jueves, 12 de junio de 2008

El Siniestro Dick Cheney

¡Cómo no va a entusiasmar Barack Obama a las nuevas generaciones! Considérese que Estados Unidos (y el mundo) tienen ocho años de tolerar a una administración tan deleznable como la de Bush y Cheney. Sobre todo, Cheney tiene una imagen de siniestro miserable que podría devorarse cruda a su popia familia. Tan mala es su fama y tan baja su popularidad que, de plano, han optado por mejor esconderlo. El genial satírico The Onion da algunas pistas de cual puede es el paradero desconocido de quien se considera en Estados Unidos la segunda persona más malvada del mundo (después de Osama Bin Laden) aquí


¡Para muchos, Cheney es el mismísimo diablo!



Además de malvado, es corrupto hasta la médula. Jamás se olvidarán sus oscuros nexos con empresas a las que sirvió en el pasado, como Halliburton, las cuales se han visto muy favorecidas con la guerrita en Irak.


¡Ah, porque Cheney ha sido uno de los principales impulsores de la mentira sistemática somo forma de gobierno tan característica de esta lamentable presidencia. Fue el que más insistió en propagar el mito de ligar a Saddam Hussein con Al Qaeda, a sabiendas de que era falso.

Además, defendió a la tortura como mecanismo a utilizar en los interrogatorios


Y es un militarista radical y sin escrúpulos.



Y uno de esos hipócritas de la derecha cristiana gringa que no duda en mentir, calumniar y hasta traicionar, como lo hizo con su pobre ex colaborador Libby, a quien puso de "chivo expiatorio" de algunos de sus pecadilos. ¡Toda una fichita el rabioso vice presidente!

miércoles, 11 de junio de 2008

Karisma..aaa..aa..a


No, no se equivoquen. A mi nunca me gusto el grupillo ese de Kiss, pero el título de una de sus principales bodrios que hacían pasar por canciones viene al caso para comentar un libro de reciente aparición que trata de la importancia del carisma en la política, ahora que Estados Unidos se dispone a elegir un nuevo presidente aunque, desde luego es un tema que compete a todas las sociedades políticas del mundo. El libro fue escrito por Joseph Nye, de la Universidad de Harvard, creador del término "poder suave (soft power)" hace aproximadamente 20 años. En The Powers to Lead ( Los poderes para conducir ), desglosa justamente qué hace falta para gobernar. Existen muchas cualidades de liderazgo, claro está, y Nye examina muchas de ellas. Pero lo que capta más la atención en esta temporada electoral en Estados Unidos son sus consideraciones acerca del "carisma". La palabra viene del significado griego de "don divino, o "don de gracia", y entre quienes tienen el don están, según Nye, Mahatma Gandhi, Adolf Hitler, Martin Luther King, Winston Churchill, Benito Mussolini, Tony Blair, Fidel Castro, Nelson Mandela, Osama bin Laden, Jack Kennedy, Franklin Roosevelt, Juana de Arco y Eva Perón.

El carisma puede ser una gran fuente de poder, como en el caso del poder para convencer en vez usar la fuerza, pero el mismo poder suave puede ser empleado para hacer el mal. Hitler llegó al poder a través de elecciones libres, y sus discursos llevaban a sus públicos a un frenesí, y Bin Laden disemina su letal inclinación mediante la persuasión más que a través de la coerción. "¿Acaso el carisma tiene su origen en el individuo, en los seguidores o en la situación?", se pregunta Nye. Al parecer la respuesta está en los tres. Sigmund Freud pensaba que los líderes carismáticos representaban el retorno al padre primigenio. El sociólogo Max Weber argumentó que el carisma representaba un ideal que sólo es una aproximación en la realidad, y que el carisma surgía de la relación entre el líder y sus seguidores. Así, el carisma dura "mientras tenga reconocimiento y sea capaz de satisfacer al seguidor..." El carisma de Winston Churchill no fue reconocido universalmente sino hasta que su país estuvo en una guerra desesperada. Pero él tenía un don innato para la oratoria del que hizo buen uso. Según John Kennedy, Churchill tomó el idioma inglés y lo hizo marchar a la guerra. No obstante, cuando la guerra casi había terminado, la opinión pública del Reino Unido lo expulsó del cargo mediante el voto. Peor aún, perdió ante Clement Attlee, hombre modesto que tenía mucho por lo cual ser modesto, en las palabras de Churchill, y probablemente el político menos carismático de su generación (y de la historia).

Con el tiempo, la gente puede cansarse del carisma, en particular si empiezan a pensar que esa característica enmascara defectos de la personalidad. Pregúntenle, si no, a los amigos venezolanos, que tienen que soportar a Chávez todos los días, aunque los italianos aun tienen cuerda para tolerar al zafio de Berlusconi. Allá ellos y su mal gusto. Como dijo el político conservador, Michael Portillo, respecto de Tony Blair: "En buena medida, lo que fue capaz de lograr se debió a su carisma ..." En un tiempo él fue el amo de la interpretación política, pero "ahora resulta difícil encontrar a una sola persona que crea una sola palabra de él".

