miércoles, 23 de abril de 2008

Gobernabilidad

FóRmulas Para La Gobernabilidad


From: beaconsfield, 18 hours ago





La actual crisis en torno a la reforma energética hace pensar que quienes piden adoptar el parlamentarismo puro en México tienen razón. Ahora mismo se podría decretar la disolución de las cámaras y convocar a elecciones anticipadas para dirimir el asunto. Aquí hay algunas opciones intermedias que podrían ser útiles para la reforma del Estado.


SlideShare Link


martes, 22 de abril de 2008

El Referendum en América Latina

El Referendum En AméRica Latina


From: beaconsfield, 13 minutes ago





Calderón haría muy bien en aprovechar la crisis sobre la reforma energética para promover la figura del referéndum y recuperar, de paso, iniciativa política. Pero el señor parece como paralizado y a su Secretario de Gobernación ya no se le ven ni las orejas.


SlideShare Link


domingo, 20 de abril de 2008

Titanes de la Sátira: Anatole France


Pocos escritores notables han sido tan injustamente olvidados como el genial Anatole France, seudónimo de Jacques Anatole François Thibault, premio nobel en 1921, cuya formación fue esencialmente autodidacta. Como otros espíritus consagrados a las letras, siempre se distinguió por sus lecturas insaciables. Poseía el ingenio de Voltaire y la seducción de Renán, una palabra, una sonrisa, una boutade suya corrían por el mundo como un rayo de luz sobre el mar. Un cuento suyo era inmediatamente leído, comentado y reproducido en todos los idiomas de la tierra. Hubo una época en que No había manera de escribir sin citarlo, y cuando la cita se venía a la memoria, era indispensable repetir exactamente sus palabras, porque modificar su frase encantadora equivalía a desfigurar su fabuloso pensamiento sarcástico.

Y siendo como era, por la elegancia de su estilo, y por la sutileza de sus argumentos, un escritor de élite, para literatos o para filósofos no más. Gozó de una incomprensible fama en el gran público. Leerlo era un signo de distinción intelectual, y muchos afectaban gustar de sus obras, por ser tenidos como personas de “buen gusto”. Desde luego, el esnobismo ha estado presente siempre en las sociedades, y a cuán más decadente, peor (o mejor, según). Mucho se dijo que era la encarnación del genio latino, y no por eso perdió su prestigio entre razas más frías. Porque en realidad no era el espíritu latino el que ardía en sus obras, sino el espíritu del mundo moderno.
En fin, en su nombre se acumuló toda la gloria que este mundo puede otorgar. Publicó le Figaro en su esquema mortuorio “No teniendo un soldado a su disposición, ni un Cónsul, ni una pulgada de territorio, ni siquiera una bandera, constituía una potencia que los reyes y los poderosos consideraban. Más de uno habría preferido la enemistad de tal rey o de tal señor antes que merecer los sarcasmos de Anatole France en un libro que pudiera llamarse La Isla de los Pingüinos o Los Dioses tienen sed.”

“Y era tan grande su poderío, que no solo podía atreverse a arrojar lodo contra los héroes, sino contra los santos. El, nadie más, podía escribir como lo hizo acerca de Juana de Arco y seguir perteneciendo a la Academia Francesa y mereciendo la perfumada sonrisa de Francia y el suculento homenaje del Premio Nobel”.

Solamente Voltaire ejerció en su siglo influencia igual. Él también fue la gloria humana más genuina y esplendorosa, porque no la debió al nacimiento, ni a la violencia, ni a la fortuna, y porque esa gloria que le discernieron sus contemporáneos no se podía amenguar, ni osaba nadie discutir.

Sus principales obras son: El crimen de Silvestre Bonnard (novela, 1881); La vida literaria (ensayo, 1888); las novelas Thais, cortesana de Alejandría (1890) y El Lirio rojo (1894); la tetralogía de novelas Historia contemporánea (1897-1901), una evaluación de los nefastos efectos del caso Dreyfus en la sociedad francesa; y sus fundamentales novelas alegóricas La isla de los pingüinos (1880); La revolución de los ángeles (1914), y el relato sobre el Terror en la Revolución Francesa: Los dioses tienen sed (1912).

En sus obras finales defendió causas humanistas; bregó por los derechos civiles, la educación popular y los derechos de los trabajadores. Fustigó también los ácidos corruptos destilados por la práctica política y económica. Murió en Tours el 13 de octubre de 1924.
Algunas citas de Anatole France

Todos los cambios, aun los más ansiados, llevan consigo cierta melancolía.
Si exagerásemos nuestras alegrías, como hacemos con nuestras penas, nuestros problemas perderían importancia.
Gobernar siempre quiere decir hacer descontentos.
La oscuridad nos envuelve a todos, pero mientras el sabio tropieza en alguna pared, el ignorante permanece tranquilo en el centro de la estancia.
Las verdades que revela la inteligencia permanecen estériles. Sólo el corazón es capaz de fecundar los sueños.
Nunca se da tanto como cuando se dan esperanzas.
Si 50 millones de personas dicen una estupidez, no por eso deja de ser una estupidez
La gente vive por los actos, no por las ideas.
Es mejor entender poco pero bien, que entender mucho pero mal.
Saber es nada, imaginar lo es todo
Cuando se alza un poder ilegítimo, para legitimarlo basta reconocerlo.
Como era cobarde, le adulaba…
Cuando se ve una cosa bella, se quiere poseerla. Es una inclinación natural que las leyes han previsto.
Desear con fuerza es casi poseer.
El arte de la guerra consiste en ordenar las fuerzas de tal modo que no puedan huir.
El bien público está formado por un buen número de males particulares.
Entonces, como no estudiaba nada, aprendía mucho.
La historia no es una ciencia, es un arte. En sus aciertos interviene siempre la imaginación.
La independencia del pensamiento es la más orgullosa aristocracia.
La nada es un infinito que nos envuelve; venimos de allá y allá nos volveremos. La nada es un absurdo y una certeza; no se puede concebir, y, sin embargo, es.
Llamamos buenas costumbres a las costumbres habituales; malas costumbres, a aquéllas a las que no se está acostumbrado.
Llamamos peligrosos a los que poseen un espíritu contrario al nuestro, e inmorales a los que no profesan nuestra moral.
Los niños imaginan con facilidad las cosas que desean y no tienen. Cuando en su madurez conservan esa facultad maravillosa, se dice de ellos que son poetas o locos.
Solo las mujeres y los médicos saben cuán necesaria y bienhechora es la mentira.

