sábado, 19 de abril de 2008

Cinco Joyas de Kal

Se festejan treinta años de labor crítica de KAL, el genial caricaturista de The Economist. Aquí van cinco joyas suyas













viernes, 18 de abril de 2008

Alejandro Chanona, o la Ignorancia con Doctorado.


Este artículo del coordinador de los diputados de Convergencia habla muy bien del bajísimo nivel intelectual, ético y político que padecen nuestros legisladores. Más grave este caso, el de Alejandro Chanona, un pretendido académico con un “doctorado” en Essex que, es obvio, no le ha servido para absolutamente nada. Veamos la “lógica argumental” de este farsante (lo mío va en negritas):






¡Sí!, sí hay razones
Alejandro Chanona
18 de abril de 2008

En tiempos de crispación política y de polarización social es difícil atender a las razones; el ambiente se llena de adjetivos y descalificaciones.

Sobre todo los adjetivos y descalificaciones proferidos por los "legisladores” del FAP, entre ellos los de Convergencia, con la fina senadora Layda Sansores encabezándoles.

Sin embargo, aun en medio del intercambio de epítetos, la sociedad debe conocer las razones que nos motivan: la defensa de la industria petrolera es un acto de profundo nacionalismo, pero no del nacionalismo ramplón de las efemérides patrias, sino del que defiende la posibilidad de un proyecto histórico propio, de un proyecto de nación que nos involucre a todos.

Es típico de demagogos reiterar hasta la náusea lugares comunes, pero de un presunto “internacionalista” con “doctorado” en Essex uno esperaría más rigor y profundidad de análisis. Oigan, por lo menos algo que vaya más allá de cursilerías como el “profundo nacionalismo” o de “un proyecto de nación histórico….que nos involucre a todos”.

Hemos escuchado tanto hablar de derechas y de izquierdas que es necesario recuperar el sentido que encierran estos conceptos. La derecha, en México y en cualquier parte del mundo, privilegia el orden y la propiedad, antepone a las aspiraciones de igualdad la libertad individual; para ellos el bien común es una concesión, no un derecho. Es por ello comprensible que la derecha mexicana, representada en la arena política por el PAN, ignore el significado histórico de la expropiación petrolera del 38; para ellos fue únicamente una muestra del estatismo priísta; no caen en cuenta que, en el fondo, fue una clara expresión de soberanía, una reafirmación de nuestra voluntad de ser nación independiente, es parte de lo que aún hoy nos define como mexicanos.

La misma retahíla de clichés repetidos durante décadas, sin cansancio, para ocultar la falta de propuesta ante los retos contemporáneos. Y del brillante académico, todavía ni sus luces.


Sin duda que 70 años de .mala administración, de corrupción, de deliberado abandono y de utilización de Pemex como fuente de recursos públicos para el dispendio tienen postrada en este momento a la industria petrolera. Nadie podría negarlo La diferencia estriba en qué hacemos para recomponer el camino.

Ja, Ja, Ja, el "analista” reconoce que PEMEX ha sido un fiasco por “detallitos” como la mala administración, el deliberado abandono, la corrupción, etc.; pero, al final, 70 años de fracasos no le importan a este “politólogo”, quien precipitadamente saca la conclusión, como para cerrar bien el párrafo, de que -faltaba más- echándole ganas corregimos el rumbo, con administradores tan probadamente competentes y honestos como Dante Delgado.


Para el panismo, el diagnóstico es simple: no funciona porque es una empresa pública y por eso el único remedio es la privatización, si no se puede total, al menos parcial.

No mientas. El diagnóstico dice que PEMEX no funciona por las mismas razones que enuncias en el párrafo precedente. Te las repito “mala administración, de corrupción, de deliberado abandono y de utilización de Pemex como fuente de recursos públicos para el dispendio tienen postrada en este momento a la industria petrolera. Nadie podría negarlo”. Efectivamente Chanona, nadie puede negarlo, como tampoco nadie puede negar que el desastre que reconoces fue producto de las pésimas administraciones priístas, como en las que participó Dante. El presidente propone un esquema muy parecido a lo que propone Convergencia y el propio López Obrador. ¿Lo sabías?

Las iniciativas de Felipe Calderón

Persona a cuya candidatura presidencial Convergencia no se sumó únicamente porque no cedió a las pretensiones de Dante en cuanto a número de legisladores y de prerrogativas para el “partido” ese en el que “militas”.

van en este último sentido. Y doy sólo tres ejemplos: en la propuesta de reforma a la Ley de la Administración Pública se da a la Secretaría de Energía facultades “para promover la participación de particulares en las actividades del sector”;

Tal como lo dice la plataforma electoral que registró Convergencia ante el IFE, para tu información:
“26. Lograr una reforma en materia de energía que aumente las capacidades productivas del país y permita su viabilidad en el largo plazo y que incluya de manera integral el petróleo, gas y electricidad, con medidas como:
a. Mantener la rectoría del Estado sobre la política energética.
b. Establecer una política energética integral.
c. Permitir la participación regulada de particulares.
d. Dotar de autonomía administrativa y operativa a las empresas públicas de energía (Pemex y la CFE )
e. Encontrar formas de asociación con particulares, sobre todo empresas nacionales, para revertir la disminución de reservas petroleras y aumentar la producción de gas natural.
f. Fomentar la participación de particulares en la generación de electricidad, reservando al Estado la transmisión y distribución de energía eléctrica.
g. Permitir a los ciudadanos la participación accionaria en Pemex.
h. Dar a los estados con reservas de hidrocarburos la posibilidad de explotarlos directamente, en donde no sea rentable para Pemex, mediante modelos de autogestión.”

