Ocho años de gobiernos panistas han demostrado que este partido no sirve para gobernar. Tanto Fox como Calderón han sido gobernantes ineficaces, pusilánimes y frívolos incapaces de desmontar los andamiajes de poder heredados del PRI, de concluir reformas estructurales urgentes que necesita el país y de rodearse de equipos de trabajo eficaces e imaginativos. Su bandera sido "nadar de a muertito". ¿Para eso querían el poder?
Muy ilustrativo de lo lamentable que es el actual gobierno ha sido la defensa que hizo Calderón de su Titular de Seguridad Pública, con la que bastardeó la seriedad e imparcialidad de la llamada “Operación Limpieza” y devolvió al PRI la iniciativa en el Congreso para definir las iniciativas de seguridad pendientes, en sus términos y plazos, más allá de los famosos "100 días". Sí, por qué hasta hacía unos días, los avances de la “Operación Limpieza”, instrumentada por el Ejecutivo para “conseguir una "policía confiable”, hacían pensar que el Gobierno Federal había escalado un peldaño en su combate contra el narcotráfico y que la estrategia acabaría por desbancar de su cargo al Titular de la Secretaría de Seguridad Federal, cuya ineficiencia ha sido palmaria
Sin embargo, la absurda defensa de su cuatito Genaro García (en la) Luna, Calderón mandó el mensaje es que hay límites en la persecución, y mandos intocables. Las declaraciones del Presidente resultan un espaldarazo político que pone en duda la imparcialidad de la depuración justo cuando se cuple el plazo de los 100 días y de la celebración de la reunión del Consejo Nacional de Seguridad, en donde se presentaron los avances en la materia, la “Operación Limpieza”, que no había sido objeto de cuestionamientos importantes e incluso se le veía con simpatía, se ha ido evidenciando más como un derivado de la pugna entre la PGR y la PFP, que como una medida enfocada realmente a depurar las fuerzas de seguridad.
Si es cierto, como aseguró el Secretario de Gobernación, que el Gobierno Federal ha cumplido sus siete compromisos pactados, habrá que decirle que se han destinado más recursos, pero se ha puesto en entredicho la lucha contra la corrupción policíaca, parte esencial en los compromisos, y eje ineludible del combate al narcotráfico. En sus respuestas al Senado, el propio Calderón reconoció que el 49% de los 56 mil policías federales no son recomendables, al mismo tiempo que anunciaba con júbilo el aumento de recursos presupuestarios que serán destinados a instituciones de seguridad pública corruptas.
El colmo fue el cínico y hasta ridículo anunció dando con bombo y platillo de que para 2012 los secuetros disminuirán apenas en un 30 por ciento. ¿Se imaginan a un gobierno europeo o de cualquier latitud civilizada anunciar como un gran logro que el secuestro va a reducirse apenas en un 30 por ciento en cuatro años? ¡¡Sencillamente es el ridiculo!!
Pero así malgobierna el PAN, entre la ineptitud, la frivolidad y el ridículo.
También quedaron reducidos los bonos del Ejecutivo para que el Congreso apruebe, en sus términos, el paquete de iniciativas de seguridad. PRI y PRD ampliaron sus posibilidades de restarle simpatías al Gobierno Federal en la materia, y es por ello que vienen aplazando la aprobación de la mencionada iniciativa. En lo que queda del periodo de sesiones, el PRI intentará definir los términos de las iniciativas de seguridad, particularmente de la que tiene que ver con el Sistema Nacional de Seguridad, respondiendo a tres intereses: 1.- Capitalizar parte de la demanda de seguridad a su favor, con miras a los próximos comicios federales. 2.- Culpar al Gobierno Federal de su incapacidad en el combate anticrimen. 3.-Mantener el flujo de recursos para los estados en materia de seguridad, sin comprometer mayormente a los Gobiernos locales, ni en el combate anticrimen, ni en la rendición de cuentas.