sábado, 9 de febrero de 2008

Italia: El Mal Ejemplo


Este blog es escrito por un diletante (y delirante) comparativista de la política que tiene como una de sus principales hobbies conocer (y divulgar) la forma en que funcionan todos los sistemas políticos del mundo. De ellos, el italiano es uno de los más interesantes. Mucho vale la pena escudriñarlo en virtud al MAL EJEMPLO que representa para aquellas naciones que, como las latinoamericanas, procuran consolidar sus democracias. La política italiana es singularmente caótica e ineficaz. Durante toda la denominada primera república (1946-92) la democracia italiana se vio sumamente entorpecida por la partitocrazia –el poder excesivo de las burocracias partidistas-, la tangentópolis (de tangente, que en buen mexicano es sinónimo de “mordida”) el clientelismo y el patronazgo de mafias y grupos de poder. Desde que comenzó la que informalmente se conoce como “segunda república”, las cosas lejos de mejorar, han empeorado. Italia ha sido alternamente gobernada por débiles gabinetes de centro izquierda, como los que ha encabezado Romano Prodi, o por ese gran hampón y farsante que es Silvio Berlusconi. Hoy, la encrucijada italiana sigue en el mismo lugar de siempre Urge un gobierno estable y con autoridad que afronte los graves retos de una nación en la que todos los indicadores importantes están en rojo. La italiana no es sólo la economía que menos crece en la Europa desarrollada. Es también la más regulada y la más necesitada de cambios drásticos, sobre todo en su fosilizado sector público. El propio país está dividido entre un norte desarrollado y un esclerotizado sur.


Italia padece a una de las perores clases políticas del mundo, ayuna de verdaderos dirigentes reformistas y dueños de visión de Estado. Los politiquillos italianos, como sucede en México (donde, desde luego, no nos quedamos atrás a la hora de presumir políticos mediocres) y en buena parte del mundo, acaban anteponiendo sus mezquinos intereses a los de la sociedad que mal dirigen.

Nuevamente, Italia se dirige hacia la celebración de elecciones generales. Será, seguramente, una campaña electoral corta pero no por ello menos brusca. Por tercera vez en la historia, la figura clave de esta nueva contienda electoral será Silvio Berlusconi, Todos los sondeos indican que ilCavaliere, famoso por sus problemas con la justicia, su imperio económico y los escándalos de corrupción en los que se ha visto involucrado, es el gran favorito. El corto gobierno de centroizquierda de Romano Prodi, que cayó el 24 de enero después de un desastroso desempeño causado por las crónicas discusiones al interior de su alianza, allanó el camino a Berlusconi, que ahora podría arrasar en las urnas.

Su rival será el polifacético alcalde de Roma, Walter Veltroni, líder del flamante Partido Democrático (PD), agrupación nacida hace unos meses de la unión de los Demócratas de Izquierda y La Margarita, esta última una heterogénea coalición de grupos progresistas. De 52 años, con buena imagen, excelente oratoria y una gran carrera política en sus espaldas, Veltroni corre un carrera contra el tiempo. No sólo se encuentra en medio de la dificultosa construcción de un nuevo partido, sino que en tan sólo 70 días deberá intentar despegarse de la más que desgastada imagen de fracaso que ha dejado la centroizquierda después de dos años en el poder. Es sabido que los electores de centroizquierda, que en las elecciones de abril de 2006 votaron con una gran esperanza de cambio por la coalición de La Unión -una variopinta alianza de 14 partidos que iban desde la extrema izquierda hasta los demócratas cristianos- están totalmente decepcionados.


En los escasos dos años que la centroizquierda estuvo en el poder, no hizo más que manifestarse dividida en casi todos los temas y paralizada a la hora de gobernar. Tanto es así que ahora Veltroni, escritor, amante del cine, gran conocedor de los Estados Unidos y admirador de John F. Kennedy, que ya comenzó su campaña, asegura que en las inminentes elecciones el flamante PD correrá solo. ¿Por qué? Porque no quiere quedar expuesto al tradicional poder de chantaje que suelen tener los partidos más pequeños en una coalición, como sucedió en el ejecutivo de Prodi. Después de una larga agonía, el gobierno del Professore finalmente cayó, al retirarse de la coalición oficialista el Udeur, un pequeño partido de centro. Hace exactamente un año, la coalición de Prodi había vivido otra crisis política, debido a la traición de un senador de la izquierda radical. No extraña entonces que ahora los pequeños partidos que se quedaron "sin techo" al colapsar La Unión ya estén negociando para reposicionarse en el fragmentado y complejo universo político de la península. Veltroni, igual de hábil que Berlusconi a la hora de comunicar, corre además con la desventaja de que Prodi -premier saliente y el gran perdedor de esta crisis- se quedará al frente del gobierno hasta el día de las elecciones, para tratar los asuntos administrativos. Pese a esto, el líder del PD intentará jugar la carta de "una nueva forma de hacer política", en un escenario en el que la política está totalmente desprestigiada. Los italianos detestan a sus deleznables políticos. Tiene muy poco tiempo y todo en contra. Pero, en política-parafraseando a Harold Wilson-, 70 días pueden ser una eternidad.


Por su parte, la derecha ha decidido imitar la estrategia de la izquierda. Para reforzar sus posibilidades de lograr un triunfo electoral, el ex premier Silvio Berlusconi, líder de Forza Italia (FI), anunció con bombos y platillos un acuerdo "histórico" para ir a las urnas con una lista única junto con Gianfranco Fini, líder de la ex fascista Alianza Nacional (AN). Berlusconi y Fini, que hace unos meses se habían enemistado, pero que ya se reconciliaron se, se presentarán juntos, por lo que renunciarán a sus respectivos símbolos políticos (FI y AN), en una nueva lista llamada pomposamente Pueblo de la Libertad. Se trata del mismo nombre del partido creado por el Cavaliere hace unos meses en respuesta al Partido Democrático (PD) de Walter Veltroni, una idea que había quedado en vía muerta.


