Conferencia de Pedro Arturo Aguirre dentro del ciclo Posmodernidad y Anarquismo, 19 de octubre de 2017. Calle Lucerna 65, col. Juárez.
sábado, 7 de octubre de 2017
Anarcoindividualismo y el Fin de la Política
Conferencia de Pedro Arturo Aguirre dentro del ciclo Posmodernidad y Anarquismo, 19 de octubre de 2017. Calle Lucerna 65, col. Juárez.
miércoles, 27 de septiembre de 2017
Kim Jong Un, el tirano sonriente
Inmenso es el
dilema de los príncipes herederos de reyes o emperadores magníficos enfrentados
al desafío de no ser menos que sus padres. Algunos hijos y nietos de estupendos
monarcas han estado a la altura del reto o incluso lo han superado (Alejandro
Magno, hijo de Filipo el Grande, es el caso más emblemático), pero muchos otros
se han quedado cortos. Felipe III en España, sucesor de dos grandes personajes
(Carlos V y Felipe II), prefirió dejar el poder en sus ministros y condenó a
los Austrias a la decadencia; al filósofo Marco Aurelio lo relevó el payaso
Cómodo; a Enrique II le siguió el inepto Ricardo Corazón de León y después el
infame hermano de éste, Juan sin Tierra; al guerrero Enrique V, vencedor en
Agincourt, el débil Enrique VI; y con Luis X, apodado como “el obstinado” por
obtuso y tonto, comenzó la ruina de Francia a pesar de sus ilustres
antecesores.
Si olvidamos a los
grandes gobernantes y pisamos terrenos más sórdidos, vemos que algo
irónicamente análogo ha pasado con los tiranos. Muy pocos hijos de dictadores
han podido alcanzar en crueldad y vesania, pero también en habilidad política,
a sus siniestros progenitores. “Baby Doc” Duvalier no pudo con la tarea de
perpetuar el imperio de locura y vudú de “Papá”, Ramfis Trujillo se acobardó,
Tachito Somoza huyó beodo y gimoteante de Nicaragua y muchos mozalbetes que
parecían destinados a suceder a sus padres en el execrable solio del despotismo
de plano nunca dieron señas de servir para algo más que las francachelas y el
despilfarro: Nicu Ceaucescu, Uday Hussein, Teodorín Obiang, etc.
Kim Jong Un soporta
sobre sus hombros esta responsabilidad de ser un “digno” heredero de sus
antecesores. El abuelito Kim Il Sung, fundador de la dinastía, fue convertido
en un “Dios entre los Hombres” y calificado como “Estadista Extraordinario”,
“Guía Genial” e “Incomparable Ideólogo y Teórico” por un descomunal culto a la
personalidad. El padre, el “Querido Líder” Kim Jong Il, fue objeto también de
una descabellada deificación, aunque con características más artísticas y
mundanas. Además de “Genio Portentoso”, “Estratega Invencible” y cosas como
esas, Kim II fue escritor de las mejores óperas de la historia, autor de unos
mil quinientos libros, insigne director de cine y un fenomenal golfista. Eso sí, ambos combinaron el culto a sus
amables personitas con una férrea opresión hacia el interior de Corea y una
actitud aparentemente absurda e impredecible hacia el exterior que los
convirtió en auténticos “perros locos” de quienes cualquier vesania podía
esperarse. Una estrategia que, lejos de irracional, mucho les sirvió para
consolidarse en el poder.
