jueves, 21 de noviembre de 2013

Insisto: ¡Qué Mal me cae Elena Poniatowska!


 
 
Sin dejar reconocer, antes que nada, que la Noche de Tlatelolco y Fuerte es el Silencio son dos documentos extraordinarios que mucho me ensañaron y emocionaron  en pasadas etapas de mi vida (aunque dudo muchísimo que por sí mismos den para un Premio Cervantes de Literatura), quiero reiterar aquí lo que ya he dicho en otras redes sociales: ¡Qué mal me cae Elena Poniatowska! Respeto a quienes aprecian su obra (muchísimos muy queridos amigos míos, entre ellos) pero más allá de los presuntos y muy, muy cuestionables méritos literarios la figura pública que ha creado Poni es aborrecible. La señora es la exaltación viva de la "pose", la pedantería y el esnobismo izquierdista. Se ha convertido en la quintaescencia del intelectual "progre" latinoamericano que esencialmente maniqueísta, manipulador, reduccionista e hipócrita, contaminada de esa actitud política de presunta superioridad moral de quien divide al mundo entre "yo y quienes piensan como yo, los buenos, y el resto del mundo, los malos", indigna de quien se asume como una intelectual crítica. Pero sobre todo hipócrita. La princesita siempre ha vivido bajo la sombra del poder jugando a la disidente
¡Ay, y esa antipática pose de progre a ultranza!

De su literatura no quiero hablar mucho porque allá cada quien sus gustos, pero en lo que a mí respecta más allá de ciertos rescatables pasajes de algunas de sus novelas lo demás es completamente prescindible. En todo caso, algo anda mal en el mundo cuando se prefiere premiar con el máximo galardón de la lengua española a una “escritora comprometida” sobre la obra de un escritor extraordinario y portentoso como lo es Fernando del Paso.

Hace algunos años surgió una polémica enorme cuando el Cervantes se le otorgó al refunfuñón conservador, pero magnífico escritor y, ese sí, mago de la lengua española, Francisco Umbral. Toda la progresía española y los campeones de la corrección política se incendiaron en hogueras de indignación. Hubo protestas de todo tipoy hasta se habló de un  presunto “empobrecimiento cultural del Partido Popular que intenta manejar y desmantelar el mundo de la cultura con mayúscula”. Se acusó al premio de estar “politizándose”. Por eso al llegar el PSOE al poder se tomó la decisión de dizque “despolitizar” el Premio Cervantes. Se corrigió el hecho de que el Jurado estuviera integrado al caso 80% por miembros elegidos por el Gobierno. Hoy que se premia a una “escritora comprometida” (pero, eso sí, muy de izquierda) sobre una gloria de nuestras letras cabe preguntarse qué tan exitosa fue esta supuesta labor de “despolitización”. 
 

miércoles, 6 de noviembre de 2013

La disfuncional política gringa

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El cierre del gobierno provocado por la intransigencia de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes de Estados Unidos demuestra que el sistema político de la potencia todavía más importante del orbe es tan disfuncional como el de la más atrasada república bananera. Durante mucho tiempo el presidencialismo puro norteamericano se desempeñó muy bien gracias a que los dos grandes partidos protagonistas, el Demócrata y el Republicano, trabajaban como organizaciones descentralizadas, desideologizadas y horizontales, lo que facilitaba el arribo a grandes acuerdos que permitían la gobernabilidad independientemente de cual organización ocupaba la Casa Blanca y cual tenía la mayoría en el congreso. Sin embargo desde los años ochenta hemos sido testigos de una creciente ideologización de los partidos gringos que ha conocido su auge con la aparición del movimiento Tea Party al interior del Partido Republicano. El Tea Party ha hecho evidentes varias de las taras no solo de la absoluta división de poderes que priva en el presidencialismo puro americano, que pueden desembocar en graves escenarios de ingobernabilidad en caso de que los Poderes estatales no lleguen a acuerdos, son que también destaca los peligros de tener un sistema electoral híper descentralizado en el que toda reglamentación en la materia depende exclusivamente de las legislaciones locales.