Es obvio que el buen Barack Obama tiene la carta del carisma. Al igual que Reagan y Kennedy logra emitir las palabras que inspiran, para gran pesar de Hillary Clinton, condenada “más a impresionar en vez de inspirar”, según palabras de Nye. También están los elementos no verbales del carisma. Nye destaca estudios académicos que demuestran la ventaja de que goza un hombre guapo sobre un rival feo (yo por eso no soy político: arrasaría a mis rivales). Para una mujer, la ventaja es incluso mayor (pero pos como no, mamacita). Dice Nye que algunos focus groups pudieron pronosticar a los ganadores al ver imágenes de candidatos en elecciones que no les eran familiares. Las predicciones fueron menos precisas cuando a las imágenes se sumaron las voces. Cuenta Nye que la periodista Martha Gellhorn escribió en 1946 que podía notar que Sukarno, de Indonesia, era un gran orador "al observar sus manos y seguir su voz, así como los ojos y rostros de los niños. Era posible sentir su poder", aun cuando no podía entender una sola palabra. "Te recordaba a Hitler." Pero el carisma para un grupo étnico o lingüístico puede ser contrario para otro. El indudable magnetismo de Hitler podría no haber funcionado con los italianos. De manera similar, el estilo operístico de Mussolini habría parecido hilarante para los británicos. Y hay que considerar también que los británicos nunca produjeron un Verdi, un Donizetti o un Rossini. Tal vez, Obama resulte aburrido en Birmania y Clinton electrizante en Pekín.

En México hemos tenido Políticos carismáticos que han resultado un desastre (López Mateos, Fox). Grises burócratas que han resultado un desastre (De La Madrid, Zedillo). Personajes anticarismáticos pero enjundiosos que, igual, han resultado un desastre (Salinas, Echeverría). Chaparritos voluntariosos, acomplejados y grillos que están resultando un desastre (Calderón). Y oradores de buena voz y mejor oratoria que, sí, adivinaron otra vez: han resultado un desastre (Díaz Ordaz, López Portillo). Total, que en México con carismáticos o aburridos, siempre acabamos en el desastre.

martes, 10 de junio de 2008

Más Sobre el Mito Obama


Decíamos en el post pasado que el fenómeno Obama ha enamorado a muchos analistas mexicanos que, de manera superficial, han estado pendientes de su ascenso. Creo que para complementar un poco más mis opiniones sobtre el inminente candidato demócrata valdría la pena ponderar quien es el senador por Ilinois.

Sin restarle trascendencia a el hecho de lo refrescante que ha sido su candidatura para Estados Unidos y, en buena medida, para el mundo; y sin negar sus virtudes como hombre inteligente y carismático, déjame decirte que Obama también es:

... un político que coteja el voto con un discurso populista a favor de tesis proteccionistas que cercenan las posibilidades de desarrollo las naciones más pobres.

...un candidato busca votos común y corriente que hace promesas que sabe no podrá cumplir. Defiende la retirada de Estados Unidos de Irak, reclamo popular de gran parte del mundo, pero una evaluación seria sobre los riesgos para la seguridad que entraña un retiro anticipado muy, pero muy probablemente podría ía hacerlo cambiar de opinión si se convierte en presidente.
...Un presidenciable cuyas propuestas de fondo poco tienen de original. Pocos de los entusiastas simpatizantes de Obama han estudiado sus propuestas en detalle pero se sienten atraídos por él porque representa el fin de la era Bush. Hasta ahora, a Obama se le ha hecho muy fácil: sencillamente no es Bush, pero a partir de ahora será mucho más difícil.

...Un bizoño en política internacional cuyas ideas ya han provocado resistencia. En Medio Oriente, los israelíes no están contentos con su idea de dialogar con Irán.

...Algunos mandatarios árabes están nerviosos por la promesa de Obama de reducir la presencia militar estadounidense en Irak, ya que temen que estalle una guerra civil que se extienda a toda la región.

...Y a los paquistaníes no los pone precisamente contentos que los deseos de Obama de lograr la paz en Irak tengan como contrapartida la promesa de intensificar la actividad militar norteamericana en Paquistán, hasta el punto de actuar unilateralmente ante información sobre bases terroristas dentro del país.

...Un buen estudiante de Harvard, lo que no lo hace en automático un destacado intelectual. ¿Dónde estan las publicaciones que lo ubican como tal? Ser suma cum laude no te convierte en un renovador del pensamiento, ¿Qué ha publicado para reforzar el mundo de las ideas? Yo les voy a decir ¡nada! por que Obama es, además de un buen estudiante, un activista político que le ha dedicado muy poco tiempo a las ideas de fondo.



...Como senador la labor legislativa de Obama ha sido bastante limitada. Algunas de las personas que pretenden darme lecciones harían bien en señalarme cuales han sido las "grandes" leyes que ha impulsado Obama en el senado en estos cuatro años?

Así que, amigos, a mi también me emocionó mucho ver los videos pro Obama y me encanta la idea de que un negro pueda ser presidente de Estados Unidos, nada más mantengámonos en la racionalidad y no mitifiquemos a quien, repito, mucho le falta para dmostrar verdaderamente es.

y oootra vez repito, para ver si así sí queda claro, EL FENOMENO OBAMA ES SUMAMENTE POSITIVO, EN GENERAL, PARA LA DEMOCRACIA EN ESTADOS UNIDOS, PERO MITIFICARLO O ENAMORARNOS TONTAMENTE (ES DECIR, DE MANERA IRRACIONAL) DE SU FIGURA CARISMÁTICA ES UN ERROR QUE NO DEBEMOS COMENTER, MUCHOS MENOS LOS ANALISTAS QUE SE DICEN SERIOS (EL OSO BRUNO QUEDA EXCLUIDO, ES SÓLO UN SATIRISTA).

domingo, 8 de junio de 2008

¿Quién Teme al Referéndum?