En 2010 la salud de
papá Kim decae de forma acelerada. El tema de la sucesión se adelanta
inesperadamente. Ya había decidido el Querido Líder que uno de sus vástagos
debía relevarlo, pero ¿cuál de todos? Kim Jong Il tuvo en el transcurso de su
disparatada vida tres esposas y, por lo menos, seis hijos. Su primera esposa
dio a luz a un niño, Kim Jong Nam. La
segunda tuvo dos partos, ningún varón. La tercera tuvo dos muchachos y una
hija. El concebido en el primer matrimonio era considerado el heredero, pero en
2001 fue descubierto en un lance insensato. Quien estaba destinado a reinar
sobre uno de los últimos sistemas comunistas del orbe perdió el poder al tratar
de visitar con su familia el parque temático de Disney en Tokio. Quizá no pudo
con la carga psicológico que, para muchos, implica la primogenitura. Síndrome
de Esaú, podría ser. Fue desterrado a Macao para supervisar algunos negocios
familiares en esa Meca del juego y el narcotráfico. A veces, este desheredado
se aventuraba a hacer alguna crítica al régimen de su medio hermano. Hacerlo
fue un error letal. Por su parte, mucho se ha dicho que el segundo hijo varón,
Kim Jong Chol, amante de la música pop y de las modas hípster, fue excluido de
la sucesión por su aparente “afeminamiento”.
Ah, pero Kim Jong
Un, el más pequeño de los tres (como la canción de los cochinitos), desde
pequeño demostró tener aptitudes de mando, al grado que el papá se decidió por
él. Le gustaba al dictador que desde niño este nuevo Kim fuese obstinado,
berrinchudo y arrogante. Cuando cumplió ocho años, papi le regaló un uniforme
de general, que el muchachito adoraba. Enfundado en él no se cansaba de
gritonearle a todo el mundo órdenes e invectivas, generales del ejército y
ministros del gabinete incluidos. Decidió entonces el Querido Líder que su
retoño aprendiera idiomas y conociera las realidades del atroz capitalismo.
Dispuso, por tanto, su inscripción en un colegio en Suiza. No destacó demasiado
en la escuela, cierto, pero tampoco llamó la atención por gamberro, como
sucedía con otros hijos de dictadores. Regresó en 2006 a Pyongyang para
estudiar el inmortal pensamiento suche, fruto del genio ideológico de su
abuelo, en la Universidad Kim Il Sung, y tras recibirse fue nombrado de manera
expedita jefe de las fuerzas armadas.
Las complicaciones
llegaron cuando el Querido Líder falleció en 2011 y Kim III debió improvisarse
como nuevo líder y máxima deidad cuando ni siquiera había cumplido los treinta
años. Muchos creyeron entonces que su permanencia en el poder era inestable y
destinada a ser efímera. En occidente lo veían como un junior regordete y
mimado sin voluntad de liderazgo. También era menospreciado en los círculos
oficiales chinos. Pero aquí es cuando sacan la casta de tirano. Así como varios
zares de Rusia (Iván el Terrible, Pedro El Grande, Catalina) y tantos otros
monarcas que llegaron al trono quizá demasiado jóvenes y rodeados de intrigas,
Kim sacó la conclusión de que la única manera de sobrevivir en el poder en los
sistemas totalitarios es a base de implacables purgas y de ejercer un terror
sin piedad. Se encontraba rodeado de líderes militares experimentados y
funcionarios del partido, siendo el más peligroso e influyente su propio tío,
Jang Song-thaek. Tras dos años de gobierno, Kim embistió sin miramientos contra
su tío y lo humilló públicamente al ordenar su arresto durante una reunión
pública y televisada. Jang fue ejecutado bajo cargos que incluían conspiración
para asesinar al líder, pero también cosas como aplaudirle “con muy poco
entusiasmo” cuando entraba en los eventos oficiales. La depuración consiguiente tocó a todos
quienes eran considerados leales a Jang. Como algunos otros sátrapas, quiso Kim
III ser algo extravagante en el terror, como para asustar más. Ordenó utilizar
baterías antiaéreas en la ejecución de muchos de sus enemigos. Así sucedió, por
ejemplo, con su ministro de Defensa, Hyong Yong Chol. Y es cierto que desde
hace mucho en Corea del Norte se ejecuta por las razonas más nimias, crímenes
tales como hablar por teléfono al extranjero, adquirir productos
“capitalistas”, poseer pornografía y largo etc., pero Kim añadió a la lista
cosas aún más insólitas. Por ejemplo. algún funcionario desvelado cabeceó un
par de veces durante uno de los discursos del joven tirano. El dormilón pago su
inoportuna somnolencia con la vida.
