Los populistas de
todo el mundo se identifican entre sí y son solidarios entre ellos. La semana
pasada, Donald Trump recibió en la Casa Blanca al presidente polaco, Andrzej
Duda, quien días después (es decir, el domingo pasado) iría a las urnas en
busca de su reelección.
La de Presidente
de Polonia es una posición casi meramente emblemática. El verdadero hombre fuerte
del país es Jaroslaw Kaczynski, el populista líder de facto del partido Ley y
Justicia (PIS), pero los comicios celebrados a hace tres días constituyeron una
importante prueba de popularidad para el PIS, justo cuando su hegemonía parece
menguar.
Los populistas polacos
son profundamente conservadores en los temas sociales. Duda movilizó a sus
electores presentándose como el defensor de la familia tradicional y acusando a
la "ideología de género” como “peor que el comunismo”.
El rival de Duda es
el alcalde de Varsovia, Rafal Trzaskowski. Ambos se enfrentarán en una
definitiva segunda ronda en julio. Trzaskowski
es un decidido liberal quien protege los derechos de las minorías sexuales,
aplica medidas contra la discriminación y aboga por más educación sexual en las
escuelas.
En este contexto de reñida elección Trump invita a la
Casa Blanca a su colega polaco para darle un buen espaldarazo con el anunció de
un “muy probable” traslado a Polonia de tropas estadounidenses desde sus bases
actuales en Alemania, establecidas desde el fin de la II Guerra Mundial.
Esta fue la primera vez que Trump recibió a un
presidente extranjero desde el inicio de la pandemia. En todo momento fue muy generoso
en sus elogios a Duda y respaldó, abiertamente, su reelección. “Al presidente
Duda le está yendo muy bien en Polonia, está haciendo un trabajo excelente”,
declaró sim ambages.
Polonia lleva tiempo tratando de obtener una mayor
asistencia militar estadounidense, particularmente desde la anexión rusa de
Crimea en 2014.
Con esta decisión Trump ahonda más sus divisiones con
sus aliados occidentales, pero le da un respaldo quizá decisivo a los
populistas polacos. “Envío con esto una señal muy fuerte”, dijo el presidente
de Estados Unidos. ¡Y vaya si lo hizo! Tanto los miembros de la OTAN como
incluso algunos senadores republicanos critican la medida como una forma de
beneficiar a Putin.
Trump ayudó en la Casa Blanca a un gobernante populista
con quien comparte ideas conservadoras y vocación autoritaria. No sería de
extrañar si algún otro miembro de la “familia de hombres fuertes” muy pronto le
devolviera el favor ahí mismo, en estos momentos tan difíciles para el magnate,
quien atraviesa por un pésimo momento de cara a los comicios electorales de
noviembre. ¡Catorce puntos porcentuales tiene actualmente Biden sobre Trump en
las encuestas! Pero para eso están los amigos. “Internacional Populista”, podría llamarse este singular club.
Pedro Arturo Aguirre
publicado en la columna Hombtes Fuertes
1 de juio de 2020