La farsa de “Consulta Ciudadana” que pretende organizar el gobierno de Marcelo Ebrard en el DF para tratar el tema de la llamada “reforma petrolera” tiene que ser denunciada como lo que es: una vulgar charada, como lo fueron los sainetes similares organizados en las negras épocas del gobierno de López Obrador. Pero no por ello debemos desechar la idea de luchar por que se implante en México la figura del referéndum. Hace bien Jorge G. Castañeda en insistirle a Calderón para que recobre algo de iniciativa política enarbolando la bandera del referéndum, pero el pobre presidente que tenemos no tiene ni la estatura histórica ni la visión de largo plazo para tomar una decisión de esa envergadura. Por otra partre, negar que la democracia representativa está en crisis equivale a pretender tapar el sol con un dedo. Oponerse a estabecer métodos que permitan a la gente, en circunstancias excepcionales, tener la capacidad última de decisión es asumir posturas sumamnte conservadoras.

Muchos dudan de que en México, un país de tan incipiente cultura democrática, funciones la figura del referéndum. Quienes critican este mecanismo sostienen que éste ha sido, muchas veces, instrumento de gobiernos autoritarios útil sólo para dar un barniz de legitimidad a decisiones cupulares. Pero, por otro lado, es innegable que los referéndums han sido muy útiles en el perfeccionamiento de la vida política de muchas naciones democráticas, y que en América Latina han coadyuvado, a veces decisivamente, en los procesos de transición hacia la democracia.
Los partidarios del referéndum sostienen que éste es un instrumento eficaz para fomentar la participación de los ciudadanos en el proceso de toma de decisiones políticas de un país, si se le concibe como un complemento de la democracia representativa. Y, ciertamente, si repasamos el papel que ha desempeñado el referéndum en la mayor pare de las democracias del mundo occidental nos damos cuenta que éste ha contribuido, incuestionablemente, a encontrar salidas a problemas políticos demasiado importantes como para ser considerados únicamente a nivel parlamentario. En México una de esas cuestiones axiales, lo queramos o no, es el petróleo.

Debemos reconocer, además, que la dinámica de las sociedades contemporáneas se ha acelerado, provocando que los partidos políticos, los parlamentos, las corporaciones y otros métodos de representación tradicionales aparezcan, muchas veces, obsoletos y limitados. Evidentemente, aún no se ha logrado (y se está todavía lejos de hacerlo) encontrar los nuevos mecanismos que logren sustituir a los partidos, razón que hace de éstos instituciones aún imprescindibles para la buena marcha de un régimen democrático. Sin embargo, conscientes de las limitaciones que padecen los mecanismos tradicionales de representación política, métodos de democracia directa deben ser consideradas para complementar el desarrollo político de una sociedad.

En la actualidad, se observa a escala internacional un aumento en el uso de los referéndums en prácticamente todo el mundo. En Europa, donde ha sido una práctica común (en algunas naciones, desde el siglo pasado), la celebración de referéndums se ha multiplicado, e incluso se considera su introducción en sistemas políticos sumamente tradicionales, hasta la fecha reacios en reconocer cualquier forma de democracia directa, como es el caso del británico. Por su parte, en Estados Unidos, país en el que nunca en la historia se ha celebrado un referéndum a nivel nacional, las consultas directas a los electores se han vuelto moneda corriente en casi la totalidad de los estados de la unión para definir asuntos locales. En América Latina y en otras regiones de democratización reciente también se recurre cada vez más al referéndum, a pesar de que fue esta una costumbre poco extendida en nuestros países (con la excepción de Uruguay) hasta principios de los años ochenta. Por ahí el lector podrá consultar en este mismo blog un cuadro comparado donde se explican los diversos métodos de referénum adoptados en América Latina.

Algunos adictos radicales al referéndum lo describen como una de las formas más puras de democracia, ya que permite que las decisiones sean tomadas directamente por los ciudadanos. La idea sería, por lo tanto, alcanzar una "democracia total", sin intermediarios que "siempre distorsionan a su conveniencia" la voluntad de los representados, ni partidos caducos que "nada son capaces de ofrecer a los buenos ciudadanos". Para este sector de la opinión pública, a más referéndums mejor. Bajo esta óptica, el referéndum debería tender no a ser un "complemento útil" de la democracia representativa, sino que debe procurar sustituir completamente a las formas corrientes de representación a la brevedad posible. De hecho, algunos "futurólogos" prevén que con el vertiginoso desarrollo de la computación y de nuevas tecnologías de comunicación, la democracia representativa podría, eventualmente, desaparecer para dar lugar a una nueva forma de democracia directa, la cual funcionaría a base de "referéndums permanentes" en la que cada elector contaría en su casa con una terminal donde cotidianamente se manifestaría a favor o en contra de las propuestas puestas a su consideración. Obviamente, esta ¿aterradora? posibilidad esta aún muy lejana.

Por otra parte, y como decíamos, los críticos del referéndum lo señalan como una práctica llena de trampas, la cual ha sido utilizado por innumerables dictadores para, como ya se ha apuntado, dar un barniz de legitimidad a decisiones cupulares. Disfrazados bajo el argumento de que los partidos sólo sirven para dividir a los "buenos ciudadanos" y para corromperlo todo, tanto la derecha como la izquierda radical han apelado a la celebración de referéndums para que sean los ciudadanos quienes directamente se pronuncien a favor de las iniciativas que les presenta el gobierno. Esta costumbre, conocida por algunos como "democracia plebiscitaria", fue inaugurada por Napoleón Bonaparte en 1800, año en el que fue aprobado en Francia su nombramiento como primer cónsul. Desde entonces, los referéndums celebrados bajo la férula de gobiernos autoritarios y totalitarios arrojan casi siempre resultados contundentes en favor de las propuestas presentadas por las autoridades, aunque existen notables excepciones a esta regla.

