miércoles, 17 de septiembre de 2008

¡Se voló la barda el Página 12!


"El Camarada Bush", publica hoy, irónico, el populistoide e izquierdoso diario argentino Página 12 en sus ocho columnas y continúa: "En otro arranque de populismo estatista, el gobierno norteamericano puso 85,000 millones de dólares para evitar la caída de AIG, una de las mayores compañías de seguros del mundo." ¡Buenísimo el sarcásmo! Falta ver si esto ayuda a Obama (¡Its the economy, stupid! ¡And now nore than ever!) a ganar las elecciones. Cómo están las cosas, una derrota demócrata sería inexcusable. Ya no acapararán la atención del electorado trivialidades como la Lipstick Issue y otras tonterías por el estilo. También será interesante ver si la crisis financiera ayuda a las alicaídas opciones socialdemócratas europeas. Yo por eso soy liberal popperiano: nada de fundamentalismos. El Estado debe intervenir en economía con toda decisión sí ocasiones extraordinarias así lo demandan (pero de manera temporal, únicamente, conste).

martes, 16 de septiembre de 2008

Calderón, ten agallas: corre a tus "cuatitos".


Los atentados criminales perpetrados ayer en Morelia en un día tan significativo para México, y la flagrante provocación del narco al arrojar en la Marquesa los cadáveres de 24 ejecutados, son pruebas fehaciente de que este país vive en guerra y que ha llegado la hora de tomar medidas extremas. Sr Calderón, mucho dice preocuparse por la situación de violencia que padecemos, pero entonces, ¿Por que diablos sostiene contra viento y marea a tres comprobados ineptos como principales responsables del combate contra el crimen organizado? Me refiero, desde luego, a la tercia de chiflados que ocupan las secretarias de Gobernación (el Morniño de sus ojos) al señor ese en la luna que ocupa -por decir algo, la Secretaría de Seguridad Pública y al procurador general de justicia. El único mérito palpabloe de estos señores es que son sus "cuatitos" y usted no los remueve porque está demostrando ser un mandatario medroso e inseguro incapaz de tener visión de Estado.

No sea mediocre, señor Calderón, cese de inmediato a sus amiguitos y coloque a tres personas de mayor envergadura política y administrativa en las posiciones que son clave para la seguridad nacional, aunque no militen en su partidito de blanquiazules mochilenques, corruptos e ineficaces . Desde luego, elcambio de nombres por sí mismo no es una recetita mágica que vaya a solucionar tan complejo problema de la noche a la mañana, pero al menos usted mandara la señal a la sociedad de ue la escucha y de que no teme tomar decisiones trascendentales en el ejercicio de su mandato.

¡Haga algo, Sr. Calderón!

¿Es Godzila o las Bolsas que se Derrumban?


Vean nada más esta foto que puso ayer el diario británico The Independent en su portada. La expresión apanicada de un broker con los ojos desorbitados y la boca tan abieta que podría devorar a un hipopótamo. El hombre parece haber visto a Godzila o a un demonio, pero en realidad sólo está comprobando la estrepitosa caída de todos los índices bursátiles. ¡Se me hace que ahora si nos va a llevar la tiznada!

lunes, 15 de septiembre de 2008

¡Qué Mal Me Cae Elena Poniatowska!


A instancias de mi cuate don Antonio Mondragón inauguré en Faceook un grupo que se llama ¡Qué ml me cae Elena Poniatowska! y es que seamos sinceros: la Poniatowska es una mujer profundamente antipática. Respeto a las personas que aprecian su literatura (no es mi caso), pero más allá de los presuntos méritos de su obra la figura pública que ha creado es aborrecible. La señora es la exaltación viva de la "pose", la pedantería y el esnobismo izquierdista. Se ha convertido en la quintaescencia de la intelectual "progre" latinoamericana: maniqueísta, reduccionista e hipócrita. Como dice don Jorge Hernández Tinajero: esta foto lo dice todo.


Es hora de derrumbar los templos de nuestras vacas sagradas.

Las Taras de Taro.