Y Andrés Manuel López Obrador, en "Un proyecto alternativo de Nación", dice en lo referente a política energética:
“Pero tampoco deberíamos descartar que inversionistas nacionales, mediante mecanismos transparentes de asociación entre el sector público y el privado, participen en la expansión y modernización del sector energético o actividades relacionadas, siempre y cuando lo permitan las normas constitucionales ( la Constitución no permite asociación en ésto, punto, ¿de que habla este ignorante pedazo de mierda?). “En resumen, la propuesta es fincar las bases del desarrollo nacional en el aprovechamiento y en la modernización del sector energético. El objetivo es sencillo: aprovechar los recursos energéticos para fomentar la industrialización del país, generar empleos y ser competitivos en el mercado mundial” (pág. 42) GRACIAS PONCHO LANDERA.

Oye, Chanona, ¿Has leído la plataforma de tu partido?, ¿O el librito de tu Mesías? O, vaya ¿has leído algo en tu vida?

en la propuesta de reforma a la Ley Reglamentaria del artículo 27 constitucional se permite a Pemex la contratación de terceros para los servicios de refinación de petróleo, y dar en concesión el transporte, almacenamiento y distribución de gas y derivados del petróleo; y en la propuesta para crear una Comisión del Petróleo se da a ésta la atribución de “otorgar y revocar los permisos para la ejecución, funcionamiento y desmantelamiento de obras y trabajos relacionados con la exploración y explotación de hidrocarburos”.
El gobierno no puede ignorar a los millones que hoy protestan contra lo que piensan es un despojo; no puede cometer el error de atribuir a una persona la fuente del descontento social, evadiendo su propia responsabilidad. Los conflictos se resuelven ejerciendo la política, no la descalificación.

¡Qué Cinismo! El FAP y los ilustres dirigentes de Convergencia secuestran al Congreso, se dedican a acusar de antipatriotas a todos aquellos que no estamos de acuerdo con ellos y ahora se presentan como víctimas de la descalificación.


La izquierda, por su parte, como lo ha señalado Norberto Bobbio, no puede renunciar a la marca de la igualdad, aunque hoy coincida con las aspiraciones de libertad y democracia que son propias de la socialdemocracia. Más en un país como México, en el que la desigualdad es el principal obstáculo para alcanzar el desarrollo.


¡Bobbio! Este no es más que un galimatías completamente fuera de contexto que busca ocultar la falta de capacidad de argumentación del autor de este artículo.

Fruto de su herencia histórica (la lucha contra el imperialismo), la izquierda es nacionalista.


¿De qué hablas? Vuelves a probar, de manera flagrante, que de socialdemocracia no sabes nada. ¿Cual lucha contra el imperialismo? ¿Cuando el SPD aprobó los créditos de guerra para que el imperio Alemán peleara la I Guerra Mundial? ¿La de los socialistas franceses que, como Mitterrand, pretendían conservar Argelia a toda costa? Ignorante

Por supuesto que en los tiempos globalizadores que corren, el futuro de la izquierda depende en buena medida de actualizar, si vale la expresión, su nacionalismo.

La Socialdemocracia ha sido y es, desde siempre, cosmopolita. El nacionalismo es una expresión más vinculada a la derecha más reaccionaria que a la izquierda de avanzada. No demuestra el más mínimo respaldo teórico, Doctor, ¿O será que pones a escribir tus artículos a la parejita de “brillantes” colaboradores que tienes?


Pero la nación cosmopolita de Anthony Giddens no significa la cancelación de la soberanía ni la abdicación del Estado de sus responsabilidades de defenderla; por el contrario, una inserción exitosa como país, es decir, una que beneficie a la mayoría, requiere de salvaguardar los sectores estratégicos, como lo hacen muchos países, sobre todo los más desarrollados. Un proyecto de centro-izquierda aprovecha las ventajas de la globalización y busca paliar sus efectos nocivos.

Tan es así que el nuevo laborismo de Blair, primer fruto de la tercera vía de Giddens (como deberías saberlo, pero lo ignoras) respetó, en esencia, TODAS las reformas privatistas de Thatcher y se volvió un campeón de la globalización. Sería bueno que leyeras los libros que citas en tus artículos, digo, aunque sea por curiosidad.



Y por ahora la posesión de petróleo nos da un activo estratégico

"Activo estratégico" es una de esas nociones demasiados abstractas que, al no ser definidas por el analista mediocre, le facilitan a éste arribar a sofismas


en el ámbito internacional, tenemos que aprovecharlo.

Porque además los recursos que se obtienen por esta industria permiten, en efecto, fondear el desarrollo nacional, a condición de que se utilicen para fortalecer a la propia empresa, para impulsar a otros sectores económicos y para financiar programas sociales de largo aliento.


¡Pero si tú mismo reconoces, líneas arriba, que durante décadas el petróleo ha sido dilapidado y mal administrado! ¿Sobre qué bases te atreves a afirmar que manteniendo el status quo ahora sí se va a fondear el desarrollo? Eso es lo que estamos esperando de un académico tan brillante, que se nos ofrezca los argumentos técnicos, económicos, administrativos que demuestren la superioridad de su propuesta sobre la del contrario. Pero en este artículo y en el resto de la argumentación del FAP sólo nos topamos con los mismos clichés, prejuicios, frases hechas y descalificaciones de siempre.


Privatizar total o parcialmente Pemex significa la renuncia del Estado a la responsabilidad que tiene para aprovechar un recurso estratégico; porque al privatizar, las decisiones sobre el futuro de la industria se tomarán bajo condiciones de mercado, no de rentabilidad social. El Estado social inversor, en un modelo socialdemócrata, puede ser una salida a los problemas de la paraestatal, a condición de que sea administrada de manera eficiente, transparente y sin corrupción. En esto coincidimos todos.

