viernes, 25 de abril de 2008

Los H. Defensores de la Patria


Pos si eso mero es lo que más me gusta, ¡La puritita vacilada!

Alemania y sus Armas de Destrucción Masiva


Alemania posee armas de destrucción MASIVA y ni quien diga nada. ¡He aquí la prueba!

¡Vaya a Chingar a su Madre, Sr. Gobernador!




¿Así que le vale madre, Sr Gobernador? ¿Con que "perdonen el léxico"? ¡Sí, el léxico vale madre! Lo que importa es que usted haya reconocido que de gobernador tiene muy poco y sí, en efecto, de gobernador tiene usted muy, pero muy poquito. Jalisco padece con usted a un mojigato bárbaro y analfabeto que no tiene la menor idea de como gobernar un estado. Bueno, pues ya puestos en la hora de sincerarse, ¡Pues vaya y chingue su madre, Sr. Gobernador! y evítenos la desagradable pena ajena que nos gana cada vez que abre el hocico para decir alguna pendejada o cada que se le ocurre hacer uno de sus inmorales donativos.

jueves, 24 de abril de 2008

El Reivindicado Oso Bruno se rie de...


...Del buen estado de Pennsylvania, que se apresuró a darle el triunfo a la ambiciosilla de Hillary luego de que Barack Obama les dijera un par de verdades a los Johnnies Six Pack y a las Soccer Moms de este mundo: "Amargados por una situación económica adversa se refugian en la religión y las armas.... y odian todo lo que sea distinto a ellos". Brutal la sinceridad del candidato. La verdad no peca, pero...



...de la Maira Gordillo, que no sólo debe enfrentar una rebelión dentro de las filas del SNTE, sino que en Nueva Alianza la criada le salió respondona. Resulta que Miguel Ángel Jiménez, contra todo pronóstico, decidió privilegiar sus convicciones políticas a las necesidades de la maestra prócer y se adelantó a manifestar su aporobación a la reforma energética, lo que hizo enfurecer a Elba quien, patriota como siempre, quiere mantener el suspense para sacarle más "jugo a la chirimoya" a la hora de vender su apoyo al gobierno. Típica jugada de la maestra, que ya corrió al pobre jimenitos. Lo bueno es que al predecesor de "El Bulto" Kawage en la presidencia del bodrio neoaliancista ya recibió la amable invitación de ¡Emilio Gamboa! para (re) unirse al PRI. De Guatemala a Guatepior.


De Felipe Calderón, pero sólo de confirmarse el rumor soltado por Reforma de que piensa integrar a su brillante equipo de colaboradores de niños bien, güeros y ojiverdes a ¡Bernardo de la Garza! Sí, aquél bobalicón que creyó que el Partido Verde lo postularía como candidato a presidente en el 2006, pasando por encima de los intereses del niño verde y de su paterfamilias, y de los compromisos políticos que el garito pseudoecologista tenía con Madrazo. "Aaaaayyyy", dicen que se oye suspirar al presidente, "si tan sólo Brad Pitt fuera mexicano, ¡Tendríamos al canciller ideal! Lástima".


De la revista británica Prospect, que incluyó a Enrique Krauze en la lista de los 100 intelectuales globales junto con gente del calado de Fernando Henrique Cardoso, Ian Buruma, Fernndo Savater, Richard Dawkins, Mario Vargas Llosa, Vaclav Havel y Christopher Hitchens entre otros.

Lo que nos faltaba ¡Krauze como intelectual global! Bueno, quiza para un pueblo globero como el nuestro esté bien. El problema de esos globos es que, tarde o temprano, se desinflan.



...De Claudia Sheinbaum. La radicalosa ex dirigente del CEU se puso muy sabrosa a retar al mundo para demostar que, desde luego, ella siempre ha tenido la razón ,"Que vengan los especialistas del extranjero a debatir sobre hidrocarburos, que aquí los especialistas mexicanos los estaremos esperando", y, como el Julio Cesar Sheakepeariano, "Su voz puso a temblar al mundo entero". ¡Cuántos años han pasado desde que este ultra se trepó sobre un camión a las afueras de la Facultad de Filosofía para denunciar a grito pelado -y con la misma desagradable voz con la que hoy desafía a la comunidad científica mundial- que "grupos de porros comandados por su líder el actuario Carlos Barros Horcasitas" habían ingresado violentamente al auditorio Justo Sierra (¡"Che" Guevara mis blanquillos!).

