Perfida y loca humanidad, que ante el derretimiento del Oceano Ártico en vez de buscar soluciones que la eviten ya planea la manera de sacar jugo comercial a esta desgracia ecológica. Lean e indígnense con este reporte que hace circular Bloomberg por los pagos de internet:
NUEVA YORK BLOOMBERG
Debajo de la capa de hielo del Océano Ártico, en proceso de derretimiento, se gesta la más reciente y mayor disputa territorial del mundo. El calentamiento mundial está abriendo el Paso del Noroeste que la navegación buscó hace 500 años, con lo que podría accederse a algunas de las mayores reservas de petróleo del mundo. Rusia, Estados Unidos, Canadá, Noruega y Dinamarca pelean por territorio en la zona. La disputa podría acabar en reclamos confrontados.
A fin de asegurar la cuota de Canadá, el primer ministro Stephen Harper y su gabinete viajarán al poblado ártico de Inuvik ahora que el país está por completar su mayor ejercicio militar de la historia en la región. La población, en donde el sol nunca se pone en verano, está a 4.100 kilómetros de Ottawa.
"Si no se invierte una energía real lo suficientemente pronto para ayudar a resolver algunas de estas cuestiones, podría haber problemas", dijo Scott Borgerson, investigador del Council on Foreign Relations de Nueva York. "Se espera que en un futuro todo el hielo desaparezca, y la falta de respeto a las leyes nacionales aplicables podría convertir a la región en una especie de oeste salvaje".
Los países occidentales están apresurándose a hacer reclamos territoriales sobre el Ártico. Rusia, que colocó una bandera de titanio en el lecho marítimo del Ártico el año pasado, ya realiza vuelos estratégicos con aviones bombarderos para patrullar la región. También entrena a tropas de combate en el extremo norte, en donde las temperaturas pueden caer a menos de -57° Celsius.
"Los sucesos en Georgia deberían ser una señal de alerta sobre lo que los rusos están haciendo", dijo Rob Huebert, del Centro de Estudios Militares y Estratégicos de la Universidad de Calgary.
Canadá realiza una escalada militar en el Océano Ártico, un área de alrededor del tamaño de Rusia. Ha presupuestado 7.400 millones de dólares canadienses para barcos adecuados para el Ártico, y con frecuencia sus cazas de reacción siguen a los bombarderos rusos TU-95.
Según la Convención de la Ley del Mar de ONU, los derechos económicos de los países en el Océano Ártico se extienden a 320 kilómetros de sus costas. El Ártico podría contener 90.000 millones de barriles de curdo, más que las reservas comprobadas de Nigeria, Kazajistán y México juntas, y lo suficiente para abastecer a Estados Unidos por más de diez años, dijo, en julio, el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Debajo de la capa de hielo del Océano Ártico, en proceso de derretimiento, se gesta la más reciente y mayor disputa territorial del mundo. El calentamiento mundial está abriendo el Paso del Noroeste que la navegación buscó hace 500 años, con lo que podría accederse a algunas de las mayores reservas de petróleo del mundo. Rusia, Estados Unidos, Canadá, Noruega y Dinamarca pelean por territorio en la zona. La disputa podría acabar en reclamos confrontados.
A fin de asegurar la cuota de Canadá, el primer ministro Stephen Harper y su gabinete viajarán al poblado ártico de Inuvik ahora que el país está por completar su mayor ejercicio militar de la historia en la región. La población, en donde el sol nunca se pone en verano, está a 4.100 kilómetros de Ottawa.
"Si no se invierte una energía real lo suficientemente pronto para ayudar a resolver algunas de estas cuestiones, podría haber problemas", dijo Scott Borgerson, investigador del Council on Foreign Relations de Nueva York. "Se espera que en un futuro todo el hielo desaparezca, y la falta de respeto a las leyes nacionales aplicables podría convertir a la región en una especie de oeste salvaje".
Los países occidentales están apresurándose a hacer reclamos territoriales sobre el Ártico. Rusia, que colocó una bandera de titanio en el lecho marítimo del Ártico el año pasado, ya realiza vuelos estratégicos con aviones bombarderos para patrullar la región. También entrena a tropas de combate en el extremo norte, en donde las temperaturas pueden caer a menos de -57° Celsius.
"Los sucesos en Georgia deberían ser una señal de alerta sobre lo que los rusos están haciendo", dijo Rob Huebert, del Centro de Estudios Militares y Estratégicos de la Universidad de Calgary.
Canadá realiza una escalada militar en el Océano Ártico, un área de alrededor del tamaño de Rusia. Ha presupuestado 7.400 millones de dólares canadienses para barcos adecuados para el Ártico, y con frecuencia sus cazas de reacción siguen a los bombarderos rusos TU-95.
Según la Convención de la Ley del Mar de ONU, los derechos económicos de los países en el Océano Ártico se extienden a 320 kilómetros de sus costas. El Ártico podría contener 90.000 millones de barriles de curdo, más que las reservas comprobadas de Nigeria, Kazajistán y México juntas, y lo suficiente para abastecer a Estados Unidos por más de diez años, dijo, en julio, el Servicio Geológico de Estados Unidos.
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