"El hombre invisible", esta es la dura calificación (o más bien, descalificación) que el diario español El País dio al actual secretario general de la ONU, el sudcoreano Ban Ki-moon, en un extenso reportaje en el que diplomáticos sacaron a relucir su molestia por la falta de protagonismo de Naciones Unidas. El reportaje exhibe a Ban como un mediocre burócrata sin la personalidad, carisma, experiencia, conocimiento ni inteligencia necesarias para sacar adelante tan importante puesto. Un pendejazo internacional, ni más ni menos."En los últimos 20 meses (período en que Ban ha estado a cargo de la ONU) se han sucedido los conflictos en los que el secretario general podría haber intentado ejercer un liderazgo político y moral -Sudán, Kosovo, Zimbabwe, Georgia-, pero Ban se ha limitado a lanzar comunicados o lanzar declaraciones efímeras", afirma el artículo.El diario basa sus argumentos en entrevistas con 20 diplomáticos de cuatro continentes, quienes acusan a Ban de ser intolerante a opiniones que no sean la suya y de tomar decisiones amparado en un "círculo de confianza" compuesto únicamente por sudcoreanos.Le achacan no tomar una posición determinada ante los conflictos y comportarse más como un "secretario" que como un "general", haciendo que la ONU carezca de un rol activo.
El perfecto ejemplo de quien es esta "lumbrera" (y que usó la mayoría de los entrevistados) fue la lamentable rweacción de este gilipollas al conflicto entre Rusia y Georgia. Pese a la gravedad del hecho, Ban no suspendió sus vacaciones y en sus comunicados sólo abordó el tema humanitario, sin entrar al ámbito político."La gente de (el Presidente estadounidense) Bush, que quería reducir el papel del secretario general, encontró en Ban Ki-moon al hombre que necesitaba", ¡Y vaya que lo logró al poner a esta nulidad!
Otro comentario son los constantes gaffes de Ban, dignos de un párvulo retrasado, como cuando el año pasado dijo en una reunión con líderes palestinos en Jerusalén Este que "es un gran placer estar en Israel". El problema fue que ese territorio también es reclamado por los palestinos. También mucho se le critica la tardía y tibia reacción que tuvo ante el desastre que se abatió en Myanmar.
Claro, no todas son críticas. Nunca faltan quienes adoran el "gris burócrata". Al sudcoreano se le reconoce su capacidad de trabajo, pues se levanta a las 5 de la mañana y para cuando llega el momento de la reunión con su equipo, a las 8:30, ya se ha leído los resúmenes de prensa y ha hecho entre 6 a 10 llamadas. La gran pregunta es ¿De que sirve que sea muy trabajador si es tan pendejo? Más horas que chambee, pos más pendejadas hace ¿O no? Quienes defienden a Ban recalcan que ha preferido usar una "diplomacia silenciosa" antes que exacerbar conflictos. ¡La manga! Diplomacia silenciosa, si quería guardar silencio, mejor qu se meta a un convento. .Hace falta que el secretario general tome la iniciativa política. Ban es tan inactivo e ineficiente, que muy bien podría pasar a formar parte del gabinete de Calderón. De ese tamaño están las cosas en la pobre ONU.
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