Pocas veces se ha visto que un caso como el de Eluana Englaro, un asunto que atañe como pocos al derecho a la libertad que mencionábamos en el pasado post, desembocara en una crisis política, institucional y de conflicto de poderes en una Italia cuya democracia es cada vez más decadente.
Con su decisión de ir al choque frontal con el presidente Giorgio Napolitano y en contra de una sentencia firme de la justicia, Silvio Berlusconi, el personaje más sórdido del escenario político mundial tras el fin de la presidencia de Bush Jr, ha decidido dar, en los hechos, un golpe de Estado, con el evidente propósito de quedr bien con el Vaticano, cuya influencia en la vida política italiana sigue siendo crucial. La Iglesia Católica siempre ha condenado la eutanasia, una práctica ilegal en Italia, y aplaude a de Berlusconi pese a que su actitud coadyuva como nada a devaluar, aún más, la vida política de Italia.
Con su decisión de ir al choque frontal con el presidente Giorgio Napolitano y en contra de una sentencia firme de la justicia, Silvio Berlusconi, el personaje más sórdido del escenario político mundial tras el fin de la presidencia de Bush Jr, ha decidido dar, en los hechos, un golpe de Estado, con el evidente propósito de quedr bien con el Vaticano, cuya influencia en la vida política italiana sigue siendo crucial. La Iglesia Católica siempre ha condenado la eutanasia, una práctica ilegal en Italia, y aplaude a de Berlusconi pese a que su actitud coadyuva como nada a devaluar, aún más, la vida política de Italia.
"Creo estar interpretando el sentimiento de la mayoría de los italianos. Como padre nunca adoptaría una decisión que podría procurar sufrimiento a una existencia de la que no tenemos noticias", dijo Berlusconi en una conferencia de prensa. "Muchos piensan en las dificultades de un padre y de una familia, y consideran que no pueden soportar una situación que dura ya 17 años. Pero el padre no tiene ninguna carga, son unas generosas monjas las que se han ocupado de Eluana y desean continuar haciéndolo", agregó también el cretino premier, en alusión a Beppino Englaro, el padre de Eluana, que desde hace 17 años, cuando la joven sufrió el accidente, lucha judicialmente para que le permitan desconectar a su hija. "Podría incluso tener hijos", añadió este gran cretino, sumando la burla al insulto con su habitual pésimo gusto.
El electorado laico está convencido de que es hora de ponerle fin al dramático calvario de Eluana, y de que hay que dejar que ella muera en paz, tal como indicó una sentencia de la Corte de Casación, la máxima instancia judicial, en noviembre último. Un electorado que tiene la convicción de que desconectar a Eluana no es un homicidio, sino un acto de caridad. Un electorado que cree que se ha vulnerado la división de poderes y la Justicia. No por nada el presidente Napolitano, una figura de gran prestigio, se negó a estampar su firma en un decreto que apuntaba a bloquear la desconexión. Y no por nada el líder de la oposición de centroizquierda, Walter Veltroni, denunció el "comportamiento totalmente irresponsable" de Berlusconi y aseguró que "hoy es un día muy grave, que no tiene precedentes en la historia reciente".
Italia sigue a la deriva mal gobernado por esta grotesca caricatura de esa groteca caricatura que fue Mussolini
No hay comentarios:
Publicar un comentario