lunes, 23 de abril de 2012

Debates Mexicanos: entre Disraelis y Cicerones

Si los candidatos a la presidencia de México fueron personajes de los Simpsons, quien fuera quien.

Me enternece ver en las redes sociales a todos mis amigos progres asegurar que el Peje va a “arrasar” en los debates a Peña Nieto, y que esa es la razón por la que el candidato del PRI se niega a ir a más debates o a foros más o menos polémicos en donde pueda enfrentar auditorios adversos, estrategia que, por otro lado, siguen los candidatos punteros en cualquier democracia del mundo que se me cite. ¿A que exponerse cuando se tiene ventaja amplia? Cosa cierta es que Peña es un sujeto que carece de formación intelectual y batalla mucho a la hora de articular sus ideas para exponerlas con claaridad. Se le ha visto trastabillar una y otra vez, y no solo en la feria del libro de Guadalajara, sino en una buena cantidad de entrevistas cuando las preguntas empiezan a ser algo incomodas. Pero otro tanto se puede decir del Peje, a quien se le dan bien solo los adjetivos y que es desesperantemente lento para hablar y también bastante confuso. Solo se le dan bien los adjetivos y las ocurrencias. Esas conferencias mañaneras suyas son exasperantes. ¡Hasta al Juárez del grabado que muestra atrás de él parece tener ganas de dormirse!  A López le fue mal en el debate que tuvo hace seis años con Calderón, y esa farsa que sostuvo con Diego hace unos años de ninguna manera puede ser considerada un debate. Por su parte, Josefina no ha mostrado absolutamente ninguna virtud como polemista. En la Cámara de Diputados jamás debatió, se vio mal que en sus debates contra Cordero y es tan desarticulada a la hora de hablar que no falta quien piense que la señora es alcohólica. Entoncres, ¿De dónde me sacan que Peña es el peor? ¿De dónde saca Enrique Krauz…. a, no, fue Carlos Fuentes, sí, ¡Fuentes! El que dijo que Obrador era muy “rápido” de pensamiento y que iba a hacer pedazos a Peña en los debates. ¡Pero en que universo paralelo el peje es “rápido”, querido maestro Kra, digo, Fuentes.  No, en México no producimos grandes polemistas. Nuestra funesta clase política comparte, toda, de izquierda a derecha graves limitaciones intelectuales, escasa formación cultural y académica, nula capacidad de persuasión (que no sea la que da el marketing) y nuestra vida parlamentaria, ese magnífico foro donde en tantas otras latitudes se forman los líderes, es absolutamente impresentable (aunque con contadas, muy contadas excepciones, desde luego).  

Si yo fuese asesor de Peña lo mandaría a los debates. Los tres principales candidatos son pésimos para exponer ideas y defender conceptos. Hace mal López Obrador y sus incondicionales adeptos en menospreciar tanto a Peña, y no porque el señor sea un nuevo Disraeli, sino porque su gallito está muy, pero muy lejos de ser un nuevo Demóstenes. Recuerdo que igual menospreciaban a Bush Jr en las elecciones del año 2000. Tenía el republicano una enorme fama de ser desarticulado y pendejo, pero cuando debatió con Al Gore, supuestamente un político intelectualmente muy superior, el que ganó fue Bushito, y no porque arrasara con una impresionante retórica, sino porque se limitó a no tratar de asumir papeles que no le correspondía y, sobre todo, a no salirse de ciertas líneas de discurso. Mucha gente que vio a Bush Jr defenderse aceptablemente en los debates llegó a la conclusión de que el candidato republicano “no-es-tan-pendejo” después de todo, y eso lo beneficio ampliamente. Esto podría pasar con Peña, sujeto que adolece de grandes limitaciones, pero que ha demostrado ser lo suficientemente disciplinado como para aprender a desempeñar un papel. Cuidado, porque si sale del envite más o menos airoso y la gente saca la conclusión de que después de todo no-es-tan-pendejo, la elección podría estar definitivamente fincada, digo, si es que a estas alturas no lo está ya.