La noticia de la resurrección de la agrupación del Pueblo de la Libertad, al que se unirá la xenófoba Liga Norte de Umberto Bossi, tradicional aliada del magnate de la TV, dejó descolocada a la centrista UDC de Pier Ferdinando Casini. Si bien Casini, que fue socio de la coalición de la Casa de las Libertades, con la que Berlusconi estuvo al frente del ejecutivo más duradero de la historia moderna de Italia (2001-2006), fue invitado a sumarse al proyecto, no ocultó su disgusto ante la alianza. Si la UDC no se une al bloque del Pueblo de la Libertad, no podrá formar parte de la coalición. ¿Servirán estas recomposiciones oportunista, efectuadas al calor de una inminente campaña electoral, para por lo menos acabar con la excesiva fragmentación partidista? Ojalá así sea. El problema es que a Italia le esperaran más años de estancamiento sí, como señalan las encuestas, vuelven a elegir al truhán y cinicazo ese de Berlusconi, un hombre que sólo sabe gobernar en exclusiva función de sus propios intereses.

Como exclamó The Economist en su último número ¡Poor Italy!

viernes, 8 de febrero de 2008

Obama Podría Ganar, Hillary no, a menos que...


Tras el súper martes todo perfila para que sea en la Convención Nacional Demócrata donde se defina, finalmente, quien será el candidato o candidata para enfrentar al republicano Mc Cain, quien a estas alturas es ya el claro ganador de las primarias de su partido. La Convención Demócrata se transformara en una brokerage convention (convención negociada), situación que ocurre cuando ningún candidato llega con suficientes delegados como para proclamarse ganador. Comenzará, entonces, una negociación a puertas cerradas donde los “Barones” del partido decidirán, cómo en los buenos tiempos, quien será el candidato presidencial. En los últimos años las convenciones se habían convertido en show más o menos barato que únicamente servían para ungir al candidato presidencial que, para ese momento, ya había conseguido una mayoría suficiente en las primarias. De hecho la última "convención negociada" se produjo en 1976, cuando ni el entonces presidente Gerald Ford ni su contendiente, Ronald Reagan, llegaron con suficientes delegados como para asegurarse la nominación republicana. En el campo demócrata esta eventualidad sucedió por postrera ocasión tras el asesinato de Robert Kennedy tras las primarias de California, que dio lugar a la turbulenta Convención de Chicago de 1968.

Justamente a raíz del desastre que supuso la Convención de 1968 es que los demócratas inventaron la figura de súper delegados, que no son otros que los grandes líderes y ex líderes del partido, que en la convención de 2008 serán un total de 796 (un quinto del total). Es en estos súper delegados donde descansará la responsabilidad de decidir quién será el candidato demócrata. La lista de Súper delegados incluye a todos los miembros demócratas del Congreso de Estados Unidos, los gobernadores, los miembros del Comité Nacional Demócrata, los ex presidentes y ex vicepresidentes y los ex líderes demócratas de los senadores y de los representantes

¡Y vaya que estos súper delegados deberán meditar bien su decisión! Los demócratas enfrentan este año un interesante dilema. Tras la catastrófica administración Bush y con los vientos de recesión dando en la cara de Estados Unidos, el partido en la oposición debería ser claro favorito. Las encuestas muestran que seis de cada 10 norteamericanos afirman que votarían por los demócratas, cualquiera fuera su candidato, si hoy se celebrara la elección presidencial de noviembre. Otro dato alentadores para el partido de Andrew Jackson y FDR dice que Apenas el 34,2% del país aprueba la gestión de Bush frente al 60,2% que lo reprueba, sumado al 22,8% que considera que Estados Unidos avanza en la dirección correcta frente al 67,3% que considera que la senda es la equivocada.
Estos datos son atractivos para la oposición, al igual que la participación electoral: 9 millones votaron en las internas republicanas, pero más de 15,5 millones escogieron entre Clinton y Obama.


Sin embargo hay factores importantes que hacen pensar en que el triunfo se les puede ir de las manos a los demócratas. Clinton y Obama se metieron solos en el campo minado que resulta de combinar en su campaña dosis peligrosas de raza, política y spots negativos. El problema comenzó con las primarias en Nevada y en Carolina del Sur, cuando arrancó el debate sobre negros y latinos y el recuerdo de Martin Luther King. El cuadro se complicará, ahora que McCain ha garantizado la nominación y tiene las manos y (el bolsillo) libres para enfocar todas sus baterías a la batalla de noviembre. Ahora se abocara a unificar las fuerzas de su partido, acallar a las facciones más polémicas o rechazadas por la mayoría de los norteamericanos y pensar en un vicepresidente ideal -quizá un conservador del tipo de Huckabee- para tranquilizar al ala más derechista del partido, que nunca lo ha visto con buenos ojos. Y debemos decir que el rechazo sobre el rumbo del país también incluye a los demócratas, que controlan el Congreso desde hace un año y su índice de aprobación es aún menor que el presidencial (22,7%), como también es mayor su reprobación (67%). Es por eso que vale la pena acercarse un poco más a estudiar las características de Clinton y Obama para saber cuál de los dos tiene mayores posibilidades de vencer a McCain.

Si fuera Hillary su contrincante, eso podría anular una de las principales ventajas de McCain: su indiscutible experiencia y preparación para asumir el cargo, cosa que Obama no podría hacer. Pero la verdad es que Hillary sería una bendición para los republicanos, que la detestan. La senadora sería capaz de unir a todas las facciones del Partido Republicano en torno a Mc Cain. Además, aunque muchos gringos añoran los buenos años noventa y el período de prosperidad de la administración Clinton, lo cierto es que muchos otros execran los malos usos y métodos de político maniobrero que el simpático ex presidente puso en práctica durante todo su mandato, por no hablar de sus múltiples escándalos. De hecho, el excesivo protagonismo de Bill durante esta campaña ya empieza a perjudicar gravemente a doña Hilaria.
Aunque se antoja muy interesante la eventual combinación Hillary-Obama, con Barack para vicepresidente. Esta combinación puede ser ganadora. En lo personal, yo preferiría que Obama madurara más como vicepresidente (o como senador cuatro años más, en caso de perder). Sería un candidato presdiencial impecable en 2012 ó 2016.