Entre estos "violentos porros" deunciados por la Sheinbaum hace ya más de 20 años se encontraban el hoy distinguido diplomático Ulises Canchola Gutiérrez y el notable investigador jurídico Chemita Serna de la Garza, los dos más buenos que el pan y más inofensivos que una catarina (y más aburridos que una morsa). ¿Sé acuerdan los que saben?

Headzup: Who's The Elitist?

Hillary es capaz de todo con tal de ganarle a Obama: fingir que es una americana común y corriente, tomar whiskey barato, chupar chelas y presumir de buena tiradora... y mientras tanto ¡Hello, President Mc Cain!

¡Vuelve El Oso Bruno!


“No me gusta France - exclamaba iracundo Unamuno - : No sabe indignarse". Y el genial France, al enterarse del comentario, preguntó, "Pues tratándose del hombre, ¿para que indignarse? ¿a que arruinar con malos humores una buena digestión?". Encontré esta anécdota ahora que escribí la entrada de France para la colección de Titanes de la Sátira en una crítica de Oscar Portela a la novela La Isla de los Pingüinos.

Todo esto viene al caso porque me doy cuenta de que este blog está traicionando su esencia satírica y no cumple a cabalidad con los objetivos para los que fue creado: ser un instrumento satírico que se burle del mundo y sus alrededores, empezando por el inútil que lo mal escribe. Todavía me gana la indignación: me indignan los zafios perredistas, me indigna la estulticia de nuestra clase política, me indignan los minipartidos y, aún peor, mantengo mis vanas pretensiones de analista político y –mucho peor- ¡hasta de abogado! En fin, que se ha perdido el tuno burlón y festivo que debe guiarnos a la hora de afrontar tantas injusticias del mundo, las cuales jamás podremos resolver y ante las que sólo nos queda el recurso de la sátira para poder sobrellevarlas. Aquí la IRA le está ganando a la SÁTIRA, lo que no debe ser.

Por todas estas razones informo a los millones de lectores de este (im) popular Blog que vuelve a ser El Oso Bruno. Abandonaremos el pretencioso título de” La Sátira de Dios” -tan inapropiado para alguien que, se supone, es agnóstico- y volveremos a darle su lugar al plantígrado outsider masacrado por la cobarde raza humana. Se acabaron, ahora sí definitivamente, las pretensiones de politólogo diletante. Adiós a los aburridos cuadros comparados, nunca más se perderá l tiempo en poner en evidencia a personajillos de quinta como Alejandro Chanona. Desde ahora sólo sátira, ¡Qué caray! Y para aquellos que se interesen en los temas de anarquismo, megalomanía, política internacional y comparada (comparada, no comprada, ¿O sí?), tedio, literatura y arte los invito a visitar el Palacio Arpinati en: http://www.pedroarturoaguirre.typepad.com/


¡De donde moran los osos, que se vaya el hombre!

miércoles, 23 de abril de 2008

Gobernabilidad

FóRmulas Para La Gobernabilidad


From: beaconsfield, 18 hours ago





La actual crisis en torno a la reforma energética hace pensar que quienes piden adoptar el parlamentarismo puro en México tienen razón. Ahora mismo se podría decretar la disolución de las cámaras y convocar a elecciones anticipadas para dirimir el asunto. Aquí hay algunas opciones intermedias que podrían ser útiles para la reforma del Estado.


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martes, 22 de abril de 2008

El Referendum en América Latina

El Referendum En AméRica Latina


From: beaconsfield, 13 minutes ago





Calderón haría muy bien en aprovechar la crisis sobre la reforma energética para promover la figura del referéndum y recuperar, de paso, iniciativa política. Pero el señor parece como paralizado y a su Secretario de Gobernación ya no se le ven ni las orejas.


