Se celebraron en Holanda elecciones generales adelantadas. La derecha liberal se impuso a los socialdemócratas, aunque por sólo un escaño. Geert Wilders, líder del movimiento anti-musulmán y heredero "espiritual" de Pim Fortuyn, se ha convertido en el gran factor político del país. Él definirá el nombre del siguiente primer minstro. Su partido se convirtió en la tercera fuerza nacional al pasar de 9 a 24 escaños. Me parece que calificar al ideario del partido de Wilder como "xenófobo" o "ultraderechista" cae en una simplificación. Ni él ni el asesinado Fortuym caben en la misma categoría de los Le Pen o los neofascistas. De hecho, muchos de los postulados del partido pueden pasar por liberales y hasta de izquierda, y si no vean los principales puntos de su plataforma electoral, tal y como los recoge la ya indispensable (y muy falible) wikipedia:
Notable reducción de los impuestos y las regulaciones estatales.
Sustitución del actual artículo 1 de la Constitución neerlandesa, lo que garantiza la igualdad ante la ley, por una cláusula que indica el predominio cultural de las tradiciones cristiana, judía y humanista.
Reducción de la influencia de la Unión Europea, que ya no puede ser ampliado con los nuevos Estados miembros, especialmente a Turquía, el Parlamento Europeo va a suprimirse. Las contribuciones financieras neerlandesas a la Unión Europea deben reducir en miles de millones de euros.
Una moratoria de cinco años sobre la inmigración de extranjeros no occidentales que quieren permanecer en los Países Bajos. Los residentes extranjeros ya no tendrán derecho a voto en las elecciones municipales.
Una moratoria de cinco años sobre la fundación de nuevas mezquitas y escuelas islámicas, una prohibición permanente de predicar en cualquier otra lengua distinta del neerlandés. Imanes del exterior no se le permitirá predicar. Mezquitas radicales se cerrarán y los musulmanes radicales expulsados.
Restauración de los niveles educativos, con énfasis en el valor educativo de la familia.
Introducción de alcaldes referendos vinculantes y electos, jefes de policía y primeros ministros.
Introducción de sanciones mínimas, y penas máximas mayores, la introducción de la detención administrativa para los sospechosos de terrorismo. el terrorismo será castigado con campamentos de entrenamiento y desnaturalización y deportación de inmigrantes delincuentes.
Restauración de respeto y mejores premios para los maestros, policías, trabajadores de la salud y el personal militar.
En vez de complicada reorganización, un sistema de atención médica más accesible y humano, especialmente para las personas mayores
Pero más allá de las polémicas que ha desatado este tan singular movimiento antimusulmán holandés y de la presunta incompatibilidad de las tradiciones musulmanas con las europeas, lo que más me gustó de estas elecciones fue que pusieron fin al gobierno del tetazo de Jan Peter Balkenende, primer ministro democristiano saliente, un ñoño sosías del pesado infumable ese de Harry Potter, como se podrá ver en estas fotos:
Notable reducción de los impuestos y las regulaciones estatales.
Sustitución del actual artículo 1 de la Constitución neerlandesa, lo que garantiza la igualdad ante la ley, por una cláusula que indica el predominio cultural de las tradiciones cristiana, judía y humanista.
Reducción de la influencia de la Unión Europea, que ya no puede ser ampliado con los nuevos Estados miembros, especialmente a Turquía, el Parlamento Europeo va a suprimirse. Las contribuciones financieras neerlandesas a la Unión Europea deben reducir en miles de millones de euros.
Una moratoria de cinco años sobre la inmigración de extranjeros no occidentales que quieren permanecer en los Países Bajos. Los residentes extranjeros ya no tendrán derecho a voto en las elecciones municipales.
Una moratoria de cinco años sobre la fundación de nuevas mezquitas y escuelas islámicas, una prohibición permanente de predicar en cualquier otra lengua distinta del neerlandés. Imanes del exterior no se le permitirá predicar. Mezquitas radicales se cerrarán y los musulmanes radicales expulsados.
Restauración de los niveles educativos, con énfasis en el valor educativo de la familia.
Introducción de alcaldes referendos vinculantes y electos, jefes de policía y primeros ministros.
Introducción de sanciones mínimas, y penas máximas mayores, la introducción de la detención administrativa para los sospechosos de terrorismo. el terrorismo será castigado con campamentos de entrenamiento y desnaturalización y deportación de inmigrantes delincuentes.
Restauración de respeto y mejores premios para los maestros, policías, trabajadores de la salud y el personal militar.
En vez de complicada reorganización, un sistema de atención médica más accesible y humano, especialmente para las personas mayores
Pero más allá de las polémicas que ha desatado este tan singular movimiento antimusulmán holandés y de la presunta incompatibilidad de las tradiciones musulmanas con las europeas, lo que más me gustó de estas elecciones fue que pusieron fin al gobierno del tetazo de Jan Peter Balkenende, primer ministro democristiano saliente, un ñoño sosías del pesado infumable ese de Harry Potter, como se podrá ver en estas fotos:
También celebro el buen resultado de los liberales del histórico partido D66, que triplicó su representación parlamentaria en Holanda. Fueron ellos (y no la izquierda socialista) los primeros en hablar de legalización del aborto y las drogas, el matrimonio gay y otros temas para la ampliación de las libertades públicas y privadas.
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