Por su parte, Obama se ha convertido en todo un fenómeno generacional. Su discursito tan hueco del cambio ha sido comparado por millones de jóvenes por todo el país. Muchos lo ven como un “mensajero de la esperanza”, un hombre “postracial” que ha roto definitivamente los prejuicios, un joven enérgico y carismático con una historia de liderazgo comunal que puede restaurar la integridad de la Casa Blanca y la imagen de Estados Unidos ante el mundo, tan deteriorada por el catastrófico gobierno saliente . Obama nació en 1961, Mc Cain en 1936, un abismo generacional que hace a Barack un abanderado creíble del cambio, whatever that means. Por último, Obama puede competir con McCain por el voto de los independientes. Hillary se le percibe como demasiado partidista.

A esto se suma que el promedio de las encuestas hechas por CNN, RT Strategies, ABC, The Washington Post , Fox News, NBC, Wall Street Journal , NPR, Los Angeles Times y Bloomberg, muestra que McCain le ganaría hoy a Clinton por tres a cuatro puntos porcentuales (49% a 46% o 45% a 41%), y perdería por entre dos y tres puntos con Obama (49% a 46% o 46% a 44%).
Por último, las apuestas giran en que Al Gore, convertido en súper-súper delegado gracias su Nobel, su Oscar y su cruzada ant-calentamiento global apoyará ruidosamente a Obama una vez que se haga oficial la necesidad de una Convención Negociada. La opinión del prestigiado Gore pesará mucho, y el ex vicepresidente tiene algunas cuentas pendientes con cierta ex primera dama que solía hacerle la vida difícil.

Pese a la superficialidad de su mensaje de “cambio” y su pavorosa inexperiencia, Obama ha logrado enamorar al voto joven del país y al de todos aquellos que quieren un cambio de estilo -que es lo que ofrece el carismático senador de Illinois- y estos factores no deberán ser olvidados por los súper delegados.


Parafraseando a O rei Pele, ¡Cuidado con Obama!

miércoles, 6 de febrero de 2008

lunes, 4 de febrero de 2008

Sarkozy sí sabe...

Toutes Les Femmes Du Monsieur Président


From: beaconsfield, 5 minutes ago





Sarko, las mujeres y el poder.


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viernes, 1 de febrero de 2008

México y sus Mentiras


México lleva siglos atorado en el subdesarrollo económico y mental porque vive en la simulación y las mentiras. Se rehúsa a ver la realidad de frente, a entender las cosas tal cual son y no como quisiere que fueran. Interpreta al mundo como un escenario de “buenos” contra “malos” donde él es eterna víctima. Prefiere renunciar a la razón y al sentido común y refugiarse en sus mitos y complejos inveterados. ¡Qué pena que no sepamos crecer como sociedad!

Vamos a decir algunas realidades sobre el famoso TLCAN dejando a un lado la martirización y victimismo. Hoy el país es estructuralmente muy distinto al de la década de los ochenta. En aquellos ayeres, de nuestras exportaciones totales aproximadamente el 60% eran petroleras y apenas un 30% manufactureras. Hoy, nuestras exportaciones son un 10% petroleras y 85% manufactureras. Es decir, el petróleo no es ya el renglón más importante de nuestras exportaciones, aunque lo sigue siendo en materia de finanzas públicas. Nos hemos alejado de la sobredependencia petrolera. El petróleo, ese objeto de toda una absurda mitología nacional y el cual, dicho sea de pasada, está por terminarse.

En materia agropecuaria, ahora tan debatida, las ventajas son palmarias. Cada vez más productos agropecuarios mexicanos ocupan el primer lugar en proveer al consumidor estadounidense. Algunos ejemplos son semillas de girasol, alcachofas, jícamas, calabaza, guayaba, berenjenas, pepinos, limones, mangos, espinacas, sandías, etc. Pese a las mentiras de nuestra vernácula izquierda y de nuestros demagogos protopriístas, la realidad es que a México le va bien en su balanza exportadora agropecuaria como líder en frutas y hortalizas. La agroindustria se ha convertido en un gran negocio.

Claro, el TLCAN no ha sido la panacea, pero más que revisarlo habría que añadirle capítulos sobre nuestros trabajadores inmigrantes, cada vez más importantes en la economía de Estados Unidos, sobre el establecimiento de mecanismos de apoyo al desarrollo de las zonas más pobres de nuestro país (al estilo de la Unión Europea) y al tema salarial, entre otros y temas que quedaron injustamente rezagados de la primera negociación.

Muchos de los críticos del TLCAN señalan que México no ha alcanzado los niveles de crecimiento que se supone registraría como consecuencia de su firma, pero lo cierto es que lo que nos ha faltado es la concreción de reformas estructurales como las muy mentadas energética, hacendaria, laboral, etc., todas ellas estancados, claro está, por la demagogia y las mentiras de un sector de politiquetes.

