lunes, 9 de agosto de 2010

¿Hay que temerle al PRI?


¿De verdad hay que temer un eventual retorno del PRI al poder? La respuesta, lamentabilísimamente, es NO. Me dan risa esos opinadores mediocres (Dresser, Dehesa, Dworak y tantos más) y esos politiquillos de pacotilla que nos advierten, alarmados, contra el regreso del PRI y señalan que debemos hacer "todo lo posible" para impedirlo, incluso hacer el sacrificio de tolerar seis años más de mal gobierno panista o perredista, digo, todo en aras de que la patria no sufra una "regresión". La pregunta es: ¿Cuál regresión?

Lo siento, pero no entiendo cual regresión podemos sufrir cuando el "progreso" que se ha logrado tras 10 años de gobiernos panistas nivel federal es tan magro. ¿O alguien podría señalarme, de forma puntual, cuáles han sido los "magníficos avances" económicos, sociales, políticos e internacionales que México ha alcanzado gracias a que se arrojo al perverso PRI de Los Pinos?

En lo económico seguimos siendo rehenes de una economía estatizada y llena de monopolios privados y públicos. Los panistas se doblegan ante el primer machete que ven o la primera andanada nacionalistoide que surge cuando han intentado tomar decisiones de trascendencia. Chente y Calderón muy poco han hecho por alentar la iniciativa individual. Las políticas fiscales siguen siendo un desastre y están diseñadas para castigar al emprendedor, tal y como ha sido siempre. A pesar de tener una doctrna "humanista", el PAN no ha sabido fomentar la cultura empresarial y penaliza con igual o mayor rigor que las administraciones priísitas a las pequeñas y medianas empresas. Todo quedó en el ridículo discurso "changarrero" de Fox, del que ya nadie se acuerda. Los gastos gubernametales siguen siendo un lastre tan inmenso como cuando el PRI mal administraba al país, se sigue acostumbrando a los ciudadnos a esperar todo del gobierno y la administración de la macroeconomía sigue a pie juntillas las pautas heredadas de los gobiernos priístas de Salinas y Zedillo.

En lo social, más allá de los relativos éxitos de algunas políticas sociales, el país sigue tan mal alimentado, mal educado, subempleado, enfermo y pobre como siempre, y avances específicos como los habidos en vivienda social el sexenio pasado se deben a la continuidad de medidas adoptadas con anterioridad. Los indicadores están a la vista de todos y no mienten.

En los político se mantienen intactos (salvo el caso del SME) los nefastos monopolios sindicales heredados del PRI, y eso cuando no se han fortalecido. ¿Es un avance democrático la consolidación del poder de Elba Esther Gordillo, pregunto yo, al grado que esta señora incluso se da el lujo de imponer candidatos al PAN para gobernador (Yunes, Moreno Valle, etc) ¡Pués que carajo concepto tenemos entonces de democracia, amigos!

Peor aún es el prevalecimiento en el país de las prácticas de la denominada "cultura priísta", hoy tan alegremente adoptadas y hasta fomentadas por el PAN y el PRD (hijo bastarde del PRI, a fin de cuentas). La triada caciquismo-Clientelismo-corporativismo goza de cabal salud, ¡O alguien duda que el PAN y el PRD compren conciencias y cambien favores por votos, igualito que lo hace el PRI? Padecemos en el México post elecciones 2000 la misma abyecta sumisión de los funcionarios frente al jefe, e igual sucede con e concepto perverso de "lealtad" y "disciplina política" tan apreciado por el establishment tricolor, el apego al hueso, la prepotencia de los poderosos. ¿La corrupción, la mnordida, el chanchullo? ¡Galopantes, señoras y señores!

No se olvide tampoco que los avances más notables en el terreno político (elecciones más o menos limpias y competidas, mayor libertad de expresión independencia de los poderes Judicial y Legislativo, mayor descentalización) son procesos que comenzaron antes de (y de ninguna manera gracias a) la llegada del PAN del poder y no son reversibles, habida cuenta de que las condiciones objetivas que permitieron una presidencia omnímoda en México han desaparecido.

El otro "gran argumento" que "la oposición" (10 años en el poder y se sigen manejando como oposición estos güeyes) utilizará hacia el 2012 será la presunta complicidad del PRI con el crimen orgnizado, pero se trata de un elemento que no es sino justamente eso, sólo una presunción. ¿Cómo probar que el PRI está asociado de forma institucional y generalizada con el crimen orgniado? Se manejan rumores, "latidas", pero no pruebas. Se explotan malas famas públicas de provectos personajes priístas en particular (por otro lado, muy justificdas malas famas) "Manlio parece ganster del Chicago de los años veinte", "Gamboa es maricíon y pederasta", "Beatriz es gorda y fea", etc. Pero nada más. En todo caso, la lista de gobernadores y funcionarios panistas y perredistas a quienes se les han probado ligas concretas con el narco (Michoacán, Morelos, Quintana Roo, y varios conspicuos casos más) tampoco es como para despreciarse.

Evidentemente, es lastimoso tener que reconocer que ningún efecto negativo relevante tendría el retorno del deleznable PRI al poder, pero esa es la verdad. A estas alturas, casi da igual quien gane el poder en México, (y digo casi por que ciertamente hay diferencias en los matices, pero nada más que eso, matices) y es algo como para tirarse a un pozo, amigos.

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