arraigarse en los sectores más modernos de la población y hoy es una nueva generación de emprendedores la que lidera el crecimiento de la India. Los jóvenes progresaron, en buena medida, a partir de Internet y la industria del software. La web brindó muchas oportunidades a esta generación, y fueron aprovechadas, gracias a lo cual pudieron superar los problemas de infraestructura que todavía tiene este enorme subcontinente. Ahora, el pujante sector privado indio está condiciones de competir y colaborar con cualquier otro país del mundo.

Evidentemente, muchos y muy ingentes son los retos que debe enfrentar la India para reafirmar su condición de gran potencia en el siglo XXI. Ya mencionábamos el problema de las infraestructuras. También es cierto que la burocracia sigue siendo enorme y, en muchos casos, obstructiva. La corrupción gubernamental es rampante. Hay grandes desafíos en torno a los temas de integración religiosa y regional, fin del sistema de castas y superación de la discriminación de la mujer, asuntos que ponen en peligro la continuación del desarrollo económico de este gigante. Más grave es la pobreza. El desarrollo económico ha logrado hacer crecer a la clase media de este país en una escala impresionante. Se calcula que unas 300 millones de personas pertenecen a los estratos medios. Sin embargo, el 28% de la población vive bajo la línea de pobreza (otras mediciones aseguran que esta cifra supera el 35%). Hay muchos programas sociales destinados a cambiar esta situación, pero más importante es que el gobierno está conciente de que no lo puede hacer todo y que es menester abrir nuevas oportunidades a las empresas para que éstas produzcan más riqueza y más empleo.
Con un ritmo de crecimiento demográfico que triplica al de China, India para el 2025 se convertirá en el país más poblado del mundo. Si pretende lograr que toda este potencial humano se desarrolle de forma equilibrada clave será enfatizar la necesidad de que las nuevas generaciones acentúen el arraigo de una mentalidad emprendedora que supere de forma definitiva ideas fatalistas y mentalidades conformistas que esperen a que el gobierno todo les resuelva. Y esto es bueno tanto para la India como para el resto del mundo, sea desarrollado o no.


viernes, 17 de diciembre de 2010

El nuevo mesías de los "progres"


¡A embelesarse, progres! ¡He aquí su nuevo mesías!

miércoles, 15 de diciembre de 2010

¿Algún día se irá Berlusconi?


Nada ni nadie puede con el payasito Berlusconi, ni siquiera sus antiguos aliados de derecha que intentaron, sin éxito, aprobar ayer un voto de censura en el Parlamnto italiano. Italia en plena bancarrota económica y moral, con una deuda pública que representa el 120% del PIB y un gobierno impresentable cuya única ventaja consiste en la inexistencia de alternativas creíbles. La centroizquierda es una verguenza atosigada por personalismos y divisiones. Giafranco Fino y sus aliados de centroderecha demostraron con el desaguisado de esta semana que están lejos de representar una verdadera amenaza. Unas elecciones anticipadas serían, muy probablemente ganadas por Berlusconi, a pesar de toda la avalancha de escándalos que se han destapado en los pasados dos años. Muchos analistas describen como "pírrica" la victoria de Berlusconi, que no sabe resolver los problemas de una crisis política que arrastra desde su ruptura con Fini y el gobierno entró en una virtual parálisis. Desempleo creciente, estudiantes en pie de guerra, enorme tensión social, pavoroso desprestigio del gobierno ante el exterior, pero Berlusconi sigue. Italia se regodea en su ridículo.Fini cometió un grave error al pensar que podría desbancar fácil al líder máximo. Mucha falta de imaginación debe padecer el líder del grupo Futuro y Libertad (FLI) al no imaginar que algunos de sus seguidores podrían caer en la red de seducción del Cavaliere. ¿Si el voto de confianza hubiera sido hace un mes, después de que Fini le exigiera la dimisión a Berlusconi, en ese momento bajo presión por el denominado Rubygate -cuando abusó de su poder para que la policía liberara a una menor que había participado de una de sus fiestas-, el éxito habría sido el mismo? Quizá ahí sí, pero se necesita mucho, muchísimo colmillo para derrotar al colmilludo Berlusconi. Es así como con el naufragio de su proyecto de derrocar al premier, Fini también quemó la posibilidad de presentarse en el futuro próximo como el eventual líder del denominado Tercer Polo, formado junto con Casini y Francesco Rutelli.
Flotará Berlusconi al frente de su malhadado e ineficaz gobierno hasta las próximas elecciones generales, mismas que este señor podría ganar. Italia a la deriva, ¡Qué duda cabe!

