El Fiasco Sarkozy

¡Qué desilusionante ha sido la presidencia de Nicolás Sarkozy! Cuando este político hiperactivo e inteligente ganó la presidencia de Francia muchos pensamos que, por fin, la V República tendría un presiente capaz de sacudir de fondo a una potencia que se había estancado notablemente en los largos años de las presidencias de Mitterrand y (aún peor) Chirac. Esperábamos un liderazgo que pusiera en cintura los excesos del tradicional dirigismo francés, diera un nuevo rumbo a la Unión Europea e inspirara a un mundo necesitado de líderes. Nada de eso ha pasado.

Más allá de ese indiscutible logro que fue ligarse a la Bruni, a Sarko no le ha salido nada. Sus pretenciones de fungir como "gran estrella en el ámbito internacional" ahora lucen ridículas, para el desarrollo de la Unión Europea el señor solo ha sido un estorbo y en el panorama local no ha sabido dar una. Quien se presentó como adalid de un liberalismo inteligente y reformador ha terminado por ser otro mandatario pusilánime y conservador. Queda claro que Sarkozy no es un liberal. Francia sigue infectada hasta la médula por el virus de lo estatal. Y es un virus transversal, que domina a todos lo partidos, organizaciones y hasta empresas.

Sarkozy es como sus dos antecesores: conservador, populista e intervencionista. Eso si, ¡Qué buena vieja! Pero el glamour de Carla solo sirve para constatar la pedestre personalidad de su marido, a quien la capa de "Sarkoman", el superhéroe que todos esperaban para darle sentido y rumbo a una Europa desconcertada, le ha quedado demadsiado grande . Sarkozy sólo es un gran bluff, un espejismo, una farsa. Pasará a la historia como el peor presidente de la V República, el más ineficaz y el más impopular. Lástima por la oportunidad perdida para Francia.