A partir del próximo día 22, Japón tendrá su cuarto primer ministro en tres años, el tercero que llega al cargo sin ser elegido en las urnas. Lo más probable es que ocupe el cargo Taro Aso, un ex titular de Asuntos Exteriores de 67 años nieto del primer ministro Shigeru Yoshida, quien negoció la rendición del imperio del Sol Naciente durante la Segunda Guerra Mundial.

En una votación interna, la formación política en el poder, el Partido Liberal Democrático (PLD), escogerá a su presidente y, dos días después, éste será investido primer ministro por la Cámara Baja del Parlamento nipón gracias a la mayoría que conforman dicho grupo y sus socios de coalición, los budistas del Nuevo Komeito.

En esta especie de primarias competirán también el ministro de Economía, Kaoru Yosano, una presentadora de televisión y antigua titular de Defensa, Yuriko Koike, quien es sido abiertamente apoyada por el dinámico ex primer ministro Koizumi; otro ex ministro de Defensa, Shigeru Ishiba; el viceministro de Exteriores, Ichita Yamamoto; y Nobuteru Ishihar, hijo del ultraconservador y controvertido gobernador de Tokio.

El elegido sucederá a Yasuo Fukuda, un gris e ineficaz político de 71 años que dimitió cuando llevaba menos de un año como jefe del Gobierno. A su vez, Fukuda había revelado como primer ministro a Shinzo Abe, quien subió al poder en septiembre de 2006 y dejó el cargo al cabo de un año tras haber sido uno de los fiascos políticos más grandes en la historia contemporánea del país. Pocas veces se ha visto a un gobernante tan inepto en Asia entera su balance: cuatro ministro dimitidos y uno suicidado por escándalos de corrupción, desaparición de los registros informáticos de las cotizaciones de 50 millones de contribuyentes y pérdida de la mayoría absoluta en la Cámara Alta de la Dieta (Parlamento) en una humillante derrota en las elecciones legislativas.

Este burro dejo al dimitir un panorama muy distinto al que había heredado de su antecesor, Junichiro Koizumi, quien arrasó en los comicios celebrados en septiembre de 2005 tras adelantarlos en un arriesgado órdago a la oposición para sacar adelante su polémica privatización del servicio de Correos, que incluía a la mayor caja de ahorros del país. A pesar de su arrolladora victoria, Koizumi abandonó la jefatura del PLD al cumplir los cinco años de rigor al frente del mismo y, por extensión, dimitió de su cargo como primer ministro. Desde entonces, su partido no da pie con bola y ha estallado en mil pedazos la estabilidad que aportara Koizumi .

Tras su marcha, han vuelto al archipiélago nipón los peores tiempos de la incertidumbre política, aquellos días en que, tras la crisis financiera de 1997, los gabinetes apenas duraban un par de meses en el poder. Este escenariode sempiterna crisis ministerial, que ya se prolonga durante dos años, es resultado directo del anquilosamiento del PLD, el partido dominante que ha venido dirigiendo Japón casi ininterrumpidamente desde 1955, salvo los once meses en que una coalición de fuerzas de izquierdas gobernó a mediados de los 90.
Qué sucede en el PLD? Desde luego es una pregunta muy compleja de responder. Tiene que ver con el agudo faccionalismo que domina en su interior y que es la cacterística fundamental de la política japonesa. Por otra parte, faltan ideas y líderes carismáticos. Prevalece una aguda endogamia de un partido donde figuras como Aso, Fukuda y Abe son parientes de antiguos políticos. También hay que citar al empeoramiento de la economía, que volvió a arrojar datos negativos en el segundo trimestre.

Aunque algunos magníficos, pero obcecados, niponófilos se nieguen a reconocerlo, Japón en una grave crisis de difícil solución. Hoy el principal problema de la economía nipona es que todavía sufre el impacto del estallido de la burbuja bursátil de principios de los 90. Además, por razones políticas se mantiene el statu quo económico y social en lugar de adaptarse a los nuevos tiempos y circunstancias, lo que conlleva una pérdida de competitividad y, a la postre, poder adquisitivo porque, por ejemplo, no se potencian aspectos básicos como el ahorro de energía mediante fuentes renovables y se desperdicia un gran capital humano por la falta de incorporación de la mujer o de los inmigrantes al panorama laboral en un momento crítico en el que la población está descendiendo.