Mi pronóstico es que Peña no va a salir "arrollado" de los debates, como muchos suponen. Y con eso le basta, amigos. No va a impresionar a nadie con su amplia cultura y su manejo de las realidades políticas contemporáneas, dese eso por descontado, pero con no hacer un ridículo mayúsculo tiene para ganar. El Peje va a defraudar, sobre todo si su estrategia se basa (como seguro va a pasar) en vilipendiar al adversario como “candidato televisa”, “pirruris” y otras tonterías por el estilo y trata de sacarle supuestas "sorpresas" sobre la corrupción de su gobierno en el EDOMEX. Eso convencerá a los convencidos, táctica que parece ser el leitmotiv de la campaña “progresista” pero nada más. Y Gaffefina Vázquez Mota, bueno, espero que para cuando llegue el 6 de mayo al menos siga siendo candidata, la pobre.

lunes, 16 de abril de 2012

Los Twitts del Oso Bruno


Hummingbird fooled by computer image
“You cannot know yet whether what you see is what you are looking at or what you are believing." William Faulkner


Singular campaña la del Peje, diseñada exclusivamente para convencer a los convencidos.

Portrait of Voltaire

Si Josefina representa al siglo XXI prefiero regresarme al XVIII, que fue el de la luces.

Walking From Cliff To Clouds

"Que nadie se alarme pensando que la búsqueda del tiempo perdido (y ganado) es un ejercicio narcisista" ¡pero que cool es Paul Auster!

Man with a long nose wearing a crown
¡Estúpido reyezuelo asesino! Si quería matar elefantes, hubiese venido a México. Aquí hay muchos, ¡y son blancos!

a man paying for votes

AMLO es el viejo nacionalismo revolucionario; el PAN es arribismo, corrupción y compadrazgos. El PRI está en todas partes.

Knight In Shining Armor

No a las reformas etructurales, no a la ampliación de libertades individuales, AMLO es un perfecto ejemplo de "conservador de izquierda".

boy doing one-arm handstand and aiming remote control on television

El videito del los niños dizque incómodos es cursi, muy sesgado, manipulador y de pésimo gusto.

Unhappy Woman Measuring Slender Waist
Y esta señora Vázquez Mota, ¿Será pariente de Pol Pot?
man holding and saying o

Vean cual es el verdadero dígito de Josefina. Presume 3 millones de pisos nuevos; en realidad fueron 300 mil. La diferencia: un dígito.
Su militante vulgaridad, lo que más me molesta de Nicolás Sarkozy.
Man on Road to Ruin
Ahora Krauze se deslinda. Era obvio. Con campañas como las que perpetran AMLO y Josefina, Peña Nieto no necesitaría ni salir de su casa.
En general, el gabinete que propone el Peje no está mal, salvo por un detalle: el que va a presidente. ¿No podrían poner a Marcelo o de la Fuente para la presidencia y darle a AMLO, no sé, Reforma Agraria, por ejemplo?
Con su furibunda reacción contra Grass el gobierno de Israel demuestra ser tan intolerante como el de los ayatolas iraníes. ¡Qué vergüenza!

sábado, 14 de abril de 2012

Sarkozy vs. Hollande y la Decadencia de la V República Francesa.



La historia de la V República Francesa está llena de colosales duelos entre estadistas de gran estatura política e histórica. En las elecciones presidenciales francesas han competido personajes como Charles De Gaulle, Francois Mitterrand, Lionel Jospin, Valery Giscard d’Estaing, George Pompidou. Incluso Jacques Chirac tenía su grandeur. Pero en esta ocasión se enfrentarán en las urnas galas dos personajes ampliamente cuestionados: Nicolás Sarkozy y Francois Hollande. El primero es el mandatario que ha descendido a los niveles más bajos de popularidad para un presidente francés desde el fin de la Segunda Guerra Mundial; el segundo es un político sin ninguna experiencia gubernamental ejecutiva (más allá de haber sido alcalde del Tulle, un pueblito), nada carismático y cuya principal virtud, al parecer, es no llamarse Nicolás Sarkozy.

Sarkozy mucho entusiasmo a electorado francés al ganar las elecciones con un discurso transformador que prometía liberalizar y agilizar la economía francesa, tan afectada por un obsoleto dirigismo estatista. "Soy de derecha, pero no soy conservador”, decía Sarkozy cuando se presentaba como un liberal modernizador y hablaba de adelantarse a los tiempos y dejar atrás viejos clichés nacionalistas para devolver a Francia a la productividad y a la plena competencia internacional. Tras cinco años de vacilaciones y retrocesos, aunados a una palmaria vulgaridad, Sarkozy ahora busca reelegirse recurriendo a una retórica ultraconservadora y xenófoba. Ya habla de sacar a Francia del tratado de Schengen (que permite la libre circulación de personas en Europa), de someter a referéndum los recortes de los derechos de los inmigrantes y los desempleados y de proteccionismo comercial. A toda esta retórica nacionalista y xenófoba le vino como anillo al dedo la lamentable matanza de Toulouse perpetrada por un islamista radical, que le permitió al presidente explotar su imagen de“protector” y de líder decidido, único capaz de enfrentar las amenazas del terrorismo.