viernes, 10 de diciembre de 2010

México: insatisfacción democrática


A diez años de gobiernos panistas, la satisfacción en México con el sistema democrático se mantiene prácticamente igual que en el año 2000 con un vergonzoso 27%, según la encuesta anual de Latinobarómetro reflejada en esta tabla publicada por The Economist. Como puede verse, la insatisfacción con la democracia es la más grave en los países incluidos en este ejercicio, lo cual mucho dice de las magras aportaciones de los gobiernos del dizque cambio de Fox y Calderón en la labor de arraigar en México una verdadera vocación democrática. Por algo será.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

La verdad sobre la CIA


Hace unos días comentábamos sobre la ineficiencia de los organismos de inteligencia yankis en relación al "descubrimiento" por parte de un científico estadounidense de la forma como se incrementa el poder nuclear norcoreano. Ello, aunado al incidente de los wikileaks, patente que no existen las tales maquinaciones del "malvado imperialismo" para seguir eslcavizando a los pueblos y hacen patente el ocaso de la supremacía yanki en un mundo que controla cada vez menos. No hace mucho apareció un interesantísimo libro, Legado de Cenizas, en el que se da buena cuenta de los crasos errores de la CIA en los años de la Guerra Fría hasta el 11-S e Irak. Errores antológicos. La Agencia Central de Inteligencia, los servicios de espionaje estadounidenses, han fallado en su principal objetivo: defender a su país. La cuenta incluye traspiés como que el 20 de septiembre de 1949, la CIA, informaba a Truman que la URSS tardaría al menos cuatro años en hacerse con armamento nuclear. Tres días más tarde, el presidente anunciaba al mundo que Stalin tenía la bomba. El 30 de octubre de 1950, la CIA transmitía a la Casa Blanca que era "inverosímil" que China entrase en la guerra de Corea. Dos días más tarde, 300,000 soldados chinos cruzaron la frontera y casi echan a los estadounidenses al mar. En noviembre de 1956, el entonces director de la CIA, Allen Dulles, informaba al presidente Eisenhower que "el 80% del ejército húngaro se había pasado a los rebeldes" que encabezaban la primera revuelta contra el poder soviético en Europa oriental. Los tanques de la URSS demostraron en pocos días hasta qué punto estaba equivocado: 2.500 húngaros murieron en la represión, 200.000 abandonaron el país, y se instaló en Budapest una dictadura de corte estalinista. Bahía Cochinos y todos los intentos para acabar con Fidel Castro, la invasión soviética de Checoslovaquia, la revolución iraní de Jomeini o el auge del terrorismo islámico tras la guerra de Afganistán, la caída del muro y la desaparición de la URSS; por no hablar del mayor fallo de todos, el 11-S, ni de las inexistentes armas de destrucción masiva de Saddam Hussein

El autor de Legado de Cenizas, Tim Weiner afirma, con razón, que "La mala información destruye naciones. Por qué los troyanos aceptaron el caballo de los griegos? Por falta de información. La buena inteligencia salva vidas, la mala inteligencia mata a la gente. ¿Qué hacemos en Irak? Llevamos más tiempo en ese conflicto que lo que estuvimos en la II Guerra Mundial. Si la CIA hubiese dicho: Saddam no tiene armas de destrucción masiva, las eliminó en los noventa , Estados Unidos difícilmente hubiese ido a la guerra".