El PLD está dividido entre los defensores de la política tradicional, que mantiene pequeños negocios que no son competitivos ni aportan nada a la economía nacional, y aquellos que, como Koizumi, quieren reformas liberales dando primacía al mercado y reduciendo impuestos y regulaciones, pero sin una visión constructiva del Estado.
Yo sigo pensando que Koizumi debe volver al poder. Desde luego, el señor no es dueño de una “varita mágica” con la que, de repente, se superen los problemas económicos y se domen los intereses de las facciones, pero su visión de Estado y su innegable popularidad le dan l fuerza y legitimidad necesarias para emprender reformas de envergadura. El hombre juega, hasta la fecha, a no interesarse por regresar al poder, pero quizá sólo sea estrategia. Ya verá a las facciones y a rogarle a sus puertas

La muerte del modelo sueco.


En Suecia hay de modelos a modelos. Unas son como la preciosidad que está en el post anterior y que no morirán nunca porque las suecas serán hermosas para siempre. Pero el otro modelo, el de la socialdemocracia sueca, es del que debemos despedirnos, porque ya está muerto. En efecto, todo “progre” que se vanaglorie de serlo, que no deje de conmoverse cuando oye mencionar la palabra “utopía”. De inmediato sus neuronas le traen a la memoria el ejemplo inefable del paraíso edificado por la socialdemocracia sueca.

Sin embargo, la realidad es obstinada e irreductible. La “utopía” siempre es un proyecto irrealizable. En ese sentido Suecia es un ejemplo que debemos tomar en cuenta. La utopía casi destruye a ese gran país escandinavo, pero finalmente la sensatez consiguió abrirse paso.
Desde 1932 a 1946, con el liderazgo de Per Albin Hansson, la socialdemocracia se propuso implantar el proyecto socialista del Estado benefactor. Quisieron actuar como una divina providencia aquí, en la tierra, cuidando de todos los ciudadanos en todas sus necesidades. El paraíso comenzó con lo que los suecos llamaban folkhemmet, es decir “el Estado es el hogar del pueblo”, pero terminó convirtiéndose en una pesadilla insostenible y se derrumbó completamente. La razón fue muy simple. Para poder vivir del Estado, los suecos tenían que pagar más dinero de lo que ganaban y el presupuesto estalló por todos lados. Era un queso gruyere, con enormes agujeros de subsidios, planes asistenciales, gasto social, ayudas regionales y empresas estatales, que no pudieron sostenerse con una producción declinante. Hacia 1990 los bebés suecos pertenecían a una guardería estatal, los niños pertenecían a una escuela pública impuesta; los jóvenes pertenecían a un determinado instituto deportivo; los adultos pertenecían a un hospital público compulsivo y los ancianos pertenecían a geriátricos obligatorios. Desde la cuna a la sepultura, incluyendo las emisoras, los canales de TV, las oficinas de empleo, las agencias inmobiliarias, los ferrocarriles, la línea aérea SAS y el correo, todo sin excepciones era del Estado. Nadie tenía derecho a elegir, porque el Estado socialista de bienestar proveía por todos y no permitía ninguna diversidad en la oferta de servicios. Era imposible optar por algo distinto.

Sólo un puñado de idealistas podían pensar en salir de ese modelo progresista que condenaba a la gente a vivir sin iniciativa, a no poder elegir y a esperar años para utilizar los maravillosos beneficios sociales, pero pagando impuestos desmedidos. Por eso huían de Suecia sus escritoras más prestigiosas como Astrid Lindgren e Ingrid van Nyman, científicos como Bertil Lindblad, cineastas como Ingmar Bergman o actrices como Greta Garbo, Ingrid Bergman, Anita Ekberg, Liv Ulman e Ingrid Thulin quienes emigraban para escapar del despotismo impositivo donde el Estado se apropiaba de más del 85 % de sus ingresos.