A principios de año entro en vigor el arancel cero en maíz y frijol, lo que ha motivado el inicio de toda una movilización de grupos que lo rechazan. En este terreno, como en tantos otros, urge superar el mito y afrontar la realidad. Es timpo de que se acepte que no podemos competir con Estados Unidos en la producción de maíz y de fríjol. México no tiene ventajas competitivas en maíz y fríjol, como si las tiene en hortalizas y otros productos agropecuarios. Sembrar maíz y frijol es caro. Requiere de grandes cantidades a de agua, terreno y mecanización. Si nos guiáramos por la lógica y no por los atavismos, en lugar de gastar tantos esfuerzos y recursos en estos dos onerosos cultivos se debería reasignar los recursos a los cultivos en los que México es fuerte en el mercado americano. Esto es sentido común, tan escaso en México, donde lo que nos gusta es inmolarnos y rasgaros las vestiduras.
Por otra parte, la realidad, esa que se niegan a ver nuestros políticos patrioteros y payasos, es que el arancel del maíz ha ido bajando en una imparable constante. De hecho, gracias a ello los pobres (esos, los que deben ir primero), han podido pagar tortillas más baratas ya que de lo contrario, es decir, si mantuviéramos protegidos a los productores nacionales, costarían mucho, pero mucho más caro.

Todo ésta pendejada del Sin Maíz no hay País es una grotesca pantomima armada por corruptos dirigentes campesinos que buscan ampliar el número de sus canonjías y una conveniente banderita política con la que nuestra izquierda cavernícola y su "Duce de Macuspana" buscan rehabilitar sus declinantes posiciones políticas.


jueves, 31 de enero de 2008

Titanes de la Satira: Karl Kraus


En estos breves homenajes que hacemos a los grandes satiristas de la historia es indispensable incluir al gran Karl Kraus, nacido en 1874 cerca de Praga, cuando todavía existía el Imperio Austro-Húngaro (el “Imperio Perdido”, como lo bautizó Perez Gay en sus estupendo libro que, entre otros, trata de este genio). Kraus fue un judío converso, antibelicista beligerante y simpatizante de la socialdemocracia que, desilusionado, acabaría sus días en el conservadurismo católico del canciller Dollfuss, apoyado por Mussolini pero asesinado en un golpe de Estado que alentaron los naziss. Su obra es extensa: 17 volúmenes, más los 39 de su revista Die Fackel, -La Antorcha-, excluyendo los restos flotantes de una larga correspondencia, que la guerra y las rapiñas políticas diezmaron considerablemente. Pero su volumen no responde a una obra sistemática, sino a las demandas del momento histórico, pues este enemigo del periodismo cotidiano, al que acusó de convertir los grandes temas en “actualidad olvidable”, era ante todo un periodista.

Su escritura se dispersa en artículos, aforismos, ocurrencias, panfletos, polémicas. Se detiene en varios volúmenes de versos, experimenta el teatro fantástico (no me refiero a Cachirulo, conste), pasa por la tragedia apocalíptica de uerra (Los últimos días de la humanidad), recupera como ejemplo a escritores tan oscuros como aquel Nestroy, comediógrafo satírico del siglo XIX, a quien Offenbach mezcló con sus operetas ingeniosas y paródicas.

A lo inasible de Kraus colabora el hecho de que buena parte de su tarea haya sido su obra de conferenciante y de lo que algunos pedantes llaman un metteur en scène teatral,. En efecto, montó a partir de 1916 un Teatro de la poesía, en el cual, con la mera ayuda de un pinista y con un muy somero aparato escénico (una mesa con dos candelabros y un tapete verde), él solito representaba tragedias, comedias y operetas, todas ellas tomadas del repertorio clásico.
En cuanto a la obra de Die Fackel, se trata de una cordillera de artículos publicados entre 1899 y febrero de 1936 hasta pocos meses antes de su muerte. Allí intentó Kraus revertir lo que hacía el periodismo corriente: hacer la crítica de la vida cotidiana a partir de los grandes principios que una sociedad declara y no vivew. Ser la mala conciencia de lo diario a partir de los valores corrientes.

Basta ver la pagina web dedicada a este periódico para ver que la lista de temas abordados en la revita fue interminable, y otro tanto ocurre con el elenco de sus colaboradores, que van desde nombres consagrados ya en el momento de aparecer en sus páginas (Oscar Wilde, August Strindberg, Detlev von Liliencron, Houston Chambierlain) hasta debutantes, entre ellos Bertolt Brecht, Ferdinand Bruckner, Georg TrakI Peter Altenberg.

En medio de una sociedad cada vez más inmersa y cointaminada por la reacción militrista y el imperialismo, Kraus desarrolló una campaña contra la guerra en plena contienda, campaña que se prolongó en la posguerra, durante su acercamiento a la república socialdemócrata presidida por Ebert, de la cual se alejaría espantado por sus bárbaras represiones policiacas. Siguió entonces una ruta zigzagueante que lo llevó, primero, a colaborar con el Socorro Rojo Internacional y, después, a militar en hacia el socialcatolicismo de Dollfuss.

Viena, en tanto, degeneraba de un liberalismo laico y progresista hacia un nacionalismo intolerante y chovinista, mientras veía desarrollarse en su seno un invernadero intelectual cuyos frutos gozamos todavía: Freud y su psicoanálisis, Klimt y su expresionismo “austriaco”, Schönberg y su atonalismo, Wittgenstein y su formalismo lógico, Mahler y Kokoschka, Adolf Loos y Rainer María Rilke, y, bueno, también Adolf Hitler y Karl Kraus. Algunos frutos nos alimentan, otros nos envenenan; a veces, el paso al límite es una cuestión de dosis, pero estamos ante un microcosmos francamente opulento.

En la intimidad ,Kraus vivió también sus grandes puestas en escena. Uno de sus dramas fue su compulsiva e inexplicable conversión al catolicismo, un episodio corriente en aquellos años si pensamos en los casos de Mahler y Hofmannsthal. En Kraus esto coincide con el larvado conservadurismo que apela a la crítica radical de las costumbres, pero a partir de una aristocracia, encarnada por las cúspides intelectuales como tanto depositarias lúcidas de los más elevados valores. Ocurrencia trágica, si se quiere, ya que a Kraus le tocó vivir una era de militarización de la política y de exterminio de la inteligencia en nombre de los instintos, la sangre y la tierra.