Es decir, los gobiernos actuales tienen la obligación de estar bien informados. Ternura me producen todas esas almas cándidas que se espantan con los wikileaks y con el hecho de que los diplomáticos gringos, en estricto cumplimiento de sus obligaciones, le ofrezcan a su gobierno análisis e informaciones sustantivas sobre los países en los que están acreditados. Ahora veremos al mundo de la diplomacia ser aún más críptio, eso es todo lo que Assangue nos dejará de legado. Dice Weiner en una entrevista a El País concedida hace un par de años en ocasión de la publicación de su libro en español: "El espionaje es amoral y no se puede juzgar desde criterios morales. Es la segunda profesión más antigua del mundo. Todo el mundo espía a todo el mundo, enemigos, amigos, aliados Es lo que hacen todos los gobiernos, y es ingenuo escandalizarse porque es algo que necesitamos. Sin una buena inteligencia no existe la defensa ni la política exterior".

Más que escandalizarme por los wikileaks, a mi me preocupa la ingente ineficiencia de la CIA. Como señalaba The Economist comentando Legado de Cenizas , "muchos libros se han empeñado en mostrar lo mal que se comporta la Agencia Central de Inteligencia. En este apasionante y persuasivo ensayo, Tim Weiner demuestra lo mal que hace su trabajo". La mala inteligencia gringa ha costado muchísimas vidas, muchas más de lo que ha significado sus actividades ilegales o soterradas (las ha habido, desde luego, muchas de ellas lamentables) en los países en donde la agencia ha estado presente.



Así concluye la entrevista-r´portaje de El país publñicada en 2008 en torno a Legado de Cenizas:
"La Compañía también ha dejado una profunda huella cultural, y no sólo con los grandes clásicos del espionaje, como John Le Carré o Graham Greene, sino a través de muchísimos autores, desde El inocente , de Ian McEwan, que transcurre en el Berlín de la Guerra Fría con otro de los fracasos de la CIA como telón de fondo (un gigantesco túnel excavado bajo el este para tratar de interceptar las comunicaciones soviéticas), hasta la monumental El fantasma de Harlot , una saga sobre la agencia, de la que Norman Mailer sólo escribió el primer tomo y en la que el genial narrador concentró todo su conocimiento sobre el siglo XX. Películas como Los tres días del Cóndor ; las de la serie Bourne, sobre un asesino de la agencia cazado por sus antiguos jefes y a su vez convertido en cazador; El buen pastor , el filme dirigido por Robert de Niro en el que retrata los primeros años de la Compañía, o el último título de los hermanos Coen, Quemar después de leer , una comedia sobre las memorias de un agente, también han mantenido vivo el mito del espionaje.

La otra gran novela sobre la CIA, La Compañía , de Robert Littell, está a punto de publicarse en castellano después de un lustro de espera. Littell es uno de los más inteligentes autores de novelas de espionaje del panorama anglosajón. Sobre Legends , su último relato de espionaje, escribió John Updike en The New Yorker que reflejaba con maestría el mundo ruso postsoviético. "La CIA hizo algunas cosas bien y algunas realmente mal: nunca fue capaz de prever la bomba nuclear india, la caída de la URSS o que un grupo de terroristas iba a secuestrar aviones y estrellarlos contra las Torres Gemelas y el Pentágono", explica Robert Littell en una entrevista por correo electrónico. "Tras la caída de la URSS, la CIA perdió su principal enemigo y, en cierta medida, su razón de ser. La moral se hundió y se cerraron estaciones en todo el mundo. El número de expertos en terrorismo islámico y el número de lingüistas capaces de leer el Corán en árabe podía contarse con los dedos de una mano antes del 11-S".