Fundamental para
los déspotas es saber inspirar pánico, dar la impresión de ser capaces de las
más extremas crueldades si es necesario. Por eso el nuevo Kim ha ordenado que a
las ejecuciones asistan los miembros de la élite gobernante como testigos. Se
calcula que en total se ha ejecutado a más de 140 oficiales de alto rango desde
que este jovencito asumió el poder. La cereza en este pastel del terror ha sido
el espectacular -casi cinematográfico- asesinato de su medio hermano, el
criticoncito Kim Jong Nam, envenenado con el agente neurotóxico VX por gentes
norcoreanos en el aeropuerto internacional de Kuala Lumpur a plena luz del día.
Joven, sí, pero a estas alturas nadie puede negar que Kim Jong Un ha actuado
con rapidez, astucia y extrema crueldad. Pocos esperaban que alguien tan
inexperto y aparentemente frívolo fuera tan hábil para administrar una
dictadura.
Ya con el camino
allanado, se procedió a edificar el imprescindible culto a la persona del nuevo
Kim, todo un reto en vista de lo colosales que lo han sido los erigidos en loor
de abuelo y papá. Cierto es que se empezó de forma discreta. Al principio se le
calificaba como “Brillante Camarada” y se hablaba de sus grandes dotes de
tirador, de su genio incomparable para las matemáticas y de que era un ideólogo
excelente y precoz capaz, ni más ni menos, de escribir a los 16 años un
artículo analítico sobre el liderazgo de su abuelo durante la guerra de Corea.
Bonito todo ello, sí, pero todavía muy lejos de la prosopopeya acostumbrada en
este infortunado país en lo que concierne a la adulación de sus líderes. Pero a
partir de las purgas y su consiguiente consolidación en el poder el culto a Kim
III se ha incrementado de manera prodigiosa y va en curso de igualar al de los
antecesores. Ya se dice de él que es un dirigente todopoderoso, genial e
invencible. Se ha publicado y se distribuye masivamente un manual titulado
“Actividades revolucionarias de Kim Jong Un”, donde se asegura que aprendió a
conducir cuando tenía tres años, ganó una carrera de yates a los nueve y a los
diez demostraba increíbles conocimientos científicos y humanistas. Se incluye
en el texto una recopilación de las principales citas geniales del mandamás y
las órdenes y directivas transmitidas al ejército y a los ministros.
Obviamente, el estudio a fondo del manual es a partir de 2017 parte del curso
obligatorio que deben seguir todos los funcionarios del Estado para poder
ejercer sus funciones. Será un total de 81 horas lectivas sobre el pensamiento
de Kim Jong Un, adicionales a las más de 300 que desde hace ya tiempo están
dedicadas al estudio de la vida y obra del abuelo y el padre.
Asimismo, el
Partido ordenó durante su reciente Congreso efectuar una “campaña de lealtad al
respetado líder Kim Jung Un” con una duración de 70 días. Se trataba, sobre
todo, de poner a los jóvenes del país a crear obras artísticas (poemas, obras
de teatro, pinturas, etc.) dedicadas a glorificar la historia revolucionaria y
los logros del nuevo dirigente. Se presentaron más de tres mil obas realizadas
por jóvenes y estudiantes de todo el país. Mucho destacaron la obra teatral
titulada "Somos los Héroes Jóvenes de un País Poderoso", que describe
al líder como poseedor de "un gran honor y la confianza profunda del
pueblo". También mucho gustó "Recipiente de Sangre", en la cual
se exhibe mostraba el deseo sublime del líder para construir un país invencible
y próspero. También abundaron las poesías épicas que ensalzaban tanto a Kim III
como a su padre y abuelo.