Más que por una obra concreta o un rabajo acabado, Kraus perdura por las incontables sortilegios de su reflexión, que se pueden rastrear en escritores de obra más sistemática o filósofos de escuela, la de Frankfort. Benjamin, Adorno, Horkheimer o Löwenthal optan por otro tipo de sistemas, pero suponen la inspieracion krausiana, sus incitaciones, sus alertas, sus iras no exentas de mesianismo y de indignación apocalíptica. Al fin y al cabo, era un judío que habitaba en Viena, una de las señoriales capitales de la Contrarreforma.

Algunas citas de Karl Kraus:


La mujer participa con su sexo en todas las cosas de la vida. A veces en el amor.

El espejo sirve solamente a la vanidad del hombre; la mujer lo necesita para cerciorarse de su personalidad.
Las mejores mujeres son aquellas con las que menos se habla.
Las mujeres se distinguen en culposas y dolosas.
La amada no es la que está lejos: la amada es la lejanía.
El erotismo es la superación de los obstáculos. El obstáculo más seductor y profundo es la moral.


¡Qué hermoso, cuando una muchacha olvida su buena educación'
Las gentes a las que el lenguaje no les sirve para nada más que para comunicarse son las que hablan de un modo más ininteligible
El secreto del agitador es hacerse tan estúpido como lo son sus oyentes con el objeto de que éstos crean que son tan listos como él.
La democracia divide a los hombres en trabajadores y perezosos. No está destinada para aquellos que no tienen tiempo para trabajar."
Los artistas tienen el derecho de ser modestos y el deber de ser vanidosos.
La personalidad de la mujer es insustancialidad ennoblecida por la inconsciencia


No hay nada más insondable que la superficialidad de la mujer (Esta es sencillamente genial)

Es fácil captar el contenido de una mujer ¡pero hasta que llega uno a la superficie!

Desconfía de la mujer a la que sorprendes siéndote fiel. Hoy te va a ser fiel a ti y mañana a otro

Una mujer que no puede ser fea no puede ser hermosa

No existe ser más desdichado sobre la faz de la tierra que un fetichista que anhela un zapato de mujer y se ve obligado a quedarse con una mujer entera.


El aburrimiento y la incomodidad son los polos entre los cuales oscila la fascinación por las mujeres. Llevadas hasta el extremo, o son misericordiosas hermanas de la caridad o hermanas inmisericordes.

Una mujer es un sucedáneo bastante útil del onanismo. Desde luego se necesita para ello un exceso de imaginación.

Una mujer sin espejo y un hombre sin amor propio ¿cómo pueden abrirse paso en el mundo?Nada supera la fidelidad de una mujer que en cualquier circunstancia se aferra a su convencimiento de que no engaña a su marido.

Ante las mujeres el sistema social nos da siempre dos opciones: ser mendigos o bandidos.


La superioridad que un hombre valioso siente respecto de una mujer carente de valor nunca es mayor que la que siente un hombre carente de valor respecto de una mujer valiosa.

Mi público y yo nos entendemos de maravilla: él no escucha lo que yo digo y yo no digo lo que él quiere escuchar.

El burgués no tolera en su casa nada que no se entienda
No tener una idea y poder expresarla: eso hace al periodista
La democracia significa poder ser esclavo de cualquiera
La psicología es tan superflua como una indicación para usar veneno

Aparentar tiene más letras que ser
La vida es un esfuerzo digno de mejor causa.
Cuando los padres han construido todo, a los hijos sólo les queda el derrumbarlo
Un pesimista es una persona que espera lo peor y está aferrada a lo mejor
El progreso celebra victorias pírricas sobre la naturaleza
Hay imitadores que anteceden a los originales. Cuando dos tienen una idea, no pertenece ésta al primero que la tuvo, sino al que la tiene mejor

miércoles, 30 de enero de 2008

El Oso Bruno se Ríe de...


Alternativa Tras llevar a cabo un desgastante y absurdo proceso de formación de CAPs, que únicamente consistió en un vergonzoso ejercicio de simulación y de despilfarro atroz de recursos, los magros resultados están a la vista: casi 250 mil presuntos pre registros, de los cuales no se han confirmado hasta la fecha ni el 10 por ciento. En esto quedó el esfuerzo de hacer un “partido ciudadano”. Para resolver sus enconadas pugnas internas, los alternativos adoptaron un nada original sistema de vulgar acarreo, propuesto por el pedante Lajous y aprobado con entusiasmo tanto por los “buros” de Begné como por los “rosas” de Patricia. ¿Dónde quedó el compromiso de tratar de construir un partido “ciudadano”? ¿Por qué no somos capaces de ser coherentes ni éticos en nuestras labores políticas? ¿Por qué diablos siempre hemos de marginar lo sustancial para atender exclusivamente intereses personales y posiciones de poder? Y, para colmo, ¡Qué madriza la de Granados Chapa, mi buen Julián!

La izquierda pretendidamente moderna está irremediablemente perdida después de este desastre de Alternativa. Qué bueno que sus dirigentes le entran a la marihuana, porque es a lo que tendrán que dedicarse en los próximos años (muy groovies, eso sí).
Hugo Sánchez El inefable "Pichichi" da una nueva muestra de lo hipócritas y falsarios que podemos ser los mexicanos (y que pueden ser los de cualquier nacionalidad) cuando nos da por asumir la estúpida vena patriotera. Este sujeto no dudo en utilizar las diatribas más enconadas al criticar a su odiado antecesor La Volpe por utilizar jugadores naturalizados y ahora, a las puertas de las eliminatiorias olimpicas y mundialistas, no duda en llamar naturalizados. ¡Desconfiad de los patrioteros, que siempre hay un sinnvergüenza escondido en ellos! Peor aún fue la oprobiosa, altamente ofensiva, declarción esa cosa que se apeelida López Obrador ahora que se atrevió a decir "Se es mexicano o se es traidor" ¡Ni Hitler!, que dijo aquello de "Se es católico o se es alemán"! ¡Bestias!


