domingo, 13 de mayo de 2018

EL Faro


El sistema de partidos mexicano quedará extremadamente maltrecho después de la elección de este año. Con la muy probable entronización de un Caudillo al frente del Poder Ejecutivo, el PRI y el PRD al borde del desahucio y el PAN seriamente afectado por las maniobras de Anaya, la tarea que urge es trabajar en la resurrección de un sistema de partidos como condición sine qua non para la supervivencia de la democracia. Amenaza nuestro futuro la asunción de un autoritarismo personalista y la sustitución  de las instituciones de representación política por la aparición de caudillos electorales dedicados a la descarnada lucha por el poder. 

Cierto que los partidos e ideologías tradicionales atraviesan una severa crisis de proporciones históricas, pero es posible empezar a trabajar en opciones más modernas, laxas, horizontales, flexibles y descentralizadas que estén a tono con los desafíos del siglo XXI. De la revitalización de los partidos mediante modernas y efectivas formas de representacion política dependerá el futuro de nuestras libertades. 

Ya viene El Faro. Estén pendientes

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