Es cierto que,
todavía, el líder se ha mantenido uno o dos pasos por detrás de sus
predecesores en lo relativo a la intensidad del culto a la personalidad. Hay
estatuas y retratos del abuelo de Kim Il Sung" y de Kim Jong Il en casi
cada espacio público o vivienda. Hombres y mujeres adultos llevan broches con
sus efigies encima del corazón. Todo esto aún no sucede con la imagen de Kim
Jong Un, pero será cosa de tiempo. Durante el pasado Congreso del partido se rumoreó
que en ocasión de tan magno evento se lanzaría un nuevo prendedor con la imagen
de Kim Jong Un. No fue así, pero la idea, por alguna extraña razón, fue muy
aceptada y elogiada. También está pendiente elevar el estatus del cumpleaños
del sátrapa. Los calendarios todavía no destacan el 8 de enero como una fecha
festiva, tal y como sucede con los onomásticos de abuelo y papá, pero hay
buenos presagios que invitan a pensar que pronto se corregirá esta anormalidad.
Por ejemplo, se acaba de apobar, y de manera unánime, en la Asamblea del Pueblo
erigir cuanto antes un monumento que rinda tributo a los tres líderes de la
dinastía Kim sobre el Monte Paektu, lugar considerado sagrado para la liturgia
del régimen de Pyongyang.
Eso sí, el nuevo
Kim conserva dentro de su culto su estilo personal. Prefiere cultivar una
imagen algo relajada, de hombre de pueblo capaz de abrazar a sus soldados,
visitar trabajadores en sus casas y arrullar bebés en las guarderías. Al
contario de sus antecesores, a veces se deja ver acompañado de su esposa, Ri
Sol-ju, una ex cantante que ama vestirse a la moda. También está ese
maravilloso corte de pelo “al hongo” que, se dice, busca imitar un tanto el
estilo del abuelito Kim Il Sung. Pero, sobre todo, Kim Jong Un es un tirano
sonriente. Siempre anda por aquí y por allá paseando muy orondo su regordeta
figura con una sonrisa de oreja a oreja, algo bastante inusual en los
dictadores de todos los tiempos, sobre todo en los que tienen aspiraciones de
ser dioses, quienes tratan en todo momento de proyectar el hieratismo y la
sobriedad que, según ellos, debe caracterizar al hombre de Estado.
En cuestiones más
mundanas, a Kim Jong Un muchos analistas de dan el crédito de flexibilizar los
controles del Estado sobre la economía e impulsar un crecimiento modesto, así
como por recuperar la confianza pública de la que disfrutaba el régimen
dinástico en el periodo de su abuelo y que se perdió en buena medida bajo el
mando de su padre, cuya gestión se recuerda -sobre todo- por la hambruna que
devastó a Corea del Norte en los años noventa. Pese a las sanciones y el
aislamiento internacional, Kim III ha mejorado en algo el acceso a la comida e
incluso de algunos bienes de consumo, por lo menos en la privilegiada capital,
al permitir más actividades comerciales. También ha iniciado un auge
urbanístico en Pyongyang, donde se solo viven los ciudadanos más leales. Pero
es la política internacional y, debe decirse, la suerte, lo que ha ubicado a
Kim como uno de los protagonistas más importantes en el escenario internacional
y reforzado su imagen al interior del país al consagrarse como “perro rabioso
mundial”, figura que tanto ayudo a papa y abuelito. El desarrollo misilístico y
del poderío nuclear iniciado por Kim Jong Il se ha sido impulsado
espectacularmente en estos últimos cinco años. Ya se han realizado tres nuevas
pruebas nucleares y hay evidencia de que se prepara otra. También bajo el
gobierno del Kim Jong Un se han realizado cerca de 80 ensayos con misiles, más
del doble de los que se hicieron durante los mandatos de papá y abuelito. ¡Qué
orgullo deben de sentir ambos allá en el cielo suche, sobre el sacrosanto
Paektu!
