Justó mientras en este blog posteábamos (sí cursis, contribuyo conscientemente a la degradación de la "lengua de Cervantes") la enternecedora historia de como Jörg Haider salvó la vida de su oso favorito, en una carretera austrica este demagogo ultraderechista se mataba en un aparatoso accidente. Y es que a Jörg también le encantaban las altas velocidades. Bueh, ¡Descansa en paz, oh gran amigo de los osos! y ¡Vete al infierno, racista de mierda!
1 comentario:
Qué pena por el VW nuevecito.
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