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domingo, 20 de abril de 2008

Titanes de la Sátira: Anatole France


Pocos escritores notables han sido tan injustamente olvidados como el genial Anatole France, seudónimo de Jacques Anatole François Thibault, premio nobel en 1921, cuya formación fue esencialmente autodidacta. Como otros espíritus consagrados a las letras, siempre se distinguió por sus lecturas insaciables. Poseía el ingenio de Voltaire y la seducción de Renán, una palabra, una sonrisa, una boutade suya corrían por el mundo como un rayo de luz sobre el mar. Un cuento suyo era inmediatamente leído, comentado y reproducido en todos los idiomas de la tierra. Hubo una época en que No había manera de escribir sin citarlo, y cuando la cita se venía a la memoria, era indispensable repetir exactamente sus palabras, porque modificar su frase encantadora equivalía a desfigurar su fabuloso pensamiento sarcástico.

Y siendo como era, por la elegancia de su estilo, y por la sutileza de sus argumentos, un escritor de élite, para literatos o para filósofos no más. Gozó de una incomprensible fama en el gran público. Leerlo era un signo de distinción intelectual, y muchos afectaban gustar de sus obras, por ser tenidos como personas de “buen gusto”. Desde luego, el esnobismo ha estado presente siempre en las sociedades, y a cuán más decadente, peor (o mejor, según). Mucho se dijo que era la encarnación del genio latino, y no por eso perdió su prestigio entre razas más frías. Porque en realidad no era el espíritu latino el que ardía en sus obras, sino el espíritu del mundo moderno.
En fin, en su nombre se acumuló toda la gloria que este mundo puede otorgar. Publicó le Figaro en su esquema mortuorio “No teniendo un soldado a su disposición, ni un Cónsul, ni una pulgada de territorio, ni siquiera una bandera, constituía una potencia que los reyes y los poderosos consideraban. Más de uno habría preferido la enemistad de tal rey o de tal señor antes que merecer los sarcasmos de Anatole France en un libro que pudiera llamarse La Isla de los Pingüinos o Los Dioses tienen sed.”

“Y era tan grande su poderío, que no solo podía atreverse a arrojar lodo contra los héroes, sino contra los santos. El, nadie más, podía escribir como lo hizo acerca de Juana de Arco y seguir perteneciendo a la Academia Francesa y mereciendo la perfumada sonrisa de Francia y el suculento homenaje del Premio Nobel”.

Solamente Voltaire ejerció en su siglo influencia igual. Él también fue la gloria humana más genuina y esplendorosa, porque no la debió al nacimiento, ni a la violencia, ni a la fortuna, y porque esa gloria que le discernieron sus contemporáneos no se podía amenguar, ni osaba nadie discutir.

Sus principales obras son: El crimen de Silvestre Bonnard (novela, 1881); La vida literaria (ensayo, 1888); las novelas Thais, cortesana de Alejandría (1890) y El Lirio rojo (1894); la tetralogía de novelas Historia contemporánea (1897-1901), una evaluación de los nefastos efectos del caso Dreyfus en la sociedad francesa; y sus fundamentales novelas alegóricas La isla de los pingüinos (1880); La revolución de los ángeles (1914), y el relato sobre el Terror en la Revolución Francesa: Los dioses tienen sed (1912).

En sus obras finales defendió causas humanistas; bregó por los derechos civiles, la educación popular y los derechos de los trabajadores. Fustigó también los ácidos corruptos destilados por la práctica política y económica. Murió en Tours el 13 de octubre de 1924.
Algunas citas de Anatole France