Los enemigos del referéndum afirman que al sustituirse los mecanismos de representación política, los gobiernos autoritarios desarticulan toda posibilidad de oposición organizada. Asimismo, alegan que las campañas rumbo a un referéndum se prestan mucho más para la demagogia y la manipulación que en el caso de las elecciones normales, ya que en muchos casos ciudadanos ordinarios no tienen la capacidad (por una razón o por otra) para decidir apropiadamente o de forma responsable sobre los temas que están a discusión. También se afirma que los plebiscitos dan lugar a una "tiranía de la mayoría" que margina de toda posibilidad de representación política a los grupos minoritarios.

Incluso en varias naciones de inobjetable tradición democrática, la práctica eventual del referéndum ha sido impugnada por quienes la conciben como una forma de la que se vale un Poder Ejecutivo poderoso para relegar a un segundo plano la importancia del parlamento. El ejemplo típico es Francia, donde con el advenimiento de la V República, tras el ascenso al poder de Charles de Gaulle, se instituyó a nivel constitucional el referéndum como una forma de reforzar los poderes del presidente frente al parlamento, ya que en determinadas cuestiones clave al jefe de Estado siempre le queda el recurso de convocar a un referéndum ante un Poder Legislativo demasiado obstinado. Cabe aclarar que a la sazón a Francia le urgía salir de la caótica situación a la que la había orillado el parlamentarismo exacerbado de la IV República, y para ello nuevas fórmulas constitucionales (entre ellas el referéndum) cumplieron a cabalidad la tarea de garantizar la gobernabilidad del sistema político en momentos críticos para el país.

Sin embargo, a pesar de todos los argumentos en su contra, el referéndum mucho ha aportado a los regímenes democráticos en los que funciona y, de hecho, para algunas dictaduras ha resultado ser una arma de dos filos. Por ejemplo, fueron sendos referéndums organizados por las autoridades los que determinaron el fin de las dictaduras militares en Uruguay (1980) y en Chile (1988). El reciente triunfo del No en el referéndum venezolano que puso un coto a las pretensiones totalitarias de Chávez podría ser considerado dentro de este grupo. Asimismo, y volviendo al caso francés, el referéndum como "instrumento de fortaleza presidencial" quedó en entredicho en 1969, cuando el general De Gaulle se vio obligado a presentar su dimisión tras ser derrotado en un referéndum. De hecho, tanto han cambiado las cosas en Francia que en la actualidad la mayoría de los partidos conciben al referéndum dentro de sus respectivas plataformas electorales como una manera de atemperar al presidencialismo.

Ante la actual coyuntura política mexicana, resulta pertinente preguntarnos que tan útil y conveniente resultaría acoger al referéndum como complemento de un sistema democrático tan incipiente. Si bien es cierto que la utilidad del referéndum ha sido comprobado casi en los cinco continentes, ¿no sería mejor primero fortalecer en México los instrumentos de la democracia representativa tradicional, en particular a los partidos, y después pensar en adoptar elementos de la democracia directa? Yo pensaba así antes, pero después de años de militar en las miasmas de partidos que tenemos, en darme cuenta lo mal que funcionan y en considerar las injustas trabas que impone la ley electoral para impedir el surgimiento de partidos ciudadanos, llegué a la conclusión de que el referéndum es necesario para legitimar decisiones demasiado controversiales. Debemos adoptar el referéndum como un mecanismo extraordinario que deberá exigir para su realización con el mayor acuerdo político posible. Una propuesta sería que la Constitución prescriba que para la celebración de un referéndum que éste sea exclusivamente convocado por el presidente y se precise de la aprobación en ambas cámaras Congreso de la Unión por mayoría absoluta.

viernes, 6 de junio de 2008

Obama Debe Mostrar Carácter y decirle NO a la Loca Hillary


Obama se ha impuesto como candidato y ha llegado la hora de que demuestre tener el carácter y buen juicio que -se supone- exige el cargo de presidente de Estados Unidos . Bien sabido es que la primera decisión importante de un candidato a la presidencia de este país es la elección de su compañero de fórmula, es decir, de quien aspirará a la vicepresidencia.Cierto que rara vez esta elección resulta ser decisiva. Por ejemplo, recuérdese que Bush padre ganó a pesar de que eligió a un retrasado mental (Dany Quayle). Pero para muchos analistas ésta decisión es sintomática del caracter del candidato, y creo que tienen razón.

Muy bien hablaría de Obama que aguantara las presiones a los que está sometido ahora y desistiera de eligir a la loca de Hillary como compañera de fórmula. La ex primera dama demostró durante su desastroza campaña ser una persona sumamente desconfiable por su exceso de ambición y su protagonismo. Imposible verla resignada a ser la número dos de nada. Su egomanía daría problemas serios a Obama. Seguramente buscaría lucir más que el candidato presidencial, cosa que sería muy mal vista por los elecotres. Así que pese a que muchos opinadores desinformados piensen que un tandem Obama-Clinton sería imbatible, lo más seguro es que por las características de la senadora como un personaje demasiado controvertido que además ha probado su falta de escrúpulos y su ambición desmedida, este equipo fracasaría estrepitosamente.
A Obama le conviene un candidato que balancee su personalidad. Si Obama es negro, necesita a un blanco. Si a Obama se le acusa de falta de experiencia en política exterior, necesita a alguien que sea experto en el tema. Mucho se ha hablado de los gobernadores demócratas de Ohio y Pennsylvania, dos estados que serán clave en la elección, pero en lo personal creo que el compañero de fórmula ideal para Obama es el senador por Virginia Jim Webb.

Era noviembre de 2006, cundo el Partido Republicano perdió categóricamente las elecciones legislativas en gran parte debido a la baja popularidad del Presidente y de la guerra en Irak, el triunfo demócrata más reñido fue también uno de los más emblemáticos: el retador Jim Webb había desbancado al burdo senador republicano George Allen (conocido como "senator Macaca") en Virginia, un estado normalmente republicano, con un resultado tan estrecho –cuatro décimas porcentuales- que terminó de definirse tres días después de las votaciones.