"Sí, ha sido un gran fracaso", corrobora Robert Baer, ex miembro de la CIA, veterano de mil batallas, experto en Oriente Próximo y el agente en el que se inspira el personaje de George Clooney en Syriana , la película de Stephen Gaghan que también se sumerge en la fontanería de la agencia, concretamente en sus operaciones en Oriente Próximo. "Basta con mirar la información que se utilizó para justificar la invasión de Irak: nunca debió convertirse en un informe, era un panfleto para que la Casa Blanca pudiese vender su guerra", prosigue Baer. Su volumen de memorias, Soldado de la CIA (Crítica), es un gran libro de aventuras, quizá demasiado acrítico con los agentes de la Compañía; pero también representa un apasionante reflejo del mundo del espionaje en los años anteriores al 11-S.

Entre las muchas historias que cuenta Baer está que, tras la guerra de los Seis Días, a un analista de la CIA se le ocurrió capturar un avión soviético, llenarlo de cerdos y soltarlos en La Meca, la ciudad más sagrada del Islam, para arruinar las relaciones de la URSS con el mundo árabe. En su novela, que mezcla la realidad y la ficción, Robert Littell también recupera otra historia de la Guerra Fría que no tiene desperdicio: a alguien en la Compañía se le ocurrió la feliz idea de bombardear varias ciudades soviéticas con preservativos descomunales, pero en los que estuviese la letra M (de tamaño medio) para deprimir a las amantes esposas comunistas con las comparaciones. Afortunadamente no cuajaron. Pero la Guerra Fría era así: un combate silencioso y peligrosísimo en todos los frentes, incluso en el del surrealismo.

Preguntado sobre cómo es posible que, con unos servicios de información tan desastrosos, EE.UU. pudiese ganar la Guerra Fría, Weiner responde: "Los soviéticos la perdieron. El sistema soviético era terrible desde el punto de vista social y económico. El Estado soviético se suicidó".

Prevenir otro Pearl Harbour
La CIA fue creada por el presidente Harry S. Truman en 1947, como heredera de los servicios de inteligencia que EE.UU. puso en marcha durante la II Guerra Mundial, la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS en sus siglas en inglés). El principal objetivo era prevenir otro Pearl Harbour: evitar un ataque sorpresa como el que, el 7 de diciembre de 1941, permitió a Japón destruir una parte importante de la flota estadounidense en el Pacífico. Aunque, como rápidamente apunta Weiner, "el 11-S fue un segundo Pearl Harbour; esperemos que no haya un tercero".

Sin embargo, desde el momento mismo de su creación, otros vieron algo más que una red para conseguir buena información sobre enemigos y amigos. Uno de los congresistas que votaron el acta inaugural de la CIA, el futuro presidente Richard Nixon, que tuvo que dimitir por su afición a escuchar a los demás, afirmó entusiasmado ante la nueva criatura del Leviatán: "Es legal, es secreto". Un documento del Consejo de Seguridad Nacional desclasificado en 2003 revelaba los principales objetivos de la CIA: "Pagar sobornos; abrir frentes anticomunistas; subvencionar movimientos guerrilleros, ejércitos clandestinos, sabotajes, asesinatos ".

Las operaciones secretas fueron innumerables: unas veces, los presidentes de Estados Unidos estuvieron al tanto; en otras ocasiones, los grandes jerifaltes de la CIA ocultaron información esencial y sólo mostraron una pequeña parte del cuadro global a sus superiores. Algunas han sido reflejadas en decenas de libros y películas, como la de Bahía Cochinos, o el golpe de Estado que llevó al poder a Pinochet en Chile, o el que permitió recuperar el trono a Mohammad Reza Pahlevi, el último sha de Persia; otras, en cambio, han logrado permanecer fuera de los radares de la memoria colectiva durante décadas, como los bombardeos contra Indonesia en 1958 para apoyar una guerrilla contra Sukarno. El resultado fue un completo desastre, tanto por el costo en vidas como porque no consiguieron su principal objetivo, ni siquiera lo rozaron. Aunque no todos estaban de acuerdo. Al Pope, uno de los agentes que participaron en la operación, y que se salvó de milagro de ser ejecutado tras haber sido capturado por el ejército indonesio, afirmó: "Dijeron que Indonesia fue un fracaso. Pero les dimos bien. Matamos a cientos de comunistas, aunque seguramente la mitad de ellos ni siquiera sabían lo que significaba el comunismo".