Entrevista de La Nación a Nicholas Barr




Esta es una posición interesante sobre el tema del Ingreso Universal y las políticas sociales. Fue publicada en el periódico argentino La Nación, Domingo 20 de abril.


Para Nicholas Barr, economista del London School of Economics y una de las mayores autoridades del mundo en materia de política social, los gobiernos deben convertirse en "verdaderos malabaristas" a la hora de establecer estrategias para instrumentar planes asistenciales. Y así lo grafica con gestos y con palabras: "Los gobiernos deben mover varias bolas al mismo tiempo y dar buenos resultados. Una de esas bolas debe ser la de tener una estrategia sensata, otra debe ser la de mantener un plan sustentable y la tercera bola es aquella que tenga la capacidad de implementar políticas de manera eficaz". Pero este inglés de modales refinados no dice todo esto desde la comodidad que muchas veces brindan los claustros académicos. Lo expresa desde la vivencia propia. Es que Barr no sólo es uno de los economistas más prestigiosos de Gran Bretaña, que protagonizó los acalorados debates de las reformas sociales de su país en los últimos años. Como consultor del Banco Mundial también estuvo al frente de las reformas económicas aplicadas en Rusia, Hungría y Polonia tras la caída del muro de Berlín. Barr estuvo la semana pasada en Buenos Aires, invitado por el Banco Mundial para dar una conferencia sobre políticas sociales en la Universidad de Buenos Aires, y expresó a LA NACION que está convencido de que los académicos deben comprometerse mucho más con los gobiernos en el armado de políticas sociales.
A la vez, para sorpresa de muchos, destacó que los sindicatos y las ONG deberían administrar y controlar los planes sociales, para darles mayor eficacia. "No quiero hablar mucho sobre las políticas sociales aplicadas en la Argentina porque no las conozco en profundidad", dijo Barr en tono diplomático y desde la serenidad de una librería porteña. Pero inmediatamente aclaró: "Si los gobiernos no tienen una buena orientación estratégica, siempre terminan aplicando políticas netamente populistas".
Autor de varios libros sobre política social y educación, Barr lleva además mucho tiempo recorriendo el mundo en busca de soluciones para erradicar la pobreza. Y opina que parte de la respuesta podría pasar por la aplicación de un beneficio social universal.
-¿Qué tipo de política social se debe emplear en un país para salir de la pobreza e instrumentar planes que no sean sólo subsidios?
-Las políticas para reducir o aliviar la pobreza se pueden hacer con elementos muy simples. Ahora, las políticas para incrementar el empleo son más complejas y diferentes. Históricamente, las políticas para aliviar la pobreza se sustentaron en seguros sociales contributivos o asistencia social basada en el método de la prueba de ingresos. Pero cada uno de estos elementos enfrenta problemas.
-¿Qué tipo de problemas? -Las políticas basadas en el principio contributivo estaban sustentadas en un mundo en que la gente tenía empleo en el largo plazo y donde los matrimonios duraban largos años. Eso era hace 50 años. Ahora la gente tiene una diversidad de relaciones en el plano laboral y esto hace que sean menos estables. Igual que las relaciones familiares, que son más inestables y más diversas. Eso significa que un sistema basado sólo en contribuciones incluirá problemas de sustento tanto para los trabajadores que sostienen el sistema como para los beneficiarios.
-Pero si hablamos de la gente que está fuera del sistema, ¿no cree que las políticas sociales a veces buscan retener a la población porque es redituable en términos electorales? -Lo que decía antes es que el sistema contributivo ya no funciona bien tampoco en los países más avanzados. Y eso me lleva a pensar que el mejor camino es otorgar una contribución social universal. Es decir, que incluya al trabajador formal y al informal y cubra, así, a la pobreza en su conjunto.
-¿Y este beneficio debería cubrir a toda la población que está sumergida en la pobreza?
-No, lo que digo es que hay que separar a los pobres ancianos y a los niños. Creo que para ellos el mejor camino es el beneficio universal. Y en cuanto a las personas que están desempleadas pero en condiciones de trabajar, creo que los gobiernos deberían hacer dos cosas. Primero, exigirles que se presenten al trabajo y salgan a buscar semanalmente un trabajo. Pero, a la vez, se les debe mostrar las mejores herramientas para aumentar su capacidad de encontrar con mayor facilidad trabajos genuinos.
-¿Por qué cree que muchos gobiernos se niegan a dar beneficios universales?
-El economista Keynes dijo una vez que tanto los hombres de negocios como los políticos promueven las políticas que aprendieron cuando eran jóvenes, pero las aplican cuando son viejos y esas políticas están desactualizadas. Hace 50 años, la política se apoyaba en beneficios contributivos respaldados en los ingresos con la idea de que con los años, con el ingreso de las personas y las mejoras no se iba a necesitar más, pero eso no ocurrió. Y los políticos siguen pensando que ése es el camino a seguir. Hemos aprendido cosas nuevas y creo que los que diseñan políticas sociales no reconocen esta realidad como deberían.
-¿Qué cosas aprendieron?
-Hemos aprendidos dos cosas: lo malo es que el testeo sobre los ingresos no sirvió y lo bueno es que hay diferentes maneras de focalizar los beneficios. Yo tuve una postura muy crítica hacia el gobierno británico recientemente por este tema de los beneficios en función de la prueba de ingresos. Porque desalientan el esfuerzo en el trabajo y desalientan la capacidad de ahorro. El otro tema es que hay mecanismos mejores de focalizar los beneficios para erradicar la pobreza.