Jim Webb es un condecorado combatiente de Vietnam, hijo de un veterano de la Segunda Guerra y padre de un soldado destinado en Irak. Ha tenido una asombrosa trayectoria como senador. Webb ha demostrado tal manejo de las maneras y estrategias del Capitolio, que ha motivado el asombro de analistas y políticos. La cereza del pastel ha sido un proyecto para darle beneficios a los veteranos de Irak y Afganistán para el cual no sólo ha logrado apoyo bipartidario; además ha "logrado" el rechazo del senador y candidato republicano John McCain –él mismo un veterano de guerra- y el Presidente Bush, quien vetará la ley cuando se apruebe. Por el momento, ha sido una jugada política maestra.

Cada día crecen las especulaciones, y las presiones, para que el segundo nombre en el ticket sea el de Webb."La pregunta ya no es si Barack Obama debería seleccionar a Jim Webb como su nominado. Es si puede justificar no hacerlo", escribió la semana pasada Reiham Salam, de la revista Atlantic Monthly, al final de una columna titulada "Maestro del Senado". "Incluso si Webb hubiera asesinado a alguien en los pasillos o si hubiera estado recibiendo altas sumas de dinero del politburó chino por revelar inteligencia detallada sobre los buques estadounidenses, él igual sería un nominado para Vicepresidente mucho más fuerte y atractivo que Hillary Clinton".

Ronald Reagan lo designó Secretario de Marina en 1987. Un año después renunciaría por sus peleas con el Secretario de Defensa, Frank C. Carlucci. Webb quería una reforma radical a la Marina, que pasaba por aumentar su contingente. Los planes del gobierno eran lo contrario.

Jim Webb se dedicó entonces a hacerse un nombre como analista y también como escritor, con historias de ficción que se nutrían, cómo no, de su experiencia en combate. Su primera se llamó Fields of fire (Campos de fuego, 1978). Desde entonces escribió cinco novelas más, hasta que decidió escribir sobre sus raíces. Born Fighting: How the Scots-Irish Shaped America no sólo fue su primera obra de no ficción; también le dio el lema de su campaña al senado en 2006.

Orgulloso de sus raíces escocesas y trabajadoras, Webb siempre se ha definido como un "blueneck", como se les dice en forma despectiva a los poco educados trabajadores blancos del interior de Estados Unidos, lo que contrastaría con el presunto "snobismo elitista" del candidato Barack. Además, representa a un estado, Virginia, que hasta 2006 parecía voto seguro para los republicanos.Su experiencia de combate puede contrapesar la de John McCain, cuyas credenciales son segura carta de presentación ante el electorado. Haber trabajado para la administración Reagan le da llegada con el votante de centro (los llamados "demócratas de Reagan") y los conservadores decepcionados de Bush, y siendo un debutante en el Congreso puede reforzar el mensaje de cambio, de renovación en Washington que enfatiza Obama.

Webb ha sido cauto a la hora de hablar de sus posibilidades de ser vicepresidente con sólo dos años de haberse convertido en senador; él sabe además cómo funcionan estas cosas. "Es muy parecido a Hollywood", le dijo al Washigntonian. Webb escribió la película Rules of engagement –que protagonizaron Tommy Lee Jones y Samuel L. Jackson- y otro guión suyo está en preproducción para ser dirigido por el muy demócrata cineasta Rob Reiner. "Puedes ser el sabor del mes, y alguien más será el sabor del próximo mes".
Yo inisto: es ideal para los demócratas.
Buruma
Disraeli y Gladstone
Richelieu y Olivares (el conde-duque, no el "Púas")
Kafka
Bierce
y mucho más

miércoles, 4 de junio de 2008

Respuesta al "Vernáculo": La Causa de la Legalización de las Drogas


Mi buen amigo el vernáculo Leonel Ramírez me reprocha que pida yo la legalización de las drogas en uno de mis recientes post sin hacer, según él, un análisis a fondo del Tema. “Pa’ que chingao quieres legalizar las drogas, cabrón, si se hace eso habría por ahí mucho mariguano” Bueno, a reserva de explicarle a mi cuate que de hecho ya hay por ahí mucho “mariguano” sin que haya la necesidad de legalizar nada, me gustaría explicarle este es un humilde blog pretende ser #satírico”, es decir, quire burlarse y reírse antes que pontificar, opinar e incluso proponer aunque es obvio que este es un objetivo que sólo estamos logrando a medias.

Como sea, expongo brevemente las principales razones que esgrimimos quienes desde un punto de vista liberal favorecemos la legalización:

1.- L prohibición de las drogas ha tenido consecuencias desastrosas, sin embargo, en vez de reconocer el fracaso de dicha política, la mayoría de los gobiernos alrededor del mundo se han empeñado en gastar más recursos y atentar más contra las libertades de sus ciudadanos en un esfuerzo inútil por detener el comercio ilegal de narcóticos. Legalizar las drogas eliminaría o mitigaría significativamente las terribles consecuencias que enfrentamos bajo el actual enfoque prohibicionista.

2.- La legalización pondría fin a la parte exageradamente lucrativa del negocio del narcotráfico, al traer a la superficie el mercado negro existente. Y con la desaparición de la clandestinidad del narcotráfico disminuye dramáticamente la problemática social ligada a dicha actividad. La actual prohibición de las drogas no detiene al mercado, simplemente lo ha sumergido bajo el manto de la ilegalidad, y cuando un negocio es un crimen, los criminales tomarán parte de éste. Según las Naciones Unidas, el tráfico de drogas genera $400.000 millones anuales, lo cual representa un ¡¡8%!! del comercio mundial, comparable con la industria de textiles. Dicho botín representa una tentación irresistible para los criminales del mundo.