El equipo económico de Calderón Ecos de la soberbia López Portillesca del “defenderé al peso como perro” y “hay que saber administrar la abundancia” se dejan escuchar ahora que el mundo está al borde de una recesión. “No nos afecta”, “Que nos la echen a esa y a dos, más que aquí podemos con todas, nos la pelan” ¿Cuando aprenderemos a que con inmadurez, machismo, y obcecación no se afrontan los problemas?

Ronald Koch y de todos los pedestres politiqueros que en las naciones industrializadas hacen política con el discurso demagógico y racista de la antiinmigración. Este señor Koch es el primer ministro del estado alemán de Hesse (donde esta Frankfurt, capital financiera de de Europa). Pretendió reelegirse utilizando un vulgar discurso antiinmigrantes y perdió. Bien por los electores de Hesse. También despierta esperanzas que los republicanos se estén decidiendo por McCain, el candidato menos antiinmigración que hay en su partido. Ojalá ejemplos como estos se multipliquen.Ya llegó la hora de que se entienda la enorme y ya indispensable aportación que hacen los inmigrantes a las economías desarrolladas. Para más información de las elecciones en Hesse, les recomiendo mucho leer el artículo de Der Spiegel (en inglés)
http://www.spiegel.de/international/germany/0,1518,531486,00.html

Rudolf Gilliani El antipático y egocéntrico ex alcalde de Nueva York que lleva años promocionándose como el héroe del 11 de septiembre pensaba que por su linda cara e “impoluta” fama las elecciones primarias republicanas iban a ser un paseo triunfal. Se equivocó. Su arraigada soberbia lo llevó a cometer garrafales errores estratégicos. Estuvo al frente de las encuestas por meses, se durmió en sus laureles y ahora su intento por llegar a la Casa Blanca se ve truncado prematuramente y de manera bochornosa. Menos arrogancia para la próxima, Rudy.
Christopher Domínguez Este, por lo general, estupendo crítico literario se voló la barda de la pedantería con su pretencioso Diccinario Crítico de la Literatura, en el que eleva sus opiniones personales al nivel de autoridad máxima e inapelable en la materia. Concuerdo con quienes opinan que el autor debío ser más modesto en sus pretenciones con el título del libro. Ya las tribus de "intelectuales" se están agrupando para criticarlo con saña o defenderlo a ultranza. En México ni los intelectuales pratican las virtudes de la ponderación, la objetividad y el aplomo. Eso sí, es de locos que dedique ¡10 páginas! a la obra "literaria" del ingeniero indutrial Krauze. Por otra parte, confieso que me gustan sus opiniones sobre Fuentes, Ibarguengoitia y Del Paso, entre muchas otras.

martes, 29 de enero de 2008

Concurso de Cuento


Concurso Sinergia - Realidades Alteradas

1) Pueden participar en este concurso escritores de todo el mundo.

2) Los cuentos deberán estar escritos en castellano y tener 1.000 palabras o 7.000 caracteres con espacios como mínimo y 3.000 palabras o 20.000 caracteres con espacios como máximo. Esta regla no admite excepciones.

3) El tema del concurso serán las “realidades alteradas”. Cada participante elegirá qué tipo de alteración experimenta la realidad y en qué clase de espacio o tiempo conjetural decide jugar la trama.

4) Los cuentos de vampiros, hombres lobos, dragones, princesas vírgenes y héroes anabolizados serán descalificados inmediatamente. El propósito de este concurso es promover la narrativa conjetural y proponer una alternativa a la literatura fantástica dominante.

5) El jurado seré yo (Sergio Gaut vel Hartman), entre otras cosas porque no deseo impedir la participación en el concurso de un cierto número de amigos escritores.

6) Los ganadores serán tres, aunque me reservo el derecho de subir la cifra a cuatro o hasta cinco. El propósito es que no queden buenos cuentos sin premio. Cada uno de los ganadores recibirá un paquete de libros y los cuentos serán publicados en Sinergia. En segunda instancia, existe la posibilidad de que los cuentos ganadores sean publicados en una antología, recibiendo por ello una pequeña suma monetaria. Esto depende, claro, de que el libro se haga.

7) Los cuentos deben ser enviados a la dirección de “Colaboraciones” que figura en “Comunicación” en la página de Sinergia (colaboraciones@nuevasinergia.com.ar).

8) El concurso queda abierto a partir de este momento y se cerrará el 29 de febrero de 2008. El ganador se conocerá el 30 de abril de 2008. No se aceptarán cuentos con seudónimo y mantendré correspondencia con todos aquellos que quieran preguntar o comentar algo.

Saludos. Sergio Gaut vel Hartmanhttp://www.nuevasinergia.com.ar/http://cuentosgvh.blogspot.com/

lunes, 28 de enero de 2008

¡Dejen a Koolhaas en Paz!


Recientemente, un artículo de The Economist sostenía que la torre de la televisión china, uno de los proyectos arquitectónicos más interesantes que se hayan concebido en las últimas décadas, era prueba del autoritarismo del Partido Comunista Chino. No hace mucho, aquí, en la ciudad de México, un grupo “ciudadano”, encabezado por la muy antipática opinadora Denisse Desser y que fue hábilmente manipulado por la delegada Gabriela Cuevas, frenó la construcción del proyecto llamado Torre Bicentenario. El argumento de la opinadora era parecido al The Econmist. Ella decía, de manera por demás supina, que la Bicentenario “es arquitectura del régimen autoritario priísta (el cual, por cierto, ya no existe). Ambas proyectos son obra del mismo arquitecto: Rem Koolhaas.


