Tratar de intimidar es la
principal estrategia de Donald Trump, pero desde hace tiempo son obvias las
limitaciones de este método en lo concerniente a la política exterior actual y
sus ingentes complicaciones. Quien lo entiende, lo entiende, y quien no, pues
no.
Trump pretende utilizar
su experiencia como hombre de negocios y hace con los países como si fueran
mercanchifles. El arte de la negociación, para él, es fanfarronear, intimidar,
amenazar para forzar a la otra parte a ceder y llegar a un acuerdo favorable.
Fanfarronería e
intimidación son extraños los métodos tradicionales de la diplomacia
tradicional, pero en este tiempo de hombres fuertes las cosas cambian
rápidamente, y Trump ama el papel de ser el gran “bullyneador” internacional.
Ahora bien, esta
estrategia casi nunca le ha funcionado.
Las crisis recientes de
Estados Unidos con algunos de sus adversarios han exhibido a Trump como un negociador
ineficaz, quien solo intimida pero es incapaz de cumplir sus amenazas.
En el manejo de crisis
internacionales es difícil encontrar el equilibrio adecuado de diplomacia y
coerción.
Recuérdese, por ejemplo,
como amenazó al líder de Corea del Norte, el inefable Kim Jong Il. Empezó
amenazándolo con la “destrucción total”, pero tras dos infructuosas cumbres el
estrafalario personaje enamoró a Trump y cuando los coreanos reanudaron el
lanzamiento de misiles el presidente incluso defendió a su nuevo amigo.
Tampoco Irán se dejó
intimidar. Trump confiaba en llevar la situación al límite para atraer a Irán a
la mesa negociadora. Pero no sucedió. Tanto el líder supremo espiritual de
Irán, el ayatolá Ali Jamenei, como el presidente Hasan Rohani subrayan
continuamente la intención de no sentarse a hablar bajo presión con Estados
Unidos.
En Venezuela, Maduro
permanece en el poder a pesar de las amenazas de Estados Unidos. Pasa el tiempo
y el dictador se carcajea cada vez más estentóreamente de otrora líder del
mundo libre.
La guerra comercial con
China es otro fiasco de los métodos intimidatorios. China ha recogido el órdago
comercial de Trump y en plena crisis, Xi Jinping se reúne con su aliado Putin
en San Petersburgo para afianzar su alianza y acusar a Estados Unidos de utilizar
“inadmisibles tácticas agresivas” para
abusar de sus competidores, las cuales suponen
“un camino hacia conflictos interminables, guerras comerciales y tal vez no
solo comerciales”.
En el libro de Trump The
Art of the Deal hay algunas claves para entender sus estrategias
negociadoras y contrarrestarlas, por ejemplo: “Me gusta provocar a mis
adversarios para ver cómo reaccionan; si son débiles los aplasto y si son
fuertes negocio”, “No puedes tener miedo. Haz lo tuyo, defiende tu posición,
mantente firme y pasará lo que tenga que pasar”, y “Si el otro lado huele
sangre, estás muerto” .
Pedro
Arturo Aguirre
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