"Las operaciones encubiertas de la CIA -tratar de cambiar el mundo en secreto- han solapado su misión más importante: tratar de conocer el mundo y sus secretos", explica Tim Weiner. "La agencia nunca fue la fuerza omnipresente que muchos imaginaron que era. Nunca tuvo una edad de oro, y su historia está llena de pequeños éxitos y fracasos de largo alcance. Es verdad que sus éxitos fueron importantes: por ejemplo, tratar de convencer a los presidentes Johnson y Nixon de que la guerra de Vietnam era un conflicto político que no se podía ganar por medios militares. Los triunfos de la agencia han salvado algunas vidas americanas, pero sus fracasos se han demostrado fatales. Primero, para los cientos de agentes de la CIA, para los miles de soldados y espías extranjeros, en cierta medida para las 3000 personas que murieron el 11-S y para los cerca de 5000 militares que han muerto en Irak y Afganistán. El crimen de consecuencias más duraderas ha sido la incapacidad de la CIA para llevar a cabo su misión más importante: informar al presidente de lo que ocurre en el mundo".

Una de las operaciones encubiertas más famosas fue la de bahía Cochinos, la frustrada invasión de Cuba, uno de los momentos cumbres de la Guerra Fría. La historia es conocida: el 12 de abril de 1961 unos 1200 cubanos y estadounidenses, entrenados por la CIA, desembarcaron en una bahía pantanosa para acabar con la revolución castrista. En apenas tres días fueron borrados del mapa. No hubo sobrevivientes. El presidente en aquellos momentos era uno de los grandes mitos de la política mundial, y su papel en la invasión es todavía controvertido. ¿Qué sabía John Fitzgerald Kennedy (JFK) de lo que se preparaba? ¿Hasta qué punto estaba informado de que era imposible que el puñado de tipos mal entrenados por la CIA acabase con Castro?

La imagen de Camelot -el nombre con el que se conocía a la Administración de Kennedy por su aura casi mágica- que aparece tanto en el libro de Weiner como en el de Littell está muy lejos del mito de la Casa Blanca que cambió para siempre un país y el mundo. Ambos describen una cara oculta; una enorme obsesión de los hermanos por el secretismo, el control del espionaje y las operaciones encubiertas. Quizá si JFK no hubiese sido asesinado en Dallas el 22 de noviembre de 1963 y Robert F. Kennedy en Los Ángeles el 6 de junio de 1968, el rostro menos amable de los hermanos sería mucho más conocido.

"Fue un terrible error de cálculo, en el que JFK tuvo una gran responsabilidad", explica Robert Littell sobre la Operación Bahía Cochinos. "El plan de invadir Cuba con un grupo guerrillero apoyado por Estados Unidos fue trazado por el general Eisenhower y fue heredado por Kennedy. Cuando se lo contaron por primera vez no tenía ni la experiencia ni la seguridad en sí mismo para anular una invasión ideada por el gran héroe de la II Guerra Mundial. Defendió que el plan original era demasiado ruidoso y lo cambió por un ataque en una zona pantanosa llamada Bahía Cochinos. Pero, incluso sobre el papel, la idea de que un grupo de guerrilleros podía invadir Cuba y derrotar al ejército de Castro era totalmente absurda", prosigue Littell.

