Al fin se le hizo a Hugorila: reformará la Constitución para poder reelegirse las veces que le de la gana. ¡Haremos de Venezuela una potenciaaaaaaa!, se le oía ayer clamar y delirar desde un balcón del Palacio de Miraflores. ¡Bueh!, veremos como le va a este mesiánico y a sus delirios de grandeza con el precio de petróleo a la baja y con la actual recesión internacional galopante. Llama la atención en estos días no solo el triunfo del personalismo chavista. Se trata de un fenómeno que vuleve a probar su profundo arraigo en nuestro sufrido subcontinente. La tentación por permanecer en el poder no distingue ideologías y se ha extendido por nuestra América, sobre todo en la región andina. Los presidentes de Venezuela, Bolivia y Ecuador -de izquierda- y el de Colombia -de derecha- han intentado, mediante enmiendas, acabar con los límites constitucionales a las reelecciones. De manera sui géneris, los Kirchner, en Argentina, practican una especie de "personalismo de pareja" tal y como alguna vez vislumbraron, con nostalgia, nuestro Chente y su Martita. Y cuidado, porque el violador Daniel Ortega anda con ganas de seguirles al paso a sus socios "bolivarianos".
Esos jefes de Estado subieron al poder hace años, como candidatos débiles. Y ahora se presentan como reformadores que necesitan nuevos mandatos para terminar el trabajo que comenzaron, pese a las críticas de la oposición y a la crisis mundial que puede poner en peligro sus ambiciones. Hugorila Chávez, hoy en su tercer mandato, insistió en la reelección ilimitada, a pesar que en la consulta electoral de noviembre de 2007 los venezolanos le dijeron que no.
en tanto, sus dos aliados incondicionales en la región ya han logrado sendas reformas constitucionales para lograr este cometido. Evo Morales, presidente de Bolivia, triunfó en enero último en el referéndum sobre la nueva Constitución. Esa victoria abrió las puertas del poder a la mayoría indígena del país y permitirá al mandatario competir por la reelección. También el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, que buscará en abril su reelección, se unió a Chávez y a Morales para lograr, a través de reformas constitucionales, el control del Estado sobre la economía con la intención de dar más poder y beneficios económicos a sus partidarios.
Alvaro Uribe, que tiene poco en común con sus vecinos socialistas, basa su aparente intención reeleccionista para un tercer período consecutivo en la necesidad de mantener la lucha contra las FARC.
en tanto, sus dos aliados incondicionales en la región ya han logrado sendas reformas constitucionales para lograr este cometido. Evo Morales, presidente de Bolivia, triunfó en enero último en el referéndum sobre la nueva Constitución. Esa victoria abrió las puertas del poder a la mayoría indígena del país y permitirá al mandatario competir por la reelección. También el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, que buscará en abril su reelección, se unió a Chávez y a Morales para lograr, a través de reformas constitucionales, el control del Estado sobre la economía con la intención de dar más poder y beneficios económicos a sus partidarios.
Alvaro Uribe, que tiene poco en común con sus vecinos socialistas, basa su aparente intención reeleccionista para un tercer período consecutivo en la necesidad de mantener la lucha contra las FARC.
Lo cierto es que se intensifica el personalismo en la región andina, con posibilidades de que el fenómeno se extienda si las democracias de la región latinoamericana siguen sin lograr estabilizarse como consecuencia de su fracaso en resolver problemas económicos y ociales. ¡prsenciamos el inicio de una "contra-ola" democrática? De seguro, si la tendencia es a optar por las personas que son vistas como mesías salvadores. La debilidad de los controles sobre el poder presidencial, el descrédito de los partidos, los fallidos gobiernos del pasadoy del presente, y la falta de una política para combatir la creciente pobreza alimentan la popularidad de personajes carismáticos que tienen la capacacidad (todavía) de establecer vínculos clientelares con los votantes más pobres y disfrutan de altos índices de popularidad, que en algunos casos llegan al 70%, con lo cual socavan la llamada democracia "burguesa" para intentar establecer sistemas dictatoriales clientelares y plebicitarios.
Sin embargo, la crisis financiera internacional también presiona para hacer un recorte en sus programas de gasto, situación que afecta a las campañas para permanecer más tiempo en el poder, especialmente para aquellos mandatarios cuyos gobiernos dependen, en gran medida, de la exportación de las llamadas commodities . Venezuela y Ecuador obtienen la mayor parte de sus ingresos del petróleo, y Bolivia, del gas; estos son los recursos que ayudaron a construir la popularidad de sus presidentes. los dramáticos cambios a la baja en sus precios internacionales pueden fácilmente representar el principio del fin. "Ahora biemn, esto los dictadorzuelos populistas lo saben. Por eso es que se apresuran a efectuar las recormas necesarias a las normas políticas para, entre otras cosas, hacer más difícil tener un sistema electoral competitivo.
