domingo, 20 de diciembre de 2009

La suerte del Gran Payaso


La agresión que sufrió Silvio Berlusconi hace ocho días en la plaza del Duomo de Milán no hizo sino aumentar la popularidad de quien, no me queda duda, es el italiano quintaescencial y sucedió cuando parecía que, por fin, la carrera política del dueño del Milan FC iniciava un definitivo declive. Alguien ironizó magistralmente en Youtube el atentado "A todo gran actor le entregan, a fin de cuentas, su estatuilla". Muy bueno, pero lo cierto es que Berlusconi, que ya se consideraba víctima de una persecución judicial, ahora se presenta también como víctima de una campaña de odio. En el panorama político italiano, como siempre, no pasará nada. Berlusconi seguirá en el poder, la izquierda mantendrá su aguda decadencia, habrá peleas, muchas habladas, alguna invitación del presidente Giorgio Napolitano a bajar los tonos y la gran comedia belusconiana seguirá avanti como lo hace desde hace ya más hace quince años....y contando.

1 comentario:

Manuel Vargas dijo...

La muchedumbre aplaude la gallardía inocua. Y de la risa pasa al estupor, y luego nada.

Los cuernos de Fox; los zapatos de Bush; la estatuilla de Berlusconi; ¡qué divertidos han sido!

Pero lo irónico es que los líderes de una nación, son simplemente múltiples retratos de sus subordinados: su quintaesencia, como dices, Oso.