Tim Weiner es todavía más duro: "Los Kennedy pensaban que la política exterior funcionaba como los enfrentamientos a puñetazos en las habitaciones inundadas de humo del Partido Demócrata: retorciendo brazos, haciendo pactos y tomando decisiones a sangre fría. Utilizaron la CIA como una especie de policía. Y los resultados no fueron buenos". En Legado de cenizas , basándose en documentos desclasificados, Weiner revela que "mucho antes de que Nixon crease su unidad de fontaneros con veteranos de la CIA, Kennedy utilizó la agencia para espiar a los estadounidenses". La afición de los Kennedy hacia las operaciones encubiertas se tradujo en cifras: Eisenhower ordenó 170 en ocho años de mandato, los Kennedy ordenaron 163 en apenas tres.

¿Y el presente? Tras el 11-S, dentro de la guerra contra el terrorismo de la Administración de Bush, la CIA recuperó su licencia para matar o, en palabras de un veterano de la organización, "se quitó los guantes". Eso se ha convertido en los vuelos secretos, en la tortura de sospechosos, en los secuestros de ciudadanos en terceros países y, en general, en uno de los mayores escándalos en los que se ha visto envuelta la agencia en toda su existencia. No es que la implicación de la CIA en malos tratos sea algo nuevo, como demuestra Gordon Thomas en su último libro, Las armas secretas de la CIA , pero nunca había alcanzado esta escala.

La incapacidad para prever el 11-S demostró que EE.UU. carecía de fuentes y de información fiable en el núcleo duro del terrorismo islámico y de Al-Qaeda. Un antiguo miembro de la división para Oriente Próximo dijo: "La CIA probablemente no tiene ni un solo agente que pueda hacerse pasar por un musulmán fundamentalista y que esté dispuesto a pasar varios años de su vida con comida de mierda y sin mujeres en las montañas de Afganistán. Por Dios, si la mayoría vive en Virginia".

Un oficial, todavía en actividad, afirmó: "Las operaciones que incluyen la diarrea como forma de vida no existen". Siete años después, la situación no parece haber mejorado, y, de hecho, Osama ben Laden seguía en libertad en el séptimo aniversario del 11-S. "Rusia, China e incluso Irán son nuevas superpotencias, que cada día son más poderosas. Y no sólo eso: la CIA no sabe casi nada sobre los talibanes o incluso sobre los narcóticos que fluyen desde Afganistán", afirma el veterano Robert Baer, que se muestra tajante sobre la tortura: "No vale para nada, sólo sirve para destruir las leyes internacionales".

"Bush y Cheney han debilitado a la CIA y a Estados Unidos", señala Robert Littell. "Y se tardarán muchos años antes de que una nueva Administración sea capaz de deshacer el daño que han infligido". El legado de cenizas sigue vivo.

Six more years, Elba!




Se dieron a conocer los resultados de la prueba PISA 2009. México obtuvo el lugar 48 de 65 casos analizados por la OCDE, colocándose en el último lugar de los 33 países miembros de dicha organización y bajando 6 lugares respecto al resultado PISA de 2000, lo cual no fue óbice para que mi cuate Alonso Lujambio se felicitara y hasta asegurara, con el cantiflesco estilo que le caracteriza, que los datos referentes a México del Informe PISA 'no son para iniciar una especie de fiesta que nos saque del contexto de exigencia, sino un acicate para continuar mejorando'.


Y es que México registró un avance de tres puntos en comprensión lectora y de 32 en matemáticas, de acuerdo con los resultados de la prueba PISA 2009 de la OCDE. Sin embargo, se registró una baja de seis puntos en ciencias. Estos son los magros resultados de 10 años de gobiernos "del cambio"

Sí, una década de mediocres gobiernos panistas muy poco han logrado en el vital terreno educativo, en el que el dichoso "cambio" ha consistido en agrandar el poder del nefasto SNTE. Con el PAN y Alonso Lujambio, ¡Seis años más para Elba!

lunes, 29 de noviembre de 2010

El oso del mundo

Wikileaks prueba lo difícil que es conservar el "secretismo" en la política y la diplomacia contemporánea y, de paso, desacredita aún más la de por si endeble credibilidad de las teorías conspiracionistas que tan seguido y con todo su absurdo oímos por ahí esgrimidas por necios como verdades reveladas.

