sábado, 31 de enero de 2009

Il Divo Andreotti


Cumple noventa años Giulio Andreotti, hombre símbolo de la truculentísima política italiana, y es celebrado en Italia casi como evento nacional. Se explica: sus sesenta años como miembro del parlamento italiano coinciden con la historia de posguerra y los homenajes exaltan al estadista, aunque muchas veces sus virtudes como mago de la política fueron opacadas por circunstancias críticas, con largos juicios, acallados finalmente con sentencias absolutorias. Acusado de arriesgadas relaciones con la mafia, acusado por el asesinato jamás aclarado de un periodista y bajo sospecha "moral" por su inacción ante el secuestrpo de su gran rival, Aldo Moro. Las diatribas judiciales y mediáticas evidenciaron las asechanzas de una gestión tan prolongada.
Caso único el de Andreotti, mencionado ahora como fuente de sabiduría y experiencia política. Su figura y su fama, de amplia proyección internacional, se deben a la intensa actividad desarrollada como jefe de gobierno o ministro del Exterior, Finanzas, Industria, Defensa. Ahhh, porque Andreotti fue ministro "de todo", a partir de 1947 cuando el mítico "Presidente de la Reconstrucción", Alcide De Gasperi, lo llamó para colaborar a su lado.

Muy joven se destacó como operador político astuto en años de dificultades extremas y de dura confrontación con el comunismo. Promotor de la unión europea y de la alianza con Occidente, fue visto también como "hombre del Vaticano prestado a Italia", por la vinculación, desde la juventud, con la Curia romana, cuya historia Andreotti ha sabido ilustrar en brillantes ensayos.
Mítico parlamentario "más votado de la península", hasta el record de más de trescientos mil votos personales. Todos buscan el secreto de tanto éxito y se menciona su capacidad de trabajo y la habilidad en conquistar y cuidar la "base electoral", con una "infrnal red" de relaciones, fundada en la atención personal y concreta de todo requerimiento. Otros dicen que ese secreto consistió en una insuperable ambigüedad, cubierta con un manto de refinada ironía.

Su 90º cumpleaños coincide ahora con libros en su honor, acto de homenaje y también con el traslado de su archivo personal -varias toneladas de carpetas y documentos- donado a una fundación romana. Se guarda ahí la actividad de un dirigente fuera de serie y también la historia de más de cincuenta años de odo un país, hoy ya otro respecto de los tiempos que cabalgó este político tan extremo: "Un muchacho tan capaz en todo que puede devenir capaz de todo", lo definió De Gasperi.

Capaz de dejar descolocado a más de uno con sus réplicas fulminantesy sus humoradas: el socialista Bettino Craxi cierta vez se oponía de modo furibundo a una decisión y llegó a decir: "Si hacen esto, me hago cortar?". La cosa se hizo y días después Andreotti pidió se le solicitara a Craxi cumplir con su promesa.Otra vez se le preguntó si no se sentía cansado de tantos años de gestión, dado que, como es sabido, el poder desgasta, y, prontísimo, él contestó con una frase que dio la vuelta al mudo: "Sí, el poder desgasta a quien no lo tiene". Hasta el genial Fellini lo consideró difícil de descifrar: "Andreotti -dijo el gran director- parece el custodio de algo misterioso, uno que, cuando hablás con él, parece que te lleva a otra dimensión, distinta y que no se puede definir?" . También se ha estrenado en Italia el film "Il Divo", nada condescendiente con el personaje. Jamás la veremos en México, desde luego

A los 90, ironiza hasta con su misma muerte: el periodista Massimo Franco, que le dedica un libro de casi 400 páginas, cuenta que una autora que reúne "las ultimas palabras de gente famosa" le pidió a Andreotti que escribiera unas líneas de su propio epitafio. El anciano senador vitalicio resumió a su manera el currículum y lo envió a la interesada con un agradecimiento más esta recomendación, a mano, en el sobre: "Sin prisas con lo del epitafio, por favor".

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