¿Ah sí?, ¿Y cuál es un modelo socialdemócrata? Explícalo, no nada más lances frasecitas sin sentido y demagogia insustancial. ¿Es socialdemócrata Lula? ¿Sabes que Brasil acaba de encontrar un enorme yacimiento de petróleo en el Atlántico Sur en colaboración con Repsol y BP? ¿O te parece que el modelo socialdemócrata es el de Blair en el Reino Unido? ¡Ah ya se! ¡Eres tan ignorante que crees que Chávez es socialdemócrata!, ¡claro! ¡Ese sí es un nacionalista que defiende el estatismo a ultranza! ¿Verdad? ¿Pero puede ser socialdemócrata un dirigente autoritario que se dedica a denostar a la socialdemocracia, y a quien la Internacional Socialista ha denunciado por denigrar el nivel democrático de su país? Aclara.


Por eso es tan importante que se dé un amplio debate nacional sobre el futuro de esta industria,

¿Otro?

suficiente en fondo y tiempo;

¿Te parecen nueve años, que es el estimado de duración de nuestras reservas?

la democracia exige que se escuchen todas las voces,

¡Hipócrita! Entonces, liberen a nuestro parlamento


más cuando lo que se discute afecta a un sector estratégico para nuestro futuro; de hecho, esto allanaría el camino de un auténtico referéndum. El choque de ideologías no tiene por qué cancelar el intercambio de ideas.

Siempre y cuando se reconozca que mis ideas son las patriotas, nacionalistas “progres” y buenas, y las de “la derecha” antimexicanas” pro gringas”, empobrecedoras y malas. ¿Verdad?

Cuando el gobierno y su mayoría legislativa se muestran renuentes a escuchar a la nación, prefiero la resistencia pacífica en las tribunas del Congreso. Lo prefiero a la toma de las calles.

¡Hay que lindo! Gracias por las amenazas y los chantajes


Coordinador de la fracción parlamentaria de Convergencia en la H. Cámara de Diputados (por la gracia de Dios)

Doctor Chanona: Sé que te sientes un “elevado intelectual”, por eso es que más risa me da comprobar la mediocridad de este artículo, el cual es una vergüenza indigna ya no digamos de un académico de Essex (Dios mío Chema, Mauricio, espero que sean mejores), sino de un estudiante de los primeros semestres de la carrera de Ciencias Políticas. Hablas sin tener conocimiento profundo de nada. Afirmas que el modelo mexicano ha sido un desastre, para después defender la necesidad de mantener las cosas como están. A lo más que llegas es a ofrecer un etéreo modelo “socialdemócrata” que jamás específicas, porque no conoces que es la socialdemocracia, esa es la verdad. Ni idea tienes. Ustedes en Convergencia son socialdemócratas porque a Dante “le latía” que estaba de moda y que era una posición pragmática de izquierda-pero-no-mucho que le permitiría hacer sus acomodos oportunistas sin mayores problemas. Por eso son socialdemócratas ustedes en Convergencia.

¡Basta de demagogia, de farsantes como ustedes los del FAP y de su violencia fascistoide!
Atentamente

Pedro Aguirre
Presidente Legítimo de la Fundación por la Socialdemocracia de las Américas
(Bueno, a ti te gustan los “legítimos”, ¿no?)

jueves, 17 de abril de 2008

...mientras tanto, en Brasil



Mientras que en México un puñado de hooligans secuestra nuestro Congreso a nombre de la "patriótica" lucha por "nuestro" petróleo....


...en Brasil, el presidente Lula Da Silva, un estadista que representa como pocos una izquierda moderna e inteligente (muy remota a la salvaje, estólida e irracional que padecemos en México), se dedica a gobernar sin ser esclavo de clichés ni encerrándose en obsoletas trincheras ideológicas con el propósito de afianzar a su país como uno de los miembros prominentes del grupo de países que parecen destinados a ser potencias del siglo XXI, los llamados Brics (Brasil, Rusia India China y Sudáfrica). Esta semana se informó que un enorme yacimiento petrolífero se ha descubierto en el océano Atlántico. Este decubrimiento fue posible gracias a una inversión conjunta entre la estatal PETROBRAS (con participación del 45%) con las "perversas" compañías trasnacionales Repsol (25%) y British Gas (30%) El yacimiento podría tener reservas hasta por 33,000 millones de barriles y sería el mayor hallazgo en 30 años, lo que convertiría a Brasil en la octava potencia petrolera del mundo.

Brasil ya ha logrado la autosuficiencia petrolera, se ha convertido en una potencia en materia de biocombustibles y, si estas prospecciones se confirman, puede llegar a ser una Arabia Saudí de América Latina, con enormes consecuencias no sólo para el propio país sino para toda la región, cuyo interés global aumentaría sobremanera, mientras México está viendo caer su producción al ir agotando sus reservas (pero con mucho orgullo patrio, ¡Faltaba más!) , y Venezuela sufre la desastrosa gestión del régimen de Chávez (la estulticia no es exclusiva de nuestra izquierda, que conste.)

Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica como nuevas potencias. Un grupo en el que bien pudiera estar México si no fuera por la vocación de derrota y de fracaso que tenemos en este país, carajo. ¡Qué vergüenza y qué lastima!

martes, 15 de abril de 2008

Italia. El Payasito, ¡¡¡¡OOOOtra vez!!!


