lunes, 1 de noviembre de 2010

César Nava, el amigo de su amigo


De verdad los políticos no tienen límite a la hora de ser unos cínicos y/o unos estúpidos. Basta como botón de muestra el discurso que se aventó recientemente el presidente nacional del PAN, el inefable César Nava, y el cual comenta hoy el semipadrino de este delirante blog, Jesús Silva Herzog Márquez en Reforma . Entre otros no menos irrisorios conceptos, Nava nos advierte que el regreso del PRI implicaría "el retorno del amiguismo" y de ver a gente encumbrarse en altos puestos políticos y gubernamentales "sólo en virtud a su amistad con el presidente y no por su mérito" Una joya de humor involuntario, de esas anécdotas que hacen que la realidad supere a la fantasía y vuelve irrelevante la labor de cualquier satirista o aspirante a serlo.

Desde luego, a nadie en México -y mucho menos a los panistas- se le escapa el hecho de que Cesarín llegó a la presidencia del partido actualmente en el gobierno mexicano exclusivamente por ser amigo del presidente Calderón, ya que ni su carrera ni sus supustos méritos politicos justificaban la ascención de este muchacho patylulero a tan elevada posición. De hecho, a muchos -muchísimos- panistas de buena cepa les cayó en pandorga que hizo Calderón impusiera a su cuatito al frente del partido. Y ahora este mismo "amigo de su amigo"es quien nos advierte muy quitado de la pena que de regresar el PRI al poder veríamos al "amiguismo" entronizarse una vez más en el país.

Digo, vuelvo a plantear la pregunta ¿El señor es cínico o estúpido?

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