Este año 2010 que termina fue uno muy importante para la India, ya que se consolidó como indiscutible potencia emergente, halagada tanto por el presidente Obama como por casi todos los mandatarios europeos, así como por Rusia, su tradicional aliado, e incluso por su adversario más significativo: China. Parece inminente que India pronto ocupará un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. No está de más recordar que este prominente lugar en el mundo la India se lo ha ganado gracias a que en los años 90 cambio de forma radical su mentalidad económica. Abandonó un paradigma estatista donde el gobierno concentraba todo el poder económico y adoptó una estrategia en la que se dieron nuevos impulsos al sector privado y se abrieron nuevas y numerosas oportunidades para las empresas y las inversiones extranjeras, proceso que corrió en paralelo con la apertura comercial y la globalización.
Fundamental en esta transformación histórica fue un cambio de mentalidad en muchos indios. Una nueva cultura empresarial ha logrado arraigarse en los sectores más modernos de la población y hoy es una nueva generación de emprendedores la que lidera el crecimiento de la India. Los jóvenes progresaron, en buena medida, a partir de Internet y la industria del software. La web brindó muchas oportunidades a esta generación, y fueron aprovechadas, gracias a lo cual pudieron superar los problemas de infraestructura que todavía tiene este enorme subcontinente. Ahora, el pujante sector privado indio está condiciones de competir y colaborar con cualquier otro país del mundo.
Evidentemente, muchos y muy ingentes son los retos que debe enfrentar la India para reafirmar su condición de gran potencia en el siglo XXI. Ya mencionábamos el problema de las infraestructuras. También es cierto que la burocracia sigue siendo enorme y, en muchos casos, obstructiva. La corrupción gubernamental es rampante. Hay grandes desafíos en torno a los temas de integración religiosa y regional, fin del sistema de castas y superación de la discriminación de la mujer, asuntos que ponen en peligro la continuación del desarrollo económico de este gigante. Más grave es la pobreza. El desarrollo económico ha logrado hacer crecer a la clase media de este país en una escala impresionante. Se calcula que unas 300 millones de personas pertenecen a los estratos medios. Sin embargo, el 28% de la población vive bajo la línea de pobreza (otras mediciones aseguran que esta cifra supera el 35%). Hay muchos programas sociales destinados a cambiar esta situación, pero más importante es que el gobierno está conciente de que no lo puede hacer todo y que es menester abrir nuevas oportunidades a las empresas para que éstas produzcan más riqueza y más empleo.
Con un ritmo de crecimiento demográfico que triplica al de China, India para el 2025 se convertirá en el país más poblado del mundo. Si pretende lograr que toda este potencial humano se desarrolle de forma equilibrada clave será enfatizar la necesidad de que las nuevas generaciones acentúen el arraigo de una mentalidad emprendedora que supere de forma definitiva ideas fatalistas y mentalidades conformistas que esperen a que el gobierno todo les resuelva. Y esto es bueno tanto para la India como para el resto del mundo, sea desarrollado o no.
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