Ya he comentado antes en este blog la pasión que tengo con de la política italiana, una de las más anarquizantes, corrompidas, sucias e ineficientes del mundo que jamás podrá ser un ejemplo a seguir para nadie, pero que a nivel de show es sumamente entretenido, sobre todo desde la irrupción de ese grotesco arlequín que es Silvio Berlusconi, farsante, cínico, histrión sin concesiones, tramposo, falso, en fin, el italiano en quintaescencia. Eso es una de las obligaciones que deberían observar algunos politólogos y opinadores. No confundir los que nos gusta como espectáculo a como debieran funcionar la democracia. Pero esa es otra historia. Hoy el show italiano se intensifica Se acentúa el escándalo y el desorden político. La basura inunda Nápoles, ciudad mito del turismo, la belleza y la alegría mientras se difunden estadísticas económicas cada vez más desalentadoras. El bienestar social y la capacidad productiva están por los suelos. Veintisiete gobiernos ha tenido Italia en los últimos 31 años. La economía carga con un gasto público que ronda el 40% del PIB y con el fardo de una inclemente deuda pública. Las mafias se hacen presentes en el control de amplios sectores económicos. Apenas un 59% de los ciudadanos tienen empleo. El país padece la tasa de impuestos más alta de Europa y un nivel salarial apenas por encima de Portugal. Esta es, en buena medida, la herencia que dejó Berlusconi en 2006 tras cinco años de gobierno y que hoy recoge el propio "caimán". ¿Qué pasa en Italia? Parecería que un tsunami hubiera embestido a la península. El tema merece alguna reflexión que vaya más allá de los resultados electorales del pasado fin de semana.
La llamada I República se fundaba en que el importante Partido Comunista Italiano, a pesar de su significativa representatividad parlamentaria, no debía participar del gobierno, pero tampoco debía hacer la revolución. Frente a la mayoría democristiana de entonces, el PCI aceptó, de alguna manera, dejar gobernar. Fue un pacto no escrito, cuyas carencias -que terminaron en el famoso Mani Pulite , no impidieron la consolidación del sistema democrático, ni un extraordinario crecimiento económico y una transformación de país campesino en potencia industrial, entre las primeras seis o siete naciones del mundo. Es cierto que se trató siempre de un modelo político que tenía sus límites, a partir de la Constitución de 1948, que puso en pie un complejo sistema de decisiones, con espacios quizá demasiado acotados para el Poder Ejecutivo. Este fue el costo que los constituyentes pagaron, en la inmediata posguerra, para afirmar un justificado "nunca más" al autoritarismo de la dictadura fascista. Italia devino en país fundador de la Unión Europea, miembro de la OTAN y socio del G-8, afirmándose, además, como ejemplo de desarrollo social e industrial y dejando atrás la triste característica de país de emigración. Las dificultades y los desbandes vinieron después. Empezaron con el llamado paso de la Primera a la Segunda República, en la década del 90. Se pensaba, entonces, que a un corrompido sistema político lo relevaría un nuevo movimiento ciudadano dirigida por líderes que jamás se habían manchado las manos qon el quehacer poltico. Pero sucedió todo lo contrario, a una clase política corrompida y desgastada la sustituyo una caterva de ineficientes aún más venales que los políticos tradicionales.

Caídos los grandes partidos, el sistema político aún no ha podido encontrar un nuevo equilibrio. Se multiplican irracionalmente las formaciones. Llegó a haber 39 partidos con presencia parlamentaria, que complican todo proceso de decisiones. Precisamente, una de las pocas buenas noticias que traen los resultados electorales del fin de semana es que se simplifica, por fin, el sistema. Se prefigura un bipartidismo definitivo al ddesaparecer una buena cantidad de partidillos personalistas, radicales y pendencieros. ¡Adiós a los Dantes Delgado locales!

Pero más allá de la disgregación política, se acentúa en Italia el desorden administrativo, con costosas autonomías locales (24 parlamentos regionales, además del Congreso Nacional, con casi mil parlamentarios) que exasperan el gasto público, llevan al tope la presión fiscal y alimentan la sospecha de que la dirigencia se va transformando peligrosamente en casta. Todo esto en un proceso difícil de manejar, con coaliciones políticas -de derecha o de izquierda- excesivamente infladas a menudo y sin la imprescindible amalgama de ideas y propósitos compartidos. Para enmendar los desaciertos no bastará con el simple cambio de una coalición por otra. Será inevitable volver al espíritu de la epopeya reconstructiva de posguerra: moderar en lo posible los enconos de la riña política y buscar denominadores comunes que permitan encarar las reformas profundas que el sistema requiere con urgencia.


Los políticos italianos deben comenzar, pero ahora sí, ya, un proceso de reforma profunda. La simplificación del sistema de partidos en un buen síntoma, pero nada hace suponer que Berlusconi dejará de gobernar como lo hizo en su pasada y larguísima administración. El caimeán solo sabe ver por sus intereses particulares mientras pospone reformas tan urgentes como impopulares a la reforma de pensiones, al pavoroso sistema fiscal, al Estado Bienestar y al gigantesco, ineficiente y oneroso sector público.


Ya son muchos los observadores que en todo el mundo se preguntan cómo es posible que en el país de Maquiavelo no se encuentren las soluciones políticas más atinadas. De verdad, ¿Cómo es posible? Maquiavelo revolcándose en su tumba mientras el payasito Berlusconi se hace, otra vez, del poder.

domingo, 13 de abril de 2008

¿Quiéres Ganar Elecciones? No Digas la Verdad


Que los políticos se metan en graves problemas y sean susceptibles a perder gran cantidad de votos en la urnas por decir la verdad es algo que debería movernos a meditar sobre el carácter de nuestras democracias. Hace poco, Obama dijo una verdad tan contundente e irrefutable como las montañas rocallosas: "Mi incapacidad para atraer al electorado obrero se debe a que muchos de ellos se sienten frustrados por las condiciones económicas. No es sorprendente que por padecer restricciones económicas la gente esté amargada y resentida, se refugie en las armas o la religión o la antipatía hacia quienes no son como ellos o en un sentimiento contra la inmigración o contra el comercio internacional como forma de explicar sus frustraciones". Bueno, pues este comentario que es tan cierto como el sol que nos alumbra todas las mañanas se le va a revertir al senador por Illinois. La deseperada Hillary no tardó nada en saltar con avidez de leona hambrienta sobre la presa y ya describió a su contrincante como "el típico abogado de Harvard arrogante, elitista y con aires de superioridad".