Hoy, contra de
todos los pronósticos, Kim III se encuentra a punto de convertir a su aislada y
empobrecida nación en una de las pocas en el mundo que pueden atacar a Estados
Unidos con un misil nuclear, lo cual sería un desafío no solo al gobierno
estadounidense, sino también a toda la comunidad internacional y a sus
tradicionales aliados de Pekín. También vemos como este gordito sonriente,
chabacano y brutal se ha vuelto uno de los referentes internacionales más
destacados del orbe, incluso más de lo que fueron sus ancestros, pero eso se lo
debe más bien al azar, a la inmensa suerte de haberle tocado la presidencia en
Estados Unidos de un personaje aún más insolente, fatuo e insensato que él
mismo Y digo más porque los Kim, los tres, fanfarroneaban como una estrategia
razonada de supervivencia, mientras que Donald Trump lo hace por obedecer sus
instintos de eterno adolescente. Nada pudo beneficiar tanto a Kim Jong Un en la
consolidación de su poder que esa declaración torpe con la que Trump amenazó a
Norcorea de ahogarla en un torrente de “furia y fuego”, hecha apenas un día
después de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara, con la anuencia
siempre difícil de Rusia y China, severas sanciones económicas sobre el régimen
de Kim III. Thank you, Donnie!
*Artículo publicado
en la revista Campaings & Elections, septiembre 2017
Etiquetas:
Historia Mundial de la Megalomanía
miércoles, 15 de marzo de 2017
Elecciones en los Países Bajos 2017
Este es el link para ver el programa sobre las elecciones en Países Bajos 2017:
http://www.canaldelcongreso.gob.mx/vod/reproducir/0_bvbvapww/Elecciones_en_el_Mundo_2017%3A_Paises_Bajos
lunes, 13 de marzo de 2017
miércoles, 22 de febrero de 2017
Entrevista a Pedro Arturo Aguirre por Blanca Lolbee
Mi entrevista en TV Azteca con Blanca Lolbee
http://aztecatrece.com/desafio/videos/capitulos/la-democracia-esta-en-crisis/359251
http://aztecatrece.com/desafio/videos/capitulos/la-democracia-esta-en-crisis/359251
miércoles, 25 de enero de 2017
Presentación del libro "De Winston Churchill a Donald Trump, auge y decadencia de las elecciones"
Se presentó mi libro "De Winston Churchill a Donald Trump, auge y decadencia de las elecciones", en el auditorio Gustavo Baz del Palacio de la Escuela Nacional de Medicina en pleno corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México. Tuve el inmenso honor de contar como invitados a Jorge G. Castañeda, Luis Carlos Ugalde, Jorge Javier Romero y Jesús Ramírez Bermúdez. Fue una magnífica velada. ¡Gracias a todos! En especial, gracias a revista digital Neurociencias 30 Días www.neurociencias30dias.org y a grupo interdisciplinario de neurociencias y arte.
sábado, 19 de noviembre de 2016
La Trampa de los Referéndums: El Turno de Italia
Se empeñan los referéndums en demostrar en todo el
mundo lo peligrosos que son. Primero fue el Brexit, después la paz en Colombia,
ahora toca el turno de Italia. Una vez más, el futuro de la Unión Europea está
en vilo por culpa de un referéndum. El socialdemócrata Mateo Renzi, el primer
ministro italiano que gobierna su país desde 2014, hasta hace poco era de los
pocos líderes mundiales de este alocado siglo XXI que sin apelar a los recursos
de la demagogia y el populismo despertaba esperanzas de trasformación y
superación de la crisis. Es el hombre más joven en convertirse en jefe de
gobierno (39 años) de su país. Tiene un cúmulo de ideas para cambiar el
intrincado y, muchas veces, absurdo sistema político italiano, y para superar
la aguda atonía económica que afecta Italia desde ya hace décadas. Al principio
de su administración le fue bien. Convenció a los sindicatos y al sector más a
la izquierda de su propio partido de aceptar severas medidas de ajuste
económico, al mismo tiempo que ponía en marcha una nueva norma educativa y la primera
ley que regula las uniones civiles entre parejas del mismo sexo. Con ello, y con
una política exterior más asertiva, Italia empezó a recuperar su extraviada presencia
en el ámbito europeo.
El verdadero corazón de sus aspiraciones
transformadoras reside en una propuesta de reforma constitucional profunda con la
que quiere acabar con la aguda inestabilidad política que caracteriza a la República
Italiana desde su fundación. Esta iniciativa pondría punto final al “bicameralismo
perfecto” que equipara, como sucede en México, las facultades Cámara de la
Cámara de Diputados y del Senado, con el agravante de que en el sistema
parlamentario italiano los gobiernos para poder formarse requieren de un voto
de confianza en ambas cámaras legislativas. Italia mantendría un sistema
parlamentario basado en dos Cámaras, pero con poderes diversos. La de los
Diputados sería la única que daría confianza al Gobierno y votaría las
principales leyes, y el Senado reduciría sus dimensiones: de 315 miembros se
pasaría al centenar y se ocuparía exclusivamente a materias relacionadas con la
legislación regional. Asimismo, el Estado Italiano volvería a hacerse cargo de algunas
competencias que habían sido transferidas a las regiones, como es el caso de
energía, infraestructuras estratégicas, turismo y sistema nacional de
protección civil. Esta ambiciosa propuesta será sometida a referéndum el
próximo 5 de diciembre.
Pero desde principios de 2016 la crisis económica
volvió a asomar su espeluznante cabeza. En el segundo trimestre de este año el
país registró un crecimiento cero. Italia va a la cola de Europa en este rubro,
y eso que aún es la tercera economía de la Eurozona. El panorama lo empeora una
deuda pública fuera de control y unos bancos al borde del cataclismo. Este
panorama estropeó muy pronto la incipiente popularidad de Renzi. Los comicios
locales de junio de 2016 propinaron el primer gran revés al premier, al sufrir
su partido graves derrotas en Roma e, inesperadamente, en Turín ante el
Movimiento 5 Estrellas, formación “antipolítica” del cómico Beppe Grillo que
parecía apenas hace unos meses haberse evaporado y ahora ha resurgido con
fuerza. Y este es el centro del problema: los italianos irán a un referéndum
diseñado para atender problemas de largo plazo que afectarán a las generaciones
futuras con la mente ocupada en la popularidad personal del primer ministro
actual.
Todos los observadores concuerdan en que un triunfo
del “no” sería catastrófico para Italia.
Si Matteo Renzi pierde el referéndum le pasaría lo que al imprudente
David Cameron, ya que el primer ministro cometió el error de personalizar el
referéndum. Prácticamente lo planteó como un plebiscito sobre su persona y
reiteró que, si lo perdía, se marchaba a casa. El riesgo es que muchos
electores sufren los efectos de la crisis económica y muy probablemente se
inclinarán por un voto negativo contra un Gobierno cada vez más impopular. Acto
seguido se celebraría unas elecciones generales, con el riesgo de que 5
Estrellas pueda hacerse del poder, escenario que hace temblar a Europa porque,
entre otras razones, Grillo y sus seguidores plantean realizar un referéndum
sobre la salida de Italia del euro.
Otra vez la gran quimera del referéndum que se
presenta como un mecanismo democrático “en su forma más pura”, pero que en realidad
distorsiona la democracia en vez de reforzarla por depender de factores
demasiado volátiles y coyunturales, y por ser ejercicios donde los votantes
deben tomar sus decisiones complejas con poca información. Lejos de ser
“democráticos” o “ciudadanos”, los referéndums son susceptibles a ser
manipulados por políticos expertos en operar mensajes directos y simplistas. En
Gran Bretaña el debate económico y social sobre las consecuencias objetivas del
Brexit se vio sustituido por un exaltado duelo de valores y prejuicios. En Colombia
el pasado se impuso al futuro y el voto por la paz fue eclipsado por el temor
de dejar impunes a las FARC. Por eso es un sofisma eso de que cualquier
decisión mayoritaria tomada al calor de una determinada coyuntura necesariamente
es “democrática”. Más bien es una perversión de la democracia y,
lamentablemente, en una época en la que la credibilidad de los partidos y otros
mecanismos de representación va a la deriva esta lección es muy difícil de
entender.
domingo, 2 de octubre de 2016
El Debate de la Sinrazón
De cara a la tan inusual elección presidencial estadounidense de 2016 es
pertinente recordarlo: las decisiones humanas son, en gran medida, irracionales
y la política no es la excepción. Rara vez votamos a un candidato como
resultado de un proceso razonado, minucioso, en el que sopesamos factores de
fondo como ideas, propuestas, experiencia y carácter. Las más de las veces nos
dejamos llevar por las filias y las fobias, las pasiones y los prejuicios.