Por cierto da risa ver como algunos medios progres hacen escándalo sobre revelaciónes que si bien dejan malparada a la diplomacia gringa, en realidad revelan muy pocas cosas verdaderamente extraordinarias, terroristas o de genuino espionaje. Los tales wikileaks no descubren absolutamente nada del otro mundo o que estè màs allà de las comunicaciones normales que se dan entre las cancillerìas y sus representantes cuando se supone que son "privadas".




Por primera vez en la historia de la V República francesa el primer ministro es considerablemente más popular que el presidente, razón por la cual Sarkozy debió mantenerlo en su puesto tras el reordenamiento del gabinete que efectuò la semana pasada con el propòsito de fortalecer al gobierno a pesar de que el semipresidencialismo francés está diseñado para que un presidente en dificultades pueda sacrificar al jefe de gobierno como pieza de ajedrez. Sarkozy va hacia el despeñadero, no cabe duda.


Irlanda será rescatada por sus socios comunitarios y ya se han lanzado los estadòlatras de todos lados a señalar con falacias y verdades a medias este "nuevo fracaso del neoliberalismo" y del modelo de impuestos bajos, impulso a la empresa privada y apertura comercial para estimular el desarrollo, y de austeridad presupuestaria como remedio contra la crisis. Patrañas . El espectacular desarrollo de Irlanda de los años ochenta-noventa sigue siendo irrefutable. Bajo cualquier estándar la burbuja inmobiliaria irlandesa y la hipertrofia de su sector financiero comenzaron despuès del año 2000, justo cuando el Banco Central Europeo (, el Banco Central Europeo) comenzó a inflar artificialmente la oferta de crédito barato con su política de bajos tipos de interés. Hasta entonces Irlanda había experimentado, un impresionante crecimiento: su renta per capita entre 1989 y 2000 se multiplicó por dos en términos reales

Las reformas liberales de los años 90 no fueron ni condición necesaria ni suficiente para que se inflara la burbuja financiera. El milagro irlandés sigue siendo tan milagroso como tenebrosas son las consecuencias del monopolio monetario de los bancos centrales.

La quiebra de Irlanda, lejos de ser un fracaso del libre mercado, lo es nuevamente del intervencionismo monetario supranacional que es capaz de multiplicar casi hasta el infinito la cantidad de crédito disponible sin amarrarlo a ninguna base real.




Las revelaciones que le hicieron las autoridades norcoreanas a un cientìfico estadounidense en el sentido de que su capacidad nuclear sigue creciendo, aunado -entre otros grandes fiascos recientes- a la no existencia de las famosas armas de destrucciòn masiva iraquìes son nuevas pruebas de que el espionaje de la CIA es sumamente ineficiente y ni de lejos es la maquinaria fria, cruel e implacable del imperialismo que muchos nos quieren hacer suponer que es.




Segùn informa The Economist en su pasado nùmero, Goldman Sachs calcula que de seguir el ritmo actual de su declive la economìa japonesa podrìa ser rebasada en tamaño para el año 2050 por India, Brasil, Indonesia Mèxico y Turquìa. De ese tamaño las cosas para un gran paìs que apenas hace tres dècadas apuntaba a ser la gran potencia del siglo XXI y que ahora corre el peligro de convertirse en la Argentina del Asia oriental.