¡Qué lástima que el éxito electoral siempre este reñido con la verdad! ¡Qué pena que para ganar elecciones se tengan que seguir las tácticas de políticos profesionales como, digamos, Hillary Clinton, quien se dedica a decir cosas únicamente con el propósito de complacer al auditorio al que se dirije! ¡Y qué paradojico resulta que decir verdades tan dramáticas e irrevocables como la que dijo Obama sea considerado un gaffe en la democracia!

sábado, 12 de abril de 2008

La Verdadera Cara del Populismo


Hasta no hace mucho tiempo, un sector de la progresía latinoamericana pretendió poner de moda defender al populismo (¿verdad Hernán Gómez?) a la luz de los “indiscutibles” éxitos económicos de los gobiernos kirchnerista en Argentina y chavista en Venezuela y de los triunfos electorales de Evo, Ortega y Correa. Hoy que la engañosa burbuja de la recuperación populista está llegando a sus límites, tanto en Argentina como en Venezuela, y que el prestigio de tanto de Evo como de Correa se desmorona volvemos ver el verdadero rostro del populismo: el de la violencia, el autoritarismo y el odio. En México, López Obrador y su secta de violentos y retardatarios procura aprovechar la necesidad ingente que tiene el país de reformar su política petrolera para recuperar las posiciones políticas perdidas en el transcurso de los últimos años con su acostumbrado discurso demagógico de reacción y odio. El agraviante espectáculo ofrecido por los diputados del FAP en el Congreso de la Unión pinta como nada la realidad del populismo como un fenómeno violento y despótico del que México, desgraciadamente, no está exento.

Los populistas como López Obrador y sus compañeros de viaje sólo conocen el lenguaje del agravio y únicamente se centran en identificar a sus enemigos. Siempre el odio, siempre el rechazo frontal, siempre dos bandos separados y enfrentados por el veneno del rencor. Esta violencia impulsada por los perredistas en México, como la de D’Elia en Argentina y Chávez en Venezuela en una tradición que suele no respetar las reglas institucionales del Estado de derecho: a grandes rasgos, ésta es la recreación latinoamericana del populismo.
El populismo creció sobre teorías irracionales como el Volkgeist de Herder, que luego encantó a los nazis. También sobre el Narod, palabra equivalente en ruso, tomada por la derecha paneslavista. El fenómeno de las masas -potente manifestación del pueblo- fue desmenuzado críticamente, desde distíntos ángulos, por Gabriel Tarde y Gustave Le Bon y luego por Sigmund Freud y Elias Caneti. El populismo no sólo pretende estirar al máximo la cuerda de la hegemonía en el ejercicio del poder, sino que también busca impulsar una política económica que sea al mismo tiempo distributiva y nacionalista. Ningún populista suele pensar de entrada en los prerrequisitos del crecimiento, en el temple equitativo de la ciudadanía fiscal y en la fortaleza de las instituciones. Aun cuando establezcan constituciones a la medida del designio que los anima, la premisa básica de los populistas es que mandan los hombres por sobre el gobierno de la ley. El populismo es el espejo desfigurado de la democracia representativa y pluralista. Pero el problema que trae el populismo a nuestra circunstancia, más allá de juzgarlo como un hecho lamentable, deriva de los antecedentes que lo producen. ¿Por qué estos registros de pretendida ira popular que rechaza con saña a quienes se ubican en la vereda opuesta? El pueblo en la calle puede expresar la salud cívica de una democracia o bien puede dar testimonio de una honda división política y social. Ahora parece predominar esta última característica con sociedades polarizadas, que parece cortada de un tajo, dominada por instintos y pasiones. En una palabra, la violencia de las palabras, que se confunde con la violencia de las municiones.

El problema del populismo permanece abierto sin que por ahora se atisbe una solución inmediata. Este fracaso, menester es reconocerlo, obedece a que, salvo contadas excepciones, en América Latina la democracia representativa no ha cumplido con las promesas de la estabilidad, reformismo y lucha contra la desigualdad. Cuando estos atributos fallan, la representación política de los partidos también caduca y entonces la condición pública de la ciudadanía se desenvuelve entre la inseguridad, la cuasi anarquía o las fracturas que genera el populismo. Se ha dicho, con razón, que la democracia es un régimen que, por propia definición, no elimina de su trama histórica la incertidumbre y el riesgo de la libertad. Pero una cosa es la incertidumbre que nace de una competencia abierta entre partidos responsables, titulares alternativos del gobierno y de la oposición, y otra cosa muy diferente es la situación semicaótica en que está sumida, en uno y otro de sus vértices, América Latina, debido a la incapacidad de las dirigencias para actuar con responsabilidad. El populismo es lacelebración extrema de la irresponsabilidad. El populismo es una tentación sólo superable con la disciplina que impone la democracia férreamente unida al Estado de derecho. Lo demás es pereza, ineptitud y, al cabo, desolación