-¿Como cuáles?
-El ejemplo que doy es el siguiente: vamos a suponer que todos los pelirrojos son pobres y que no hay tecnología que permita cambiar el color del cabello. Si uno introduce un beneficio sólo para los pelirrojos va a ver soluciones en el tema de la pobreza sólo para los pelirrojos, focalizados de manera perfecta. Uno consigue cobertura para los pelirrojos y eso es lo que uno procura encontrar en este tipo de sistema: que esté relacionado directamente con la pobreza, que no pueda ser influenciado por los individuos y que sea fácil de visualizar.
-Es decir que éste es un sistema universal pero que focaliza a un sector de la población...
-Justamente: lo que digo es que una buena variable para otorgar estos beneficios y bajar la pobreza es la edad. Entonces sí se armaría un beneficio universal para los niños y los más ancianos y se solucionaría un problema importante.
-¿Pero qué pasa en nuestro país, donde hay una importante cantidad de población pobre en la franja media de la sociedad?
-Le voy a dar un ejemplo que ocurre en Sudáfrica. Allí hay un beneficio universal para los niños y ancianos y no tanto en el medio. Pero si uno lleva el dinero a la familia por un extremo o por otro ayuda a la familia en general. No digo que sea la solución completa pero creo que es una solución. Creo que a los países les interesa la productividad nacional y que la gente trabaje. En los países donde hay interés en focalizar los sectores medios no hay interés en aliviar la pobreza.
-¿Usted sólo habla como economista cuando evalúa esto?
-Como economista y académico. Ahora, si usted me pregunta si los gobiernos tienen una pureza total en el diseño de sus políticas, le digo que no. Pero por ello es importante que los académicos nos involucremos en este debate, porque cuando un gobierno tiene una razón política para ayudar a un grupo siempre hay una mala manera de hacerlo y también una mejor manera de hacerlo, y desde el mundo académico podemos ayudar a que esta política sea más sensata.
-¿Por qué aquí, en Europa o en cualquier lugar del mundo siempre se tiende a pensar mal de los políticos cuando aplican políticas sociales?
-Es que los políticos siempre van a ser políticos. Pero si yo no estuviera convencido de que hay que tender un puente entre la política y los académicos no estaría involucrado en esto. Lo que debemos cuidar los académicos es que sean congruentes las políticas con la realidad de la gente. Si los gobiernos no tienen una buena orientación estratégica, terminan siempre aplicando políticas netamente populistas.
-¿Y cree que hay políticas populistas en América latina?
-El ejemplo que mejor conozco y el que creo que hace lo mejor en aunar el pensamiento estratégico de la política pura es el sistema de pensión universal de Chile. La presidenta [Michelle Bachelet] estableció como prioridad ayudar a los ancianos pobres, y eso es política. Pero luego constituyó una comisión para controlar y ver cómo hacer esto de manera sensata. -¿Qué papel debería tener el Estado en relación con los organismos de crédito internacional a la hora de fijar políticas sociales?
-Los que deben implementar las reformas son los Estados y no el Banco Mundial u otros organismos de crédito. Le puedo hablar de los casos de Polonia y Hungría, que conocí de cerca. Las autoridades polacas tuvieron intensas discusiones con el Banco Mundial y el FMI y los escucharon. Pero decidieron encarar una reforma polaca, doméstica. Hicieron privatizaciones tardías porque las querían hacer bien. En el caso de Hungría, las autoridades hablaron con el Banco Mundial y el FMI y ellos recomendaban un recorte del gasto público, y así hablaron durante cuatro años, hasta que se dieron cuenta de lo que tenían que hacer y lo hicieron. Respondiendo su pregunta, no se trata de controlar a los organismos de crédito sino que lo importante es que los gobiernos se enfoquen en que haya la mayor cantidad de expertos posibles para implementar las reformas.
-¿No cree entonces que hubo errores de parte de los organismos financieros?
-No estoy diciendo que la falla estuviera sólo del lado de los países. Se cometieron errores desde los dos lados.
-¿Qué papel le otorga usted a la Iglesia, a las ONG o a los sindicatos a la hora de instrumentar políticas sociales?
-A la hora de definir estrategias, los académicos deben tener un rol importante porque, como no necesitan ser reelegidos, tienen el privilegio de poder decir lo que quieran. Pero a la hora de implementar los planes sociales o beneficios sociales, creo que es bueno que los planes sean administrados por los sindicatos o por una ONG.
-¿Eso le otorgaría mayor transparencia al sistema?
-Puede que sea así, pero la transparencia debería venir con la política que se aplique desde el gobierno. La delegación en tal caso le daría mayor eficacia. En Gran Bretaña el control de los planes está dado por la Auditoría General, que controla toda la operación. Sus informes son públicos y entonces el gobierno puede o no aceptar las recomendaciones.
-¿Y qué ocurre si no acepta esas recomendaciones?
-Es difícil para un gobierno avanzar con una política determinada cuando la Auditoría dice que está mal. Por Martín Dinatale El perfil Economista y asesor Nacido en Gran Bretaña, se doctoró en Economía en la Universidad de Berkeley, en California, y se especializó en políticas sociales. Trabajó en el Banco Mundial y fue asesor de los gobiernos británico, chino, chileno y sudafricano. Prestigio internacional Autor de varios libros, el último de los cuales es Investing in Human Capital: A Capital Markets Approach to Student Funding , de 2007, Barr es considerado como uno de los máximos expertos en materia de política social, en las áreas de educación y pensiones.