Todos los cambios, aun los más ansiados, llevan consigo cierta melancolía.
Si exagerásemos nuestras alegrías, como hacemos con nuestras penas, nuestros problemas perderían importancia.
Gobernar siempre quiere decir hacer descontentos.
La oscuridad nos envuelve a todos, pero mientras el sabio tropieza en alguna pared, el ignorante permanece tranquilo en el centro de la estancia.
Las verdades que revela la inteligencia permanecen estériles. Sólo el corazón es capaz de fecundar los sueños.
Nunca se da tanto como cuando se dan esperanzas.
Si 50 millones de personas dicen una estupidez, no por eso deja de ser una estupidez
La gente vive por los actos, no por las ideas.
Es mejor entender poco pero bien, que entender mucho pero mal.
Saber es nada, imaginar lo es todo
Cuando se alza un poder ilegítimo, para legitimarlo basta reconocerlo.
Como era cobarde, le adulaba…
Cuando se ve una cosa bella, se quiere poseerla. Es una inclinación natural que las leyes han previsto.
Desear con fuerza es casi poseer.
El arte de la guerra consiste en ordenar las fuerzas de tal modo que no puedan huir.
El bien público está formado por un buen número de males particulares.
Entonces, como no estudiaba nada, aprendía mucho.
La historia no es una ciencia, es un arte. En sus aciertos interviene siempre la imaginación.
La independencia del pensamiento es la más orgullosa aristocracia.
La nada es un infinito que nos envuelve; venimos de allá y allá nos volveremos. La nada es un absurdo y una certeza; no se puede concebir, y, sin embargo, es.
Llamamos buenas costumbres a las costumbres habituales; malas costumbres, a aquéllas a las que no se está acostumbrado.
Llamamos peligrosos a los que poseen un espíritu contrario al nuestro, e inmorales a los que no profesan nuestra moral.
Los niños imaginan con facilidad las cosas que desean y no tienen. Cuando en su madurez conservan esa facultad maravillosa, se dice de ellos que son poetas o locos.
Solo las mujeres y los médicos saben cuán necesaria y bienhechora es la mentira.

Entrevista de La Nación a Nicholas Barr




Esta es una posición interesante sobre el tema del Ingreso Universal y las políticas sociales. Fue publicada en el periódico argentino La Nación, Domingo 20 de abril.


