viernes, 16 de mayo de 2008

Titanes de la Sátira: Voltaire


Voltaire, el espíritu libre, el dinamitero de convenciones, la afilada inteligencia, azote de la estupidez y de la intolerancia, nació en París el 21 de noviembre de 1694, y resultó tan enclenque, que ni los más optimistas esperaban que sobreviviera, para fustigar con su verbo punzante y su devastador estilo a muchos de sus contemporáneos poderosos, elevando el rango de la libertad humana más allá de las palabras. Si alguien merece recibir el títilo de Titán de la Sáticra pa excellance es, sin duda, Voltaire.
Su padre fue un adinerado notario que trató de determinar desde un principio el destino de su hijo, que habría de estudiar leyes (¡¡¡horror!!!). Con esta finalidad y a la edad de diez años, Voltaire ingresa en el colegio jesuita de Luís el Grande de París, en el que permanece hasta los diecisiete años, y en el que recibió una sólida formación humanística, imbuida de un talante liberal y una disposición hacia el gusto por el teatro y otras habilidades literarias. Sale de él en 1711para estudiar leyes y en 1714 ya practica la abogacía en el bufete de "Maître Alain".
De esta época se refieren historias sobre una vida licenciosa, con diversas damas y algún clérigo de no buena fama, lo que hace que su padre quiera "deportarlo" a América, lo que al final no se realizó. La vida de Voltaire se llena de excursiones a los castillos y a los banquetes, formando parte de la esplendorosa vida parisina de la época y recibiendo en sus andanzas la protección de Mme. de Prie.

Posteriormente, Voltaire merodea por sociedades aristocráticas y cultas del París de la época (como la Sociedad del Templo), lo que resulta inaceptable para su progenitor, que decide enviarlo a Holanda con el objetivo de apartarlo de las veleidades libertinas de la capital francesa. Allí se enamora de una joven protestante, lo que hace que su padre decida su regreso a París.
Voltaire escribe con aguijones, vapulea a la sociedad de su tiempo con su prosa libérrima, y en este tiempo, aparecen dos trabajos ofensivos en forma de libelos (Puerto Regnanto y J'ai vu).
Alguien decide atribuírselos a François Marie, lo que le conduce en 1716 a La Bastilla. Permanece encarcelado durante once meses, tiempo que aprovecha nuestro personaje para esbozar dos de sus grandes trabajos, Edipo, basado en la tragedia de Sófocles publicada en 1718 y que le conduce a la fama, y L´ Henriade, dedicado a celebrar la épica historia de Enrique IV de Francia y que vió la luz en su forma definitiva en 1723.

Tras su liberación decide exilarse en Londres. Entre 1726 y 1729, el autor conoce la lengua inglesa y algunos autores vivos relevantes como los satíricos Swift, Thomson y Pope. Pero también se adentra en la literatura inglesa a través de Shakespeare (cuya obra primero alabó para después detestar) Bacon, Milton, Newton, y Locke.
Regresa a Francia en 1729, tras lo cual publica sus Cartas Filosóficas, en las que manifiesta su fe en el progreso artístico y científico como fórmula para lograr la felicidad humana.
Su ataque despiadado a instituciones (gobierno, iglesia) y a algunos de sus contemporáneos provoca su persecución con la finalidad de encarcelarlo de nuevo. Elude a la justicia, refugiándose en la mansión de Emile de Breteuil, Marquesa de Châtelet, en Cirey, donde pasa con alguna interrupción los siguientes dieciséis años. Este es un periodo de gran producción literaria. Tras la muerte de su protectora decide aceptar una invitación de Federico II de Prusia (conocido como "el grande") y se dirige a Berlín en 1750, la amistad entre Voltaire y su protector es tormentosa y a los tres años se ve obligado a huir de Franckfurt donde se ha emitido orden de arresto contra él, eligiendo Ginebra como destino. Algunas vez comentó que quizo apender a hablar alemán pero que desistió “porque temía ahogarse”.

En esta ocasión disfruta de una posición acomodada que le permite adquirir dos residencias, un castillo cerca de Ginebra y una casa en Monrion, lleva una existencia relajada y realiza algunos viajes; durante este tiempo escribe su obra histórica más conocida, Essai sur l'historie generale et sur le moeurs et l'esprit des nations (Ensayo sobre la historia general y las costumbres y el carácter de las naciones), que publica en 1756. También elabora el borrador de Cándido, su obra satírica maestra verá la luz en 1759, y su Tratado sobre la tolerancia). En 1778 regresa a su París natal, donde recibe un apoteósico homenaje de sus admiradores y seguidores, falleciendo dos meses después, el 30 de mayo, a la edad de 84 años.

Las citas célebres de Voltaire han llenado libros enteros. Están son algunas de las favoritas:

A witty saying proves nothing
El camino más seguro a seguir en la vida es no actuar nunca contra nuestra conciencia Así podremo disfrutar la vida y no ntemer a la muerte
Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una.
Sólo es inmensamente rico aquel que sabe limitar sus deseos.
Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero.
Todo les sale bien a las personas de carácter dulce y alegre ( me consta).Alegría
Debe ser muy grande el placer que proporciona el gobernar, puesto que son tantos los que aspiran a hacerlo.
piense como yo.
Conviene siempre esforzarse más en ser interesante que exacto; porque el espectador lo perdona todo menos el sopor
El hombre se precipita en el error con más rapidez con el que los ríos corren hacia el mar.
El que sospecha demasiado convoca a la traición
El que tiene miedo de la pobreza no es digno de ser rico
El secreto de no hacerse fastidioso consiste en saber cuando detenerse
El verdadero valor consiste en saber sufrir
En la geometría no existen sectas
Es peligroso tener razón cuando el gobierno está equivocado
La civilización no suprimió la barbarie; la perfeccionó e hizo más cruel y bárbara
La democracia sólo parece adecuada para un país muy pequeño
La ignorancia afirma o niega rotundamente; la ciencia duda
La pasión de dominar es la más terrible de todas las enfermedades del espíritu humano
La duda no es una condición placentera, pero la certeza es el absurdo.
El matrimonio es la única aventura a la mano del cobardePara tener éxito en la vida no basta con ser estúpido: hay que tener buenos modales

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