Anular el voto puede tener efectos enormemente contraproducentes. Muchos ilusos que por ahí en el Feisbú andan promoviendo la anulación del voto creen que si la cifra de sufragios anulados crece más o menos considerablemente la clase política mexicana, tan noble ella, se va a poner toda apenada y se verá obligada a reconocer que no tiene legitimidad ¿Cómo es posible ser tan ingenuo? de verdad, pregunto, ¿Cómo es posible ser taaaaan bobo, taaaaaan mojigato? Nunca, repito, nunca en ningún lado el crecimiento más o menos sustantivo de la votación anulada ha sido piedra de toque para el fin de una clase política ni pára el inicio de reformas estructurales profundas. Los políticos suelen ser bastante cínicos. Denme una caso señores politólogos, un sólo caso, os lo suplico, de una nación que haya experimentado un cambio profundo tras una elección poco asistida. Al contrario. La estrategia de llamar al no voto ya sea anulándolo o absteniénose a beneficiado a dictadores y para muestra les doy el botón más reciente.
En 2005 hubo elecciones parlamentarias en Venezuela. La toda la oposición en su conjunto llamó a no votar o a ANULAR el voto. Hubo 75% (¡¡¡¡¡¡!!!!!!!!) de abstención y se registró 5.7% (altísimo) de votos nulos. Pues les cuento que Chávez ese día no pudo dormir. Dicen que pasó toda la noche en Miraflores llore y llore clamando al cielo "Dios mío, soy un gobernante ilegítimo. Mañana mismo renuncio.......la gente.....no me quiere.....snif"
Obviamente estoy ironizando. Lo aclaro poque luego por ahí.....¡ahhh como son güeyes! A Chávez le importó un carajo que la gente no votará. Lo que sí hizo fue abusar de la mayoría absoluta que consiguieron sus partidos (ver imagen, los rojos representan a los chavistas) para hacer hasta la fecha lo que le viene en gana. Reitero: lo que le viene en gana. La oposición venezolana argumentó que la gran mayoría de los abstencionistas son opositores que acataron su llamado a no participar, e incluso para los observadores internacionales de la OEA y de la Comunidad Europea la abstención fue causa de preocupación y manifestaron sus dudas acerca de la validez de este ejercicio democrático en un comunicado de prensa, pero lo cierto es que NO PASÓ NADA.
Cerrar los ojos a los contundentes datos que nos ofrece la realidad es una actitud inmadura y ridícula. Soy realista. Un poco de cinismo es necesario en esta vida para poder sobrellevarla. Estoy seguro que en julio se va a registrar un abstencionismo histórico, quiza hasta del 70% o más. Se hablará mucho de la ilegitimidad y desprestigio de los partidos, de que hay que cambiar, de lo poco representativa que es nuestra podrida clase política. Las televisoras, aún con el berrinche trabado que hicieron con la reforma del año pasado, le echarán la culpa a los partidos y a las disposiciones que hicieron aprobar para prohibir la compra de espacios comerciales. Pero nada más. Al poco tiempo todo volverá a la "normalidad". Esa es la verdad y negarla es sencillamente pueril.
Otro grave efecto que tiene anular el voto en el México de aquí y ahora lo ilustró muy bien el diario Milenio ayer en una interesante nota, en la que reporta que: "La ultraderecha impone posición absoluta sobre el aborto Siete estados del país aprobaron leyes que ignoran derechos fundamentales de la población femenina, ante las cuales surgen ya procesos de inconstitucionalidad". Es decir, el no voto implica, para quienes creemos en la ampliación de las libertades, que dejaremos en manos de legisladores conservadores decisiones cruciales como la del derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo.
No votar, además, ayuda a los partidos negocio a conservar su registro. En efecto, de manera por demaás injusta e inadecuada, en México los votos nulos no se contabilizan dentro de la llamada Votación Nacional Válida que es la que se usa para determinar que partdos sostienen el registro y cuáles no. A menor votación válida, menor el número de votos que los partidillos deben obtener. Por ejemplo, si vota sólo el 30% de los electores (cómo afirman varias proyecciones), los partidillos sólo nececitarán poco menos de 350,000 votos paa seguir medrarando del tesoro público. ¡Ésta cantidad de votos la consigo hasta yo! Anular el voto, por tanto, se hace cómplice involuntario de Dante Delgado, el Niño Verde, Elba Esther y (c)Anaya. ¡Eso nunca!
El wishful thinking es bueno, pero es poco útil para orientarnos a tomar decisiones en la vida si no atendemos también a la "Dictadura de los Hechos". Por favor dejen de ser tan naifs, amigos míos.