El populismo anhela una comunidad sin contradicciones, sin pluralidad. No sólo hace regalos a los pobres, sino también a las demás franjas sociales. Los empresarios -como ha sido evidente en muchos casos- dejan de ser competitivos; en lugar de apostar a la imaginación y la excelencia, se instalan a la sombra del caudillo (o del Estado que él comanda), para obtener privilegios y ganancias fáciles. Los beneficios son el resultado de la obsecuencia, la corrupción y la mentira, no de méritos ejemplares. El sector productivo languidece, porque no recibe estímulos como los que se dedican a acariciar desvergonzadamente los dedos del poder. Asimismo, el populismo simula ser revolucionario, y lo simula muy bien. De ese modo atrapa la pasión de jóvenes, intelectuales y gente solidaria, que cae bajo sus malabarismos ideológicos. Utiliza el concepto pueblo como si fuese una esencia supraindividual, una unidad perfecta. El líder, su partido y la nación constituyen un todo sin fisuras. La lealtad se debe ejercer de abajo hacia arriba, nunca en forma recíproca. El pueblo se debe al líder y el líder "dice" (sólo dice) que se debe al pueblo. En el populismo molesta la división de poderes, la alternancia política, la independencia de la justicia, aunque las simulen respetar (violándola sin escrúpulo ni respiro). Agreguemos que el populismo infunde pereza en el pensamiento. La culpa de todo está siempre en otra parte (la derecha, los gringos, los complots, los enemigos del pueblo, los innombrables). Lo único que cabe hacer es quejarse, protestar. Inhibe la crítica racional y de fondo como condición sine qua non de su modus operandi y, en consecuencia, aleja la posibilidad de hacer buenos diagnósticos y aplicar tratamientos eficientes. El problema son los otros. Por lo tanto, de los otros vendrá la solución. Hay que pedir, exigir, denunciar, odiar y extorsionar.

Como el pueblo y su líder son la misma cosa para el populismo y sus derivaciones, el líder hace lo que el pueblo quiere (dice) y el pueblo se lo cree a pies juntillas. No hay más ley que la del pueblo (dice) y, por lo tanto, puede cambiarla o violarla cuantas veces se le ocurra, porque lo hace por deseo o pedido del pueblo (dice). En verdad, la ajusta a sus egoístas intereses. Esto es calamitoso, porque genera una terrible inestabilidad jurídica que, sin embargo, no se percibe ni repudia como tal. La inestabilidad jurídica perturba la inversión y afecta al aparato productivo. Los países con inestabilidad jurídica son invariablemente pobres. Pero el populismo se las arregla para construir sofismas a partir de una curiosa hipótesis: que la estabilidad beneficia a unos más que a otros. Lo cual es cierto en el corto plazo, pero a la larga rinde altos dividendos a la sociedad en su conjunto.
Ha llegado la de combatir de rente al populismo con las armas de la razón y con la suficiente determinación política. ¿Podrá el tímido Felipe Calderón hacerlo, asesorado por Mourniño, su estadista de cabecera? Lo dudo. Por eso las respuestas deben venir de parte de la sociedad. Urge superar definitivamente los exabruptos y violencias que envilecen y rebajan el nivel de nuestra vida cívica. Ha llegado la hora de que sustituyamos el lenguaje del agravio y encausemos el debate político hacia la vía del respeto y la dignificación del adversario. Que el futuro sea cada vez más el fruto de una convivencia fundada en la aceptación del "otro" como base y fundamento de una sociedad auténticamente pluralista basada inequívocamente en el respeto irrestricto a la dignidad ajena sin subestimarnos e insultarnos.

martes, 8 de abril de 2008

AMLO es el Verdadero Jefe de la Reacción


López Obrador y el PRD están demostrando de manera cabal lo que muchos pensadores del mundo actual han señalado en reiteradas ocasiones y con muy buenos argumentos: desde hace tiempo que la izquierda es reaccionaria y conservadora. La campaña “en defensa del petróleo” que el pejelagarto ha iniciado se sostiene con argumentos esencialmente conservadores, conceptos económicos más que caducos y en las ideas de “soberanía” y “nación” que han quedado rebasadas por la realidad mundial. Alguién debería advertir a los reaccionarios de izquierda -por que sólo los reccionarios insisten obsesivamente en ver y vivir el pasado- que ya no vivimos en 1938.

En el caso de PEMEX, la izquierda mexicana defiende un ineficaz modelo estatizante que sólo ha beneficiado a la burocracia política y sindical, pero que ha hecho poco por distribuir la riqueza entre los mexicanos. Es completamente falso que el petróleo “sea nuestro”. Décadas y décadas de mala administración, corrupción y despilfarro en la paraestatal así lo demuestran. La vedad es que Pemex es una de las empresas más ineficientes del mundo, que México es una de las naciones con peor distribución del ingreso a pesar de ser rico en petróleo y que nuestras infraestructuras dejan mucho que desear a pesar del ingreso petrolero. ¿Por qué? Por la corrupción, el despilfarro y la mala administración de una de las empresas que, comprobadamente, es una de las más ineficientes del mundo: PEMEX.

Defender este esquema de ineficacia y corrupción en nombre del “nacionalismo revolucionario” o de los pobres es ofensivo y profundamente reaccionario. El discurso destructivo y ausente de propuesta de la izquierda mexicana es reflejo de la orfandad de ideas que padece la izquierda mundial. Claro, nuestros progres piensan que el Ingreso Básico Ciudadano, que consiste en regalar dinero a ricos y pobres por el simple hecho de existir, es una idea novedosa y de avanzada. Ya hemos tratado esta idea en el blog y a la que volveremos a tocar pronto, insistiendo en sus muchas desventajas. Pero, más allá de estas sandeces irrisorias, la izquierda sólo maneja ya un discurso negativo. Eso sí, han adoptado, en hora buena, ideas de ampliación de libertades individuales que, en su origen, fueron impulsados por los liberales que tanto odian. Es el caso del derechos de los homosexuales, la legalización de las drogas y el aborto y todas esas iniciativas que ahora nuestros progres se apresuran en presumir como propias. Baste un breve análisis de la historia del socialismo para darse cuenta que sólo hasta los años setentas empezaron a ser adoptadas por la izquierda. La izquierda es reaccionaria, se ha convertido en algo más que una enfermedad: es un reflejo irracional, un prejuicio, un capricho".