Por su lado, el anodino candidato socialista Francois Hollande logró imponerse en las primarias de su partido esgrimiendo como una de sus principales virtudes precisamente su anticarisma, convertido en ventaja después de que Francia ha padecido un quinquenio de un algún líder percibido como excesivamente protagónico. Hollande se compromete a apegarse, de ser electo, a un estilo presidencial opuesto al de Sarkozy. Bautizado como monsieur normalité por los medios, Hollande ofrece una vuelta a la “normalidad”, desterrando protagonismos frívolos. “Reivindico una sencillez que no es represión, sino marca de la auténtica autoridad”, ha dicho. Los socialistas tienen larguísima temporada de estar fuera del poder. El último presidente socialista, Mitterrand, abandonó el cargo en 1995. La intensa crisis que padece la socialdemocracia europea ha sido particularmente severa con los socialistas galos. Por eso Hollande también se decidió por un claro giro a la izquierda en el discurso. “¡El cambio es ahora! Movilicémonos, unámonos, y haremos ganar a la izquierda”. El aspirante socialista señaló al mundo de las finanzas como “el verdadero enemigo” como ese sistema que “no tiene nombre ni cara, no será jamás candidato y no será elegido, y sin embargo, gobierna”. Será esta, quizá, la última oportunidad del Partido Socialista de recuperar la presidencia, y han decidido echar toda la carne al asador. Creen que una vuelta “a los origenes” (aunque sea solo a nivel retórico) mucho les puede ayudar, y las encuestas son prometedoras: le dan a Hollande una ventaja de hasta ocho puntos para la segunda vuelta electoral, aunque descartar a un político tan tenaz como lo ha sido siempre Sarkozy es prematuro.
Cartoon: France Parti Socialiste Candidat (medium) by barker tagged francois,hollande,dominique,strauss,kahn,socialiste,socialist,party,parti,candidate,candidat,cartoon,strauss kahn,holland,strauss,kahn
Pero más allá de las cuestiones de personalidad y estilo, quien gane las elecciones deberá enfrentar una delicadísima situación económica y social. La prestigiada y liberal revista The Economist ha acusado a los dos principales candidatos de ser demasiado timoratos en las propuestas para afrontar la acuciante crisis actual. Pero lo cierto es que los franceses poco quieren saber de reformas a fondo. Sarkozy había anunció una batería de reformas como las que hizo en Alemania el ex canciller Gerhard Schroeder y gracias a las cuales la “locomotora de Europa germana” recuperó dinamismo económico y competitividad, pero la idea no tuvo ninguna repercusión electoral. Por eso el presidente se olvidó de las reformas y viró con fuerza al populismo. Y es que Francia padece una incontrolable estatolatría. La nación gala invierte el 56% de su PIB en financiar su Administración. Tanto Sarkozy como Hollande han presentado programas para equilibrar los presupuestos en unos cuantos años, sobre todo, a base de incrementar impuestos, pero de recortes se habla poco. Todos los candidatos se refugian, a final del día, en el nacionalismo, que tan caro le es a los orgullosos electores franceses. Hollande subraya que Francia debe ser “dueña de su destino”, y propone renegociar el tratado europeo que promovieron Sarkozy y Merkel para salvar al maltrecho euro. Ni que decir de la candidata del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, que sugiere sacar a Francia del euro, “reindustrializar” el país y acabar con la “invasión islámica”. A la extrema izquierda, y ganando puntos todos los días, Jean-Luc Mélenchon piensa que todavía es posible la jubilación universal a los 60 años, subir el salario mínimo hasta en un 20% y limitar el sueldo máximo que puede ganar un francés a 360,000 euros anuales. El único que habla de acotar al obeso estado francés es el centrista François Bayrou, que sugiere un recorte de 50,000 millones de euros. Consecuencia: no tiene ni la más remota posibilidad de pasar a la segunda vuelta.

