sábado, 3 de julio de 2010

Anti ñoños, siempre


"Tal vez Henri Rousseau era una de esas personas inocentes y sabias de las que se ríen los demasiado listos. Los demasiado listos se creen excepcionales, pero en realidad abundan tanto que son un aburrimiento. El excepcional de verdad es el sabio inocente, el original que no sabe que lo es, el que aparece y no se sabe de dónde ha podido salir, de qué manantial ha brotado su talento". Esta extraordinaria verdad fue sacada del artículo de Antonio Muñoz Molina que publicó la semana pasada El País a porpósito del arte naif. No dejen de leerlo. Sí, sigo en mi enconada guerra contra los ñoños.

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