Desgañítense todo lo que quieran los progres mexicanos y del resto del mundo, pero el liberalismo (al que los progres llaman, pomposamente, pensamiento único), ha desmontado uno a uno todos los mitos de la izquierda. Y desde el principio. Cuando Marx publicó El capital, otro economista alemán, Eugen Böhm-Bawerk, refutó la teoría de la plusvalía. Desde entonces, nadie ha podido revivir a un cadáver prematuro. Un siglo después, Ludwig von Mises y Friedrich Hayek explicaban cómo una economía regida bajo el comunismo estaba abocada a la miseria y la escasez. Ejemplos como éstos vienen a probar que la libertad sí que funciona, y que todo intento sistemático de coacción estatal inspirado por el socialismo conduce a la pobreza.

El liberalismo ha padecido muy “mala prensa” sobre todo en América Latina. De ahí que haya tan pocos partidos que se confiesen liberales. Es anatema de los populistas y progres, pero debo decir que gracias a internet se expande progresivamente echen un día un vistazo a la gran cantidad de blogs y periódicos digitales liberales y verán que lo que digo es cierto. Creo que en algún momento del siglo XXI se dejará a un lado la mitología izquierdista y retorne al liberalismo, que hizo de Occidente una civilización sin igual en derechos y libertades.

En la Europa actual, los gobiernos de izquierda o de derecha, reivindicando casi todos el "centro", apenas si se diferencian salvo en cuestiones de matiz que pueden, desde luego, ser importantes: más o menos impuestos, más o menos reglamentos en el mundo económico y laboral, más o menos privatizaciones, más o menos Estado, más o menos Europa, etc. Pero, en esencia, los paridos socialdemócratas han entrado al aro del liberalismo y lo hacen como única medida para poder sobrevivir electoralmente. Ni siquiera la “fabulosa” idea del ingreso básico ciudadano ha sido plenamente adoptada por los socialdemócratas europeos. De hecho, ha sido relegada por partidos como el PSOE y el socialista francés sólo para ser recogida del basurero por Izquierda Unida el ERC y La Izquierda” de Alemania. Los que se van a los extremos están condenados a la eterna oposición. El liberalismo gana espacios. Los gobiernos del centro derecha, casi siempre, más progresistas que los de centroizquierda, entendiendo por progresista más progreso, más libertad individual, mayor bienestar y, desde luego, menos Estado.

La izquierda tradicional, convertida en social-burocracia, retiene importantes feudos electorales, sindicales, en las burocracias estatales, los servicios públicos y la enseñanza (remember el patético caso de Elba Esther). Se han convertido en fortalezas conservadoras que se resisten con uñas y dientes a toda evolución, a toda reforma por esencial que sea, por temor a perder sus privilegios frente a los desempleados, los pobres y los marginados. Su sacralización del Estado todopoderoso constituye el freno más conservador bajo sus oropeles históricos a la autonomía de los individuos y al desarrollo económico y cultural de las sociedades tan desprovistos de libertad. Y en cuanto a la ultraizquierda, no hablemos, se ha convertido en una vociferante minoría ultra reaccionaria, con sus exponentes milenarios y su odio tanto al progreso científico como industrial, en una palabra a la modernidad.

Desde luego, es importante subrayar que no toda la derecha es progresista. La tradicional derecha conservadora sigue tan reaccionaria como siempre, y buena muestra de ello nos lo da nuestro sacrosanto Partido Acción Nacional. Por eso es bueno que los liberales simpre recuerden aquello que dijo el tory inglés Michael Portillo: "Si eres un liberal en lo económico también deberías serlo en lo social. No corresponde al Gobierno decir a la gente cómo debe vivir su vida".

De este modo, podremos decir a nuestros pejelagarto y a su caterva de reaccionarios de izquierda y, de pasada, a los intelectuales progres: la revolución será liberal o no será...

viernes, 4 de abril de 2008

Coincidencias

Qué Tienen En Común


From: beaconsfield, 14 hours ago





Vean lo que tiene en común nuestro alcalde con el legendario Aníbal.


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miércoles, 2 de abril de 2008

Argentina: Tropezar con la Misma Piedra


Dice The Economist en su edición de esta semana que pocas naciones han sido tan afortunadas como Argentina en lo que se refiere a recursos naturales pero que a su vez pocas naciones han sido tan mal gobernadas. Evidentemente, al leer esto me acordé de México como otro de los paradigmas de nación bendecida por la naturaleza por condenada por la atroz y perenne incompetencia de sus políticos. En cuanto al mal gobierno argentino, lo cierto es que la fortuna kirchnerista está llegando, precipitadamente a su fin. Muchos pensaron que con Cristina en la presidencia habría un cambio hacia la moderación frente al talante confrontacioncita de su marido y antecesor. Sin embargo, ya de entrada -recordemos cómo increpó al Presidente uruguayo ante todo el mundo el día de su asunción-, rápidamente empezó a dar señales preocupantes y de cualidades de estadista, poco y nada.
Para un país agrícola como la Argentina resulta vital que el gobierno procure la manera de ayudar y proteger al sector rural, pero el gobierno de Cristina ha puesto en el lugar del enemigo al sector agropecuario, y se ha mostrado decidida a fomentar el despoblamiento de la campiña, al tiempo que empuja al pequeño y mediano productor en brazos de los más poderosos, los únicos que pueden tener las espaldas lo suficientemente grandes como para aguantar el embate fiscal proveniente del gobierno, el cual, no contento con aplicarle retenciones del 30% o el 35% a las exportaciones de granos, prohibir las exportaciones de carne o interferir en la producción láctea, ahora se descerrajó con otro aumento que supone hasta el 45%, lo que representa un aumento del 17% en los tres meses que lleva Cristina en la Casa Rosada. El gobierno pretende llevarse la mitad de lo que produce un productor Soyero (o sojero, como se dice allá). Un camión va para él y el otro para el Estado.