Y los desafíos presupuestales no son el único problema. La balanza comercial presenta un déficit de 70,000 millones de euros, las exportaciones van a la baja en casi todos los rubros, el desempleo acecha el 10% y la competitividad de la nación va en tobogán a la baja. La deuda pública representa el 90% del PIB. Todos los elementos para un desastre están a la vista. Y no solo es la economía. La situación social de Francia empieza también a ser escandalosa: a los cuatro millones de parados hay que sumar 10 millones de subempleados y las inequidades se han agudizado en los años del gobierno de Sarkozy. La disparidad de ingresos ha llegado a niveles intolerables. La explosividad social se dejó sentir no hace mucho con la rebelión en las banlieues (los suburbios) y las tensiones no ceden. Este descontento ha dado lugar a que las opciones extremas a la izquierda y derecha gana peso. El xenófobo Frente Nacional (fundado por Jean Marie Le Pen y que ahora postula a la telegénica hija de éste, Marine) es la opción predilecta entre los jóvenes franceses entre 18 y 24 años. La demagogia lepeniana repite las sobadas fórmulas del nacionalismo a ultranza: abandonar el Euro, renegociar “todos los tratados europeos para recuperar la soberanía nacional”, prohibir la discriminación positiva que protege a las minorías; restablecer la pena de muerte, cosas como estas son los estandartes de la mujer que marcha tercera en los sondeos.

El drama de las democracias actuales es que la inmensa mayoría de la gente vota con las vísceras y no con la razón. Decir las crudas verdades en campaña solo puede acarrear impopularidad. Mucho exigimos propuestas completas y precisas, pero cuando un candidato honesto se arriesga a presentarlas con todos los pros y contras, los electores se alejan de él. En Francia Hollande al principio pensaba que bastaría con la impopularidad de Sarkozy para hacer de la elección un paseo triunfal de los socialistas en su retorno al poder, un poco como lo había hecho Rajoy en el duelo en el que venció a Zapatero, pero el presidente francés es, pese a todos sus defectos, un rudo luchador que no se da por vencido. La imagen de líder decidido o protector y la demagogia nacionalista le han ayudado mucho a recuperar puntos y a volver a ser competitivo.

Ante estos desafíos, Hollande ha debido entrarle de lleno a las grandes promesas: ¡Impuesto hasta del 75% sobre las rentas más altas! La feria de las palabras vacuas está a la orden, como en toda buena campaña electoral. Pero sucede que en una democracia en la que se abusa de la demagogia, de las promesas que nunca se concretan, del marketing y de las maniobras para desacreditar al adversario, un sector creciente de los electores empieza a hartarse. Son muchos los que no se resignan a optar por “el menos malo”. En Francia se calcula que el abstencionismo en las próximas elecciones podría llegar al 35%, una cifra perturbadora para una democracia como la de la V República Francesa. De Gaulle y Mitterrand (el Águila y el Zorro) deben estar revolcándose en sus tumbas. 

lunes, 2 de abril de 2012

Gaffefina



Ya le dicen "Gaffefina" a la pobre.

Los Twitts del Oso


¡Claro que hay una campaña de desprestigio contra la candidata del PAN! Y el Oso Bruno hace la denuncia pública dando a conocer el nombre de la responsable: la encabeza una tal Josefina Vázquez Mota.



Y mientras tanto, el Peje hace campaña en el siglo XXI con actitudes, discurso, estrategias y símbolos del siglo XIX. ¡Ternurita!



Jorge Carpizo, constructor de instituciones, In Memoriam.


¿Saldrá peor que "el Maguito"?


TIME Magazine Cover: Miguel De La Madrid - Dec. 20, 1982 - Mexico ...


Miguel de la Madrid: presidente de oportunidades perdidas, pero que comparado con Chente y Fecal se asemeja a Bismarck.

Comienza la campaña electoral y la cuenta regresiva para echar al PAN de Palacio Nacional.



Curioso que muchos para trepar adopten la misma postura que para arrastrarse.

lunes, 26 de marzo de 2012

Los Twitts del Oso


"No me interesan las personas que tienen una vida plena y llena de satisfaccciones.” Antonio Tabucchi

 Mentirosa

Tiene Josefina una preocupante tendencia a la mitomanía. Muy difícil, sobre todo en la era del internet, Chepis, querida.

Dice John Carlin John Carlin que desde la muerte de Diana los ingleses se han vuelto cursis. Aun así, este es mi año inglés. ¡Qué vuelvan la flema y la fina ironía!



¡Qué no me hablen de gloria! Solo existen los hechos, y solo los hechos tienen importancia.

Sigo en mi campaña para que a la colonia Polanco le cambien el nombre a "Poulenco" en honor al gran compositor francés Francis Poulenc.