En México mucho nos quejamos del IFE, pero la realidad es que ya quisieran en Estados Unidos contar para la organización, supervisión y sanción de sus comicios a nivel federal con un instrumento único competente. Ya en las polémicas elecciones del año 2000, cuando un vergonzoso berenjenal causado por las disipaciones electorales locales del estado de Florida abrió la duda de si al candidato demócrata, AL Gore, se le habían robado las elecciones. Hoy, ante el drama del cierre del gobierno, no son pocos los analistas que responsabilizan en buena medida al defectuoso sistema electoral de la radicalización ideológica que han experimentado los partidos gringos. Efectivamente, en Estados Unidos los distritos electorales donde se elige a los representantes (todos uninominales) se reestructuran cada 10 años y son las legislaturas locales quienes tienen plena libertad de redistribuirlas a su antojo. Obviamente, el partido que tiene la mayoría en el congreso local traza los distritos de acuerdo a su conveniencia, es decir, procura dibujar las fronteras electorales de tal forma que en se aglutine lo más posible a condados que le son afines para tratar de garantizar el mayor número de escaños a su favor. De esta forma, los partidos son juez y parte en lo concerniente a la distribución de los distritos electorales. Este fenómeno ha dado como consecuencia una radicalización de posiciones de los candidatos, lo cuales deben procurar ganar las elecciones primarias en distritos muy sesgados a favor de su partido y en el que militan las bases más intransigentes. Son estos núcleos duros los que suelen definir a los vencedores en las primarias que definen a quienes serán los candidatos del partido rumbo a las elecciones generales. En el caso de los activistas del  Tea Party, sus militantes exigen de quienes aspiran a ser los candidatos republicanos la máxima fidelidad ideológica a sus principios conservadores, por lo que los representantes que finalmente resultan electos, y que deben enfrentar la reelección cada dos años, están más atentos en mantener contentos a los activistas radicales de su distrito y lo importante es ganar la elección primaria, la cual se ha convertido en un concurso de pureza ideológica. De ahí que se haya suscitado una polarización creciente de la geografía electoral estadounidense: los republicanos en las zonas rurales, los demócratas sobre las costas y en las ciudades. Cada vez más, la elección crucial es la primaria.
Elecciones primarias, reelección de legisladores, personalización de la política, estricta división de poderes, todas estas características del sistema político norteamericano están demostrando su inviabilidad. Lo increíble es que en México tengamos a tantos opinólogos que alaban incansablemente a estos mecanismos y exigen adoptarlos en México. Tengamos cuidado con ellos.

lunes, 7 de octubre de 2013

Il Policcinela di Milano


 
Parece que, ahora sí, será el fin de la carrera política de Silvio Berlusconi, la cual arribó para el magnate de Milán de la más ominosa forma: con la traición de sus correligionarios y entre abucheos y silbidos de sus adversarios tras la histórica sesión parlamentaria que rechazó una moción de censura que él había promovido días antes al ordenar la renuncia al gobierno de sus ministros afines. El viejo caimán perdió su olfato político, enredado como está en una serie de procesos judiciales. Como todo megalómano, terminó por perder el sentido de realidad por completo. El motín protagonizado por 26 parlamentarios de su propio partido le demostraron a Berlusconi que no es momento de maniobras políticas,  que al país le urgen respuestas concretas a sus problemas -múltiples y crecientes en estos tiempos- y de que no ya es admisible generar una crisis política por atender los problemas personales de un bufón. Nadie lo respaldaba en su irresponsable pedido de ir nuevamente a las urnas, ni siquiera sus antiguos aliados de  empresariado y del episcopado, conscientes todos de que con la actual ley electoral, (por cierto promovida por Berlusconi y que ahora  su autor califica de cómo “una cerdada”), sólo pueden dar un resultado de ingobernabilidad en el escenario político fracturado que hoy domina a Italia.

Ahora sigue para Il Cavaliere su ignominiosa expulsión del parlamento para que enfrente los  procesos judiciales que tiene pendientes, entre ellos, el juicio por el caso Ruby por prostitución de menores y abuso de poder, por el cual ya fue condenado en primer grado a siete años de prisión y prohibición de ejercer cargos públicos.

