martes, 22 de enero de 2008

La Democracia También es una Quimera...




¡Ya está! Po votación popular, sustituiremos la aburrida estatua de Juárez que preside el patio de la sede del IFE, y que parece sacada una estampita de papelería, por esta estatua de la Quimera. Ya saben, En la mitología griega, Quimera era un monstruo con cuerpo de cabra, cabeza de león y cola de serpiente. Aunque se ha representado también como un monstruo de varias cabezas formado por distintos animales a través de las cuales escupía fuego. bajo la estatua porá leerse la fa frase, esculpida en oro, "La Democracia También es una Quimera". Siguen lloviendo las buenas ideas para la próxima administración del IFE.
Por otra parte, menester es decir que Juérez tenía poco de demócrata.Es la verdad, perdón. Revisen la historia, no le hagan al López Obrador. Además, quien sabe si no fue esa una de sus virtudes.
¿Por qué tenemos en México esa obcecación por los lugares comunes y la excesiva formalidad? Hasta en Irak supieron sustituir la estatua de Saddam en la plaza principal de Bagdad por una mafufada que podrá ser un churro, pero se ve de lo más avant garde. Y en México, ¡A samparse por enésima vez al Juárez de estampita!

2 comentarios:

julian bazaldua dijo...

y ora tu porque estas ganas de arrancarte contra juarez? si lo haces tambien debes de irte a la yugular de fco. i. madero... te sabes la historia del loco valdes y la censura por su su bomberito juarez?
oye por las prisas no pude leer el texto de tu paso por dm, en la oficina con mas calma voy a leerlo aunque ya me estoy preparando para la clase de comentarios que escribiste canijillo... oye muchas gracias por contestar cada correo que te mando (qué, no te cansas?), creeme que te voy a tomar la palabra
desde la tierra donde las gloras se dan a montones, te mando un abrazo

Pedro Aguirre dijo...

Bueno, contesto todo lo que me mandas, la verdad, porque no tengo nada mejor que hacer. A Juárez mis respetos. Lo que me caga es el formalismo absurdo con el que tratamos en México el tema del Benemérito y, en general, de nuestra historia, tan llena de tabús.