sábado, 19 de abril de 2008

Cinco Joyas de Kal

Se festejan treinta años de labor crítica de KAL, el genial caricaturista de The Economist. Aquí van cinco joyas suyas













viernes, 18 de abril de 2008

Alejandro Chanona, o la Ignorancia con Doctorado.


Este artículo del coordinador de los diputados de Convergencia habla muy bien del bajísimo nivel intelectual, ético y político que padecen nuestros legisladores. Más grave este caso, el de Alejandro Chanona, un pretendido académico con un “doctorado” en Essex que, es obvio, no le ha servido para absolutamente nada. Veamos la “lógica argumental” de este farsante (lo mío va en negritas):






¡Sí!, sí hay razones
Alejandro Chanona
18 de abril de 2008

En tiempos de crispación política y de polarización social es difícil atender a las razones; el ambiente se llena de adjetivos y descalificaciones.

Sobre todo los adjetivos y descalificaciones proferidos por los "legisladores” del FAP, entre ellos los de Convergencia, con la fina senadora Layda Sansores encabezándoles.

Sin embargo, aun en medio del intercambio de epítetos, la sociedad debe conocer las razones que nos motivan: la defensa de la industria petrolera es un acto de profundo nacionalismo, pero no del nacionalismo ramplón de las efemérides patrias, sino del que defiende la posibilidad de un proyecto histórico propio, de un proyecto de nación que nos involucre a todos.

Es típico de demagogos reiterar hasta la náusea lugares comunes, pero de un presunto “internacionalista” con “doctorado” en Essex uno esperaría más rigor y profundidad de análisis. Oigan, por lo menos algo que vaya más allá de cursilerías como el “profundo nacionalismo” o de “un proyecto de nación histórico….que nos involucre a todos”.

Hemos escuchado tanto hablar de derechas y de izquierdas que es necesario recuperar el sentido que encierran estos conceptos. La derecha, en México y en cualquier parte del mundo, privilegia el orden y la propiedad, antepone a las aspiraciones de igualdad la libertad individual; para ellos el bien común es una concesión, no un derecho. Es por ello comprensible que la derecha mexicana, representada en la arena política por el PAN, ignore el significado histórico de la expropiación petrolera del 38; para ellos fue únicamente una muestra del estatismo priísta; no caen en cuenta que, en el fondo, fue una clara expresión de soberanía, una reafirmación de nuestra voluntad de ser nación independiente, es parte de lo que aún hoy nos define como mexicanos.

La misma retahíla de clichés repetidos durante décadas, sin cansancio, para ocultar la falta de propuesta ante los retos contemporáneos. Y del brillante académico, todavía ni sus luces.


Sin duda que 70 años de .mala administración, de corrupción, de deliberado abandono y de utilización de Pemex como fuente de recursos públicos para el dispendio tienen postrada en este momento a la industria petrolera. Nadie podría negarlo La diferencia estriba en qué hacemos para recomponer el camino.

Ja, Ja, Ja, el "analista” reconoce que PEMEX ha sido un fiasco por “detallitos” como la mala administración, el deliberado abandono, la corrupción, etc.; pero, al final, 70 años de fracasos no le importan a este “politólogo”, quien precipitadamente saca la conclusión, como para cerrar bien el párrafo, de que -faltaba más- echándole ganas corregimos el rumbo, con administradores tan probadamente competentes y honestos como Dante Delgado.


Para el panismo, el diagnóstico es simple: no funciona porque es una empresa pública y por eso el único remedio es la privatización, si no se puede total, al menos parcial.

No mientas. El diagnóstico dice que PEMEX no funciona por las mismas razones que enuncias en el párrafo precedente. Te las repito “mala administración, de corrupción, de deliberado abandono y de utilización de Pemex como fuente de recursos públicos para el dispendio tienen postrada en este momento a la industria petrolera. Nadie podría negarlo”. Efectivamente Chanona, nadie puede negarlo, como tampoco nadie puede negar que el desastre que reconoces fue producto de las pésimas administraciones priístas, como en las que participó Dante. El presidente propone un esquema muy parecido a lo que propone Convergencia y el propio López Obrador. ¿Lo sabías?

Las iniciativas de Felipe Calderón

Persona a cuya candidatura presidencial Convergencia no se sumó únicamente porque no cedió a las pretensiones de Dante en cuanto a número de legisladores y de prerrogativas para el “partido” ese en el que “militas”.

van en este último sentido. Y doy sólo tres ejemplos: en la propuesta de reforma a la Ley de la Administración Pública se da a la Secretaría de Energía facultades “para promover la participación de particulares en las actividades del sector”;

Tal como lo dice la plataforma electoral que registró Convergencia ante el IFE, para tu información:
“26. Lograr una reforma en materia de energía que aumente las capacidades productivas del país y permita su viabilidad en el largo plazo y que incluya de manera integral el petróleo, gas y electricidad, con medidas como:
a. Mantener la rectoría del Estado sobre la política energética.
b. Establecer una política energética integral.
c. Permitir la participación regulada de particulares.
d. Dotar de autonomía administrativa y operativa a las empresas públicas de energía (Pemex y la CFE )
e. Encontrar formas de asociación con particulares, sobre todo empresas nacionales, para revertir la disminución de reservas petroleras y aumentar la producción de gas natural.
f. Fomentar la participación de particulares en la generación de electricidad, reservando al Estado la transmisión y distribución de energía eléctrica.
g. Permitir a los ciudadanos la participación accionaria en Pemex.
h. Dar a los estados con reservas de hidrocarburos la posibilidad de explotarlos directamente, en donde no sea rentable para Pemex, mediante modelos de autogestión.”

Y Andrés Manuel López Obrador, en "Un proyecto alternativo de Nación", dice en lo referente a política energética:
“Pero tampoco deberíamos descartar que inversionistas nacionales, mediante mecanismos transparentes de asociación entre el sector público y el privado, participen en la expansión y modernización del sector energético o actividades relacionadas, siempre y cuando lo permitan las normas constitucionales ( la Constitución no permite asociación en ésto, punto, ¿de que habla este ignorante pedazo de mierda?). “En resumen, la propuesta es fincar las bases del desarrollo nacional en el aprovechamiento y en la modernización del sector energético. El objetivo es sencillo: aprovechar los recursos energéticos para fomentar la industrialización del país, generar empleos y ser competitivos en el mercado mundial” (pág. 42) GRACIAS PONCHO LANDERA.

Oye, Chanona, ¿Has leído la plataforma de tu partido?, ¿O el librito de tu Mesías? O, vaya ¿has leído algo en tu vida?

en la propuesta de reforma a la Ley Reglamentaria del artículo 27 constitucional se permite a Pemex la contratación de terceros para los servicios de refinación de petróleo, y dar en concesión el transporte, almacenamiento y distribución de gas y derivados del petróleo; y en la propuesta para crear una Comisión del Petróleo se da a ésta la atribución de “otorgar y revocar los permisos para la ejecución, funcionamiento y desmantelamiento de obras y trabajos relacionados con la exploración y explotación de hidrocarburos”.
El gobierno no puede ignorar a los millones que hoy protestan contra lo que piensan es un despojo; no puede cometer el error de atribuir a una persona la fuente del descontento social, evadiendo su propia responsabilidad. Los conflictos se resuelven ejerciendo la política, no la descalificación.