Meses de cola para ser atendidos por un médico, meses de cola para inscribirse en una escuela, meses de cola para internarse en el hospital y años de cola para alquilar vivienda. El modelo siempre ajustaba por la espera y la resignación. La cima del Estado de bienestar se inició a partir de 1969 cuando llegó al poder Olof Palme, una gran egoéntrico, quien comenzó a incentivar el consumo. La carga tributaria rompió la barrera del 25 % del PBI, pasó al 35 % y siguió subiendo. Fue la epopeya del frenesí del gasto público, mientras las inversiones se evaporaban. La explotación de los bosques, la producción de muebles, las instalaciones eléctricas, los rodamientos y la industria mecánica se derrumbaron. El crecimiento terminó igualándose al ritmo del aumento vegetativo de la población, con lo cual ningún sueco pudo albergar ilusiones de mejora en sus condiciones de vida.

Suecia perdió su pujanza económica. La vida se redujo al reclamo pedigüeño para que el gobierno subsidie a cada grupo. Los obreros carecían de creatividad, los ingenieros y emprendedores -que habían convertido a Suecia en una potencial industrial y marítima- se encontraron aplastados por abrumadoras regulaciones, prohibiciones para ejercer toda actividad privada útil, obstaculizados por normas aduaneras y con restricciones que dificultaban viajar al exterior. Sólo prosperaban los empresarios amigos del poder socialdemócrata. Esto sucedía porque el Estado sueco engullía tajadas cada vez más grandes de la economía productiva y despilfarraba el dinero en un insostenible sistema de ayudas, privilegios y subsidios. Sin embargo, la idea de la utopía progresista había captado la admiración del mundo entero. En su tiempo, Franklin Del ano Roosevelt, manifestaba que “en Suecia tenemos el paraíso: una familia real perfecta, un gobierno socialista pródigo y un sistema capitalista que no lucra y trabaja para que el pueblo viva de la manera más feliz imaginable”.
Pero por cada persona y media que producía bienes reales, había otro individuo que vivía a su costa con un cargo dentro del Estado realizando tareas inútiles. Entre 1982 y 1986 es nuevamente reelegido Olof Palme, quien este último año fue misteriosamente asesinado cuando salía de un cine con su mujer. En su segundo mandato, dispuso la radicalización total del intervencionismo estatal comenzando por coartar la libertad empresarial. El poder del Estado se convirtió en cómplice de los grandes sindicatos, se dispusieron reivindicaciones salariales desvinculadas de la productividad y la industria sueca quedó fuera de la competencia mundial, porque producía a precios tan altos que se hizo necesario prohibir las importaciones. El intervencionismo logró sancionar una ley de “fondos fiduciarios sociales” para la industria y la banca sueca, en los cuales debían depositarse las ganancias de las empresas donde quedaban bajo control de los sindicatos. Los dirigentes sindicales decidían luego, qué hacer con las ganancias acumuladas.

El propósito progresista era llegar al control total de las empresas por parte del gobierno, a través de sindicatos adictos y designar empresarios como si fueran funcionarios públicos. La consecuencia de este proceso fue que todos se convirtieron en empleados del Estado. La economía dejó de producir y Suecia se transformó en una inmensa factoría de servicios de bienestar que sólo brindaba promesas, pero que nunca se cumplían. Empezando por las clases bajas y siguiendo por las clases más altas, el incentivo a trabajar desapareció rápidamente. Como todos querían vivir del Estado, la carga tributaria en 1989 llegó al record mundial del 56.2 % del PIB.