Es cierto que la arquitectura ha sido una de las actividades favoritas de los dictadores para hacer patente su grandilocuencia. Aquí mismo, en este blog, hemos hablado de algunas obrasen nuestra Historia Mundial de la Megalomanía”. Sin mbargo, también es cierto que muy buena parte de las grandes construcciones de las que la civilización se enorgullece son, precisamente, obras que en su momento fueron destinadas a exaltar esa misma grandilocuencia de gobernantes. Esto es cierto desde las Pirámides de Egipto. ¿Por qué ahora asumir esta actitud tan mojigata y estrecha? Sobre todo, molesta que estos comentarios se hagan sobre la obra de un arquitecto de la talla de Rem Koolhaas.

Rem Koolhaas (Rotterdam, 1944) es el arquitecto más influyente de las últimas décadas. Sus teorías y sus proyectos -desde la Kunsthal de Rotterdam de 1992 a la Casa da Musica de Oporto- son seguidos y analizados con lupa por la profesión. Tras obtener en 2000 el Premio Pritzker le fue concedido en Barcelona el Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea-Premio Mies van der Rohe 2005, por su extraordinario edificio de la Embajada de Holanda en Berlín.


En el terreno mediático han tenido mucha repercusión su defensa de lo enorme y también su mirada curiosa hacia el caos como organización urbana. Escritor, antiguo guionista y periodista, Koolhaas se muestra interesado por la combinación de música, cine y llamado diseño de Greenspace, si bien matiza que su relación profesional con la primera es la “creación de espacios para contenerla”.


Koolhaas es todo un agitador cultural. Un delicioso provocador. Se le ha considerado un arquitecto interesado por el concepto más que por la construcción. Hace poco, en una entrevista para El País, comentaba: “Como arquitecto me planteo si hay que romper con una línea de continuidad que viene del pasado, de la historia de la arquitectura, tanto de manera material como del concepto; si no hay que usar el hormigón o el acero porque lo utilizaba Mies van de Rohe. Me siento orgulloso de seguir esa continuidad con el pasado, además de aportar nuevas cosas a esa continuidad”.


Sobre la dialéctica urbana de conservar o innovar, Koolkaas rechaza la disyuntiva: “Al preservar un edificio muchas veces se cae en la falsificación. ¿Hasta qué punto alguien intenta reinterpretar una obra antigua y no da una imagen falsa de esa historia? Al mismo tiempo, intento ver cómo la degradación de esa parte histórica puede ser una nueva manera de interpretar y observar la arquitectura. La decadencia puede ser una forma de interpretar la arquitectura”.


Ahora se habla de un ramillete de arquitectos estrella, empleando el lenguaje cinematográfico. De Koolhaas, también, si bien éste corrige de inmediato. Ha analizado que la economía de mercado ha procurado “unos beneficios increíbles a las estrellas de cine, de la televisión, del deporte, cuyas ganancias siguen creciendo”, pero no así en el colectivo de arquitectos, que ha creado muchas veces las condiciones.


Sobre la arquitectura mediática y su futuro, responde rotundo: “Se me da muy mal mirar el futuro. Creo que la arquitectura sobrevivirá pero que nunca será igual”. Ahora se plantea “ejecutar la arquitectura como una producción cinematográfica”. “Un cliente, productor, ve la posibilidad de hacerlo”, concluye casi sonriendo.

Sobre el macroedificio de la televisión china comentó: Rompe el esquema del rascacielos típico y provoca un movimiento circular entre las diferentes funciones de la emisora. Pekín es una ciudad gestionada con unas reglas muy serias de planeamiento. Por esto es un proyecto importante para nosotros, ya que es un auténtico compromiso con su civilización.

Es una pena que por politiquerías de grillos, melindres de cursis y protagonismos de histéricas la Ciudad de México se haya quedado sin la oportunidad de tener una obra de este trascendental genio.

El Caos de la Política Italiana




La semana pasada dimitió el malhadado gobierno de Romano Prodi, desatando así una nueva crisis gubernamental en Italia, la enésima desde que finalizó la Segunda Guerra Mundial. Esta dimisión podría provocar la convocatoria a elecciones anticipadas que, de acuerdo a todas las encuestas, ganaría el payaso de Berlusconi. ¡Triste panorama el que presenta el sistema político italiano! Italia se ha estancado en los útimos años y su ineficaz clase política no puede superar las mezquindades de sus intereses particulares en beneficio del país ¿Dónde más habremos oído esto antes?

La necesidad de una reforma integral ha sido tema eterno de la política italiana prácticamente desde la fundación de la República en 1946. Más de 60 gobiernos se han creado y disuelto en Italia desde entonces. Esta inestabilidad ha dado lugar a un muy frecuente cuasi vacío de poder y a una serie de vicios como el centralismo excesivo, la burocratización exagerada, la corrupción, el surgimiento de clientelismos y de padrinazgos políticos, y la extensin de la influencia de la mafia. Si bien es cierto que estos problemas no han impedido el desarrollo económico de Italia, sí constituyen un serio obstáculo para la unidad y el progreso de la sociedad italiana una vez iniciado el siglo XXI.

La República trabajó desde el principio sobre la base de un sistema electoral de estricta representación proporcional. Este método dio lugar a la proliferación de partidos políticos en el Parlamento: 12, en promedio, desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta mediados de los noventa. La intención de las leyes electorales era dar preferencia, en cualquier circunstancia, a los partidos sobre los candidatos. De esta forma, las dirigencias partidistas eran las que tomaban las decisiones en todo lo relativo a la vida parlamentaria y gubernamental italiana. Además, ejercían el poder prácticamente sin considerar los intereses de los electores. A esta tergiversación política se le bautizó en Italia con el nombre de partitocrazia, es decir, el poder excesivo de las burocracias partidistas sobre sus bases partidistas y también sobre la voluntad ciudadana.