¡Qué Cinismo! El FAP y los ilustres dirigentes de Convergencia secuestran al Congreso, se dedican a acusar de antipatriotas a todos aquellos que no estamos de acuerdo con ellos y ahora se presentan como víctimas de la descalificación.


La izquierda, por su parte, como lo ha señalado Norberto Bobbio, no puede renunciar a la marca de la igualdad, aunque hoy coincida con las aspiraciones de libertad y democracia que son propias de la socialdemocracia. Más en un país como México, en el que la desigualdad es el principal obstáculo para alcanzar el desarrollo.


¡Bobbio! Este no es más que un galimatías completamente fuera de contexto que busca ocultar la falta de capacidad de argumentación del autor de este artículo.

Fruto de su herencia histórica (la lucha contra el imperialismo), la izquierda es nacionalista.


¿De qué hablas? Vuelves a probar, de manera flagrante, que de socialdemocracia no sabes nada. ¿Cual lucha contra el imperialismo? ¿Cuando el SPD aprobó los créditos de guerra para que el imperio Alemán peleara la I Guerra Mundial? ¿La de los socialistas franceses que, como Mitterrand, pretendían conservar Argelia a toda costa? Ignorante

Por supuesto que en los tiempos globalizadores que corren, el futuro de la izquierda depende en buena medida de actualizar, si vale la expresión, su nacionalismo.

La Socialdemocracia ha sido y es, desde siempre, cosmopolita. El nacionalismo es una expresión más vinculada a la derecha más reaccionaria que a la izquierda de avanzada. No demuestra el más mínimo respaldo teórico, Doctor, ¿O será que pones a escribir tus artículos a la parejita de “brillantes” colaboradores que tienes?


Pero la nación cosmopolita de Anthony Giddens no significa la cancelación de la soberanía ni la abdicación del Estado de sus responsabilidades de defenderla; por el contrario, una inserción exitosa como país, es decir, una que beneficie a la mayoría, requiere de salvaguardar los sectores estratégicos, como lo hacen muchos países, sobre todo los más desarrollados. Un proyecto de centro-izquierda aprovecha las ventajas de la globalización y busca paliar sus efectos nocivos.

Tan es así que el nuevo laborismo de Blair, primer fruto de la tercera vía de Giddens (como deberías saberlo, pero lo ignoras) respetó, en esencia, TODAS las reformas privatistas de Thatcher y se volvió un campeón de la globalización. Sería bueno que leyeras los libros que citas en tus artículos, digo, aunque sea por curiosidad.



Y por ahora la posesión de petróleo nos da un activo estratégico

"Activo estratégico" es una de esas nociones demasiados abstractas que, al no ser definidas por el analista mediocre, le facilitan a éste arribar a sofismas


en el ámbito internacional, tenemos que aprovecharlo.

Porque además los recursos que se obtienen por esta industria permiten, en efecto, fondear el desarrollo nacional, a condición de que se utilicen para fortalecer a la propia empresa, para impulsar a otros sectores económicos y para financiar programas sociales de largo aliento.


¡Pero si tú mismo reconoces, líneas arriba, que durante décadas el petróleo ha sido dilapidado y mal administrado! ¿Sobre qué bases te atreves a afirmar que manteniendo el status quo ahora sí se va a fondear el desarrollo? Eso es lo que estamos esperando de un académico tan brillante, que se nos ofrezca los argumentos técnicos, económicos, administrativos que demuestren la superioridad de su propuesta sobre la del contrario. Pero en este artículo y en el resto de la argumentación del FAP sólo nos topamos con los mismos clichés, prejuicios, frases hechas y descalificaciones de siempre.


Privatizar total o parcialmente Pemex significa la renuncia del Estado a la responsabilidad que tiene para aprovechar un recurso estratégico; porque al privatizar, las decisiones sobre el futuro de la industria se tomarán bajo condiciones de mercado, no de rentabilidad social. El Estado social inversor, en un modelo socialdemócrata, puede ser una salida a los problemas de la paraestatal, a condición de que sea administrada de manera eficiente, transparente y sin corrupción. En esto coincidimos todos.

¿Ah sí?, ¿Y cuál es un modelo socialdemócrata? Explícalo, no nada más lances frasecitas sin sentido y demagogia insustancial. ¿Es socialdemócrata Lula? ¿Sabes que Brasil acaba de encontrar un enorme yacimiento de petróleo en el Atlántico Sur en colaboración con Repsol y BP? ¿O te parece que el modelo socialdemócrata es el de Blair en el Reino Unido? ¡Ah ya se! ¡Eres tan ignorante que crees que Chávez es socialdemócrata!, ¡claro! ¡Ese sí es un nacionalista que defiende el estatismo a ultranza! ¿Verdad? ¿Pero puede ser socialdemócrata un dirigente autoritario que se dedica a denostar a la socialdemocracia, y a quien la Internacional Socialista ha denunciado por denigrar el nivel democrático de su país? Aclara.


Por eso es tan importante que se dé un amplio debate nacional sobre el futuro de esta industria,

¿Otro?

suficiente en fondo y tiempo;

¿Te parecen nueve años, que es el estimado de duración de nuestras reservas?

la democracia exige que se escuchen todas las voces,

¡Hipócrita! Entonces, liberen a nuestro parlamento


más cuando lo que se discute afecta a un sector estratégico para nuestro futuro; de hecho, esto allanaría el camino de un auténtico referéndum. El choque de ideologías no tiene por qué cancelar el intercambio de ideas.

Siempre y cuando se reconozca que mis ideas son las patriotas, nacionalistas “progres” y buenas, y las de “la derecha” antimexicanas” pro gringas”, empobrecedoras y malas. ¿Verdad?

Cuando el gobierno y su mayoría legislativa se muestran renuentes a escuchar a la nación, prefiero la resistencia pacífica en las tribunas del Congreso. Lo prefiero a la toma de las calles.

