¡Qué emoción haber sido testigo ayer del renacimiento de la democracia Estadounidense! Esto, a ocho años del lamentable fraude de Flroda y a cuatro del triunfo del voto del miedo instrumentado por Karl Rove. Modestia y generosidad en el vencedor. Dignidad y categoría en el vencido. Grandeza de alma por todos lados. Fue uno de esos días en los que uno se felicita de estar vivo.
1 comentario:
Comparto tu felicidad, pero como le comenté a un cuate, es lo menos que podían hacer los gringos por si mismos, votar bien. Ahora si que les ha costado caro el voto por Don Arbusto Yunior.
A mi no más el sabor de boca que me queda es que después de toda la basura que se dijo de Obama habrá muchos republicanos, WASP de hueso colorado bien dolidos y quién sabe si dejen trabajar al nuevo presidente; sobre todo el veneno escupido por Sarah Palin de que era "amigo de terroristas"
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