martes, 4 de enero de 2011
El contraste de dos poderosas damas
El cambio de año nos ha ofrecido un contraste interesante entre dos de las mujeres dedicadas a la política más importantes del mundo. Por un lado tenemos a la nueva presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, cuya primera decisión importante luego de tomar posesión fue dar a conocer su plan de privatizar los aeropuertos, una medida sumamente significativa porque marca una distancia con Lula, quien siempre rehuyó tomar este tipo de decisiones por miedo a ser considerado un "privatizador". De hecho, aplicar este calificativo fue estrategia del PT frente a sus rivales del partido socialdemocrata PSDB, del expresidente Fernando Henrique Cardoso. Bien por la presidenta, a quien le urge demostrar que es algo más que una protegida de su popular antecesor.
Y esto es una nueva muestra, una más, de que más allá de la parafernalia demagógica de los neopopulistas, de los lugares comunes de la izquierda y de tanto bla, bla, bla, la verdad es que los gobiernos progresistas de América Latina gobiernan obedeciendo a pie juntillas los cánones contenidos en el perverso "Consenso de Washington" (ñaca, ñaca).
Más desapercibida, pero sin dejar de ser importante, pasó la noticia de la derrota del candidato republicano al Senado en el estado de Alaska, el loquito Joe Miller, un ultraconservador que ganó la nominación del partido republicano apoyado por Sarah Palin derrotando a la senadora en funciones Lisa Murkowski, republicana moderada y enemiga de Palin. La senadora no se resignó a su derrota en las primarias y decidió postularse como candidata independiente. Dentro de uso ideario político, Miller asegura que el calentamiento global es un fraude, que el aborto debe ser declarado ilegal incluso en casos de incesto, violación y cuando esté en peligro la vida de la madre, y se aventó la puntada de poner a la extinta RDA como un buen ejemplo de control efectivo sobre el flujo de tráfico en las fronteras.
Después de un complicado recuento, Murkowski fue declarada vencedora el 30 de diciembre. La derrota de su protegé justo en el estado donde fue gobernadora pone, otra vez, en perspectiva la victoria republicana de este año: los ultraconservadores como Palin tienen una muy limitada fuerza electoral y no todo el Tea Party debe se identificado con estos fanáticos. Palin fue una de las derrotadas de los comicios de este año, pese lo que algunos opinólogos ignorantes y superficiales en México afirmen lo contrario.
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