3.- Legalizar las drogas haría que la fabricación de dichas sustancias se encuentre dentro del alcance de las regulaciones propias de un mercado legal. Bajo la prohibición, no existen controles de calidad ni venta de dosis estandarizadas. Esto ha conducido a niveles de mortalidad altos a causa de sobredosis o envenenamiento por el consumo de drogas. De hecho, según un estudio del Cato Institute realizado por James Ostrowski, el 80% de las muertes relacionadas con drogas se deben a la falta de acceso a dosis estandarizadas.

4.- El narcotráfico ha extendido sus tentáculos en la vida política de los países. Importantes figuras políticas a lo largo de Latinoamérica han sido ligadas con personalidades y dineros relacionados con el tráfico de drogas. Tal vez aquí yace la razón por la cual la guerra contra las drogas se intensifica año con año. Los grandes narcotraficantes son los que más se benefician con la actual prohibición, y los operativos anti-drogas que se practican en Latinoamérica sirven para eliminarles la competencia que enfrentan por parte de los pequeños y medianos distribuidores. La legalización acabaría con esta nefasta alianza del narcotráfico y el poder político y un foco monstruoso de corrupción.

5.- Los gobiernos dejarían de malgastar miles de millones de dólares en el combate de las drogas, recursos que serían destinados a combatir a los verdaderos criminales: los que le violan los derechos a los demás (asesinos, estafadores, violadores, ladrones, grupos terroristas). Además, con la legalización se descongestionaría las cárceles, las cuales hoy en día se ven inundadas por gente cuyo único crimen fue el consumo de substancias que están prohibidas por la ley. Todos estos esfuerzos por combatir el tráfico de drogas han sido inútiles. Por ejemplo, las mismas autoridades reconocen que a pesar de todo el dinero gastado, los esfuerzos actuales solo interceptan el 13% de los embarques de heroína y un máximo del 28% de los de cocaína. De acuerdo con las Naciones Unidas, las ganancias de las drogas ilegales están tan infladas que tres cuartos de todos los embarques deberían ser interceptados con el fin de reducir de manera significativa lo lucrativo del negocio.

6.- Con la legalización se acaba el pretexto del Estado de socavar nuestras libertades con el fin de llevar a cabo esta guerra contra las drogas. Intervenciones telefónicas, allanamientos, registro de expedientes, censura y control de armas son actos que atentan contra nuestra libertad y autonomía como individuos. Si hoy en día las drogas son accesibles incluso en las áreas de máxima seguridad de las prisiones, ni siquiera convirtiendo a nuestros países en cárceles vamos a lograr mantener a las drogas fuera del alcance de aquellos que quieran consumirlas. Legalizando estas substancias evitaremos que los gobiernos conviertan a nuestros países en prisiones de facto.

7.-Legalizar las drogas desactivará la bomba de tiempo en la que se ha convertido Latinoamérica, especialmente países como Ecuador, Bolivia, Colombia y desde luego, México.

8.- legalización conducirá a que la sociedad aprenda a convivir con las drogas, tal y como lo ha hecho con otras sustancias como el alcohol y el tabaco. El proceso de aprendizaje social es sumamente valioso para poder disminuir e internalizar los efectos negativos que se derivan del consumo y abuso de ciertas sustancias. Sin embargo, políticas como las de la prohibición, al convertir a los consumidores en criminales, desincentivan la aparición de comportamientos y actitudes sociales necesarios para poder lidiar con los problemas de la adicción y el consumo tempranero de dichas sustancias.

martes, 3 de junio de 2008

El Oso Bruno se Ríe de...


...de Maxime Bernier ex Ministro de Exteriores de Canadá que debió dimitir por culpa de su ex novia Julie Couillard, quien después del rompimiento fue de chismosa a la televisión a revelar que el otrora importante diplomático había dejado olvidados en su casa documentos descritos como "material de trabajo" confidencial previo la cumbre de la OTAN de Bucarest. "Maxime fue a mi casa, y el documento quedó ahí", expresó Couillard.La preocupación se acentuó porque Couillard estuvo casada con un miembro de la organización criminal Hells Angels y mantuvo relaciones sentimentales con otros integrantes de tan fina agrupación. Como se sabe, los Hells Angels son un grupo de motociclistas acusados de estar involucrados en el tráfico de drogas, prostitución y contrabando en Estados Unidos y Canadá.
Bernier, de 45 años, conoció a Couillard en una cena en Montreal a mediados del año pasado. Ella atrajo por primera vez la atención pública cuando lo acompañó a su juramento como ministro de Relaciones Exteriores con un vestido escotado, el cual se puede apreciar en la foto, misma que cuando la vio por primera vez El Oso Bruno, éste exclamó "Pos como no se iba a distraer en la cena el pobre güey ministro. Si se ve que la señorita tiene rete güena...conversación" .



...el desastre que está hecho Afganistán a casi siete años de iniciarse la invasión aliada y que llevó el pomposo nombre de "Operación Libertad Duradera". Era la guerra "buena" y "fácil" iniciada por George Bush la cual, al contrario de la metida de pata en Irak, contó con el visto bueno de casi toda la comunidad internacional. Ahora tenemos en Afganistán al país campeón indiscutido de la producción de opio mientras los talibanes se reposicionan y aumentan su capadidad de resistencia militar, la corrupción es rampante en el gobierno del elegante pero inepto Karzai y, paqa colmo, los derechos de las mujeres empiezan a menguar de nuevo. Un grupo de parlamentarios religiosos aliados de Karzai promueve en estos días la aprobación de una ley para que las mujeres no puedan salir solas a la calle, sino exclusivamnte acompañadas de un varón. Poca duradera resultó la libertad.