En algunos países andinos, las instituciones son más resistentes que en otros, en los que el gobierno con sus aliados controla el Congreso y los tribunales.
Sin embargo, la crisis financiera internacional también presiona para hacer un recorte en sus programas de gasto, situación que afecta a las campañas para permanecer más tiempo en el poder, especialmente para aquellos mandatarios cuyos gobiernos dependen, en gran medida, de la exportación de las llamadas commodities . Venezuela y Ecuador obtienen la mayor parte de sus ingresos del petróleo, y Bolivia, del gas; estos son los recursos que ayudaron a construir la popularidad de sus presidentes. los dramáticos cambios a la baja en sus precios internacionales pueden fácilmente representar el principio del fin. "Ahora biemn, esto los dictadorzuelos populistas lo saben. Por eso es que se apresuran a efectuar las recormas necesarias a las normas políticas para, entre otras cosas, hacer más difícil tener un sistema electoral competitivo.
En algunos países andinos, las instituciones son más resistentes que en otros, en los que el gobierno con sus aliados controla el Congreso y los tribunales.
Los enfoques también difieren: Uribe ha sido prudente sobre sus intenciones y hasta ahora no ha dicho con claridad si quiere buscar su tercer período consecutivo, mientras que Chávez afirma que necesita más de una década en el poder (además de la que ya tiene en el poder y en la que no ha hecho más que dilapidar la riqueza petrolera) para que su "revolución" "socialista" verdaderamente "eche raíces".
Claro, los partidarios a la reelección desestiman a los críticos con el argumento de que las democracias tradicionales fueron manipuladas por las elites corruptas, y sostienen que las circunstancias "han demostrado" que se necesita un fuerte golpe de timón. Dichos críticos se obstinan en cegarse al uen ejemplo de Brasil, donde el país experimenta trascendentales cambios sociales en el contexto de una democracia que se consolida día a día y donde un gobernante súmamnte popular (Lula), pero responsable, ha renunciado a las llamadas de las sirenas personalistas.
América Latina necesita más casos como el de la sólida democracia brasileña y menos como el del mesiánico Hugorila.
P.D. Por cierto, habrá que reconocerle a Chávez su habilidad política al incluir la no reelección a niveles de Gobernador y ayuntamientos, con lo cual garantizó la apatía de los irresponsables gobernadores de oposición respecto a la campaña del No. La oposición venezolana sigue cavando su propia tumba.
4 comentarios:
Aunque es verdad que al Hugorila todavía le falta mucho para poder ser parte de tu historia de la megalomanía, creo que ganas a él no le faltan. Por otro lado no tarda en salir a bailar de felicidad nuestra anquilosada izquierda por el triunfo piensan ellos de uno de los suyos.
Saludos!
Me gusta tu blog
Cierto que los carismaticos presidentes del sur del continente, principalmente los de izquierda, se han dejado seducir por las mieles del poder y están en riesgo de convertir sus regimenes en tiranias pero no creo que estemos en posicion de afirmar que es lo que necesita o no America para mejorar su nivel del vida.
En el mejor de los casos podriamos observar cautos y ver como se desarrollan sus sociedades ante los diferentes escenarios que se van configurando. No podemos juzgar y mucho menos calificar de bueno o malo el gobierno de un pais que no sea el nuestro ( con excepcion de USA). Finalmente los cambios que se gestan en aquellos paises son con la aceptacion de la sociedad, hasta democraticamente podria decirse que se estan dando.
Reitero entonces que de no ser venezolanos o al menos de vivir allá no podemos emitir juicios de censura en contra de aquel gobierno. De otra manera estariamos haciendo juego a quienes crean los dogmas de lo que debe ser la democracia en America Latina.
L a no reelección de gobernadores, además, contribuye a la centralización del poder, pues acaba con la carrera autónoma de los políticos loales
Tienes toda la razón, lo peor de todo es que -suponiendo la buena fe y el talante democrático de Chávez- la Constitución es un documento con una vocación de eternidad, de manera que esa puerta ha quedado abierta no sólo para Hugo Chávez sino para Pinochets & Co. Los venezolanos asesinaron su democracia el domingo.
A propósito me hicieron un comentario, que no entendí si era broma o en serio, pues uno ya no sabe como tomar los comentarios de los chavistas:
"No Gerita, no es tan eso de "legalizar" la dictadura. Revisa un poco la historia de Cincinato, emperador romano, y verás en que se fundamenta la idea del referendum."
(?)
Saludos Pedro.
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