domingo, 14 de noviembre de 2010

El G20, impotente ante la guerra de divisas


El G 20 avanza en medio de la duda. La cumbre de Seúl arrojó muy pocos resultados concretos y muchas incertidumbres. Se cierne sobre la economía mundial el riego de guerras económicas y comerciales en torno, sobre todo, la creciente rivalidad monetaria entre entre China y Estados Unidos. Estados Unidos acusa a China de devaluar artificialmente el yuan para que sus productos sean más competitivos en el extranjero y Pekín afirma que el plan de la Fed implica una devaluación encubierta del dólar y dificulta la recuperación económica mundial, al encarecer las exportaciones hacia Estados Unidos De perdurar esta guerra de divisas, la economía mundial podría derivar en una destructiva guerra comercial. En el resto del mundo cada uno se protege como puede de las turbulencias provocadas por esa pareja infernal. Exasperado por el aumento del yen, Japón compró 18,500 millones de dólares en septiembre, mientras Corea del Sur estaría inyectando en secreto 1,000 millones de dólares por día para evitar una apreciación exagerada del won. Gran Bretaña también ha tomado medidas para devaluar la libra esterlina.

La relidad es que cada país tiene a la vista sus nececidades nacionales propias. Estados Unidos vive demasiado del crédito y debe regresar a la virtud de un presupuesto equilibrado. China necesita con urgencia fortalecer su mercado minterno a fin de que sus ciudadanos consuman más y el país dependa menos de las exprtciones os. Europa debe esforzarse en reducir su deuda, sin asfixiar su anémico crecimiento. Japón debería salir de la deflación saneando su sistema financiero y preparándose para administrar el envejecimiento de la población. Brasil, la estrella ascendente, sólo hará durar su consistente crecimiento si limita sus déficit presupuestarios. Pero todas estas medidas difícilmente podrán asumirse de manera coordinada ni dentro del contexto de los órganos multinacionales institucionalizados como el FMI o el Banco Mundial, ni en los foros más laxos del tipo del G8 y el G20.

lunes, 8 de noviembre de 2010

¡Ay Wey!


¡Ay Wey! fue lo que exclamó el disidente chino Ai Weiwei en el momento en que las autoridades chinas le comunicaron su arresto domiciliario.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

La derrota de Sarah Palin y los ultras del Tea Party



Las elecciones de medio término de ayer supusieron, es cierto, un fuerte revés para el presidente Obama, pero también salió derrotado el sector más duro del llamado Tea Party y su más reconocida abanderada, la tontuela de Sarah Palin. Las derrotas de las ultraconservadoras sociales Christine O'Donnell en Delaware y, aún más significativa, la de Sharron Angle en Nevada son muestra de que los sociaconservadores radicales tienen sólo una fuerza limitada. O'Donell es esa candidata que tantas burlas provocó por creer en la brujería, promover la enseñanza del creacionismo en las escuelas públicas, denunciar la masturbación y asegurar en un debate frente a su adversario demócrata que la división enre la iglesia y el Estado no está consagrada en la constitución de Estados Unidos. Angle, entre otras cosas, opina que Estados Unidos debe retirarse de la ONU por ser esta organización un "bastión de ideas liberales" además de que se dedica a promover "ideas pseudocientíficas fraudulentas tales como el calentamiento global". La derrota de esta señora fue especialmente dolorosa anoche para los republicanos en virtud a que ella retaba al muy impopular líder de la mayoría demócrata en el senado, Harry Reid.

Aunque, evidentemente, estas absurdas posturas ultras reflejan la forma de "pensar" y de sentir de un sector significativo del electorado norteamericano, me parece que dicho radicalismo demostró ayer no tener la fuerza para imponer una agenda nacional. Por mucho que la mala prensa progre y los opinadores chafas y superficiales del tipo del hijo de Krauze hayan querido caracterizar a todo el Tea Party como una banda de fanáticos ignorantes, lo cierto es que sus dos candidatas más identificadas con esta corriente de "pensamiento" chauvinista y cercana a la derecha cristiana fueron claramente derrotadas, mientras que los dos candidatos más representativos de las ideas económicas antiestatistas y libertarias salieron victoriosos por amplio margen y seguramente ganarán mucho terreno mediático en los próximos años. Me refiero a los flamantes senadores Marco Rubio y Rand Paul.

Sarah Palin y los ultras fueron, junto con Obama, los grandes derrotados de anoche.