Obama se ha impuesto como candidato y ha llegado la hora de que demuestre tener el carácter y buen juicio que -se supone- exige el cargo de presidente de Estados Unidos . Bien sabido es que la primera decisión importante de un candidato a la presidencia de este país es la elección de su compañero de fórmula, es decir, de quien aspirará a la vicepresidencia.Cierto que rara vez esta elección resulta ser decisiva. Por ejemplo, recuérdese que Bush padre ganó a pesar de que eligió a un retrasado mental (Dany Quayle). Pero para muchos analistas ésta decisión es sintomática del caracter del candidato, y creo que tienen razón.
Muy bien hablaría de Obama que aguantara las presiones a los que está sometido ahora y desistiera de eligir a la loca de Hillary como compañera de fórmula. La ex primera dama demostró durante su desastroza campaña ser una persona sumamente desconfiable por su exceso de ambición y su protagonismo. Imposible verla resignada a ser la número dos de nada. Su egomanía daría problemas serios a Obama. Seguramente buscaría lucir más que el candidato presidencial, cosa que sería muy mal vista por los elecotres. Así que pese a que muchos opinadores desinformados piensen que un tandem Obama-Clinton sería imbatible, lo más seguro es que por las características de la senadora como un personaje demasiado controvertido que además ha probado su falta de escrúpulos y su ambición desmedida, este equipo fracasaría estrepitosamente.
A Obama le conviene un candidato que balancee su personalidad. Si Obama es negro, necesita a un blanco. Si a Obama se le acusa de falta de experiencia en política exterior, necesita a alguien que sea experto en el tema. Mucho se ha hablado de los gobernadores demócratas de Ohio y Pennsylvania, dos estados que serán clave en la elección, pero en lo personal creo que el compañero de fórmula ideal para Obama es el senador por Virginia Jim Webb.
Era noviembre de 2006, cundo el Partido Republicano perdió categóricamente las elecciones legislativas en gran parte debido a la baja popularidad del Presidente y de la guerra en Irak, el triunfo demócrata más reñido fue también uno de los más emblemáticos: el retador Jim Webb había desbancado al burdo senador republicano George Allen (conocido como "senator Macaca") en Virginia, un estado normalmente republicano, con un resultado tan estrecho –cuatro décimas porcentuales- que terminó de definirse tres días después de las votaciones.
Jim Webb es un condecorado combatiente de Vietnam, hijo de un veterano de la Segunda Guerra y padre de un soldado destinado en Irak. Ha tenido una asombrosa trayectoria como senador. Webb ha demostrado tal manejo de las maneras y estrategias del Capitolio, que ha motivado el asombro de analistas y políticos. La cereza del pastel ha sido un proyecto para darle beneficios a los veteranos de Irak y Afganistán para el cual no sólo ha logrado apoyo bipartidario; además ha "logrado" el rechazo del senador y candidato republicano John McCain –él mismo un veterano de guerra- y el Presidente Bush, quien vetará la ley cuando se apruebe. Por el momento, ha sido una jugada política maestra.
Cada día crecen las especulaciones, y las presiones, para que el segundo nombre en el ticket sea el de Webb."La pregunta ya no es si Barack Obama debería seleccionar a Jim Webb como su nominado. Es si puede justificar no hacerlo", escribió la semana pasada Reiham Salam, de la revista Atlantic Monthly, al final de una columna titulada "Maestro del Senado". "Incluso si Webb hubiera asesinado a alguien en los pasillos o si hubiera estado recibiendo altas sumas de dinero del politburó chino por revelar inteligencia detallada sobre los buques estadounidenses, él igual sería un nominado para Vicepresidente mucho más fuerte y atractivo que Hillary Clinton".
Ronald Reagan lo designó Secretario de Marina en 1987. Un año después renunciaría por sus peleas con el Secretario de Defensa, Frank C. Carlucci. Webb quería una reforma radical a la Marina, que pasaba por aumentar su contingente. Los planes del gobierno eran lo contrario.
Jim Webb se dedicó entonces a hacerse un nombre como analista y también como escritor, con historias de ficción que se nutrían, cómo no, de su experiencia en combate. Su primera se llamó Fields of fire (Campos de fuego, 1978). Desde entonces escribió cinco novelas más, hasta que decidió escribir sobre sus raíces. Born Fighting: How the Scots-Irish Shaped America no sólo fue su primera obra de no ficción; también le dio el lema de su campaña al senado en 2006.
Orgulloso de sus raíces escocesas y trabajadoras, Webb siempre se ha definido como un "blueneck", como se les dice en forma despectiva a los poco educados trabajadores blancos del interior de Estados Unidos, lo que contrastaría con el presunto "snobismo elitista" del candidato Barack. Además, representa a un estado, Virginia, que hasta 2006 parecía voto seguro para los republicanos.Su experiencia de combate puede contrapesar la de John McCain, cuyas credenciales son segura carta de presentación ante el electorado. Haber trabajado para la administración Reagan le da llegada con el votante de centro (los llamados "demócratas de Reagan") y los conservadores decepcionados de Bush, y siendo un debutante en el Congreso puede reforzar el mensaje de cambio, de renovación en Washington que enfatiza Obama.
Webb ha sido cauto a la hora de hablar de sus posibilidades de ser vicepresidente con sólo dos años de haberse convertido en senador; él sabe además cómo funcionan estas cosas. "Es muy parecido a Hollywood", le dijo al Washigntonian. Webb escribió la película Rules of engagement –que protagonizaron Tommy Lee Jones y Samuel L. Jackson- y otro guión suyo está en preproducción para ser dirigido por el muy demócrata cineasta Rob Reiner. "Puedes ser el sabor del mes, y alguien más será el sabor del próximo mes".
Yo inisto: es ideal para los demócratas.
y en Palacio Arpinati
Buruma
Disraeli y Gladstone
Richelieu y Olivares (el conde-duque, no el "Púas")
Kafka
Bierce
y mucho más
1 comentario:
De acuerdo con analistas internacionales, lo único que quiere Hilaria es que Obama se haga cargo de su deuda de 30 millones y le ofrezca la vicepresidencia para salvar la cara. No es mala propuesta si se toma en cuenta los votos que seguramente pasará a Obama. No va a aceptar la vicepresidencia.
Saludos!
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