jueves, 14 de febrero de 2008

Churchill no Insultaba (casi).


En un interesante intercambio de ideas que sontengo con mi amigo y gurú -para algunas cosas- Jesús Silva Herzog Márquez, mi interlucuor asegura que Churchil insultaba. Eso es inexacto. Churchill ironizaba, que no es lo mismo. La ironía siempre es fina, sutil, elegante. El insulto es tosco, banal, apabullante.

Hay un interesante libro que es una muy completa antología de las principales sátiras del estadista, "The Wit and Wisdom of Winston Churchill", escrito por James C. Humes, speechwriter de varios presidentes republicanos. En él se encuentran verdaderas joyas.Veamos algunas de las que Churchill pronunció sobre sus enemigos y adversarios políticos (y algunos de sus amigos):

Sobre Clement Attle (Lider laborista y primer ministro):
Es un hombre modesto al que le sobran razones para ser modesto.
Es una oveja disfrazada con la piel de una oveja

Aneurin Bevan (arquitecto del Welfare State):
Es un mercader de la descortesía

Stanley Baldwin (primer ministro Conservador):
Es un político de esos que "siempre pegados las orejas pegadas a la tierra" (es decir, es un político atento y realista) . El problema es que ya los oidos se le llenaron de lombrices".


Arthur Jams Balfour (primer ministro Conservador)
Si se necesita que algo no sea hecho nunca, Balfour es el hombre más indicado para el trabajo.

Neville Chamberlein (primer ministro Conservador)
Tuvo la disyuntiva entre escoger entre la guerra y el deshonhor. Escogió el deshonor y tendrá la guerra de todas formas

De Gaulle
Mi cruz es la cruz de Lorena.

John Foster Dulles (Secretario de Estado norteamericano)
Dull, duller, Dulles

Lord Halifax (ministro de asuntos exteriores)
Lord Halifax han hecho más daño con sus virtudes que los defectos de miles de personas puestos juntos.

Lenin
Su proposito: salvar al mundo. Su método: dinamitarlo

Loyd George (primer ministro Liberal)
No es que esté en contra del orden social, únicamente está en contra de los aspectos del orden social que se interponen en su camino.

Anthony Eden Ministro del exterior y sucesor de Churchilol como jefe de gobierno
Sencillamente, Anthony no podrá. (ecos de este aserto se oyeron recientemente mientras otro Anthony pensaba "Gordon no podrá")

Ramsey McDonald (primer ministro Laborista)
Un maestro en el arte de comprimir en el mayor número de palabras la menor cantidad de pensamiento.

Montgomery (general vencedor en El Alemein)
En la derrota, indomable; en la batalla, invencible; en la victoria, insufrible.

Sir Stafford Cripps (Ministro de Hacienda Laborista)
Tiene todos los virtudes que detesto y ninguno de los vicios que admiro.

Y así, una miríada. Estos, insisto, no son insultos.

Ahora, que en materia de campañas negativas, entendiéndolas no solo como insultos, sino como la utilización de un lenguaje tramposo destinado a tergiversar y a calumniar al adversario, es cierto, Churchill recurrió a él en una ocasión. Fue en 1945 durante su campaña electoral contra los laboristas, cuando declaró aquello de que "El socialismo siempre acabará recurriendo para lograr sus fines a algo parecido a la Gestapo"

Vale la pena decir que perdió esas elecciones de manera apabullante.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Dices que la campaña negativa la usó una vez. Pero Churchill mantuvo esa misma opinión acerca de los laboristas por mucho tiempo. Después de la I Guerra Mundia, cuando pierde su escaño y tras varios intentos no logra regresar al Parlamento, se radicaliza. Deja de ser Liberal (por éstos haber pactado con los laboristas), regresa al Partido Conservador y se dedica a denostar al partido de Atlee y lo compara duante toda la campaña con lo peor del socialismo ruso. Tal vez fue hasta que dejó Downing Street por segunda vez que empezó a valorar y querer a los laboristas. Pero después de haberlos satanizado por años.

Pedro Aguirre dijo...

Bueno Adrían, evidentemente Churchill tenía una pobre opinión de quienes, después de todo, eran sus adversarios, pero lo cierto es que no volvió a utilizar el truco difamatorio de tratar de equiparar a los laboristas con la Gestapo en ninguna de sus campañas. Criticaba, desde luego a los Laboristas, pero dentro de límites razonables. De hecho, cuando vuelve al poder, en 1951, respeta la gran mayoría de las reformas y nacionalizaciones que había efectuado Attle durante su gobierno.

Anónimo dijo...

¿En dónde se puede ser testigo de ese "intercambio de ideas"? Porque al menos en su blog, no te hace mucho caso. A veces pienso que es medio fresa y responderte le hace perder la pose.

Pedro Aguirre dijo...

Maiko:

Fíjate que Chucho respondió en su blog a uno de mis comentarios, y en este mismo blog hizo lo mismo. En ambos casos, firma con sus iniciales JSHM.

Gracias