¡Hay que lindo! Gracias por las amenazas y los chantajes


Coordinador de la fracción parlamentaria de Convergencia en la H. Cámara de Diputados (por la gracia de Dios)

Doctor Chanona: Sé que te sientes un “elevado intelectual”, por eso es que más risa me da comprobar la mediocridad de este artículo, el cual es una vergüenza indigna ya no digamos de un académico de Essex (Dios mío Chema, Mauricio, espero que sean mejores), sino de un estudiante de los primeros semestres de la carrera de Ciencias Políticas. Hablas sin tener conocimiento profundo de nada. Afirmas que el modelo mexicano ha sido un desastre, para después defender la necesidad de mantener las cosas como están. A lo más que llegas es a ofrecer un etéreo modelo “socialdemócrata” que jamás específicas, porque no conoces que es la socialdemocracia, esa es la verdad. Ni idea tienes. Ustedes en Convergencia son socialdemócratas porque a Dante “le latía” que estaba de moda y que era una posición pragmática de izquierda-pero-no-mucho que le permitiría hacer sus acomodos oportunistas sin mayores problemas. Por eso son socialdemócratas ustedes en Convergencia.

¡Basta de demagogia, de farsantes como ustedes los del FAP y de su violencia fascistoide!
Atentamente

Pedro Aguirre
Presidente Legítimo de la Fundación por la Socialdemocracia de las Américas
(Bueno, a ti te gustan los “legítimos”, ¿no?)

jueves, 17 de abril de 2008

...mientras tanto, en Brasil



Mientras que en México un puñado de hooligans secuestra nuestro Congreso a nombre de la "patriótica" lucha por "nuestro" petróleo....


...en Brasil, el presidente Lula Da Silva, un estadista que representa como pocos una izquierda moderna e inteligente (muy remota a la salvaje, estólida e irracional que padecemos en México), se dedica a gobernar sin ser esclavo de clichés ni encerrándose en obsoletas trincheras ideológicas con el propósito de afianzar a su país como uno de los miembros prominentes del grupo de países que parecen destinados a ser potencias del siglo XXI, los llamados Brics (Brasil, Rusia India China y Sudáfrica). Esta semana se informó que un enorme yacimiento petrolífero se ha descubierto en el océano Atlántico. Este decubrimiento fue posible gracias a una inversión conjunta entre la estatal PETROBRAS (con participación del 45%) con las "perversas" compañías trasnacionales Repsol (25%) y British Gas (30%) El yacimiento podría tener reservas hasta por 33,000 millones de barriles y sería el mayor hallazgo en 30 años, lo que convertiría a Brasil en la octava potencia petrolera del mundo.

Brasil ya ha logrado la autosuficiencia petrolera, se ha convertido en una potencia en materia de biocombustibles y, si estas prospecciones se confirman, puede llegar a ser una Arabia Saudí de América Latina, con enormes consecuencias no sólo para el propio país sino para toda la región, cuyo interés global aumentaría sobremanera, mientras México está viendo caer su producción al ir agotando sus reservas (pero con mucho orgullo patrio, ¡Faltaba más!) , y Venezuela sufre la desastrosa gestión del régimen de Chávez (la estulticia no es exclusiva de nuestra izquierda, que conste.)

Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica como nuevas potencias. Un grupo en el que bien pudiera estar México si no fuera por la vocación de derrota y de fracaso que tenemos en este país, carajo. ¡Qué vergüenza y qué lastima!

martes, 15 de abril de 2008

Italia. El Payasito, ¡¡¡¡OOOOtra vez!!!


Ya he comentado antes en este blog la pasión que tengo con de la política italiana, una de las más anarquizantes, corrompidas, sucias e ineficientes del mundo que jamás podrá ser un ejemplo a seguir para nadie, pero que a nivel de show es sumamente entretenido, sobre todo desde la irrupción de ese grotesco arlequín que es Silvio Berlusconi, farsante, cínico, histrión sin concesiones, tramposo, falso, en fin, el italiano en quintaescencia. Eso es una de las obligaciones que deberían observar algunos politólogos y opinadores. No confundir los que nos gusta como espectáculo a como debieran funcionar la democracia. Pero esa es otra historia. Hoy el show italiano se intensifica Se acentúa el escándalo y el desorden político. La basura inunda Nápoles, ciudad mito del turismo, la belleza y la alegría mientras se difunden estadísticas económicas cada vez más desalentadoras. El bienestar social y la capacidad productiva están por los suelos. Veintisiete gobiernos ha tenido Italia en los últimos 31 años. La economía carga con un gasto público que ronda el 40% del PIB y con el fardo de una inclemente deuda pública. Las mafias se hacen presentes en el control de amplios sectores económicos. Apenas un 59% de los ciudadanos tienen empleo. El país padece la tasa de impuestos más alta de Europa y un nivel salarial apenas por encima de Portugal. Esta es, en buena medida, la herencia que dejó Berlusconi en 2006 tras cinco años de gobierno y que hoy recoge el propio "caimán". ¿Qué pasa en Italia? Parecería que un tsunami hubiera embestido a la península. El tema merece alguna reflexión que vaya más allá de los resultados electorales del pasado fin de semana.
La llamada I República se fundaba en que el importante Partido Comunista Italiano, a pesar de su significativa representatividad parlamentaria, no debía participar del gobierno, pero tampoco debía hacer la revolución. Frente a la mayoría democristiana de entonces, el PCI aceptó, de alguna manera, dejar gobernar. Fue un pacto no escrito, cuyas carencias -que terminaron en el famoso Mani Pulite , no impidieron la consolidación del sistema democrático, ni un extraordinario crecimiento económico y una transformación de país campesino en potencia industrial, entre las primeras seis o siete naciones del mundo. Es cierto que se trató siempre de un modelo político que tenía sus límites, a partir de la Constitución de 1948, que puso en pie un complejo sistema de decisiones, con espacios quizá demasiado acotados para el Poder Ejecutivo. Este fue el costo que los constituyentes pagaron, en la inmediata posguerra, para afirmar un justificado "nunca más" al autoritarismo de la dictadura fascista. Italia devino en país fundador de la Unión Europea, miembro de la OTAN y socio del G-8, afirmándose, además, como ejemplo de desarrollo social e industrial y dejando atrás la triste característica de país de emigración. Las dificultades y los desbandes vinieron después. Empezaron con el llamado paso de la Primera a la Segunda República, en la década del 90. Se pensaba, entonces, que a un corrompido sistema político lo relevaría un nuevo movimiento ciudadano dirigida por líderes que jamás se habían manchado las manos qon el quehacer poltico. Pero sucedió todo lo contrario, a una clase política corrompida y desgastada la sustituyo una caterva de ineficientes aún más venales que los políticos tradicionales.