 

Si aquel es Benedicto, yo son Bien adicto



"Llegó Papá" Campañas electorales y comunicación política en el siglo XXI en el nuevo blog de Dickens Group   


 

Rat Singer.



Dice Vargas Llosa que "necesitamos" a Josefina como presidente. Y millones de mexicanos exclamamos como en aquél chiste: "¿Necesitamos, pinche kimosabi?"

 

¿Oscilatorio? ¿Trepidatorio?, No, ¡Absolutorio! La Corte en la encricijada un día después del temblor.

 

Los líos de Lía (segunda parte): curioso que la diputada acuse a los panistas de "cuatreros". Se nota que le encanta ver Bonanza en la tele

jueves, 15 de marzo de 2012

Demuestra Josefina no tener idea de lo que es una coalición de gobierno.



Ofrece Josefina encabezar un gobierno de "coalición", entendiendo la señora candidata por esto llevar al gobierno "a los más experimentados y más conocedores de las agendas, de manera que, cuando los nombre, no tenga que explicar quiénes son, ni de dónde vienen, sino que tengan talento, experiencia y compromiso no sólo en torno a una persona, sino a todo el país ". ¡Vaya  una promesa facilona y vana que, por cierto, ya había hecho Calderón durante su campaña y que solo demuestra el absoluto desconocimiento de muchos de nuestros politiquetes de lo que es un genuino gobierno de coalición, que consiste en el establecimiento de una alianza de partidos en torno a un programa común de gobierno, no en invitar a personalidades de por aquí y de por allá, de chicha y limonada, quienes por muy expertos que sean no garantizan una relación de gobernabilidad entre el Ejecutivo y el Legislativo.


Esa es precisamente la Raison d' Etre de los gobiernos de coalición: lograr el concurso de distintas fuerzas políticas en la corresponsabilidad gubernamental y que esto se refleje en la construcción de sólidas mayorías legislativas. Así se gobierna en la  mayoría de los sistemas parlamentarios e incluso en muchos regímenes presidenciales. Pero, ¿Por qué nadie se lo dice a Pinita, caramba? ¡Qué ignorantes son nuestros politiquillos!

lunes, 12 de marzo de 2012

Sarkozy, c'est Vichy!


Qué vergüenza que un político que entusiasmó a tantas almas liberales (incluida la del atribulado autor de este blog) cuando llegó ala presidencia de Francia hace cinco años con la promesa de liberalizar y agilizar la economía francesa, tan afectada por un obsoleto dirigismo estatista, ahora trate de salvar su fracasada presidencia recurriendo a una retórica ultraconservadora y xenófoba digna del execrable Frente Nacional y del gobierno fascistoide del colaboracionsita general Petain. "Soy de derecha, pero no soy conservador", declaró alguna vez el felón Sarkozy, pero tras cinco años después de desperdiciar una oportunidad histórica este politiquillo enano recurre a los discursos de odio a Europa y a las minorías para evitar la derrota en las urnas. Ayer amenazó con sacar a Francia del tratado de Schengen, que permite la libre circulación de personas. Ya ha ofrecido someter a referéndum los recortes de los derechos de los inmigrantes y los parados. Populismo de lo más vulgar es este, como también el lema de campaña que escogió el indigno marido de Carla Bruni, "la France Forte”, que tanto se parece a aquel otro slogan utilizado en los años cuarenta durante la ocupación nazi por el Gobierno de Vichy de una “France plus forte” basada en el trinomio trabajo, patria y familia.


Desterrando por completo devaneos liberales, si es que alguna vez los tuvo, Sarkozy en su desesperación se aferra a las deleznables recetas del nacionalismo ultraconservador, siempre fincadas en el miedo. Su principal asesor de campaña es Robert Buisson, un exconsejero del Frente Nacional, gracias al cual el nivel de la actual campaña electioal es el más bajo en toda la historia de la V República. Pero los franceses no han caído (por lo menos todavía) en la trampita nacionalistoide y los sondeos dan ventaja al anodino candidato socialista Francois Hollande, uno de esos curiosos casos de "carisma del anticarisma" que tienen éxito despues de que en una democracia se ha padecido demasiado a algún líder tan protagónico como ineficaz. Recuérdese, por ejemplo, el caso en Argentina de Menem-De La Rúa.