Siempre ha sido, pero esta campaña podría pasar a la historia electoral del
mundo como la apoteosis de la sinrazón.
En el pasado debate presidencial vimos la versión más fiel de Donald
Trump: incoherente, impreparado, inmaduro y mentiroso. Ni siquiera le ayudo su
supuesto gran manejo mediático. De plano falló en la prueba de comportarse con
un mínimo de talante “presidenciable”, que en realidad era lo único que sus
estrategas pedían de él. Hillary demostró experiencia, sensatez y
profesionalismo, pero robótica como siempre ha sido careció de pasión. Le falto
dar un golpe irónico a las peroratas de su absurdo rival. “Presumir
reiteradamente de tener carácter, como tú lo haces Donald, es precisamente el
principal síntoma de la gente que no tiene carácter”, pudo haberle dicho al
republicano, por ejemplo, ya por no hablar de lo que se pudo hacer para
devastar esa tontería de la “estamina”. Ganadora Hillary, pero sin noquear, lo
que no basta para garantizar el triunfo de la demócrata en noviembre.
Actualmente no basta con mostrar mayor competencia y sensatez. Quizá
contemplamos en el mundo la llegada de una nueva era de la sinrazón. Por
doquier aparece con ahínco la irracionalidad de demagogos y populistas. Tomar
una decisión es un proceso complicado, y que si bien para ello la razón es lo
más efectivo, el corazón tiene razones que la razón no conoce, como dijo
Pascal. Dice la neurociencia que lo irracional es algo tan necesario al ser
humano para centrarse y orientarse en el mundo como pueda serlo la misma
conciencia racional Las emociones más elementales detentan una potestad sobre
la razón muchas más veces de lo que nos imaginamos. Y en política, como lo
escribió Manuel García Pelayo, se necesita en este tiempo crítico “recoger y
analizar las manifestaciones irracionales como una parte válida del quehacer
político y no descartarlas como una simple desviación del paradigma
racional-legal”. Por eso hay que analizar y tratar de entender las razones de
los que votan a Trumpo, el Brexit o el Peje en lugar de descartarlos alegremente
desde la torre de la soberbia intelectual.
Tanta irracionalidad provoca perplejidad. ¿A qué se debe el triunfo del
odio en política? La política de lo irracional ha encontrado en Donald Trump a
su avatar más emblemático: un gran payaso que en medio de estridencias y con un
discurso llano y elemental promete acabar con todos los problemas. Nunca entra
en los molestos detalles de explicar los “cómo”, porque hablar de cifras,
análisis y hechos es parte del juego de los tramposos políticos. A más razonamiento,
más desconfianza. Así soplan los tiempos.
Comenta la mayor parte de los expertos en esto de las campañas
electorales que los debates muy rara vez son decisivos en el resultado de una
elección. Habrá que ver si en esta ocasión tan particular se produce una
excepción a esta regla, pero en este ambiente político tan corrosivo que padece
Estados Unidos la iracundia tiene más atractivo que la experiencia. Quizá a
Trump no le baste con una mayoría de electores blancos poco educados, pero
Hillary necesita ganar terreno no solo entre las minorías, las mujeres y los
blancos educados, sino entre los jóvenes que votan por primera o segunda vez,
los llamados “millenials”, que se ven tentados a no votar o hacerlo por
terceras opciones. La candidata demócrata tiene poco tiempo para hacerlo. De
fracasar, prepárese el planeta a ingresar de lleno en una oscura etapa de
sinrazón e incertidumbre
*Publicado en la Tribuna de Milenio 28 de septiembre 2016
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