miércoles, 1 de julio de 2020

Jinetes del Apocalipsis



Jinetes del Apocalipsis - Wikipedia, la enciclopedia libre

A la memoria de Vily Serio

Después de la peste, ¿la guerra?

Xi Jinping y Narendra Modi son los hombres fuertes de los dos países más poblados del mundo, líderes ambiciosos y nacionalistas deseosos de alcanzar una mayor preeminencia mundial. Ambos, tras gozar de un período de éxitos, hoy encaran grandes obstáculos, tales como la ralentización económica, disensiones internas y, ahora, el coronavirus, el cual aún se extiende aceleradamente en India mientras China intenta contener un nuevo brote en Beijing.

China e India tienen décadas de protagonizar severas diputas territoriales en las regiones fronterizas del Himalaya. La semana pasada estos diferendos estallaron violetamente y costaron la vida por lo menos a 20 soldados indios.

China se ha negado a reconocer unas fronteras diseñadas durante la era colonial británica. En 1962, estos reclamos llevaron a una breve pero cruenta entre ambos los dos gigantes asiáticos, la cual acabó con una humillante derrota militar de India.

Hoy, ni Xi no Modi quieren perder prestigio. China protagoniza este rifirrafe en el contexto de una ofensiva en política exterior la cual incluye endurecer posicionamientos frente a Hong Kong y Taiwán, desplegar exhibiciones de fuerza en el mar del Sur de la China y una actitud contestataria frente a las acusaciones de negligencia frente al coronavirus vertidas por Estados Unidos y algunas naciones europeas.
Pero Modi es quien más puede perder. Su popularidad, muy alta durante los primeros cinco años de su mandato, hoy está amenazada.

Llegó al gobierno con un discurso populista. Proyectó el resentimiento de buena parte del electorado ante las élites políticas tradicionales y apelando al nacionalismo hinduista promovió la idea de desterrar el laicismo del Estado fundado por Nehru y Gandi para sustituirlo por un sistema dominado por la cultura hindú, donde las minorías (musulmanes, budistas, etc.) estén sometidas a severos controles y discriminación.

Por eso para el actual gobierno explotar la vena nacionalista es vital. "La soberanía y la integridad de la India es suprema, y nadie puede detenernos en su defensa", declaró Modi, jactancioso.

Pero pese a esta retórica agresiva, el enfrentamiento ha subrayado el rezago de India respecto a su vecino. La economía china es casi cinco veces mayor y en el campo estratégico global rivaliza con Estados Unidos.

India dese hace tiempo alberga visiones de un orden mundial multipolar donde espera desempeñar un papel significativo, quizá incluso un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Pero el país tiene demasiados pendientes a resolver antes de ver materializado este anhelo: temas de integración nacional, desarrollo regional, resolución de conflictos con sus vecinos.

Y, también, con los recientes combates quedó evidenciada la imposibilidad de ver a las potencias emergentes aliadas en un bloque común. El proyecto de los BRICS queda en entredicho.

Pedro Arturo Aguirre
Publicado en la columna Hombres Fuertes
24 de junio de 2020


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