Caídos los grandes partidos, el sistema político aún no ha podido encontrar un nuevo equilibrio. Se multiplican irracionalmente las formaciones. Llegó a haber 39 partidos con presencia parlamentaria, que complican todo proceso de decisiones. Precisamente, una de las pocas buenas noticias que traen los resultados electorales del fin de semana es que se simplifica, por fin, el sistema. Se prefigura un bipartidismo definitivo al ddesaparecer una buena cantidad de partidillos personalistas, radicales y pendencieros. ¡Adiós a los Dantes Delgado locales!

Pero más allá de la disgregación política, se acentúa en Italia el desorden administrativo, con costosas autonomías locales (24 parlamentos regionales, además del Congreso Nacional, con casi mil parlamentarios) que exasperan el gasto público, llevan al tope la presión fiscal y alimentan la sospecha de que la dirigencia se va transformando peligrosamente en casta. Todo esto en un proceso difícil de manejar, con coaliciones políticas -de derecha o de izquierda- excesivamente infladas a menudo y sin la imprescindible amalgama de ideas y propósitos compartidos. Para enmendar los desaciertos no bastará con el simple cambio de una coalición por otra. Será inevitable volver al espíritu de la epopeya reconstructiva de posguerra: moderar en lo posible los enconos de la riña política y buscar denominadores comunes que permitan encarar las reformas profundas que el sistema requiere con urgencia.


Los políticos italianos deben comenzar, pero ahora sí, ya, un proceso de reforma profunda. La simplificación del sistema de partidos en un buen síntoma, pero nada hace suponer que Berlusconi dejará de gobernar como lo hizo en su pasada y larguísima administración. El caimeán solo sabe ver por sus intereses particulares mientras pospone reformas tan urgentes como impopulares a la reforma de pensiones, al pavoroso sistema fiscal, al Estado Bienestar y al gigantesco, ineficiente y oneroso sector público.


Ya son muchos los observadores que en todo el mundo se preguntan cómo es posible que en el país de Maquiavelo no se encuentren las soluciones políticas más atinadas. De verdad, ¿Cómo es posible? Maquiavelo revolcándose en su tumba mientras el payasito Berlusconi se hace, otra vez, del poder.

domingo, 13 de abril de 2008

¿Quiéres Ganar Elecciones? No Digas la Verdad


Que los políticos se metan en graves problemas y sean susceptibles a perder gran cantidad de votos en la urnas por decir la verdad es algo que debería movernos a meditar sobre el carácter de nuestras democracias. Hace poco, Obama dijo una verdad tan contundente e irrefutable como las montañas rocallosas: "Mi incapacidad para atraer al electorado obrero se debe a que muchos de ellos se sienten frustrados por las condiciones económicas. No es sorprendente que por padecer restricciones económicas la gente esté amargada y resentida, se refugie en las armas o la religión o la antipatía hacia quienes no son como ellos o en un sentimiento contra la inmigración o contra el comercio internacional como forma de explicar sus frustraciones". Bueno, pues este comentario que es tan cierto como el sol que nos alumbra todas las mañanas se le va a revertir al senador por Illinois. La deseperada Hillary no tardó nada en saltar con avidez de leona hambrienta sobre la presa y ya describió a su contrincante como "el típico abogado de Harvard arrogante, elitista y con aires de superioridad".

¡Qué lástima que el éxito electoral siempre este reñido con la verdad! ¡Qué pena que para ganar elecciones se tengan que seguir las tácticas de políticos profesionales como, digamos, Hillary Clinton, quien se dedica a decir cosas únicamente con el propósito de complacer al auditorio al que se dirije! ¡Y qué paradojico resulta que decir verdades tan dramáticas e irrevocables como la que dijo Obama sea considerado un gaffe en la democracia!

sábado, 12 de abril de 2008

La Verdadera Cara del Populismo


Hasta no hace mucho tiempo, un sector de la progresía latinoamericana pretendió poner de moda defender al populismo (¿verdad Hernán Gómez?) a la luz de los “indiscutibles” éxitos económicos de los gobiernos kirchnerista en Argentina y chavista en Venezuela y de los triunfos electorales de Evo, Ortega y Correa. Hoy que la engañosa burbuja de la recuperación populista está llegando a sus límites, tanto en Argentina como en Venezuela, y que el prestigio de tanto de Evo como de Correa se desmorona volvemos ver el verdadero rostro del populismo: el de la violencia, el autoritarismo y el odio. En México, López Obrador y su secta de violentos y retardatarios procura aprovechar la necesidad ingente que tiene el país de reformar su política petrolera para recuperar las posiciones políticas perdidas en el transcurso de los últimos años con su acostumbrado discurso demagógico de reacción y odio. El agraviante espectáculo ofrecido por los diputados del FAP en el Congreso de la Unión pinta como nada la realidad del populismo como un fenómeno violento y despótico del que México, desgraciadamente, no está exento.