Después de un corto período conservador dirigido por Carl Bildt, en el año 2002 se hizo cargo del gobierno el nuevo premier socialdemócrata Gören Persson, otro egocéntrico, quien tuvo que asumir el proceso de ajuste. Sus antecesores habían alcanzado el ideal igualitario, pero de la precariedad. La crisis irrumpió a través de una explosiva debacle laboral. Como los desempleados estaban camuflados dentro de programas públicos, cuando se produjo una brusca caída de la recaudación impositiva, no pudieron financiarse más. De un día para otro Persson se vio obligado a echar centenares de miles de empleados públicos, lo que agudizó la situación. Fue el colapso del keynesianismo producido por la crisis del Estado de bienestar.
Anteriormente, entre 1990-1996 la solución que los socialistas habían encontrado a mano consistió en duplicar la deuda pública, pero el tiro de gracia llegó en 1993 cuando el Banco de Suecia para conseguir prestado tuvo que subir la tasa de interés al 500 % anual. La socialdemocracia tuvo que asumir las consecuencias del naufragio económico. Lo primero fue un duro proceso de reducción del gasto público a través de la eliminación de los subsidios y beneficios sociales. El recorte de empleados públicos fue muy drástico. En sólo 5 años tuvieron que despedir 157 mil empleados. Las medidas incluyeron el cambio de la contabilidad pública para conocer el costo de todos los servicios y su comparación con países capitalistas. Simultáneamente se estableció un tipo de cambio libre y se eliminaron las restricciones al comercio exterior, derogando regulaciones e impuestos aduaneros. El gasto público se recortó 70 mil millones de coronas entre 2002-2005. La población se enfureció cuando comprobó que el Estado había quebrado y que todas las promesas del bienestar social no eran más que un bluff electoral. En 2006 terminó el dominio político de la socialdemocracia, ejercido durante 70 años. En las elecciones triunfó el nuevo Moderata samlingspartiet (Partido de los Moderados) una concertación de centro-derecha integrada por conservadores, liberales, democristianos y centristas. Su líder Fredrik Reinfeldt inició una nueva etapa denominada “Revolución de la libertad de elección”.
El propio partido socialdemócrata se vio obligado a cambiar de objetivos y lanzó programas que abjuraban del intervencionismo estatal impulsando las nuevas ideas del “Poder directo de la gente sobre su vida diaria”. Así se fue desarmando intelectualmente el Estado socialista de bienestar para iniciar una nueva era de sensatez económica, moderación política, respeto al derecho de propiedad y a la iniciativa privada. El Estado siguió siendo poderoso pero pequeño. Sus funciones en lugar de ser dirigidas y ejecutadas por funcionarios y empleados públicos fueron delegadas a la sociedad cuidando siempre de respetar las condiciones de equidad y justicia pero bajo gestión privada y no de políticos. El Estado de bienestar, basado en la utopía, fue enterrado para siempre. Se lo reemplazó por el Estado facilitador cuya función consiste en fomentar y traspasar las funciones sociales a una Sociedad de Bienestar, que se administra a sí misma, que ofrece diversidad de ofertas, que garantiza la libertad de elección tanto en servicios escolares, deportivos, salud, convenios laborales, cultura, protección de la infancia y sistemas jubilatorios para la vejez. Pero esto será cuestión de otro post.

Erik Lindengren in swedish, with Karen Victoria Silvstedt nude

Este es uno de mis poemas favoritos. Lo escribió el magnífico poeta Erik Lindengren y lo publico en El Oso en sueco por que la poesía hay que leerla en el idioma de origen ¿O no? Para los que no hablan sueco, chequen nomás la foto de esta modelo sueca.

Arioso
Någonstans inom oss är vi alltid tillsamman, någonstans inom oss kan vår kärlek aldrg fly Någonstans o någonstans har alla tågen gått och alla klockor stannat:
någonstans inom oss är vi alltid här och nu, är vi alltid du intill förväxling och förblandning, är vi plötsligt undrans under och förvandling, brytande havsvåg, roseneld och snö.
Någonstans inom oss där benen har vitnat efter forskares och tvivlares nedsegnande törst till förnekat glidande till förseglat vikande O moln av tröst!
någonstans inom oss där dessas ben har vitnat och hägringarna mötts häver fjärran trygghet som dyningarnas dyning speglar du vårt fjärran som stjärnans i en dyning fäller drömmen alltid masken och blir du som i smärta glider från mig för att åter komma åter för att åter komma till mig mer och mer inom oss, mer och mera du.

viernes, 12 de septiembre de 2008

El Oso Bruno se Ríe de...



El Oso Bruno se ríe de...




