Esta estupenda caricatura refleja muy bien en lo que se ha convertido el G8: un gupo inútil que sólo es capaz de prestar "lip service" a causas nobles como el desarollo de África, el combate contra epidemias y catástrofes naturales y el calentamiento global pero sin ofrecer, de verdad, soluciones plausibles a estos temas. La función de coadyuvante esencial para la gobernabilidad mundial que el entonces G7 prestó al mundo en los años setentas y ochentas ha cauducado sencillamente porque han desaparecido las condiciones que lo hicieron tan eficaz: la inobjetable comunidad general de intereses económicos, comerciales y políticos de sus paises integrantes, (los cuales eras, a la sazón, efectivamente las economías más grandes del mundo); capacidad y voluntad de asumir reponsabilidades globales; naciones miembro con niveles de distribución del ingreso igualitarias; y la existencia de un bloque adversario que era enemigo común de todos y cada uno de los siete.
Hoy, el surgimiento de grandes economías emergentes con desigualdades acusadas en lo concerniente a la distribución del ingreso, como Brasil, India y China; de grandes Estados formalmente ricos pero que no comulgan necesariamente con las visiones filosóficas y políticas ni con los objetivos centrales del otrara G7 (defensa de los derechos humanos, expansión de la democracia, etc); y que, muchas veces, no están dispuestos a compartir el peso que implica asumir responsabilidades internacionales de gran envergadura (misiones de paz de la ONU, ayudas sustanciales al Tercer Mundo) hacen que el G8 sea inoperante y que un hipotético G12 ó 20 o whatever sea absolutamenete una quimera.
Para mas información, vean al Oso Ruboroso hoy a las 20:00 hrs en el canal del Congreso.
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