¡Ah, pero vaya que ha dsido una muerte lenta la de este gran payaso! Una y otra vez Berlusconi se levantó de sus escándalos como Ave Fénix desde que comenzó -a fines de 1994- su azarosa carrera política como cabeza de una presunta “rebelión ciudadana” contra la corrupta clase política de la llamada Primera República. Berlusconi dominó, para mal, el escenario político italiano con ascensos y caídas. Especialmente se habló de su derrumbe definitivo cuando, en noviembre de 2011, en plena crisis financiera, se vio obligado a renunciar bajo presión de los mercados y de Angela Merkel para ser reemplazado por austero tecnócrata y el ex comisario europeo y profesor universitario Mario Monti. Pero Berlusconi, pese a estar mal herido políticamente, hizo caer a Monti y se mostró como un aguerrido tigre en la campaña política subsiguiente cuando, pese a que fue denunciado por sus mentiras, logró una remontada impresionante ante sus adversarios del Partido Democrático, de centroizquierda. Muchos fuimos los que pensamos entonces que los italianos no tienen remedio. Pero fue su “último lance de Aquiles”. La rebelión protagonizada por varios de sus más fieles alfiles, encabezada por su delfín, Angelino Alfano, representa una vuelta de página para Italia. O por lo menos eso se espera.

Berlusconi perdió su gran apuesta. Jugó fuerte, intentó hacer caer a Enrico Letta para que hubiera luego elecciones anticipadas y ser candidato, pero los más responsables (y, también hay que decirlo, ambiciosos) vieron el momento de deshacerse el polichinela y de forma clamorosa dieron marcha atrás. Podría esta ser una novedad absoluta en el panorama enredado y fársico panorama  político italiano. Ojalá.

 

 

lunes, 23 de septiembre de 2013

Alemania y su "Mutti"


 
Confieso que nunca he sido fan de Angela Merkel. Sí, ayer esta mujer que ganó de forma apabullante  un tercer mandato casi con mayoría absoluta y gobernará al país más rico de la pobre Europa tiene argumentos para sostener que es la dirigente política más talentosa de su generación y probablemente de Occidente, comparada, por ejemplo- con esa dos grandes desilusiones que han sido Obama o Cameron, con esa nulidad que es Hollande y ya por no hablar de gente como Rajoy o Berlusconi. Se habla del “enigma” Merkel, pero en realidad su éxito es el triunfo de la pazguatería y la mediocridad pequeño burguesa en un país que es hiper conformista y corto de alcances. El sueño alemán es mantener empleo y estabilidad económica, nada más. Y no es que esto esté mal, pero solo si estuviésemos hablando de algún país periférico compo tantos que hay por ahí. Alemania es la cuarta economía mundial, la locomotora de Europa y la ausencia de una visión global terminará por perjudicarle gravemente. Al tiempo.

Cierto que con su sencillez campesina y su look tan espantosamente convencional  "Mutti" (mamá, como la apodan los germanos) protege y tranquiliza a sus compatriotas, pero su falta de enfoque global y su incapacidad de asumir riesgos -como lo hiciera su predecesor Schroeder con las históricas reformas de la Agenda 2010- van a revertírsele a los alemanes. El paisaje político alemán está peligrosamente adormecido. Eso no es bueno para la democracia, y el peor síntoma de esto es, quizá, la ausencia de una voluntad de parte de Alemania por asumir un  el liderazgo internacional y europeo en momentos en los que el viejo continente tanto necesita de un rumbo. En todos los foros internacionales donde participa (OTAN, G8, G20, ONU) Alemania se conforma casi siempre un convidado de piedra, y en cuanto a la integración europea, este país que fuera por mucho tiempo uno de sus principales promotores opta hoy  por una Europa políticamente menos integrada. Siguiendo la posición de la esa mayoría de alemanes, que piensan que el costado económico de la integración europea es genial, pero que el costado político es cada vez más siniestro, Merkel recula en Europa. Y ese es otro de los defectos de Mutti, tan común a tantos políticos: gobernar a golpe de encuesta. Pero esta postura hacia Europa es arriesgada porque descansa sobre el inexacto presupuesto de que la integración económica y la integración política pueden separarse, cuando la lección más elemental que deja la crisis del euro es que una no es posible sin la otra.

En resumen, el legado de la muy popular Merkel hasta ahora es un vergonzante e insostenible abstencionismo estratégico, gobierno para complacer a las encuestas, recetas para enfrentar la crisis del Euro que han provocado  graves daños colaterales y un giro hacia un insano bilateralismo dentro de la Unión Europea que pone en peligro la supervivencia misma de la UE. Pero Alemania no puede ni debe pretender ser una "Suizota", es decir, un país con mucha lana pero con pocos o nulos alcances internacionales e incapaz de adquirir los compromisos internacionales de una verdadera potencia mundial.

La Alemania de Merkel  rechaza cualquier ambición geopolítica. Cierto que en esta decisión mucho pesan las sombras de la historia, pero ha llegado el momento de que el gigante económico germano renuncie a ser un enano político. Para asumir esa responsabilidad histórica se necesita mucho más que la figura sosa y maternal de Angelita.

jueves, 12 de septiembre de 2013

La Encrucijada de la India



Pedro Arturo Aguirre
 
Las potencias emergentes tienen problemas. Brasil desacelera su economía y enfrenta graves protestas ciudadanas en las calles, Rusia enfrenta poderosos cuellos de botella y su economía es demasiado dependiente de los hidrocarburos, China entra en una etapa de menor crecimiento y posibles turbulencias. Situaciones similares se encuentran en Turquía, Sudáfrica y los países de la ASEAN. Pero el caso más preocupante de problemas económicos lo presenta la India, el segundo país más poblado del mundo el cual parecía hasta todavía hace poco estar en una espiral de crecimiento imparable de desarrollo y ahora padece serios problemas y las perspectivas para los próximos meses son bastante malas. La paridad de la rupia ha sido sumamente inestable durante las últimas semanas, las ventas de las emergentes empresas del país han caído estrepitosamente y las perspectivas en el índice del crecimiento del PIB son cada vez más reducidas. El evidente deterioro de la economía ha dejado al descubierto profundos y crónicos dilemas, los cuales han sido soslayados durante los años recientes de bonanza. La India padece de una infraestructura obsoleta, una legislación laboral anquilosada y un mercado inmobiliario peligrosamente sobrevalorado. Por su parte, las  mastodónticas empresas del Estado siguen siendo demasiado ineficientes, poco productivas y muy mal preparadas para la competencia internacional.

El gobierno acaba de subir el precio de los combustibles y de otros productos importados que cotizan en dólares. Las congestionadas y ruinosas rutas del país y el desastroso suministro del servicio eléctrico son dos renglones  que son buena muestra del lamentable estado de las infraestructuras. Los transportes tardan demasiado tiempo en llegar a los puertos debido a que las tan prometidas autopistas nunca se construyeron. Y  el pésimo estado de caminos y puentes para conectarse con el interior del país no son el único problema de infraestructura. El precio del fluido eléctrico es verdaderamente exorbitante en virtud a que no existen en este enorme país suficientes plantas generadoras. La situación de los puertos también es desastrosa. El costo de los alquileres para las empresas está sobrevaluado y los servicios de agua, alcantarillado, seguridad y transporte aéreo también dejan mucho que desear.

El alto precio de la propiedad y el costo de la energía eléctrica les deja a las empresas muy poco margen para pagar sueldos decorosos a los trabajadores y seguir siendo competitivas. También es cierto que la burocracia sigue siendo enorme y, en muchos casos, obstructiva. La corrupción gubernamental es rampante. Hay grandes desafíos en torno a los temas de integración religiosa y regional, fin del sistema de castas y superación de la discriminación de la mujer, asuntos que ponen en peligro la continuación del desarrollo económico de este gigante. Más grave es la pobreza. El desarrollo económico ha logrado hacer crecer a la clase media de este país en una escala impresionante. Se calcula que unas 300 millones de personas pertenecen a los estratos medios. Sin embargo, el 28% de la población vive bajo la línea de pobreza (otras mediciones aseguran que esta cifra supera el 35%). Hay muchos programas sociales destinados a cambiar esta situación, pero más importante es que el gobierno está consciente de que no lo puede hacer todo y que es menester abrir nuevas oportunidades a las empresas para que éstas produzcan más riqueza y más empleo.

Con un ritmo de crecimiento demográfico que triplica al de China, India para el 2025 se convertirá en el país más poblado del mundo. Si pretende lograr que todo este potencial humano se desarrolle de forma equilibrada clave será enfatizar la necesidad de que las nuevas generaciones acentúen el arraigo de una mentalidad emprendedora que supere de forma definitiva ideas fatalistas y mentalidades conformistas que esperen a que el gobierno todo les resuelva. Y esto es bueno tanto para la India como para el resto del mundo, sea desarrollado o no.

No está de más recordar que India surgió como potencia emergente gracias a que en los años 90 cambio de forma radical su mentalidad económica. Abandonó un paradigma estatista donde el gobierno concentraba todo el poder económico y adoptó una estrategia en la que se dieron nuevos impulsos al sector privado y se abrieron nuevas y numerosas oportunidades para las empresas y las inversiones extranjeras, proceso que corrió en paralelo con la apertura comercial y la globalización. Fundamental en esta transformación histórica fue un cambio de mentalidad en muchos indios. Una nueva cultura empresarial ha logrado arraigarse en los sectores más modernos de la población y hoy es una nueva generación de emprendedores la que lidera el crecimiento de la India. Los jóvenes progresaron, en buena medida, a partir de Internet y la industria del software. Pero si este enorme país pretende seguir en la vanguardia mundial necesita cobrar un nuevo y definitivo ímpetu renovador.

domingo, 1 de septiembre de 2013

La Derrota Histórica de Tony Blair




La semana pasada se verificó un voto excepcional en la Cámara de los Comunes: una mayoría parlamentaria veto, por primera vez desde el siglo XVIII, una acción militar de envergadura solicitada por el primer ministro del Reino Unido. Sin duda, este ingente desaguisado debilitará, aún más, al inefectivo e impopular gobierno de David Cameron, cuyo error de cálculo y falta de liderazgo fueron artífices de tan bochornoso fracaso, pero debe decirse que, sobre todo, este histórico momento representa un incuestionable acto de admonición política y moral contra el ex primer ministro del Reino Unido, el controvertido Tony Blair.

Como le pasa a mucha gente tengo sentimientos encontrados con este Tony Blair. Admiro al líder capaz que hizo renacer al Partido Laboristas de las cenizas en la que lo dejo la loony left en los años ochenta, de llevar a buen puerto la compleja negociación de paz en Irlanda del Norte, de haber entendido que las reformas de Thatcher eran irreversibles (sólo dizque trató de dales un rostro, digamos, más “humano”) y de manejar de forma tan magistral su figura mediática. Pero de este mismo señor me repugna el tufillo de su moralina, su ridículo espíritu de cruzado, la “seguridad sacerdotal de la que hace gala constantemente, sobre todo cuando se equivoca” (Norman Birbaum Dixit). Es un hombre sin sentido el sentido del humor, inteligencia profunda y abismal cultura de otros verdaderos estadistas británicos como Disraeli, Churchill, Pitt, Palmerston o Salisbury. Es heredero de la estricta moralidad del aburrido Gladstone. Esta gente tan gazmoña es muy peligrosa. Para acabarla, hace algunos años se convirtió al catolicismo en medio de gran parafernalia. ¡Quién carajo, a estas alturas, se convierte al catolicismo, con un demonio!

Tras el voto en contra de la acción punitiva en Siria de los Comunes, se abrirá un debate nacional sobre el papel que va a desempeñar el Reino Unido en el mundo durante las próximas décadas y sobre la naturaleza de la pretendida “relación especial” que ha protagonizado este país con Estados Unidos. Lo que es indiscutible es el ridículo mundial de Cameron. Fue precisamente él quien más se empeñó en convencer a Obama sobre una acción contundente en Siria. Cameron cometió el garrafal error de convocar al Parlamento cinco días antes de la apertura formal de la legislatura para tratar el tema de Siria sin calibrar la oposición  que ese paso podía suscitar no solo entre la oposición laborista, sino principalmente entre sus correligionarios conservadores y sus socios de gobierno liberales. La votación de los Comunes se tradujo en 285 votos en contra de la moción del Gobierno y 272 a favor. Integraron el bando de los hostiles 30 diputados tories (a los que hay que sumar la abstención de otros tantos) y nueve liberales. El gobierno desestimo el pésimo recuerdo que dejó tanto en Westminster como en la opinión pública británica la pésima experiencia de la guerra contra Irak.  

En efecto, el principal argumento esgrimido por los parlamentarios que votaron en contra de la idea de bombardear Siria fue la ausencia de pruebas “convincentes” sobre la implicación real del régimen de asir Al Asad en el ataque con armas químicas. El propio Cameron tuvo que admitir que aún no existía un “cien por cien de certeza”. De ahí que sus  críticos hicieron perturbadores paralelismos con la guerra de Irak de 2003 y evocaron las manipulaciones perpetrados a los informes del espionaje en las que incurrió Tony Blair para justificar la participación del Reino Unido en la cruzada contra Saddam Hussein.

El político que mejor expresó su consternación ante la posibilidad de cometer un nuevo error internacional fue, paradójicamente,  Jack Straw, quien fuera ministro de Exteriores en la Administración de Blair y al que le tocase ser uno de los principales defensores de tan insensata guerra: “¿Qué pretende exactamente el presidente Obama, y cuál es la misión a la que pide que Reino Unido se sume? Es muy fácil implicarse en una acción militar, pero muy difícil salirse de ella. Yo todavía tengo las cicatrices de Irak”, declaró de forma contundente. Una declaración que queda como un estigma decisivo en el legado político de Blair. Por supuesto, el arrogante ex primer ministro seguirá, como lleva años haciéndolo, sin reconocer que la estúpida invasión de Irak fue un aberración de dimensiones colosales, pero allá él. A fin de cuentas será como escribió el escritor danés Johannes Jensen: “Sobre el soberbio siempre se abate el glacial soplo del olvido.”

jueves, 22 de agosto de 2013

México Merece un Referéndum (segunda parte)






 
 
 
 



La oportunidad se nos presenta para derribar dos tabúes en un solo movimiento: uno, el mito nacionalistoide petrolero mediante un legítimo e incuestionable procedimiento democrático; otro, que en México somos incapaces de utilizar mecanismos de democracia directa en virtud a que somos demasiado estúpidos.

Es cierto que el mecanismo del referéndum no está vigente en México de acuerdo a nuestra legislación positiva, pero su adopción sí está contemplada dentro de los acuerdos del Pacto por México firmados por los principales partidos políticos. Impúlsese la idea para que se legisle a su favor y se reglamente a la brevedad. Me atrevería a pensar, incluso, que simplemente con que se decidiera a dar el tan trascendental paso de encabezar la instauración de esta innovación política Peña Nieto pasaría a la historia como un buen presidente, sí, sólo eso, nada de “grande”. Modesto, tal vez, pero dados los últimos personajes que han ocupado Lo Pinos quizá eso de “buen presidente” ya sea para dar altos brincos.

La mayor parte de las democracias representativas actuales utilizan el mecanismo del referéndum para decidir sobre cuestiones axiales. Es de lamentarse, pero este es el caso del tema petrolero en México. No debería, pero así es nuestra triste realidad. Por ello merecemos un referéndum. A fin de cuentas todos los países tienen sus tabúes, sus taras, sus clichés nacionalistas. De ninguna manera somos los únicos. Ahí tenemos Estados Unidos y su obsesión por las armas, los temores anti inmigracioncitas europeos, los complejos nacionales de tantos países que han sido dominadas por potencias extranjeras (el caso más escandaloso: China). En fin, no se crea que la nuestra necedad petrolera es una “excepcionalidad”.

Y argüir que el asunto del petróleo es demasiado "técnico" para dejarlo al criterio de la gente es un argumento asaz falaz y autoritario. Llevar esa lógica a sus conclusiones últimas nos obligaría a pensar que lo mejor para los países es ser gobernados por una dictadura de "tecnócratas ilustrados" y eso ha sido desmentido por la historia una y otra vez, incluso por los casos más “exitosos” de tal experimento, como lo pueden ser China o Singapur.

¿Por qué en Europa se celebran referéndums para temas tan "técnicos” como lo son, por ejemplo, la moneda única, los subsidios agrícolas o el mercado interior único sin que nadie diga nada y aquí se dice que estos temas tan complejos quedan muy lejos de la comprensión de 110 millones de retrasados mentales? No, lectores queridos, es la hora de derribar tabúes y de superar nocivas práctica. Empecemos con este par: la obcecación petrolera y los reflejos autoritarios de los gobernantes.

México Merece un Referéndum


En lo personal estoy completamente a favor de la apertura en el tema energético, pero creo que lo justo y democrático es un referéndum. A fin de cuentas de eso se trata la democracia. Yo tengo la esperanza de un triunfo del Sí, pero si el noble y generoso pueblo de México no quiere, pues tiene todo el derecho, faltaba más. Aquí la pregunta es. ¿Somos o no somos demócratas? Yo lo soy, con todo el escepticismo del mundo, pero lo soy.

No crean, en una de esas los mexicanos no somos tan insensatos. A fin de cuentas, lo partidos que apoyan la reforma representan dos terceras partes del electorado, ¿O no? démosle una oportunidad al pueblo y callémosle la boquita en las urnas al Duce de Macuspana de una buena vez. Y si el pueblo vota No, repito, es su pleno derecho, su facultad, su sino, ¡Carajo! ¡Qué el pueblo junte todo el gas y el petróleo que habita en su subsuelo y le prenda un cerillo si esa es su regalada gana! ¿Somos demócratas o no, amigos? ¿Lo somos o no lo somos? Ese es el quid. Respondámonos a esa pregunta honestamente. Yo soy demócrata y me atengo a las consecuencias del resultado de una consulta popular. En lo personal me parece RIDÍCULO el nacionalismo petrolero mexicano, pero acato, como el vil ciudadano de a pie que soy, la voluntad mayoritaria.

Insisto: yo creo que ganaría el Sí y sería de una utilidad histórica extraordinaria: superaríamos un absurdo tabú e iniciaríamos una práctica de democracia directa que es bastante útil en varias democracias avanzadas del mundo. Para los mexicanos votar Sí en un eventual referéndum sobre la reforma energética sería como llegar a la luna: una hazaña que nos liberaría de estúpidos atavismos y nos ubicaría camino a la modernidad. ¡Qué gran paso hacia adelante! Y logrado por nosotros como adultos que, se supone, somos.

Y si no somos demócratas y pensamos que el pueblo es irremediablemente estúpido y hay que guiarlo porque no sabe por sí mismo a dónde ir, entonces lo que pensamos es en una dictadura o un régimen autoritario. Noticias: ya tuvimos uno y fue un fiasco. Entre otras cosas nos heredó los prejuicios y clichés del llamado “nacionalismo revolucionario” con los que ahora tanto batallamos. Con mentiras como esta del nacionalismo petrolero nos engañaron por más de seis décadasmpara legitimar su hegemonía.

A fin de cuentas, los sistemas autoritarios y las dictaduras son un mal mayor ante las democracias, ciertamente despreciables, pero males menores.

Celebremos un referéndum y convirtámonos en uno de los pocos países del mundo que han sabido superar sus atavismos y mitos demagógicos y nacionalistoides de forma democrática. Se puede. Sería como un nuevo renacer, un verdadero día de la independencia. Un Estado de derecho se fundamenta en la voluntad de las mayorías, y una decisión de la envergadura del tema energético necesita, en nuestro país, del consenso de las urnas. Es una pena, pero la cuestión petrolera tiuene un innegable peso histórico, político, hasta psicológico en el mexicano. Yo digo que le demos la oportunidad de liberarse de este pesado fardo por sí mismo. ¡Qué importante sería eso! ¿Se dan cuenta? Y de ganar el No, pues eso nos confirmaría en el fatalismo de los complejos y el "ahí se va", pero ¡muy nuestro gusto, chingao!

México merece un referéndum. ¡Celebrémoslo, ya!

jueves, 1 de agosto de 2013

Chucho Benítez y el Qatargate


 
La lamentable e inusitada muerte de Chucho Benítez en Qatar (sí, con “Q”, ¡toma esa, RAE!) complica el escándalo internacional que estalló hace unos años con la sorpresiva y muy sospechosa designación por parte de la FIFA de este próspero estado del Golfo Pérsico como sede del Campeonato Mundial de Fútbol para 2022. En efecto, las circunstancias muy poco claras de lo sucedido con el ex estrella del América, y que pueden deberse a graves negligencias médicas y algunas cosas quizá peores, seguramente van a dar fuerza a quienes exigen que las autoridades del futbol mundial corrijan su decisión y le retiren a Qatar el privilegio de organizar el torneo, para otorgárselo a un país que cuente con condiciones verdaderamente óptimas.  

Lo del Chucho puede convertirse en un clavo más en el ataúd de las aspiraciones qataríes de confirmar la sede. A principios de este año, la revista France Football acusó abiertamente a Qatar de comprar la votación. “Qatargate”, tituló el semanario francés este reportaje de 20 páginas en el que denuncia la participación en el fraude de la FIFA, del gobierno francés de aquel entonces y en el que habrían participado personalidades como Zinedine Zidane y del presidente de la UEFA, Michel Platini.

El reportaje de marras afirma que pocos días antes la reunión de la FIFA en donde de manera completamente inusual y equívoca  se iban a elegir en una misma sesión dos sedes (para los torneos de 2018 y de 2022) se celebró una elegante cena en el Palacio del Eliseo, convocada por el a la sazón presidente galo Nicolas Sarkozy, en el que estuvieron presentes Platini, el emir de Qatar (el tan feo como rido sheikh Hamad Al Thani) y otros dirigentes de la FIFA. El compromiso concreto al que supuestamente se arribó en este ágape fue que a cambio del voto de Platini los qataríes invertirían dinero en el fútbol francés. Y de hecho así ha sido, con la compra del equipo Paris Saint Germain por la empresa Qatar Sport Investments. Platini no negó haber acudido a una cena, pero descartó por completo haber llegado a un acuerdo en torno al Mundial 2022. “Un día fui invitado por Sarkozy y, ¡zas! también estaba el sheik”, contó  el ex astro del fútbol francés para inmediatamente aclarar “Pero El señor Sarkozy no me pidió dar mi voto a Qatar, ¿Eh?, No crean, yo voté por Qatar porque creo que ya es hora de llevar el Mundial a esa parte del mundo”. Nobles intenciones las de Platini, ¡Qué duda cabe!

Qatar ganó la concesión del Mundial 2022 gracias al voto de 14 de los 22 miembros del ejecutivo de la FIFA. Los otros candidatos eran Australia, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos, que era favorito pero sólo recibió ocho votos. Así perdió el otrora imperio, ¡Cómo cambian los tiempos!

Por supuesto que en cuanto se supo la noticia de que un país sin tradición futbolística que cuenta con menos de dos millones de habitantes y donde la temperatura media a la sombra en los meses de verano (cuando se organizan los mundiales de fútbol) es de 45 grados a la sombra provocó un alud de críticas en todo el mundo, por no hablar de sospechas de corrupción, mismas que poco después fomentó aún más el expresidente de la CONCACAF, un señor de nombre Jack Warner, quien hizo correr el rumor de que cuatro miembros del comité habían recibido un total de 20 millones de dólares a cambio de votar por Qatar y hasta dio nombres: el camerunés Issa Hayatou, el paraguayo Nicolás Leoz, el argentino Julio Grondona y el guatemalteco Rafael Salguero.

Total, el escándalo se hizo tan grande que la FIFA ya declaró que no vuelve a pasar, de ninguna manera, nada de volver a elegir dos sedes para mundiales en un solo día y además se van a cambiar los sistemas de votaciones para la designación de futuras sedes de la Copa del Mundo. “Los próximos Mundiales ya no se elegirán con el voto de los 25 miembros del Comité Ejecutivo, sino con el voto de los 209 presidentes de cada federación de la FIFA. El Comité Ejecutivo se limitará a hacer un filtro para dejar en un máximo de tres países en los candidatos finales a organizar un Mundial”, explicó Joseph Blatter, el capo di tutti capi de esa mafia que es la FIFA. Pero todavía está pendiente que, de veras, la FIFA inicie una investigación que prometió después de publicado el reportaje Qatargate. Todavía se está a tiempo para corregir el error y reasignar la sede del mundial 2022. ¡Ojalá!