El estupendo y liberal semanario The New Yorker provocó ayer una gran polémica al publicar en portada una caricatura de Barack Obama vestido como musulmán y a su esposa Michelle con un arma. En el dibujo, Obama aparece vestido con túnica y turbante blanco, y Michelle, con peinado afro y una ametralladora en su espalda. En la caricatura, se los ve festejar la victoria en el Salón Oval al chocar sus puños en gesto de complicidad y revancha. Además, en la pared hay un retrato del líder de la red terrorista Al-Qaeda, Osama ben Laden, y en la chimenea arde una bandera de los Estados Unidos.
The New Yorker puede pensar, como le explicó a The Guardian un miembro del personal de la trevista, que la portada es una sátira de cómo los críticos de la ultraderecha han tratado de caracterizar al senador Obama. Pero la mayoría de los lectores la consideran insultante y de mal gusto. Y estamos de acuerdo con eso, expresó Bill Burton, vocero de la campaña del candidato demócrata. El editor del semanario, David Remnick, difundió un comunicado para explicar el sentido editorial de la ilustración, que como todas las portadas de la revista fundada en 1925 es un dibujo sin texto. Nuestra portada sobre «La política del miedo» [como se titula la nota en el interior de la revista] quiso satirizar el uso de tácticas de miedo y de desinformación que se utilizaron en la campaña para provocar el descarrilamiento de la candidatura de Obama?, explicó Remnick, que se mostró sorprendido por las reacciones.
La portada combina una serie de imágenes fantasiosas acerca de los Obama y las muestra como obvias distorsiones. Tanto la bandera quemada, como el traje de nacionalista islámico, el choque de puños y el retrato de Ben Laden se refieren a uno u otro de esos ataques. La sátira es parte de nuestra actividad y está destinada a poner las cosas al descubierto, a presentar un espejo frente al prejuicio, al odio y al absurdo. Ese es el espíritu de la portada, agregó el editor. En tanto, el autor de la ilustración, Barry Blitt, defendió su obra e insistió en que la intención era denunciar lo ridículos que son los ataques contra el candidato demócrata.
La edición de ayer del The New Yorker incluye otros dos artículos sobre Obama. Uno, sobre cómo se convirtió en político, relata los comienzos de su carrera en Chicago. El otro cuenta los cambios de postura que tuvo sobre diferentes temas. Ambos son muy serios, comentó Remnick.
En una entrevista con el diario The Washington Post, Remnick dijo: Los lectores de la revista sabrán interpretar que el dibujo fue hecho como una sátira?. ?Creo que la idea de publicar una portada como ésta, que diga esas cosas literalmente, no estaría en el vocabulario de lo que hacemos y de lo que somos, recalcó Remnick.
En una entrevista con el diario The Washington Post, Remnick dijo: Los lectores de la revista sabrán interpretar que el dibujo fue hecho como una sátira?. ?Creo que la idea de publicar una portada como ésta, que diga esas cosas literalmente, no estaría en el vocabulario de lo que hacemos y de lo que somos, recalcó Remnick.
Sin embargo, no todos coincidieron en que la ironía del mensaje invocada por la revista favorita de la intelectualidad de izquierda neoyorquina haya sido recibida de igual manera por los norteamericanos. Jake Tapper, editorialista del canal ABC dijo que la caricatura es incendiaria. Me pregunto qué hubiera pasado si la hubiese publicado el Weekly Standard o el National Review [dos revistas conservadoras], preguntó Tapper. Desde que Obama empezó a perfilarse como candidato a la Casa Blanca, muchos comentaristas radiales de tendencia conservadora empezaron a mencionar con insistencia su segundo nombre, Hussein, por su connotación islámica.
Incluso, circularon un sinfín de rumores de que era musulmán, que asistió en su infancia a una madraza (escuela islámica) y que juró sobre el Corán cuando asumió su banca en el Senado. Todas las acusaciones fueron desmentidas reiteradamente por el equipo de campaña de Obama.
El candidato republicano, John McCain, se solidarizó ayer con su rival en las próximas elecciones. "la portada es totalmente inapropiada y, francamente, entiendo si el senador Obama y sus seguidores la encuentran ofensiva", dijo. ?Estamos completamente de acuerdo con el equipo de campaña de Obama de que [la portada] es de mal gusto y ofensiva", señaló Tucker Bounds, vocero del equipo de McCain.
En febrero, en plena campaña para las primarias demócratas, una foto de Obama vestido con atuendo típico somalí y turbante, difundida por la página de noticias en Internet Drudge Report, había despertado una polémica similar.
La foto había sido tomada en 2006, durante un viaje del senador por Illinois a Kenya, país natal de su padre. El mes pasado, en un intento de combatir las calumnias y los rumores que circulan en Internet sobre Obama, su equipo de campaña lanzó el sitio web Fight the Smears. Como primera medida, en la página se desmintió que el senador negro fuera musulmán.
2 comentarios:
La caricatura representa a la mujer de Obama como Angela Davis, la activista radical negra de los años sesenta que estuvo encarcelada y fue candidata a la presidencia por el Partido Comunista en 1968. Es increíble la solemnidad que está dominando la política norteamericana.
Don Jorge Javier tiene toda la razón.
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