Los populistas como López Obrador y sus compañeros de viaje sólo conocen el lenguaje del agravio y únicamente se centran en identificar a sus enemigos. Siempre el odio, siempre el rechazo frontal, siempre dos bandos separados y enfrentados por el veneno del rencor. Esta violencia impulsada por los perredistas en México, como la de D’Elia en Argentina y Chávez en Venezuela en una tradición que suele no respetar las reglas institucionales del Estado de derecho: a grandes rasgos, ésta es la recreación latinoamericana del populismo.
El populismo creció sobre teorías irracionales como el Volkgeist de Herder, que luego encantó a los nazis. También sobre el Narod, palabra equivalente en ruso, tomada por la derecha paneslavista. El fenómeno de las masas -potente manifestación del pueblo- fue desmenuzado críticamente, desde distíntos ángulos, por Gabriel Tarde y Gustave Le Bon y luego por Sigmund Freud y Elias Caneti. El populismo no sólo pretende estirar al máximo la cuerda de la hegemonía en el ejercicio del poder, sino que también busca impulsar una política económica que sea al mismo tiempo distributiva y nacionalista. Ningún populista suele pensar de entrada en los prerrequisitos del crecimiento, en el temple equitativo de la ciudadanía fiscal y en la fortaleza de las instituciones. Aun cuando establezcan constituciones a la medida del designio que los anima, la premisa básica de los populistas es que mandan los hombres por sobre el gobierno de la ley. El populismo es el espejo desfigurado de la democracia representativa y pluralista. Pero el problema que trae el populismo a nuestra circunstancia, más allá de juzgarlo como un hecho lamentable, deriva de los antecedentes que lo producen. ¿Por qué estos registros de pretendida ira popular que rechaza con saña a quienes se ubican en la vereda opuesta? El pueblo en la calle puede expresar la salud cívica de una democracia o bien puede dar testimonio de una honda división política y social. Ahora parece predominar esta última característica con sociedades polarizadas, que parece cortada de un tajo, dominada por instintos y pasiones. En una palabra, la violencia de las palabras, que se confunde con la violencia de las municiones.

El problema del populismo permanece abierto sin que por ahora se atisbe una solución inmediata. Este fracaso, menester es reconocerlo, obedece a que, salvo contadas excepciones, en América Latina la democracia representativa no ha cumplido con las promesas de la estabilidad, reformismo y lucha contra la desigualdad. Cuando estos atributos fallan, la representación política de los partidos también caduca y entonces la condición pública de la ciudadanía se desenvuelve entre la inseguridad, la cuasi anarquía o las fracturas que genera el populismo. Se ha dicho, con razón, que la democracia es un régimen que, por propia definición, no elimina de su trama histórica la incertidumbre y el riesgo de la libertad. Pero una cosa es la incertidumbre que nace de una competencia abierta entre partidos responsables, titulares alternativos del gobierno y de la oposición, y otra cosa muy diferente es la situación semicaótica en que está sumida, en uno y otro de sus vértices, América Latina, debido a la incapacidad de las dirigencias para actuar con responsabilidad. El populismo es lacelebración extrema de la irresponsabilidad. El populismo es una tentación sólo superable con la disciplina que impone la democracia férreamente unida al Estado de derecho. Lo demás es pereza, ineptitud y, al cabo, desolación

El populismo anhela una comunidad sin contradicciones, sin pluralidad. No sólo hace regalos a los pobres, sino también a las demás franjas sociales. Los empresarios -como ha sido evidente en muchos casos- dejan de ser competitivos; en lugar de apostar a la imaginación y la excelencia, se instalan a la sombra del caudillo (o del Estado que él comanda), para obtener privilegios y ganancias fáciles. Los beneficios son el resultado de la obsecuencia, la corrupción y la mentira, no de méritos ejemplares. El sector productivo languidece, porque no recibe estímulos como los que se dedican a acariciar desvergonzadamente los dedos del poder. Asimismo, el populismo simula ser revolucionario, y lo simula muy bien. De ese modo atrapa la pasión de jóvenes, intelectuales y gente solidaria, que cae bajo sus malabarismos ideológicos. Utiliza el concepto pueblo como si fuese una esencia supraindividual, una unidad perfecta. El líder, su partido y la nación constituyen un todo sin fisuras. La lealtad se debe ejercer de abajo hacia arriba, nunca en forma recíproca. El pueblo se debe al líder y el líder "dice" (sólo dice) que se debe al pueblo. En el populismo molesta la división de poderes, la alternancia política, la independencia de la justicia, aunque las simulen respetar (violándola sin escrúpulo ni respiro). Agreguemos que el populismo infunde pereza en el pensamiento. La culpa de todo está siempre en otra parte (la derecha, los gringos, los complots, los enemigos del pueblo, los innombrables). Lo único que cabe hacer es quejarse, protestar. Inhibe la crítica racional y de fondo como condición sine qua non de su modus operandi y, en consecuencia, aleja la posibilidad de hacer buenos diagnósticos y aplicar tratamientos eficientes. El problema son los otros. Por lo tanto, de los otros vendrá la solución. Hay que pedir, exigir, denunciar, odiar y extorsionar.

Como el pueblo y su líder son la misma cosa para el populismo y sus derivaciones, el líder hace lo que el pueblo quiere (dice) y el pueblo se lo cree a pies juntillas. No hay más ley que la del pueblo (dice) y, por lo tanto, puede cambiarla o violarla cuantas veces se le ocurra, porque lo hace por deseo o pedido del pueblo (dice). En verdad, la ajusta a sus egoístas intereses. Esto es calamitoso, porque genera una terrible inestabilidad jurídica que, sin embargo, no se percibe ni repudia como tal. La inestabilidad jurídica perturba la inversión y afecta al aparato productivo. Los países con inestabilidad jurídica son invariablemente pobres. Pero el populismo se las arregla para construir sofismas a partir de una curiosa hipótesis: que la estabilidad beneficia a unos más que a otros. Lo cual es cierto en el corto plazo, pero a la larga rinde altos dividendos a la sociedad en su conjunto.
Ha llegado la de combatir de rente al populismo con las armas de la razón y con la suficiente determinación política. ¿Podrá el tímido Felipe Calderón hacerlo, asesorado por Mourniño, su estadista de cabecera? Lo dudo. Por eso las respuestas deben venir de parte de la sociedad. Urge superar definitivamente los exabruptos y violencias que envilecen y rebajan el nivel de nuestra vida cívica. Ha llegado la hora de que sustituyamos el lenguaje del agravio y encausemos el debate político hacia la vía del respeto y la dignificación del adversario. Que el futuro sea cada vez más el fruto de una convivencia fundada en la aceptación del "otro" como base y fundamento de una sociedad auténticamente pluralista basada inequívocamente en el respeto irrestricto a la dignidad ajena sin subestimarnos e insultarnos.