martes, 12 de agosto de 2008

Evo y sus Tentaciones


Evo Morales salió fortalecido a los ojos del mundo luego de su apuesta y triunfo en el referéndum del domingo. Morales recibió un 63% de adhesiones, muy por encima del 53.7% que lo había llevado en el 2005 a la presidencia. Pero al mismo tiempo, perdió holgadamente en las provincias rebeldes (Santa Cruz, Beni, Chuquisaca, Tarija y Pando), cuyos prefectos (gobernadores) recibieron un amplio apoyo de la población. "Este referéndum es la misma fotografía desde otro ángulo de un fenómeno que Bolivia vive desde hace varios años: un país dividido", fue la categórica afirmación del analista a la que arribó el analista Gonzalo Chávez. Es quen en el fondo, este referéndum ha sido la ratificación de que las posiciones inconciliables se mantienen dentro de Bolivia y la solución al problema no está en nuevas votaciones, sino en la búsqueda del diálogo y en la necesidad de flexibilizar posturas, evitando las radicalizaciones.

Porque, más allá del triunfo global, quedó claro que el apoyo de Morales está radicado en un sector específico del país, que tiene la mayor población. Pero que hay cinco de nueve regiones, donde perdió. Esta divisón tan flagrante entraña, desde luego, graves peligros. Y dentro de este inestable contexto, muy poco favor le hace a Morales su absoluta dependencia del presidente venezolano Hugo Chávez. Su mensaje para "transmitirle su palabra de felicitación y manifestarle la firme intención del gobierno bolivariano de continuar acompañando la revolución democrática y cultural impulsada por el hermano pueblo boliviano", no ayuda a Morales a buscar el destino que su país tiene como nación independiente. Crea rechazo y acentúa las fricciones.
En cambio Morales sí actúa como el presidente de todos los bolivianos cuando expresa "estamos convencidos de que es importante unir a los bolivianos. El voto del pueblo es para unir a la gente del campo y de la ciudad, de Oriente y Occidente y esa unidad se logrará juntando la nueva Constitución con los estatutos autonómicos".

En la medida que el presidente interprete correctamente el resultado de este plebiscito -que no es un cheque en blanco para sus proyectos-, está la solución para Bolivia. En paz, con diálogo y junto a todos los bolivianos. pero, ¿Tendrá Evo el talento de hacerlo o seguirá cayendo en las tentaciones del autoritarismo populista? El Oso Bruno, escéptico como siempre, apuesta por la segunda opción.

No hay comentarios: