Recibí una respuesta del distinguido maestro Federico Anaya respecto a nuestro diálogo sobre Chávez. Me invita mi interlocutor a dejar moralismos y puritanismos a la hora de enjuiciar al mandatario bolivariano. Con gusto lo hago y mi conclusión del personaje tras hacer un descarnado análisis desde la perspectiva de la realpolitik es: ¡El Sr. es, también y para colmo, un pésimo alumno de Maquiavelo! Mis respuestas van en las consabidas rojitas chavistas.
Ene. 17, 201028 Nivoso del Año 222 de la Gran RevoluciónMatlaktli-wan-ome-Malinalli (12-Hierba)Atemostli (Mes en que se esconden las aguas)Matlaktli-wan-sé-Tochtli-Ílwitl (Año 11-Conejo)México-Tenochtitlan, Distrito Federal, República Mexicana Pedro y alterem compañerosSALUD Y REPÚBLICA
En general, se critica a Chávez que maniobre políticamente y manipule en su beneficio las normas jurídicas ó constitucionales y las reglas de la convivencia política. Me parece legítimo hacer la crítica. Sin embargo, tal posición quedará “desencantada” en los dos sentidos de la palabra, es decir, desilusionada y despojada de su magia, cuando recordemos que en la realidad todos los políticos hacen lo mismo.
Me adelanto a los críticos que ya desde ahora sacan sus afilados cuchillos anti-pragmáticos: mi posición no asume que sea cierto el apotegma cínico de que como todos hacen igual, es legítimo que yo haga el mal. Para ser cínico hay que aceptar un referente moral (que no ético) con el cual es posible marcar de “buenas” ó “malas” ciertas prácticas; y luego decir cínicamente que me da lo mismo ser bueno o malo. NO. Yo parto de una postura más “dura” para quienes gustan de juzgar moralmente el mundo (ó para aquéllos que lo hacen en automático, sin darse cuenta): NO existe referente válido que separe el “bien” del “mal” en abstracto. Las reglas morales, en este sentido, SON SIEMPRE FALSAS e inaplicables para todos aquéllos que no las acepten de entrada. El ejemplo más claro de aquésto son los europeos cristianos que llaman “diabólicos” los ritos de la religión mexica. ¡¿A los mexica qué “diablos” les importa este juicio?! ¡Nada! (Acabo de releer mi La Conquista de América: El problema del Otro de Tzevan Todorov.) Dicho al revés: las acciones que el juzgador ve como inmorales el actor las puede ver como morales en tanto que usa otro referente. Así las cosas, estamos en una trampa: ¿es posible juzgar los actos políticos? Mi respuesta es que sí es posible, pero éticamente, es decir partir de la construcción una base valorativa adecuada al caso y de un proceso de análisis que permita comprender a todos los actores en el escenario político. Es decir, para hacer juicios éticos sobre la sociedad política moderna debemos allegarnos de análisis antropológicos y sociológicos lo más complejos y lo más serios posibles. Con ese instrumental podremos juzgar de modo más efectivo… y no será con polaridades simples de “bueno” y “malo” sino con instrumentales más delicados. Se me ocurre que ante la lucha política, quien observa y pretenda juzgar debe comprender la situación de todos los actores, cómo se ve a sí mismo cada uno de ellos y cómo se interrelacionan todos. Luego debe cuestionarse si, en el contexto descrito, los actores aplicaron lo que los británicos llaman fair-play. Y finalmente, debe evaluar si la relación entre dolor causado y dolor evitado en la mayor parte de las personas humanas involucradas permite concluir que un acto político valía la pena.
Federico, lo que expones aquí es un relativismo radical y no otra cosa. Dices de forma clara y contundente “NO (las mayúsculas son tuyas) existe referente válido que separe el “bien” del “mal” en abstracto. Las reglas morales, en este sentido, SON SIEMPRE FALSAS (las mayúsculas son tuyas, again) e inaplicables para todos aquéllos que no las acepten de entrada”. Si aceptamos esa premisa, entonces todo es justificable. ¿Por qué nos enojamos con los gringos, si para ellos es una virtud ser dominantes (eso les enseñaron en su destino manifiesto)? ¿Por qué nos desgarramos las vestiduras ante las iniquidades del capitalismo, si para los grandes capitales lo único bueno es hacer dinero y explotar al prójimo? ¿Por que denunciamos a los racistas y los maltratos a las minorías étnicas, si para los racistas su raza es la superior?
Pero está bien, amigo, seamos relativistas. De hecho, me encanta la idea, más de lo que te imaginas.
Prevenido contra el ataque de ser cínico, quiero decir que los argumentos de Pedro respecto al chavismo pecan de parciales. Unos, por detenerse retóricamente en el lugar adonde no hay modo que el juzgado quede bien ó pueda reivindicarse. Tal es el caso del comentario “¡qué oportuno!” sobre las leyes habilitadoras sacadas en contexto del desastre natural. La pregunta, para un observador que realmente conozca el juego político, es si ese tipo de maniobra cuadra en el fair-play posible en el escenario político venezolano de hoy en día. Mi respuesta tentativa (porque no me considero experto en el juego político venezolano) es que la medida de Chávez sí cuadra en el fair-play posible.
Me explico. Descrito como lo hace Pedro, el acto de Chávez es un “abuso evidente” pues se aprovecha de un desastre natural para obtener poderes legislativos especiales por año y medio. Pero hay algo más que no dice ni Pedro ni nuestro periodista comprometido estadounidense (que indudablemente escribe como propagandista de Chávez). Resulta que los últimos resultados electorales no fueron tan buenos para el chavismo como aparentaban las nuevas que Tirios y Troyanos publicitaron. La nota preponderante fue que el Chavismo seguía dominando y que la oposición tan sólo había logrado quitar a los chavistas la mayoría calificada que requerían para dar a su Presidente “leyes habilitadoras”. En números, la nota era que Chávez dominaba dos tercios del espectro electoral y que la oposición sólo un tercio. El problema es que este es solamente el reflejo parlamentario de las votaciones. En términos de voto emitido, la elección fue un empate muy cerrado: cercano al 50/50 e incluso con una ligera ventaja para la oposición.
Esto es lo que más me preocupa del fenómeno chavista desde el punto de vista de la realpolitik: 10 años regalando dinero a manos llenas, y Chávez tiene una oposición del 50%. ¡La mitad de sus gobernados no lo quiere! Y eso que ha vivido bonanza económica. ¿Pués que clase de “Hombre de Poder es”. Hitler, el Duce, Fidel, Mao y tantos más gozaron de popularidades muy, pero muy superiores en sus buenos tiempos. Sí así es ahora, ¿Cómo le irán las cosas al Comandante cuando el petróleo baje de precio?
Hace años, el buen Juan Pedro Viqueira, en un trabajo de análisis de tendencias de largo plazo en las elecciones chiapanecas, nos recordaba que las elecciones más interesantes no son aquéllas en que el ganador gana por una holgada ventaja (2 a 1), sino aquéllas en que la diferencia entre el primero y segundo lugares es de menos del 10%. En esas localidades, recordaba, la posibilidad de un cambio en la siguiente elección son altísimas. Más en profundo, esas elecciones señalan que el electorado no ha formado un consenso general a favor de nadie y que, en cualquier momento, podría cambiar de opinión.
El chavismo ha leído correctamente el mensaje. Sus opositores podrían muy bien posicionarse en la siguiente elección como mayoría. Serán probablemente una mayoría marginal, igual que hoy el oficialismo es mayoría marginal. En consecuencia, la maniobra de las leyes habilitantes por un año y medio tiene cierto sentido. (Lo que quiero resaltar es que, estando la Constitución Venezolana como está, en el futuro un gobierno anti-chavista tendrá la misma oportunidad de ganar para sí leyes habilitantes similares. Por eso mi General Cárdenas y su roja legislatura eliminaron esa institución en el México de los 1930’s.)
Qué pena que hayan tenido que hacer tantos malabares para ganar unas tristes elecciones legislativas. Pésima señal.
Antes de completar el sentido de fair-play que veo en el caso, quisiera decir que Pedro dejó de aprovechar los datos que nos aportó acerca de las malas consecuencias de las políticas chavistas para fortalecer su posición. Es muy probable que sean esos defectos del desempeño gubernamental venezolano lo que permite a los opositores recoger mayor cantidad de votos en este momento.
Bueno Federico, en virtud a que andamos en los plácidos terrenos del relativismo no te voy a sermonear con todas esas pavadas de división de poderes, check and balances, etc. A mí lo que me llama la atención, insisto, y hablando desde el más puro maquiavelismo, es que Chávez ya ofreció limitar la habilitante a cinco meses. Además, se echó para atrás en lo concerniente a abolir la libertad de cátedra en las universidades. Lo hace porque a más de diez años en el poder el señor tiene a la mitad de la población en contra pese a su clientelismo…..no, basta de eso, llamémosle pese a sus medidas “en beneficio de los pobres”. Chávez no puede imponerse, y no por demócrata o “buena gente” ya que quedamos en que esos términos son relativos. Desde su punto de vista su revolución bolivariana debe prevalecer a como dé lugar. No puede ¿Qué pasa?
Algo le falla al hombre de poder, y no cualquier cosa. Esos “defectos del desempeño gubernamental”, como los llamas, han de ser bastante graves para tener a la mitad de la gente enojada.
En la sección más amplia de sus comentarios, Pedro se extiende al explicarnos los defectos de la política económica de Chávez. No siendo experto en Venezuela, y no teniendo otra fuente de información, me inclino hoy por concederle veracidad a sus dichos. Lo que no me cuadra es su opening statement: «gracias al uso clientelar, meramente asistencialista y sesgado que el régimen chavista dio a la riqueza generada por el boom petrolero verificado entre los años 2004-2008…» Es de suyo obvio que los tres juicios son juicios de valor … de ésos que el campo social que suele hacer críticas como las que aquí vemos estipula que no deben hacerse, por cierto. Clientelar, asistencialista, sesgado…
Me parece completamente honesto, lógico y congruente que en una democracia los partidos políticos y sus líderes sean leales a sus clientelas. (Por eso me saca de balance que el Sr.Obama siga beneficiando a quienes no son sus clientes, pero esa es otra república americana y no la que estamos debatiendo hoy.) Ahora bien, cuando las clientelas son demográficamente pequeñas, económicamente bien dotadas y políticamente bien conectadas, su relación de los gobiernos a ellas afines no requiere mayores aparatos ni logística. A veces, en los sistemas políticos más primitivos, la liga entre clientes y líder es hasta familiar. Los económicamente poderosos no dejan de recordar las ventajas de esto, como el Sr.Servitje y sus hijas y nietos… pero eso es aún otra república y no Venezuela. Lo que aquí me interesa decir es que cuando la clientela de un político es todo lo contrario, es decir, cuando es demográficamente grande, económicamente débil y políticamente desconectada; ligarse a ella requiere la construcción de una logística, de un aparato y de una serie de “correas de trasmisión” que no están ni previstas en la sociedad ex-ante ni controladas por los mecanismos democráticos. (Este es un “pecado” de las democracias burguesas que suelen pagar muy caro cuando excluyen a mucha gente…)
Sobre el cargo de asistencialismo avanzo sólo una imagen. Se suele decir, entre las ONG’s bienpensantes y aborrecedoras del populismo (que las hay Pedro, que las hay y no son pocas) que no debemos dar al hambiento un pescado, sino enseñarle a pescar. Yo contesto siempre: al hambriento no le vendría mal ese pescado mientras que termina el curso de pesca y averiguamos en dónde es que podrá pescar nuestro pescador graduado.
El problema es que te quedes en darle el pescado sin enseñarle a pescar. Chávez y los populistas se quedan en el regalo. Naciones como los tigres asiáticos, Chile, Brasil, India y otras más ofrecen alternativas de desarrollo. No solo ofrecen asistencialismo. Educan, construyen infraestructuras, exportan, diversifican la economía.
La desigualdad del ingreso (en cuyos récords Latinoamérica es líder) es tal que toda política social seria debe considerar transferencias netas de ingreso a los pobres. Y esto, por donde queramos verlo, es asistencialismo. No hay de otra. (Tema para la Academia: hay una línea de continuidad entre las tareas gubernamentales de asistencia social y las de desarrollo social, no se trata de opuestos.) En esto, recomiendo que meditemos seriamente las propuestas del ingreso ciudadano universal que aseguraría una base mínima de consumo necesario a todos los seres humanos. Esta discusión, Pedro, requiere despejar de nuestras mentes las telarañas moralistas que nuestros ancestros malamente cristianos nos dejaron: no todos los ingresos del ser humano deben provenir de su “honesto trabajo”, un mínimo de ellos le es propio por su llana dignidad como persona.
Sobre el cargo de sesgado, me repito en lo ya aclarado: ¡obviamente sesgado! En la competición política es válido usar mis políticas públicas para sostenerme en el poder. El régimen democrático controlará el abuso que cause este sesgo. For the problems of Democracy, dicen los estadounidenses, more Democracy.
Y a santo de ésto sí digo que Pedro abusa de su crítica e injustamente menosprecia el sistema democrático venezolano al decir que Chávez es un dictador … “Cierto que aún mantiene cierta fachada democrática, pero todo el sistema electoral está diseñado para beneficiar al oficialismo tal como sucedió por décadas en México con el PRI.”
Pedro acaso no lo recuerde, pero en Regeneración,
(por supuesto que me acuerdo y por ello mucho te admiro hasta la fecha) un grupillo de la Fac de Derecho de la UNAM de los años 1986-87, solíamos decir que “todo por servir se acaba” y que los regímenes políticos son como los buenos puros “dulces al principio y amargos al final”. Los regenerados fuimos ceuístas y neocardenistas casi de inmediato porque en aquéllos fines de los 1980’s, el régimen de la postrevolución estaba casi completamente descascarado. Pero sabíamos –porque recordábamos algunos de nosotros el contexto de nuestros padres ó abuelos– que antaño habríamos sido callistas contra los cristeros y los vasconcelistas; así como cardenistas empistolados contra los partidarios reaccionarios de Almazán. El fair-play político depende de las correlaciones de fuerza realmente existentes. Los liberales británicos de 1900 no tenían empacho en considerar a Oliver Cromwell un héroe y le levantaron estatuas que horrorizaban las buenas conciencias de los que adoraban la memoria del decapitado Rey Carlos I.
La democracia venezolana, me parece, no es fachada. Tan no lo es, que la oposición puede jalar la mitad de los votantes en 2010 y, poco antes, parar la reforma constitucional que habría dado a Chávez la presidencia perpetua. Esta es una de las características extrañas (hay que estudiarla, no sólo despreciarla) de los nuevos regímenes populistas latinoamericanos.
Por otro lado, revisemos cómo se han comportado las contrapartes anti-populistas en todos estos países. No son dechados de la pureza democrática que presumiría un posicionamiento como el de Pedro. (Porque, reconozcamos la realidad política en la que los debatientes nos encontramos, no podemos dejar de ubicar nuestras personas respecto de aquéllos a quienes juzgamos.) Quedándonos en Venezuela, sólo señalo que quienes rompieron la legalidad y perpetraron un golpe de Estado en 2002 son quienes hoy se dicen defensores de la democracia. (Y no me digan que como Chávez lo intentó igual, ahora ellos tenían derecho a hacerlo, porque entonces ya no serían congruentes con su propio argumento y estarían cercanos al mío. Chávez pagó su infracción ahora ellos deben pagar la suya. Simple fair-play.)
Siguiendo la afirmación de dictadura que hace Pedro, aunque no tengo las cifras, ¿alguien me puede decir qué porcentaje del espectro radioeléctrico dominan aún las compañías privadas en Venezuela hoy día y cómo ha ido evolucionando el régimen de propiedad del mismo en el último medio siglo? Cuando el escándalo de la no-renovación de una concesión de TV luego del fallido golpe, me parece haber leído que, incluso sin esa concesión, la mayor parte del espectro era dominado por los privados. ¿A dónde la dictadura?
Es indudable que contar con el gobierno de un Estado nacional implica una enorme fuerza para cualquier actor socio-político. Precisamente por ello las elecciones abiertas, periódicas y serias son tan importantes. De hecho, el conundrum de la democracia representativa en todas las sociedades analizadas por los occidentales, de la Roma republicana a nuestros días, es encontrar el modo en que un sistema sea verdaderamente representativo sin que se vuelva instrumento de la venganza social de los excluidos económicamente.
(Ahhh, pero eso de la representatividad es tan relativo) No otra cosa se planteaban los patricios sensatos que apoyaban a los hermanos Graco; no otra cosa representaba Cayo Mario (aunque él sí terminó su vida en plan de vindicta popularis); no otra cosa es lo que defendieron y lograron imponer los cesarianos. No los aburro, pero encontrarán exactamente el mismo problema en la Revolución Holandesa contra el Rey Católico en los siglos XVI-XVII; en la Revolución Inglesa de los levellers y Cromwell de mediados del siglo XVII; entre los radicales de Nueva Inglaterra entre 1776 y 1789; y por supuesto en las tres grandes revoluciones canónicas del socialismo internacional: la Francesa de 1789 y 1793; la Rusa de 1917 y la China maoísta circa 1950. Y, aunque a la criollada mexicana no le guste, la misma tragedia con el mismo argumento base escenificamos nosotros entre 1914 y 1917 durante lo que llamamos “la crisis de facciones” de nuestra propia y nada despreciable Revolución.
No me extraña que lo mismo ocurra en la tropical Venezuela.
Pedro nos dice, y dice bien, en resumen, que Chávez aprovechó el boom petrolero de 2004-2008 para hacer transferencias monetarias masivas a sectores antes excluidos; y que estos sectores mejoraron su posición en esos años. Agrega, un poco más adelante, siguiendo los datos de la estadística oficial venezolana, que las mejoras entre los pobres se dieron a lo largo de la década 1997-2007. Pongamos seria atención en esto: Pedro nos dice que el gobierno venezolano (ese que con tan “mal gusto” mezcla elecciones periódicas y competidas con faramallas de political bully desde la palestra presidencial) hizo algo bien por los pobres de su país. No dije todo.
Pedro acota sus dos concesiones al hecho de que las mejoras de la década 1997-2007 eran sólo «“puerta para adentro” de sus casas, puesto que en lo que se refiere a servicios públicos, vivienda, vialidad, sistema de recolección de basura, las cosas han empeorado en los últimos años». De nuevo, no soy experto en Venezuela, pero asumo por propia la probanza de mi oponente. Sin embargo, redarguyo: (perdón por la expresión leguleya, pero acabo de tropezar con ella y no deseo desperdiciarla). El diagnóstico de Pedro nos indicaría que, dentro del instrumental de políticas públicas disponible, el gobierno tiene cierto control y eficacia en las transferencias monetarias. Es decir, puede aumentar el ingreso de las familias marginales. Sin embargo, no tiene capacidad ni instrumentos para transformar las infraestructuras mayores –ó buscar esa capacidad lleva al extremos de regimentar excesivamente la relación entre Gobierno jecutivo y sociedad civil (lato senso: incluye ONG’s burguesas y organizaciones sociales variopintas). Un ejemplo de lo anterior serían las cocinas comunitarias, cuyo eficiente funcionamiento requiere de una distribución de insumos diaria y territorialmente amplia que sólo las fuerzas armadas están en condición de proveer –dado que el mercado no lo hace porque no hay allí ganancia. (Por cierto, Adam Smith señalaría, ante ese problema específico, que es propio y correcto que el Gobierno intervenga [incluso su sección logística dura y uniformada] para prestar el servicio público que logre la igualdad de los actores del mercado. Leamos completa La Riqueza de las Naciones… ya es hora.)
De hecho, el argumento de Pedro claramente construye el escenario que señalo: Nos dice que hay una tendencia de mejoría para los pobres venezolanos en un periodo largo (1997-2007) y que en la última parte del mismo (2004-2008) se aprovecha el boom petrolero para lanzar las misiones de una manera más sistemática. ¡A mí me parece un ejemplo muy claro de no-non sense policies! Hago algo de manera sistemática, pero no llego más que de puertas-adentro; apenas tengo excedentes en cash, lo derivo a ese mismo sector. La cosa es ayudar… es igualar, … lo que implica crear condiciones de igualdad para la participación de más gente en los mercados. Lo mismo aplica con la crisis de 2008: apenas no tengo dinero, me retrotaigo. Y sí, es probable que la baja en mi capacidad de atención implique una baja en mi simpatía electoral. Nada más natural, entonces que el resultado 50/50 de 2010. Una mitad sigue agradecida de lo recibido (que hace diferencia política legítima ante el desprecio del sistema de partidos burgueses previo); otra mitad busca alternativas y vota por los opositores. Simple no-nonsense.
Aquí la crítica de Pedro es que Chávez no ha despetrolizado la economía venezolana. Lo concedo. La pregunta relevante es si ese objetivo debe tener prioridad por sobre las políticas igualitarias. Creo, con toda sinceridad, que la argumentación de Pedro le queda mucho mejor a Carlos Andrés Pérez, quien gozó en su primer mandato de un boom petrolero más prolongado y sistémicamente favorable –logrando un equivalente “mal resultado” en materia de petrolización SIN BENEFICIAR A LAS MAYORÍAS. (Por cierto, ¡este es precisamente el argumento original del movimiento chavista contra el viejo régimen electoral caraqueño!) (Otro por cierto: nada más por esto deberían exigir que cuando finalmente entierren el fiambre del Viejo Adeco, le quiten las insignias nacionales… los símbolos cuentan.)
Y, como sería yo incapaz de guardar dardos polémicos, quisiera que pensáramos con seriedad que, a veces, lo perfecto es enemigo de lo bueno y lo urgente necesariamente quita el asiento a lo importante. Un Estado nacional geopolíticamente subordinado tiene menos instrumental para atender sus crisis sistémicas. (Ojo: incluso los grandes gobiernos de las grandes potencias están de algún modo atados de manos: check-out Enron and BP scandals.) En malas condiciones, es relevante que un gobierno latinoamericano ponga por prioridad las transferencias monetarias y la construcción (incluso a tontas y locas keynesianas) de infraestructuras mínimas. Lo triste (para la gente) y bueno (para los analistas) es que tenemos casos-ejemplo de contraste. México es uno dellos. La crisis 2008-2011 nos ha pegado igual que a Venezuela, pero nuestros pobres no habían reducido su mala situación como los de allá. En este contexto, la relativa despetrolización de nuestra economía no me parece tan bella…
Y México tenía ventajas comparativas en 1982 que le permitían despetrolizar mejor y más rápido… (la geopolítica existe). Pero mi dardo no es el ejemplo mexicano,… sino el libio.
Kadafi es impresentable de entrada (y aquí me refiero a ese extraño modo de envejecer que tiene, nada más); pero su revolución verde así como su política de transferencias a partir de una petrolizadísima economía me parecen relevantes para nuestro debate. El desierto libio poco (si no es que nada) deja aparte del petróleo. La Jamarijiyya (creo que así se dice) aseguró por una buena temporada (no estoy actualizado, mis datos se terminan a mediados de los 1990’s) un reparto bastante igualitario de las ganancias petroleras. Eso, más el hecho de que había poquísimos libios involucrados en el problema (ayuda ser desierto y tener poca población –lo que es un pleonasmo en Castellano antiguo), mostraría que hay “buenas” petrolizaciones.
Comentario general: los argumentos rational-choiceros, que siempre se asoman detrás de estos debates, cometen el “pecado-argumentativo” de prohibir toda ideologización salvo la propia. Son ciegos al hecho de que son tan ideológicos como sus oponentes. Acaso la diferencia es que su ideología es tan simplona (shalow) que parece inexistente. Cuidémonos de recordar que cada caso debe ser analizado en su contexto completo y que, como decía un viejo Chief Justice en Washington, D.C.: siempre hay, por lo menos, dos versiones de la misma historia.
Aparte de lo anterior, Pedro toca algunos otros temas de paso. Igualmente me refiero a ellos.
No señor, ya me bajé (o me subí, si prefieres) al carro del reltivismo y de ahí no me bajo. Nada de ideología. Este fenómeno del populismo no nació con Chávez. Ha aparecido y seguirá apareciendo en el mundo desde hace mucho y seguirá apareciendo, a la izquierda y derecha de los espectros políticos. La razón es sencilla. Gobierna regalando dinero y serás popular. Tienes recursos, alivias problemas a la gente más desprotegida, repartes, compras lealtades y votos, y ya está. El problema es que el cuerno de la abundancia suele agotarse y si para entonces no has construido una alternativa viable para la distribución sostenible del ingreso todo se cae como un castillo de naipes.
Citas México y tu loable experiencia en Regeneración. Pues pasó en México, que los recursos empezaron a escasear, la gente (hasta en la facu de Derecho) de pronto empezó a ver lo horrible que era el sistema y lo cambio por otro. De haber seguido habiendo recursos, todos felices, pero el Estado quebró y nos dimos cuenta que éramos una economía petrolizada con unas cifras sociales pavorosas. Se cayó el teatrito. Y así llueven los ejemplos. Regímenes democráticos, autoritarios, de derecha, de izquierda, que se dedicaron a transferir capitales a las masas con estrategias asistencialistas sin preocuparse de construir infraestructuras, desarrollar estrategias productivas de largo plazo o preparar a la población para la creciente competencia internacional acaban perdiendo el poder y abominadas por la gente. El PRI es un caso. El bipartidismo venezolano Adecos-Copei fue otro. Por el contrario, regímenes que tienen la sabiduría de construir para el futuro y no solo regalar dinero a manos llenas a los pobres sobresalen a final de cuentas: ¿Qué pasó en Coera del Sur, que en 1960 no tenía ni la mitad del PIB mexicano de aquel entonces y hoy es una potencia donde la pobreza ha dejado de ser el principal problema nacional? ¿Qué pasa en Chile, Brasil, Taiwan, China, Singapur, la India? Pues que no se conforman con el mero asistencialismo, sino que forman, educan, construyen, exportan, compiten, etc. Para estadistas como Lew Kuan Yew, Deng Xiao Ping, Chiang Kuo, Park Chun Hee lo más importante no eran pendejadas como los derechos humanos, la democracia y esas cosas tan relativas. Ellos querían construir un sistema que perdurara en el tiempo. Lo lograron.
Ahora bien, volviendo a Venezuela, como sabes y citas el populismo no nació con Chávez. Carlos Andrés Pérez también fue clientelar a morir. Repartió a los pobres dinero a manos llenas y se hizo muy, muy popular por algún tiempo….claro, hasta el crack petrolero. Vendió, cómo hoy lo hace su némesis Chávez, la ilusión de riqueza y cuando esta se evaporó la gente casi lo lincha. Mala estrategia para cualquier régimen que pretenda eternizarse en el poder depender meramente de las inestables clientelas, tan volubles y tan dependientes de los vaivenes de la economía internacional.
Libia es otro caso de un dictador ineficiente. Presenta mejores cifras sociales en relación al resto de África, pero es un país sumamente improductivo, dependiente al 100% de sus reservas energéticas y ni así es capaz de darle empleo a todos sus habitantes, por otra parte no demasiado numerosos. La emigración de libios a Europa crece con las horas
Lo objetivo, más allá de moralismos, es que Venezuela fracasa en diversificar su economía ya que el régimen está muy preocupado en mantener a sus clientelas con subsidios facilones. Esto se le revirtió a CAP en los ochentas, con mayor razón se le revertirá a un caudillo que a más de diez años de gobierno intensamente clientelar....no, perdón, digamos popular y benefactor de las mayorías tiene al 50% de la población en contra. Simple common sense
A. NED, la conspiración estadounidense y la subversión antichavista.-
No nos hagamos vanas ilusiones. El imperialismo existe y funciona de manera muy irracional. El profesor Mujal-León, experto georgetownita en Cuba, melancólico, me dijo un día que al final del camino, la única razón por la que el embargo estadounidense seguiría (¡era 1993!) era porque los cubanos se habían atrevido a decirle a Washington que harían lo que ellos querían y que eso era “inaceptable”… Antes del boom de estudios sobre la intervención de EUA en Latinoamérica (consultar los trabajos de Kate Doyle y el National Security Archive), sólo teníamos los testimonios muy poéticos de Eduardo Galeano y la sistematización de Gregorio Selzer; pero hoy hay documentos duros. Lo de Assange y Wikilieaks, pese a su masividad, es sólo la emergencia de un iceberg inmenso, que corrobora y da contexto sobre el decision-making process del US-DOE.
Ahora bien, el argumento de Pedro de que las filtraciones de Assange no hacen prueba dura me recuerda el dicho de mi viejo maestro Gutiérrez y González: estamos diciendo que son cabrones, no que sean pendejos. Pero no hay bronca, gracias a Doyle y a muchos otros, sabemos en qué terminaron las malas opiniones de los informantes diplomáticos-et-al de la república imperial (y aquí sigo a Gore Vidal, no a Chomsky, para no ofender a quienes me lean y no sean de Izquierdas).
Yo me sostengo en el relativismo. Estados Unidos no atosiga a Chávez como lo hizo, en su oportunidad, con Castro no porque de repente se haya vuelto “buena onda”, sino porque el poder del otrora cruel y omnipresente imperio ya no es el mismo. Más allá de las bobadas de Assange y de indemostrables teorías de conspiración te voy a dar un dato duro: el inicuo imperialismo es, hoy por hoy, a diez años de revolución bolivariana, el principal socio comercial de Venezuela. Según la Energy Information Administration (brazo estadístico del Departamento de Energía de Estados Unidos), para abril Venezuela era el quinto proveedor de hidrocarburos a ese país, por debajo de Canadá, México, Arabia Saudí y Nigeria. Y aunque, en sus peroratas, Chávez ha dicho que busca nuevos mercados para sus hidrocarburos, lo cierto es que siendo sumamente alta la porción de sus ventas que destina a EEUU.
En cuanto a la particiación norteamericana total en el comercio exterior venezolano las últimas cifras de la Cámara Venezolano Americana de Comercio e Industria (Venamcham) indican un constante incremento de las exportaciones de Venezuela al imperio. De hecho, se reporta en 2009 un incremento de 42.91% en relación con el año antecedente, 97.49% corresponde a bienes petroleros y 2,51% a bienes no petroleros. Rara forma la gringa de tratar de aplastar a una dizque revolución: comerciando con ella en estas dimensiones ¿No crees?
B. Venezuela y Colombia.-
Dice Pedro que la Inteligencia Colombiana ya lleva 10 mil folios de documentación de la ingerencia chavista en territorio dizque dominado por los bogotanos. En esto de creerle a los organismos de inteligencia de los Estados nacionales me parece que hay que seguir a Sabina, que dijo algo así como que cuando se ponen de acuerdo la KGB y la CIA, sólo sale ganando la policía. A menos, claro, que trabajemos para ésta última.
Pero aún en el caso último mencionado, debemos debatir. Porque, aunque se me espanten las buenas conciencias educadas con los muy propios textos de Mde. de Staehl, M. de Chateaubriand, M. de Maistre y M. de Tocqueville; había una diferencia fundamental entre los servicios secretos de Metternich y los de Fouché: el último servía a la Revolución –malgré-tout.
Bueno, pero si nos valen gorro las buenas conciencias, ¿Qué carajo importa que Chávez apoye o no a la guerrilla colombiana? A final de cuentas, utilizada de forma hábil, puede ser una ficha muy útil en el ámbito de la big picture internacional. No ha sido así. El tema colombiano sólo ha servido para desprestigiar a Chávez a nivel internacional sin que haya recibido beneficios objtivos desde el punto de vista estratégico
Y eso que Fouche sirvió a la revolución….sólo hasta cuando le convino, como debe de ser. Por cierto, acabo de leer una biografía de Metternich ¿Sabes que se desvivió por lograr dejar a Napoleón en como emperador? (y por consiguiente, al hijo de Maria Luisa de Austria como sucesor) ¡Esos SÍ qué sabían hacer Realpolitik!
Conclusión.
Despojado de cualquier moralismo, instalado en el más crudo relativismo, adoptando todos los cánones de la Realpolitik y ajeno a las lecciones de Mde. de Staehl, M. de Chateaubriand, M. de Maistre y M. de Tocqueville te lo digo: Chávez me cae gordo también por pendejo, porque no ha sido capaz en diez años de repartir dinero a manos llenas de construir una mayoría cómoda entre la población, y porque no tiene la megalomanía (dejémonos de otra cosa) de pensarse como un estadista respetado en el futuro por haber establecido bases sólidas para que su régimen sobreviva al primer bajón real de los precios del petróleo
Federico Anaya Gallardo
Gracias, amigo, por esta oportunidad de dialogar contigo