Con lo que le queda debe afrontar el pago de semillas, agroquímicos, alquileres, fertilizantes, contratistas, siembra, fumigación, cosecha, seguros, combustibles, repuestos, maquinarias, etc. Y con el saldo, debe pagar también el impuesto a las ganancias. Encima, si subiera el precio internacional, el gobierno ya previó una escala móvil para aumentar la retención.
Y las famosas retenciones, cuyo último empuje fue a través de un decreto anunciado por el nuevo Ministro de Economía, con una energía digna de mejor causa, son impuestos encubiertos. Su elaboración esquiva lo que manda la Constitución; que los impuestos deben ser votados en el Parlamento. Por lo que se trata de una constante desviación de las normas constitucionales, gracias a los poderes especiales de los que dispone el gobierno.
Esto hace que las provincias no reciban nada de estos dineros, lo cual tiene molestos a los gobernadores, los cuales empezaron a mirar con simpatía la espontánea y masiva movilización de la gente del campo, a la que se sumaron miles de otros ciudadanos, en rechazo a tanta arbitrariedad y prepotencia gubernativa.

Ante ello el gobierno respondió de la peor manera, haciendo un indisimulado uso de los matones piqueteros para asustar y golpear a los manifestantes, como un tal sr. D’elía, recordado por la toma de una comisaría con muerto incluido, entre otros vergonzosos y criminales antecedentes.
Pero, sobre todo, lo que ha llamado la atención de la opinión pública argentina es el agresivo primer discurso de la Presidenta, que no sólo fue revelador de su ignorancia sobre mucho de lo que hace al trabajo en el campo, sino que tuvo una retórica que instaba a la división entre el campo y la ciudad. Sin tener en cuenta que si al sector le va bien, mejor así, porque el productor invierte el 80% de lo que gana, en alambrados, camionetas, maquinaria, silos, galpones, etc. El mecanismo de las retenciones distorsiona los mercados y violenta el acuerdo en la materia que rige al Mercosur. Y mientras se mantiene a ultranza una cotización del dólar artificialmente alta, (en realidad para los productores no es tal, debido a las retenciones), los daños provocados por estas políticas ya se hacen notar. Además perjudican en mayor medida, justamente a las zonas de tierras más pobres del Norte argentino, que hasta hace poco habían mejorado gracias a los precios compensatorios. Al mismo tiempo, muchos de los grandes buques han enfilado hacia otros rumbos, como Estados Unidos.

La desmesura fiscal que ha llevado a la Argentina a la crisis que padece es un síntoma (uno más) del agotamiento de las recetas populistas. Es país Austral se debate ahora entre una elevada inflación real (muy por encima del 9% reconocido oficialmente y, ahora, con claros y graves síntomas de rupturas sociales.

¿Cuántas veces estamos condenados los latinoamericanos a tropezarnos con las mismas piedras?

Finlandia y México, ¡Qué Diferencia...


...pero, de verdad, que diferencia hay todavía -y en general-entre las porquerías de políticos que tenemos aquí y los de países del llamado primer mundo! En nuestros entrañables lares los políticos primero permiten que el infierno se congele antes que renunciar a un buen hueso, por muy ineptos, corruptos o moral y políticamente incapacitados que estén para desempeñar su cargo. Ahí tenemos, sólo por citar los ejemplos más connotados y lamentables del pasado reciente, al inefable gober pecioso, que no dejó de malgobernar Puebla pese a protagonizar uno de los escándalos públicos más bochosrnosos en la historia de México; Ulises Ruiz quien, como Nerón, se dedicaba a la contemplación mística mientras Oaxaca se incendiaba; y ahora son los panistas los que nos dan buena muestra de que ellos no se quedan atrás en materia de cinismo y desvergüenza con el muchachito que ocupa la Secretaría de Gobernación, que se aferra tenazmente al cargo seguramente por órdenes de nuestro medroso presidente, que prefiere lanzar por la borda la reforma energética y el desarrollo político del país antes que prescindir del Mourniño de sus ojos.

En cambio ya ven lo que acaba de suceder en Finlandia, donde por sicalíptico tuvo que renunciar el ministro de Relaciones Exteriores. Resulta que el canciller finlandés le mandaba sugestivos correos electrónicos a la señorita de la foto, una famosa stripper de esas (todavía) gélidas regiones. El hombre le mandaba por el internet mensajitos que decían cosas como: "Ándale mamacita, vente a cotorriar", "Traite la papayasiar", "Tengo un amiguito que te quiero presentar", "Vente a brincar la riata, mamacita" ó "¿Cuándo vienes a aventarte unos capiruchos con Miguel?" (todo esto en sus versiones finlandesas, claro está) . Pues tanta inocente calentura bastó para poner en ridículo al ministro y obligarlo a presentar su renuncia ¡Vaya abismo de difefencia! ¿No creen?