...el estupendo chiste que contó David Letterman anteayer. Refiriéndose al estreno de la nueva versión de Indiana Jones dijo: "Si hubiese querido ver a un anciano corriendo por todos lados, mejor hubiese ido a un mitin de McCain" ("If I want to see an old guy running around, I'll go to a McCain rally)



...El Cruz Azul ante su nuevo y previsible fracaso en su intento por ganar el campeonato futbolero mexicano, cosa que sólo han logrado hacer una vez desde 1980, y contando. ¡Loosers!




...todas aquelas chavas que les encanta andar presumiendo por allí lo "mucho se identifican los las protagonistas de Sex and the City" nada más para hacerse las dizque interesantes. "Bueno", dicen,"es que has de cuenta que están filmando mi vida". ¡Por favor!




domingo, 1 de junio de 2008

¡Cría cuervos, Mariano...!


Hay que hablar claro: el Partido Popular de España perdió las elecciones generales del pasado mes de marzo porque equivocó la estrategia de hacer oposición. Eligieron hacer durante cuatro años una política de abierta e irreconciliable crispación al no poder encajar la derrota de 2004, y esa crispación fue la que hundió a Rajoy, a pesar de que la primera administración de Zapatero fue, en muchos sentidos, desastrosa. Hoy el PP escenifica una gravísima crisis interna en la que los duros -prohijados y consentidos por Rajoy en el marco de la estrategia de crispación- buscan destituirle a toda costa a base de la táctica que bien conocen: insultos y enconada animadversión contra el adversario y, lo más grave, azuzados por una radiodifusora (la Cope), que está en poder de los obispos y de el periódico El Mundo, el segundo en circulación en el país. ¡Cría cuervos, Mariano...!


El PP es un partido de 750,000 militantes y 10.3 millones de votantes, con mucho poder territorial y local, con una perspectiva evidente de poder ganar las elecciones generales. Por eso es gravísimo que le hagan crisis desde la periferia de su propia estructura. Si Rajoy hubiera flaqueado y aceptado que le hicieran la crisis desde fuera, la democracia española se habría resentido en su propia esencia, porque se habría vulnerado la voluntad popular y esos mismos intransigentes que exigen democracia interna habrían dado un golpe de gracia a la misma democracia que dicen defender.


Fue El Mundo, con la Cope haciéndole la segunda, el periódico que pretendió llevar a la sociedad española por el camino de una “Teoría de la Conspiración” en la que ETA estaba detrás de los atentados de marzo de 2004, estrategia que, muy torpemente, compraron y sostuvieron casi hasta el final buena parte de los intransigentes del PP y que resultó ser una manipulación sin precedentes y un engaño sin contemplaciones del que el mayor beneficiario fue José Luis Rodríguez Zapatero. Porque esa manipulación y ese engaño condujo al PP a un permanente estado de contradicción interna en el que por un lado quería huir de la trampa y, por otro, se vio inmerso en ella sin posibilidad de escape porque, entre otras cosas, algunos de sus dirigentes seguían a pies juntillas la estrategia que marcaban dos medios ya citados. Quienes alentaron aquella orgía de engaños y mentiras se sirvieron inmoralmente de las víctimas de aquellos atentados para engordar sus propios intereses y beneficiar indirecta pero enormemente al PSOE.


Porque esta es la realidad, y no otra. Si alguien obtuvo beneficio de estos cuatro años de absurda oposición a ultranza fue el Partido Socialista. Y sería bueno que algunos explicaran los motivos por los que se empeñaron en conducir a la opinión pública por un camino equivocado, y si lo hicieron a conciencia y, de ser así, qué ocultaban o a quienes. Porque es evidente que al PP le hicieron un flaco favor los mismos que se atreven a asegurar que, de haberse puesto a ello, hubieran llevado a Rajoy a La Moncloa. ¡Ya! El mismo flaco favor que le están haciendo ahora los que, de pronto, han descubierto las virtudes de la democracia interna en el PP a cuenta de conjuras de salón y contubernios de pasillo. Los ejercicios de manipulación se repiten, pero ahora la estrategia ya pasa, directamente, por encender la mecha de la rebelión interna en las filas populares.


Rajoy debe continuar y liderar el PP hasta que él o su partido decidan cuando debe dejarlo, por una cuestión de higiene democrática. De lo contrario se pondrá en serio peligro la autonomía de uno de los partidos políticos más importantes de Europa.Y también sería deseable que dirigentes moderados como Rajoy y Ruiz Gallardón (el estupendo alcalde de Madrid tan vilipendiado por los intransigentes de su partido) trabajen para hacer del Partido Popular una organización absolutamente laica e inequívocamente liberal, que para eso le falta mucho (¡muchísimo!).

Secret Footage Of Bush-McCain Fund Raiser

McCain tiene un grave problema y se llama George W. Bush

sábado, 31 de mayo de 2008

El Japón que YA NO puede decir NO


Shintaro Ishihara, actual alcalde de Tokio, escritor y polémico político nacionalista japonés escribió a finales de los ochenta un controvertido libro que se llamó The Japan That Can Say No: Why Japan Will Be First Among Equals, en el que urgía a Japón a abandonar la postura de sumisión que había mantenido respecto a Estados Unidos desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, reconocer que al ser el líder mundial indiscutible en el desarrollo de tecnología tenía la balanza del poder en sus manos y asumir las responsabilidades mundiales que correspondían a una gran superpotencia, incluidas las militares. Ishihara deploraba las limitaciones constitucionales que limitaban al poderío bélico japonés y exigía el rearme del país. En esos mismos tiempos algunos otros comentaristas más entusiastas aún que el propio Ishihara hablaron del inminente advenimiento de una Pax Nipónica, que sustituiría a la Pax Americana y que el mundo debería acostumbrarse a que su destino sería ser dividido en tres grandes zonas de influencia: la japonesa, la americana y la germana. Los motivos que impulsaban tan optimistas conclusiones eran el imparable auge de la economía –que a la sazón había sobrepasado a todo el mundo menos a Estados Unidos-, su aparentemente indiscutible primacía en el mundo financiero y su liderazgo en el desarrollo de tecnologías de punta.

