Las putas de Berlusconi

Apenas empieza hacerle algo de ruido a Berlusconi el escándalo de las putas que llevaba a su villa sarda para diversión suya y de sus muy distinguidos invitados. En efecto, este señor frívolo y vulgar que se ha dedicado a gobernar en exclusiva para sus intereses en medio del creciente aplauso de sus cinicazos compatriotas también ha utilizado el dinero público para transportar a Cerdeña a un incontable número de putas y, aparentemente, la opinión pública italiana finalmente parece (pero sólo "parece") reaccionar con algo de indignación.

La verdad, empiezo a creer que debo hacer como los italianos hacen y admirar bal Cavaliere en vez de criticarlo, porque ha conseguido que, sin hacer nada, (porque en su vida ha trabajado el muy hijo-de-puta) tiene, entre otras cosas, una mansión en una isla paradisiaca que llena cada que le da la gana de unas viejotas encueradas bien buenotas. No está mal. Este oso puñetero se habrá acostado en su triste vida con, máximo, unas 20 chicas. Él, como mínimo, se ha acostado con 980 más que yo. Llena aviones militares italianos y se las lleva a su mansión, que para eso pagan gustosos los italianos dichos aviones. Total, son militares y no hay guerra y si la hubiera, ¡Pa' buena cosa sirven los descendientes de Julio César en el frente de batalla! Y si no, pregúntenle a Hitler, o a Rommel, que debió arrastrar con los inútiles soldaditos que le mandaba el Duce por medio desierto del Sahara.

Los italianos deben decidir si le perdonan esta a su controvertido amo (porque eso es: el amo de Italia) ¿Debe pagar el italiano de a pie el vicio del amo? ¡Pues sí amigos! Mientras muchos trabajadores son vírgenes o deben conformarse con lo poco que tienen en casa y se desviven para llegar a fin de mes, el amo se casca a jovencitas 18añeras. ¡Y no cualquiera tiene el gusto de El Cavaliere! Acuérdense la godita de Clinton, y no me imagino al teto de Caldrerón, al petardazo de Zapatero o al mandilón Obama haciendo estas vaciladas. El Papa.....bueno, de el cabe esperar que lo haga con infantes de cinco años. Esa es la tradición en su Iglesia, y el es muy tradicionalista, ya se ha visto.

Ahora bien, quizá todo este bochorno le costará el puesto a Berlusconi, pero a mi se me hace que, a fin de cuentas, todo acabará como otras tantas veces y tanta frivolidad, abuso del poder y vulgaridad servirán sólo para incrementar la popularidad de el Cavaliere.

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