miércoles, 8 de abril de 2009

Los crímenes del chino


Muchos opinan que la sentencia de 25 años de cárcel a Alberto Fujimori es injusta y que más que condenarlo, los peruanos deberían estar agradecidos de que el japonsito los rescató de la hiperinflación, Para ellos, un recordatorio de las razones por las que se condenó a este criminal:

El 3 de noviembre de 1991, 10 encapuchados con fusiles HK con silenciador irrumpieron en una casa del céntrico barrio limeño de Barrios Altos, donde había una fiesta, y mataron a 15 personas, entre ellas un niño de ocho años. La masacre se perpetró ante la suposición, nunca probada, de que los presentes, vendedores ambulantes de helados en su mayoría, eran militantes del grupo terrorista Sendero Luminoso que organizaron la fiesta para recaudar fondos.
Al año siguiente, el 18 de julio de 1992, tres meses después de que Fujimori disolviera el Congreso, encapuchados entraron en la universidad estatal La Cantuta, en Lima, y secuestraron a 10 personas. Sus cuerpos fueron hallados incinerados y enterrados en fosas clandestinas en las afueras de la capital meses después. Según las investigaciones, el grupo Colina creía que el profesor y los nueve estudiantes secuestrados eran senderistas, pero nunca se encontraron pruebas.

El proceso al ex presidente también incluyó los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y del empresario Samuel Dyer, encerrados en los sótanos del cuartel general del ejército la noche del 5 de abril de 1992, durante el "autogolpe" que perpetró Fujimori con apoyo de los militares. Se presume que el gobierno quiso "hacerlos desaparecer", lo que se frustró al salir a la luz dónde se encontraban.

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