martes, 14 de abril de 2009
¡¡No en mi nombre, Sr. Embajador!!
lunes, 13 de abril de 2009
Lujambio: Le coq Bleu
domingo, 12 de abril de 2009
El Buitre y la Niña: un chiste de pésimo gusto
sábado, 11 de abril de 2009
¿Votar o no Votar?
jueves, 9 de abril de 2009
Los Celos de Sarkozy
miércoles, 8 de abril de 2009
Calabacillas no-doy-una
De hecho, y según consignaron los medios españoles, la filtración del inminente cambio ministerial llegó a opacar la trascendencia del encuentro que Zapatero mantuvo con el presidente norteamericano, Barack Obama, y que el mandatario socialista procuró difundir como el comienzo de una "nueva era" para la alicaída España. La "filtración" cedió lugar a las conjeturas sobre los cambios en un gobierno que deberá enfrentar un calendario que incluye elecciones y el cumplimiento de promesas, muchas y muy grandes promesas.
Los crímenes del chino
Al año siguiente, el 18 de julio de 1992, tres meses después de que Fujimori disolviera el Congreso, encapuchados entraron en la universidad estatal La Cantuta, en Lima, y secuestraron a 10 personas. Sus cuerpos fueron hallados incinerados y enterrados en fosas clandestinas en las afueras de la capital meses después. Según las investigaciones, el grupo Colina creía que el profesor y los nueve estudiantes secuestrados eran senderistas, pero nunca se encontraron pruebas.
El proceso al ex presidente también incluyó los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y del empresario Samuel Dyer, encerrados en los sótanos del cuartel general del ejército la noche del 5 de abril de 1992, durante el "autogolpe" que perpetró Fujimori con apoyo de los militares. Se presume que el gobierno quiso "hacerlos desaparecer", lo que se frustró al salir a la luz dónde se encontraban.
lunes, 6 de abril de 2009
¿Canicón o Confitón?
sábado, 4 de abril de 2009
Alfonsín vs. la frivolidad K
"El legado de Alfonsín ha comenzado, por lo que se percibe, a fructificar en el ánimo ciudadano más allá de los fracasos que pudieran haberse producido entre 1983 y 1989. En primer lugar, se ha hecho evidente que el país está peor hoy que dos décadas atrás. Por el crecimiento de la pobreza y de la indigencia. Por la inseguridad jurídica y física de los habitantes. Por los índices de corrupción que se han ido acumulando. Por la concentración excesiva de poder real en la administración y renuncia fáctica del Congreso a ejercer sus facultades. Por las amenazas contra la independencia del Poder Judicial. Por el desacoplamiento entre las invocaciones a la democracia y la ligereza con la cual se asume el espíritu republicano sin el cual correría el riesgo de constituirse en cáscara vacía de contenidos legales y legítimos.
En la mayoría de esos ítems, la imagen de Alfonsín, con todos los defectos de gestión que pudieron con razón habérsele imputado, está asociada a un carácter que se añora. Y, por sobre todo, la ciudadanía parecería haber relacionado al ex presidente radical con los parámetros de decencia y entereza personales que exige, como criterios mínimos, de la política y de los políticos. Con el compromiso perseverante respecto de ideales y del arrojo suficiente para defenderlos en las más azarosas circunstancias. Con la voluntad de consustanciar las luchas políticas a partir de la defensa de las instituciones de la República y no de la preservación indefinida de los intereses personales de quienes se convierten en actores dominantes de la política.
El mejor homenaje a Alfonsín será saber transitar por ese camino, en momentos en que la orfandad institucional y la incapacidad para el diálogo afloran como preocupaciones centrales. Cuanto antes, mejor." La Nación