Pero pronto se diluyó el espejismo japonés, primero con una crisis política que evidenció un muy deficiente sistema político plagado de corrupción, lucha entre clanes políticos, proceso de toma de decisiones centralizado, excesivo aparato burocrático, etc., y más tarde con la aparición de una crónica crisis económica. En efecto, si en los años 80 la economía japonesa crecía al 4 por ciento anual, mucho más rápido que el 3 por ciento de los Estados Unidos, en los años 90 el crecimiento promedio de Japón fue menos de la mitad del 3.4 por ciento de Estados Unidos y la situación en esta década no ha mejorado en absoluto para los nipones. Hay tres explicaciones para el pobre desempeño económico de Japón. Una es que el país todavía sufre por el colapso de una burbuja financiera ocurrido a fines de la década del 80. La acentuada declinación de los mercados accionario e inmobiliario a finales de ese período dejó muchas bancarrotas financieras y un sistema bancario débil, agobiado por malos préstamos. El gobierno japonés ha sido más bien ineficaz en arreglar ese desorden y retrasó por casi una década la recapitalización de los bancos. La segunda explicación es que la estructura económica del país asiático se volvió rígida porque los intereses creados, sobre todo en los sectores de construcción y servicios, están obstaculizando cambios estructurales urgentes. Y esto abre paso a la tercera explicación: la parálisis política de un sistema al parecer irreformable que contribuye de forma dinámica a la derrota del cambio estructural.

El escenario económico actual de Japón presenta una bolsa de valores demasiado volátil, la caída brusca del precio de la tierra, la disminución del consumo y de las inversiones, quiebras de bancos y empresas, bajos salarios por las bajas utilidades, la continuada apreciación del yen con respecto al dólar (que trae como consecuencia una disminución de las exportaciones japonesas), la deuda pública más grande del mundo (representa el 150% de su Producto Interno Bruto), estancamiento industrial y el traslado de numerosas fábricas a otras naciones asiáticas.

Tampoco es muy brillante el panorama social japonés. Los suicidios y la criminalidad están creciendo alarmantemente, así como el desempleo (hasta hace poco un fenómeno inusitado en Japón). Se habla mucho de una crisis del sistema educativo y del aumento de la corrupción en muchas esferas. También preocupa el constante envejecimiento de la población frente a un bajo índice de natalidad, el incremento de la inseguridad laboral y, sobre todo, la obsolescencia de la ineficaz clase política.

Aunque no todos los políticos han sido tan mediocres. Bajo el gobierno del dinámico ex primer ministro Jonichiro Koizumi (2001-06) el país emprendió algunas necesarias reformas económicas, tales como la privatización de corporaciones públicas, el sistema postal del país (correo y telecomunicaciones), reducciones del gasto público, disminución de impuestos empresariales, etc. Pero su sucesor Shinzo Abe (2006-07) volvió a las andadas. Conservador y nacionalista, Abe pretendía la aprobación de una reforma educativa que permitiría la enseñanza del “patriotismo” en las escuelas y revivir las virtudes tradicionales de Japón y los valores familiares. Otra de sus presuntas prioridades era mejorar las relaciones con China y Corea del Sur, cosa asaz difícil en virtud a que los nacionalistas japoneses como abe, Ishihara y anexos se niegan a reconocer los crímenes de guerra de Japón durante la segunda guerra mundial, muchos de ellos perpetrados precisamente en China y Corea.
Abe renuncio a causa de escándalos de corrupción. Hoy gobierna al país un señor inocuo que se llama Yasuo Fukuda. La oposición de ninguna manera es mejor. Así tenemos que
Japón, la segunda economía del mundo, lleva más de una década en crisis económica El enorme gasto público sigue siendo un lastre, las empresas -sobre endeudadas y con una enorme capacidad instalada excedente- no pueden aumentar sus inversiones, las reducciones impositivas no han logrado aumentar el consumo privado porque las familias no han podido aumentar sus ingresos efectivos como consecuencia de la generalizada caída de los ingresos de los asalariados La deuda pública es demasiado grave,
La rebaja de la tasa de interés a cero no ha logrado su objetivo porque los bancos no tienen a quien darle préstamos ya que el país está lleno de empresas endeudadas y son demasiado débiles para invertir con visión de futuro.

Claro, no todo es tan negro para Japón. Sin lugar a dudas, en un futuro mediato tendrá que profundizar en los cambios. La vida ha demostrado la gran capacidad que tiene la economía nipona para adaptarse a las exigencias actuales y salir victoriosos en la aguda competencia que rige en la era de la globalización. Además, los bancos japoneses son actualmente menos vulnerables y están en mejores condiciones para apoyar la actividad económica. La reestructuración de las empresas avanza. Nunca se debe descartar del todo a Japón. Pero lo que también es cierto es que el sueño de Ishihara y los ultranacionalistas de ver a su país convertirse en una gran superpotencia mundial compitiendo con Estados Unidos por el dominio mundial ha pasado a ser sólo una anécdota.