Para Nicholas Barr, economista del London School of Economics y una de las mayores autoridades del mundo en materia de política social, los gobiernos deben convertirse en "verdaderos malabaristas" a la hora de establecer estrategias para instrumentar planes asistenciales. Y así lo grafica con gestos y con palabras: "Los gobiernos deben mover varias bolas al mismo tiempo y dar buenos resultados. Una de esas bolas debe ser la de tener una estrategia sensata, otra debe ser la de mantener un plan sustentable y la tercera bola es aquella que tenga la capacidad de implementar políticas de manera eficaz". Pero este inglés de modales refinados no dice todo esto desde la comodidad que muchas veces brindan los claustros académicos. Lo expresa desde la vivencia propia. Es que Barr no sólo es uno de los economistas más prestigiosos de Gran Bretaña, que protagonizó los acalorados debates de las reformas sociales de su país en los últimos años. Como consultor del Banco Mundial también estuvo al frente de las reformas económicas aplicadas en Rusia, Hungría y Polonia tras la caída del muro de Berlín. Barr estuvo la semana pasada en Buenos Aires, invitado por el Banco Mundial para dar una conferencia sobre políticas sociales en la Universidad de Buenos Aires, y expresó a LA NACION que está convencido de que los académicos deben comprometerse mucho más con los gobiernos en el armado de políticas sociales.
A la vez, para sorpresa de muchos, destacó que los sindicatos y las ONG deberían administrar y controlar los planes sociales, para darles mayor eficacia. "No quiero hablar mucho sobre las políticas sociales aplicadas en la Argentina porque no las conozco en profundidad", dijo Barr en tono diplomático y desde la serenidad de una librería porteña. Pero inmediatamente aclaró: "Si los gobiernos no tienen una buena orientación estratégica, siempre terminan aplicando políticas netamente populistas".
Autor de varios libros sobre política social y educación, Barr lleva además mucho tiempo recorriendo el mundo en busca de soluciones para erradicar la pobreza. Y opina que parte de la respuesta podría pasar por la aplicación de un beneficio social universal.
-¿Qué tipo de política social se debe emplear en un país para salir de la pobreza e instrumentar planes que no sean sólo subsidios?
-Las políticas para reducir o aliviar la pobreza se pueden hacer con elementos muy simples. Ahora, las políticas para incrementar el empleo son más complejas y diferentes. Históricamente, las políticas para aliviar la pobreza se sustentaron en seguros sociales contributivos o asistencia social basada en el método de la prueba de ingresos. Pero cada uno de estos elementos enfrenta problemas.
-¿Qué tipo de problemas? -Las políticas basadas en el principio contributivo estaban sustentadas en un mundo en que la gente tenía empleo en el largo plazo y donde los matrimonios duraban largos años. Eso era hace 50 años. Ahora la gente tiene una diversidad de relaciones en el plano laboral y esto hace que sean menos estables. Igual que las relaciones familiares, que son más inestables y más diversas. Eso significa que un sistema basado sólo en contribuciones incluirá problemas de sustento tanto para los trabajadores que sostienen el sistema como para los beneficiarios.
-Pero si hablamos de la gente que está fuera del sistema, ¿no cree que las políticas sociales a veces buscan retener a la población porque es redituable en términos electorales? -Lo que decía antes es que el sistema contributivo ya no funciona bien tampoco en los países más avanzados. Y eso me lleva a pensar que el mejor camino es otorgar una contribución social universal. Es decir, que incluya al trabajador formal y al informal y cubra, así, a la pobreza en su conjunto.
-¿Y este beneficio debería cubrir a toda la población que está sumergida en la pobreza?
-No, lo que digo es que hay que separar a los pobres ancianos y a los niños. Creo que para ellos el mejor camino es el beneficio universal. Y en cuanto a las personas que están desempleadas pero en condiciones de trabajar, creo que los gobiernos deberían hacer dos cosas. Primero, exigirles que se presenten al trabajo y salgan a buscar semanalmente un trabajo. Pero, a la vez, se les debe mostrar las mejores herramientas para aumentar su capacidad de encontrar con mayor facilidad trabajos genuinos.
-¿Por qué cree que muchos gobiernos se niegan a dar beneficios universales?
-El economista Keynes dijo una vez que tanto los hombres de negocios como los políticos promueven las políticas que aprendieron cuando eran jóvenes, pero las aplican cuando son viejos y esas políticas están desactualizadas. Hace 50 años, la política se apoyaba en beneficios contributivos respaldados en los ingresos con la idea de que con los años, con el ingreso de las personas y las mejoras no se iba a necesitar más, pero eso no ocurrió. Y los políticos siguen pensando que ése es el camino a seguir. Hemos aprendido cosas nuevas y creo que los que diseñan políticas sociales no reconocen esta realidad como deberían.
-¿Qué cosas aprendieron?
-Hemos aprendidos dos cosas: lo malo es que el testeo sobre los ingresos no sirvió y lo bueno es que hay diferentes maneras de focalizar los beneficios. Yo tuve una postura muy crítica hacia el gobierno británico recientemente por este tema de los beneficios en función de la prueba de ingresos. Porque desalientan el esfuerzo en el trabajo y desalientan la capacidad de ahorro. El otro tema es que hay mecanismos mejores de focalizar los beneficios para erradicar la pobreza.
-¿Como cuáles?