...el acelerador de protones. En Suiza han puesto a funcionar un acelerador de partículas (concretamente de protones) ente otros propósitos con el fin de reforzar la teoría llamada "del "Big Bang" sobre el origen del universo. ¡A ver si ahora sí toman nota los obcecados creacionistas! Pues bien, yo no puedo dejar de acordarme del estupendo capítulo de los Simpson (a mi gusto, tal vez el mejor) en el que Homero va a la univesidad de Spirngfield. Su maestro de física lleva uno de estos artefactos a su clase y Homero, con un delicioso tono de autosufiencia, le dice al maestro "Hey usted, don Cerebrón, llevó trabajando años en una planta nuclear y creo que sé como funciona un acelerador de protones". "¿A sí? pue muéstrenos", le invita, ingenuo, el profesor. El desastre nuclear no se hace espera. Como castigo, a Homero le asignan a tres nerds como asesores. ¡Buenísimo! ¡Genial! Ahora resulta que el tal acelerador no es cosa como para andarla llevando a un aula, pero eso no tiene la menor importancia. ¡Larga vida a Homero Simpson!



De Alberto Begné, y eso para no ponerme a llorar. Mucho es lo que aprecio a Alberto Begné por un sinnúmero de razones que no viene al caso citar, y por eso mismo me veo obligado a decir un par de verdades. Amigo: sencillamente eso no se hace. Renunciar a la presidencia del PSD de la manera que lo haces es un grave error. Es una frivolidad, por decir lo menos. ¿Cómo es posible que después del largo, polémico y desgastante proceso selección en el que saliste reelecto, y que provocó en partido una grave escisión y una gran sangría de energía y recursos, ahora salgas con la jalada de que renuncias a los dos meses? Eso es falta de ética, de estatura política y de compromiso con un proyecto auténticamente fincado en el desarrollo de una "nueva forma de hacer política" ajena a las tradicionales práticas priístas.
Si es cierto que no quieres aprovecharte de las estructuras para lograr una candidatura a diputado, o si estás hasta la madre del desgaste que implica ser presidente de esa cosa, entonces no te presentes a la reelección, punto, y no sales con esta verdadera chingadera. Lo que haces es debilitar -aún más, por si esto fuera posible- la imagen de un partido que padece una inestibilidad alarmante. En el efímero periódo que lleva de existencia, el partido ha recibido inumerables multas por errores administrativos, ha cambiado de nombre, ha protagonizado pugnas internas de escándalo y ha cambiado de presidente tres veces, además que sus estatutos están aún pendientes de no se que trámite en el TRIFE.
Ahora será presidente el diputado Díaz Cuervo, el cuatote, el inopinado defensor del tabaco. Se dice que tiene cualidades administrativas que al partido le urge aprovechar en un momento de crisis. No discuto eso, pero entonces ¿Por qué carajos no lo propusieron los de "Hueva Mayoría" en el proceso de elección para enfrentar a Patricia? Eso era lo procedente, lo ético, lo honesto. ¿A que someter al PSD a un poceso tan desgastante con un candidato que va a tirar el arpa a lo dos meses? ¡Eso no es hacer política del siglo XXI!
Y ya le paro, por que si le sigo con los defectos del PSD no acabo.



De los "progres" que se enamoraron de la Obamamanía. Será lo que quieran, amigos progres, pero la jugada de poner a la ñora Palin esta resultando genial. ¡Cómo se las saben estos pinches republicanos! Y es que conocen bien alas "hockey moms" y a los "johnny six pack"que, a fin de cuentas, son los que deciden las elecciones. Por eso era importante que fueras a Minnesota, Chucho Silva,para que te dieras cuenta que el Partido Republicano es la quinta escencia del gringo medio. Yo fui a la convención republicana de San Diego en 1996 y no me la acababadel asco que me daban los hijos del GOP. Ahí se palpa al gringo "de a de veras" a la "América profunda", como dicen los mamones.