Por otra parte, con este sistema electoral se procuraba fragmentar lo más posible la repartición del poder entre varias organizaciones, fundamentalmente para impedir -como se mencionó- que tendencias o grupos totalitarios fueran capaces, una vez más, de asumir el control político.
La política presentaba un estancamiento peligroso, inmovilismo que no respondía a los cambios socioeconómicos nacionales. En los años ochenta la reforma política empezó a ser el tema dominante. Desde entonces se discute abiertamente la posibilidad de establecer la elección directa del presidente de la República con el propósito de que quien ocupe el cargo deje de ser una figura meramente ornamental y se convierta en un árbitro eficaz, que sirva de contrapeso efectivo al Parlamento. Al mismo tiempo, las voces de quienes reclamaban modificaciones sustantivas en los métodos electorales se fueron multiplicando, lo cual creó un ambiente propicio para la adopción de transformaciones profundas en el sistema político italiano.

La bomba estalló a mediados de 1991, cuando el diputado de la Democracia Cristiana, Mario Segni, encabezó el Movimiento Popular para la Reforma y logró obtener el apoyo suficiente para forzar al gobierno a convocar a un referéndum para decidir sobre la cuestión de la reforma política. Aunque formalmente en el plebiscito sólo se puso a consideración una modificación mínima al sistema proporcional, la elevada participación ciudadana (62%) fue una prueba clara de que los electores deseaban ver cambios. Al mismo tiempo, surgieron nuevas formaciones políticas, la mayor parte de ellas de carácter regionalista, que se reportaron listas para retar al establishment partidista tradicional. Los focos rojos se encendieron cuando las denominadas "Ligas del Norte" o Legas obtuvieron resultados favorables en los comicios municipales de 1990.
Las elecciones de 1992 marcaron el principio del fin para el viejo sistema de partidos. Mientras las tres organizaciones que habían dominado el escenario durante toda la posguerra -el Partido Demócrata Cristiano, el Partido de la Izquierda Democrática [PID, ex PCI (Partido Comunista Italiano)] y el Partido Socialista-, sufrieron pérdidas históricas, las Legas autonomistas del norte y las organizaciones antimafia del sur obtuvieron importantes porcentajes a favor.

El Parlamento electo en 1992 accedió a formar una comisión bicameral que debería sugerir un paquete de reformas políticas. Empero, la resistencia del status quo pudo más y la comisión fue relativamente limitada en sus conclusiones. El principal resultado de esta comisión fue la adopción de un sistema electoral donde tres cuartas partes de los miembros de cada una de las dos cámaras legislativas son electos en distritos uninominales y la cuarta restante mediante una fórmula proporcional. Además, entre otras cosas, se aprobó retirar el subsidio oficial a los partidos y desaparecer un par de pequeños ministerios.

Al mismo tiempo que el electorado se rebeló frente a los partidos tradicionales, un juez en Milán, Antonio Di Pietro, comenzó una serie de juicios en contra de políticos corruptos conocida como la operación "Manos limpias" (manu politi), que terminaría por aniquilar a casi la totalidad de la clase política.

En medio de una crisis política sin precedentes, y bajo nuevas reglas electorales, se celebraron los comicios de 1994, los cuales marcaron el fin definitivo del viejo sistema de partidos. El Partido Demócrata Cristiano sucumbió para dar lugar a formaciones centro derechistas pequeñas y el Partido Socialista desapareció definitivamente de escena. Fue entonces que Forza Italia -una coalición de personalidades y grupos de derecha capitaneada por el empresario Silvo Berlusconi, quien fue designado por el Parlamento para formar el gobierno gracias a la alianza que concertó con el líder de los ex neofascistas (ahora bajo la denominación de "Alianza Nacional"), Gianfranco Fini y con el dirigente de la Liga del Norte, el enjundioso Umberto Bossi- surgió como la principal fuerza electoral.

Todos esperaban que la nueva administración fuera revolucionaria, pero las esperanzas de reforma fueron nuevamente desairadas. El gobierno de Berlusconi no fue capaz de terminar con el impasse. En 1996 se hicieron necesarias nuevas elecciones generales, las terceras en cuatro años, de las cuales salió triunfante la coalición centro izquierdista El Olivo, formada por el Partido de la Izquierda Democrática y el Partido Popular Italiano, entre otros, la cual postuló como candidato a primer ministro al ex democristiano Romano Prodi, hombre de poca experiencia política pero que se había destacado como un gran administrador.

Con la centroizquierda en el poder renacieron, una vez más, los anhelos transformadores. En enero de 1997 empezó atrabajar una nueva comisión bicameral con la vieja misión de cambiar la Constitución e inaugurar, por fin, la añorada Segunda República. Muchas fueron las propuestas y las ideas que se consideraron en la comisión. Por ejemplo, implantar un régimen semipresidencial al estilo francés, adoptar un mecanismo electoral uninominal a dos vueltas que diera lugar a mayorías estables, instaurar un sistema federal parecido al alemán que desterrara al inoperante centralismo tradicional, fortalecer al Senado para convertirlo en una cámara efectiva de representación regional, reducir drásticamente el número de legisladores, instituir la elección directa del primer ministro para otorgarle independencia frente a los vaivenes parlamentarios y reformar al Poder Judicial.

Sin embargo, diez años han pasado y las fuerzas políticas no han sido capaces de llegar a un acuerdo de reforma constitucional profunda debido a que los partidos y, sobre todo, sus dirigentes, se niegan a renunciar a sus intereses particulares en bien de la nación. El último esfuerzo de reforma constitucional fue promovido por la centroderecha en 2005, con el propósito de reforzar las atribuciones del primer ministro, recortar el número de legisladores y devolver más poder a las regiones, entre otros temas. Fracasó estrepitosamente ante la implacable oposición de la izquierda y la apatía del electorado. Eso sí, se han verificado realineamientos importantes en el sistema de partidos y hacia finales del segundo gobierno de Berlusconi se llevó a cabo una nueva reforma electoral, la cual estaba diseñada más para tratar de garantizar la reelección del magnate primer ministro que para buscar una mejor representación democrática de los italianos.