A infamias como la que sucedió en Tucson es a lo que pueden llevar los discursos de intolerancia y odio en política. Una de las seis víctimas fatales del tiroteo, Christina Taylor Green, nació -paradoja cruel- el 11 de septiembre de 2001, el mismo día de los ataques de Al-Qaeda a las Torres Gemelas. Hoy está muerta porque un demente seguramente acicateado por la demagogia exaltada y falaz de la ultraderecha disparó a mansalva contra un grupo pacífico de ciudadanos que asistía a un evento organizado por una congresista liberal. Eso sí, hubiesen visto a los animales de FOX NEWS lo compungidos que estaban tras el atentado. Vean nada más este mapa que mandó publicar la estúpida de Palin antes de las elecciones del año pasado, en la que incluye a la congresista Giffords como una de los "objetivos a disparar" y que ya se ha hecho mundialmente célebre.
La obcecación y miopía de Ratzinger no tienen límites. Y luego se preguntan por qué los ateos hacen campañas para defenderse. El Papa está en plena campaña en contra de los que el llama "intolerancia del relativismo" y “el fuerte laicismo, un anticlericalismo y un secularismo muy fuerte y agresivo". Recuérdese su desastrosa visita reciente a España en la que comparó la situación actual de la "pobrecita" iglesia católica española con la prevaleciente en la segunda república, y eso a pesar de que el Estado español la subsidia con más de 8 mil millones de dólares anuales e innumerables facilidades fiscales.Hoy aparecen en la prensa mundial unas declaraciones de Razinger completamente inauditas: "La educación sexual amenaza la libertad religiosa en Europa".
La Iglesia se hace la víctima de una presunta intolerancia para promover su bien conocida y secular intolerancia. Muchos critican que los ateos y laicos hagan campañas para defenderse de las iglesias, e incluso no faltan quienes comparan a defensores del ateísmo como Hitchens con los Testigos de Jeovah. Pero con estas andanadas (por otra parte tan comunes) de la intolerante Iglesia Católica, apelar a la defensa propia resulta más que legítimo
Me topé con esta nota personal que escribí sobre Calderón cuando lo conocí en 1999, cuando era yo director de Voz y Voto: "Un hombre desabrido, de escasa cultura, pobres ideas y encogidas maneras pero, eso sí, cargadito de complejos"
Mucha razón tenía Montesquieu con aquello de que solo son felices los pueblos que tienen una historia aburrida (por alguna razón, siempre que pienso esto me acuerdo de Noruega) y la nuestra se esta convirtiendo, otra vez, en preocupantemente entretenida.
Después de décadas de meter la pata, Rius tiene una buena idea: escribir ¡BASTA DE SANGRE! en una cartulina y ponerla, visible, a partir del 10 de enero.
Lo mejor de la horrorosa década de los noughties que acaba de terminar fue la bella nostalgia que tuvimos los diez años de los magníficos años noventa, y muy poco más.