El viejo Mac, pese a lo "outdated" que pueda estar en muchas cosas, demostró que es un político de mucho colmillo. Ha desviado habilmente la atención de la campaña a un solo punto: "the lipstick issue", y Obama, verde e ingenuo como es, no sabe como responder. El entusiasmo por Obama es comprensible, pero la verdad es que es un político inexperto y oportunista como cualquier otro que sigue sin demostar gran sustancia en su discurso. Se me hace que vamos para cuatro años más de republicanos en la Casa Blanca.
¿Por qué a los demócratas les cuestas tanto trabajo postular buenos candidatos? Recuérdese a Mondale, Dukakis, Gore (en 2000 fue un papanatas), Kerry y ahora este globo desinflado de Obama. Como dice The Economist, los demócratas deberían empezar a pensar ejercer en "otra línea de actividad".

jueves, 11 de septiembre de 2008

Un "Bacon " de Carne y Hueso


Vean esta foto tan chistosa de la agencia EFE que publicó ayer el país. Se trata de una espectadora de la gran retrospectiva de Fancis Bacon que se presenta actualmente en la Tate Gallery ¡Pero si esta vieja parece que se salió de uno de los cuadros! Tiene toda la agustiosa deformidad que le imprimía el artista a sus modelos. ¡Genial!

miércoles, 10 de septiembre de 2008

¿Es Ban Ki Moon un gran gilipollas (pendejazo) internacional?


"El hombre invisible", esta es la dura calificación (o más bien, descalificación) que el diario español El País dio al actual secretario general de la ONU, el sudcoreano Ban Ki-moon, en un extenso reportaje en el que diplomáticos sacaron a relucir su molestia por la falta de protagonismo de Naciones Unidas. El reportaje exhibe a Ban como un mediocre burócrata sin la personalidad, carisma, experiencia, conocimiento ni inteligencia necesarias para sacar adelante tan importante puesto. Un pendejazo internacional, ni más ni menos."En los últimos 20 meses (período en que Ban ha estado a cargo de la ONU) se han sucedido los conflictos en los que el secretario general podría haber intentado ejercer un liderazgo político y moral -Sudán, Kosovo, Zimbabwe, Georgia-, pero Ban se ha limitado a lanzar comunicados o lanzar declaraciones efímeras", afirma el artículo.El diario basa sus argumentos en entrevistas con 20 diplomáticos de cuatro continentes, quienes acusan a Ban de ser intolerante a opiniones que no sean la suya y de tomar decisiones amparado en un "círculo de confianza" compuesto únicamente por sudcoreanos.Le achacan no tomar una posición determinada ante los conflictos y comportarse más como un "secretario" que como un "general", haciendo que la ONU carezca de un rol activo.

El perfecto ejemplo de quien es esta "lumbrera" (y que usó la mayoría de los entrevistados) fue la lamentable rweacción de este gilipollas al conflicto entre Rusia y Georgia. Pese a la gravedad del hecho, Ban no suspendió sus vacaciones y en sus comunicados sólo abordó el tema humanitario, sin entrar al ámbito político."La gente de (el Presidente estadounidense) Bush, que quería reducir el papel del secretario general, encontró en Ban Ki-moon al hombre que necesitaba", ¡Y vaya que lo logró al poner a esta nulidad!

Otro comentario son los constantes gaffes de Ban, dignos de un párvulo retrasado, como cuando el año pasado dijo en una reunión con líderes palestinos en Jerusalén Este que "es un gran placer estar en Israel". El problema fue que ese territorio también es reclamado por los palestinos. También mucho se le critica la tardía y tibia reacción que tuvo ante el desastre que se abatió en Myanmar.

Claro, no todas son críticas. Nunca faltan quienes adoran el "gris burócrata". Al sudcoreano se le reconoce su capacidad de trabajo, pues se levanta a las 5 de la mañana y para cuando llega el momento de la reunión con su equipo, a las 8:30, ya se ha leído los resúmenes de prensa y ha hecho entre 6 a 10 llamadas. La gran pregunta es ¿De que sirve que sea muy trabajador si es tan pendejo? Más horas que chambee, pos más pendejadas hace ¿O no? Quienes defienden a Ban recalcan que ha preferido usar una "diplomacia silenciosa" antes que exacerbar conflictos. ¡La manga! Diplomacia silenciosa, si quería guardar silencio, mejor qu se meta a un convento. .Hace falta que el secretario general tome la iniciativa política. Ban es tan inactivo e ineficiente, que muy bien podría pasar a formar parte del gabinete de Calderón. De ese tamaño están las cosas en la pobre ONU.