-El ejemplo que doy es el siguiente: vamos a suponer que todos los pelirrojos son pobres y que no hay tecnología que permita cambiar el color del cabello. Si uno introduce un beneficio sólo para los pelirrojos va a ver soluciones en el tema de la pobreza sólo para los pelirrojos, focalizados de manera perfecta. Uno consigue cobertura para los pelirrojos y eso es lo que uno procura encontrar en este tipo de sistema: que esté relacionado directamente con la pobreza, que no pueda ser influenciado por los individuos y que sea fácil de visualizar.
-Es decir que éste es un sistema universal pero que focaliza a un sector de la población...
-Justamente: lo que digo es que una buena variable para otorgar estos beneficios y bajar la pobreza es la edad. Entonces sí se armaría un beneficio universal para los niños y los más ancianos y se solucionaría un problema importante.
-¿Pero qué pasa en nuestro país, donde hay una importante cantidad de población pobre en la franja media de la sociedad?
-Le voy a dar un ejemplo que ocurre en Sudáfrica. Allí hay un beneficio universal para los niños y ancianos y no tanto en el medio. Pero si uno lleva el dinero a la familia por un extremo o por otro ayuda a la familia en general. No digo que sea la solución completa pero creo que es una solución. Creo que a los países les interesa la productividad nacional y que la gente trabaje. En los países donde hay interés en focalizar los sectores medios no hay interés en aliviar la pobreza.
-¿Usted sólo habla como economista cuando evalúa esto?
-Como economista y académico. Ahora, si usted me pregunta si los gobiernos tienen una pureza total en el diseño de sus políticas, le digo que no. Pero por ello es importante que los académicos nos involucremos en este debate, porque cuando un gobierno tiene una razón política para ayudar a un grupo siempre hay una mala manera de hacerlo y también una mejor manera de hacerlo, y desde el mundo académico podemos ayudar a que esta política sea más sensata.
-¿Por qué aquí, en Europa o en cualquier lugar del mundo siempre se tiende a pensar mal de los políticos cuando aplican políticas sociales?
-Es que los políticos siempre van a ser políticos. Pero si yo no estuviera convencido de que hay que tender un puente entre la política y los académicos no estaría involucrado en esto. Lo que debemos cuidar los académicos es que sean congruentes las políticas con la realidad de la gente. Si los gobiernos no tienen una buena orientación estratégica, terminan siempre aplicando políticas netamente populistas.
-¿Y cree que hay políticas populistas en América latina?
-El ejemplo que mejor conozco y el que creo que hace lo mejor en aunar el pensamiento estratégico de la política pura es el sistema de pensión universal de Chile. La presidenta [Michelle Bachelet] estableció como prioridad ayudar a los ancianos pobres, y eso es política. Pero luego constituyó una comisión para controlar y ver cómo hacer esto de manera sensata. -¿Qué papel debería tener el Estado en relación con los organismos de crédito internacional a la hora de fijar políticas sociales?
-Los que deben implementar las reformas son los Estados y no el Banco Mundial u otros organismos de crédito. Le puedo hablar de los casos de Polonia y Hungría, que conocí de cerca. Las autoridades polacas tuvieron intensas discusiones con el Banco Mundial y el FMI y los escucharon. Pero decidieron encarar una reforma polaca, doméstica. Hicieron privatizaciones tardías porque las querían hacer bien. En el caso de Hungría, las autoridades hablaron con el Banco Mundial y el FMI y ellos recomendaban un recorte del gasto público, y así hablaron durante cuatro años, hasta que se dieron cuenta de lo que tenían que hacer y lo hicieron. Respondiendo su pregunta, no se trata de controlar a los organismos de crédito sino que lo importante es que los gobiernos se enfoquen en que haya la mayor cantidad de expertos posibles para implementar las reformas.
-¿No cree entonces que hubo errores de parte de los organismos financieros?
-No estoy diciendo que la falla estuviera sólo del lado de los países. Se cometieron errores desde los dos lados.
-¿Qué papel le otorga usted a la Iglesia, a las ONG o a los sindicatos a la hora de instrumentar políticas sociales?
-A la hora de definir estrategias, los académicos deben tener un rol importante porque, como no necesitan ser reelegidos, tienen el privilegio de poder decir lo que quieran. Pero a la hora de implementar los planes sociales o beneficios sociales, creo que es bueno que los planes sean administrados por los sindicatos o por una ONG.
-¿Eso le otorgaría mayor transparencia al sistema?
-Puede que sea así, pero la transparencia debería venir con la política que se aplique desde el gobierno. La delegación en tal caso le daría mayor eficacia. En Gran Bretaña el control de los planes está dado por la Auditoría General, que controla toda la operación. Sus informes son públicos y entonces el gobierno puede o no aceptar las recomendaciones.
-¿Y qué ocurre si no acepta esas recomendaciones?
-Es difícil para un gobierno avanzar con una política determinada cuando la Auditoría dice que está mal. Por Martín Dinatale El perfil Economista y asesor Nacido en Gran Bretaña, se doctoró en Economía en la Universidad de Berkeley, en California, y se especializó en políticas sociales. Trabajó en el Banco Mundial y fue asesor de los gobiernos británico, chino, chileno y sudafricano. Prestigio internacional Autor de varios libros, el último de los cuales es Investing in Human Capital: A Capital Markets Approach to Student Funding , de 2007, Barr es considerado como uno de los máximos expertos en materia de política social, en las áreas de educación y pensiones.