Poco tiene que ofrecer Hollande más allá de no ser Sarkozy, pero vistas como están las cosas parece que este solitario  y triste argumento es más que suficiente. Sí, la teroría de optar por el menos pior otra vez asoma la cabeza. 
 

domingo, 4 de marzo de 2012

Los Twitts del Oso


¿Quién sabrá más de tener un Putin de presidente, los mexicanos o los rusos? "Depende del acento", me responden.



Falta de estilo y pésimo gusto en el vestir son los peores defectos de Mahmoud Ahmadinejad. ¡Vean nada más lo pacata que es su chamarita!




Saber es nada, imaginar lo es todo


Sentimientos que consideramos muy serios en un adulto nos parecen irrisorios en un niño.


¿Se comerá el sapo del fundamentalismo musulmán la mariposa de la primavera árabe?


No hay mejor estafador que aquel que logra engañarse a si mismo.


Los números de Josefina Mosca Muerta como diputada: Sueldo devengado: 3 MILLONES 150 mil pesos en 21 meses,TRES intervenciones en el pleno; UNA iniciativa a título personal. 298 votaciones que la Cámara de Diputados ha llevado a cabo del 1 sep 2009 al 7 de julio de 2011: AUSENTE EN 190.

lunes, 27 de febrero de 2012

Los ridículos costos de la desconfianza



Distinguidos y muy queridos analistas, de esos que viven en una bella torre de cristal (¡ y que envidia!) se burlan del ridículo que hacemos en México al negarle al presidente de la República, por obviedad un político nato, intervenir con actos y opiniones que parezcan parciales en los procesos electorales.

En teoría puede ser que estos queridos analistas tengan razón, pero creo que se comete un craso error al omitir tan alegremente en el análisis cualquier referencia a la experiencia concreta mexicana, tan ominosa en cuanto a una larga y reprobable tradición de flagrantes intervenciones de la maquinaria estatal en los procesos electorales en favor del partido gobernante. Recuérdese que tuvimos siete decadas de "Partido de Estado", donde la equidad en la competencia no existía, los órganos electorales eran parciales y la maquinaria estatal beneficiaba a un solo partido. Borrar de un solo plumazo este pesado historial no es fácil, ni recomendable. Para colmo, las intromisiones del presidente Fox en el proceso electoral de 2006, primer gobierno de alternancia dieron lugar, como se sabe, a un problema de legitimidad con el que la actual administración ha debido cargar desde el primer día.

En resumen, no creo que se puedan sacar asépticas conclusiones basadas en la teoría pura o en casos de otros sistemas presidenciales sin tomar en cuenta la experiencia concreta histórica del muy particular caso del sistema político mexicano. ¿Remember el ornitorrinco, nombre al que le dio el estupendo analista Jesús Silva Herzog Márquez al muy original caso del sistema político mexicano en un magnífico y premiado ensayo.


Obvio que debemos evolucionar, pero debemos hacerlo de forma gradual. Sí, a México le urge superar las absurdas desconfianzas que en materia electoral aún prevalecen y que, por cierto, nos salen tan caras, pero no lo haremos nunca si no tenemos un período de adaptación en el que logremos consolidar una democracia incuestionable. En esto mucho cuenta que la actitud del jefe del Ejecutivo esté libre de toda sospecha. Ya sé, suena ridículo, cursi incluso, pero en el caso mexicano es necesario, por lo menos mientras el ornitorrinco silvaherzogiano aún mueva la colita.

Que en México se le pida al presidente imparcialidad en juicios y actos en lo concerniente al proceso electoral no es, por tanto, del todo descabellado. Esta demanda no es un capricho, sino una consecuencia de la historia. Aparece excesivo a la luz de como funciona una democracia moderna, es cierto, pero es acorde a los muy particulares antecedentes políticos que tenemos en México. Cada sistema político tiene sus características que responden a los antecedentes que los van conformando. Insisto en que olvidar tan pronto los 70 años de intervención estatal en favor del PRI y la experiencia de 2006 no pueden ni deben ser borrados de un plumazo. Hacerlo contribuye a seguir extendiendo el exceso de desconfianza, que es raíz de muchas de las deficiencias de nuestra frágil democracia. Es necesario resignarse a un período de adaptación, que esperemos sea breve.



Ahora bien, quizá lo ideal sea separar las funciones de Jefe de Estado y Jefe de gobierno, como sucede en los regímenes parlamentarios. Punto a favor de quienes como el sabio Giorgio Romero han sugerido tal alternativa.

Estimados amigos, todos en esta chabacana vida tenemos que pagar algún ridículo, y lo mismo pasa con los sistemas políticos.